The Project Gutenberg EBook of Reina Valera New Testament of the Bible 1862 (#3 in our series of Spanish Bibles) Copyright laws are changing all over the world. Be sure to check the copyright laws for your country before downloading or redistributing this or any other Project Gutenberg eBook. This header should be the first thing seen when viewing this Project Gutenberg file. Please do not remove it. Do not change or edit the header without written permission. Please read the "legal small print," and other information about the eBook and Project Gutenberg at the bottom of this file. Included is important information about your specific rights and restrictions in how the file may be used. You can also find out about how to make a donation to Project Gutenberg, and how to get involved. **Welcome To The World of Free Plain Vanilla Electronic Texts** **eBooks Readable By Both Humans and By Computers, Since 1971** *****These eBooks Were Prepared By Thousands of Volunteers!***** Title: Reina Valera New Testament of the Bible 1862 Author: Anon. Release Date: June, 2004 [EBook #5879] [Yes, we are more than one year ahead of schedule] [This file was first posted on September 15, 2002] Edition: 10 Language: Spanish Character set encoding: ASCII *** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK, REINA VALERA NEW TESTAMENT OF THE BIBLE 1862 *** [Empieza Aviso e Introduccion] La Valera 1862 de la SPCC. Aviso: Este texto del Nuevo Testamento (Valera 1862) fue bajado de la pagina de web: Antigua Version Valera 1909 - La palabra de Dios en espanol. (www.valera1909.com) Este texto no tiene derechos reservados, puedes distribuirlo como quieres. Solamente pedimos que por respeto del trabajo que invertimos en dandote este texto (Encontrando, escaneando, y corrigiendo.), que dejes este aviso y la siguiente introduccion (Todo entre [Empieza...] y [Termina...]) en cualquier copia que publicas sobre el Internet. Si tienes cualquier pregunta o comentario por favor escribe a: info@valera1909.com. Introduccion a la Valera 1862 de la SPCC. El siguiente texto fue escaneado de una Biblia en Espanol que obtuve de una coleccion privada en Leon, Guanajuato, Mexico en 1986. Esta copia, impresa en Madrid, Espana en 1884 para la Sociedad Biblica Britanica y Extranjera (SBBE), representa la edicion SBBE de la revision de Valera hecha para la Sociedad para la Propagacion de Conocimiento Cristiano (SPCC) en 1862. Esta revision fue hecha por Lorenzo Lucena Pedrosa M.A., profesor de Lengua y Literatura Espanola en Queens College de Liverpool, y luego en Oxford. Esta edicion de la SPCC 1862 fue publicada por la SBBE en 1884. Siendo que no tenemos ninguna otra edicion de la 1862, no podemos asegurar que este texto es precisamente identico a la original SPCC 1862. Algunas diferencias nos hacen sospechar que la SBBE reviso ligeramente la SPCC 1862 en esta impresion de 1884. Sin embargo, reproducimos esta edicion de SBBE para demostrar que la Revision de Valera de 1862 era esencialmente identica a la Valera 1909 de hoy. Esto confirma que la Valera 1909 en realidad fue una revision hecha en 1862, antes de la publicacion de Vaticanus o Sinaiticus, y decadas antes de la apostasia Inglesa de Westcott y Hort. Una diferencia que si veras en esta impresion de la 1862, hecha por SBBE en 1884, es que introduce muchas palabras italicas que no se encuentran ni en la original 1602, ni tampoco en su descendiente, la 1909. O estas italicas fueron anadidas por la SBBE en su revision ligera de la revision de 1862 de SPCC, o la revision de 1909 quito del texto la mayoria de las italicas anadidas innecesariamente. Aparte de esto, muy pocos cambios se evidencian en la revision de 1909 de este texto. En todos nuestros textos, letra italica se reproduce entre corchetes [...], para que se convierte facilmente el Nuevo Testamento a muchos diferentes formatos. Algunas ediciones impresas tenian tanto letra italica y palabras entre corchetes. En estos casos, para mantener la integridad de la reproduccion, aun corcheteamos palabras inicialmente italicas, pero para indicar la diferencia encerramos entre simbolos relativos <...> las palabras originalmente entre corchetes. Todas las copias impresas que hemos escaneado y duplicado contienen errores de impresion y puntuacion. Algunos son obvios, pero de vez en cuando habia varias posibilidades en la correccion. En tales casos determinamos la correccion segun la original 1602, o la norma actual, la 1909. En todos los casos que hicimos correcciones senalamos la palabra alterada con el circunflejo (^). Ademas senalamos con la misma marca aquellos lugares donde parecia haber error, pero por no estar seguros, no cambiamos nada. Todos los asteriscos (*) en el texto son reproducciones de la impresion original. Significan alguna referencia en la margen, la cual reproducimos en abrazaderas {*...} al final del versiculo. Guillermo Kincaid [End Notice and Introduction] El NUEVO TESTAMENTO DE NUESTRO SENOR JESU-CRISTO QUE CONTIENE LOS ESCRITOS EVANGELICOS Y APOSTOLICOS ANTIGUA VERSION DE CIPRIANO DE VALERA REVISADA Con arreglo al original griego. MADRID SE HALLA EN EL DEPOSITO CENTRAL DE LA SOCIEDAD BIBLICA B. Y E. Calle de Preciados, numero 46. 1884 EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU-CRISTO SEGUN SAN MATEO. CAPITULO 1. 1 LIBRO de la generacion de Jesu-Cristo, hijo de David, hijo de Abraham. 2 Abraham engendro a Isaac: e Isaac engendro a Jacob: y Jacob engendro a Judas y a sus hermanos: 3 Y Judas engendro de Thamar a Phares y a Zara: y Phares engendro a Esrom: y Esrom engendro a Aram: 4 Y Aram engendro a Aminadab: y Aminadab engendro a Naason: y Naason engendro a Salmon: 5 Y Salmon engendro de Rahab a Booz: y Booz engendro de Ruth a Obed: y Obed engendro a Jesse: 6 Y Jesse engendro al rey David: y el rey David engendro a Salomon de la [que fue mujer] de Urias: 7 Y Salomon engendro a Roboam: y Roboam engendro a Abia: y Abia engendro a Asa: 8 Y Asa engendro a Josaphat: y Josaphat engendro a Joram: y Joram engendro a Ozias: 9 Y Ozias engendro a Joatam: y Joatam engendro a Achaz: y Achaz engendro a Ezechias: 10 Y Ezechias engendro a Manases: y Manases engendro a Amon: y Amon engendro a Josias: 11 Y Josias engendro a Jeconias y a sus hermanos, en la trasmigracion de Babilonia: 12 Y despues de la trasmigracion de Babilonia, Jeconias engendro a Salatiel: y Salatiel engendro a Zorobabel: 13 Y Zorobabel engendro a Abiud: y Abiud engendro a Eliaquim: y Eliaquim engendro a Azor: 14 Y Azor engendro a Sadoc: y Sadoc engendro a Aquim: y Aquim engendro a Eliud: 15 Y Eliud engendro a Eleazar: y Eleazar engendro a Matan: y Matan engendro a Jacob: 16 Y Jacob engendro a Jose, marido de Maria, de la cual nacio Jesus, el cual es llamado el Cristo. 17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David, [son] catorce generaciones: y desde David hasta la trasmigracion de Babilonia, catorce generaciones: y desde la trasmigracion de Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. 18 Y el nacimiento de Jesu-Cristo fue asi: que siendo Maria su madre desposada con Jose, antes que se juntasen, se hallo haber concebido del Espiritu Santo. 19 Y Jose su marido, como era justo y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando el en esto, he aqui el angel del Senor le aparece en suenos, diciendo: Jose, hijo de David, no temas de recibir a Maria tu mujer: porque lo que en ella es engendrado, del Espiritu Santo es. 21 Y parira Hijo, y llamaras su nombre JESUS, porque el salvara su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto acontecio para que se cumpliese lo que fue dicho por el Senor por el profeta, que dijo: 23 He aqui la virgen concebira, y parira hijo, y llamaras su nombre Emmanuel, que declarado es: Con nosotros Dios. 21 Y despertando Jose del sueno, hizo como el angel del Senor le habia mandado, y recibio a su mujer. 25 Y no la conocio hasta que pario a su Hijo primogenito: y llamo su nombre JESUS. CAPITULO 2. 1 Y COMO fue nacido Jesus en Bethlehem de Judea en dias del rey Herodes, he aqui unos magos vinieron del Oriente a Jerusalem, 2 Diciendo: ?Donde esta el Rey de los Judios, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el Oriente, y venimos a adorarle. 3 Y oyendo [esto] el rey Herodes, se turbo, y toda Jerusalem con el. 4 Y convocados todos los principes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les pregunto donde habia de nacer el Cristo. 5 Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea; porque asi esta escrito por el profeta: 6 Y tu Bethlehem, [de] tierra de Juda, no eres muy pequena entre los principes de Juda; porque de ti saldra un Guiador, que apacentara a mi pueblo Israel. 7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, entendio de ellos diligentemente el tiempo del aparecimiento de la estrella; 8 Y enviandoles a Bethlehem, dijo: Andad alla, y preguntad con diligencia por el Nino; y despues que lo hallareis, hacedmelo saber, para que yo tambien vaya y le adore. 9 Y ellos, habiendo oido al rey, se fueron: y he aqui la estrella que habian visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el Nino. 10 Y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Y entrando en la casa, vieron el Nino con su madre Maria, y postrandose lo adoraron: y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, e incienso, y mirra. 12 Y siendo avisados por revelacion en suenos, que no volviesen a Herodes, se volvieron a su tierra por otro camino. 13 Y partidos ellos, he aqui el angel del Senor aparece en suenos a Jose diciendo: Levantate, y toma al Nino y a su madre, y huye a Egipto, y estate alla hasta que yo te [lo] diga: porque ha de acontecer, que Herodes buscara al Nino para matarlo. 14 Y el despertando, tomo al Nino y a su madre de noche, y se fue a Egipto: 15 Y estuvo alla hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el Senor por el profeta, que dijo: De Egipto llame a mi Hijo. 16 Herodes entonces, como se vio burlado de los magos, se enojo mucho: y envio, y mato todos los ninos que habia en Bethlehem, y en todos sus terminos, de edad de dos anos abajo, conforme al tiempo que habla entendido de los magos. 17 Entonces fue cumplido lo que se habia dicho por el profeta Jeremias, que dijo: 18 Voz fue oida en Rama, grande lamentacion, lloro, y gemido; Rachel que llora sus hijos; y no quiso ser consolada, porque perecieron. 19 Mas muerto Herodes, he aqui el angel del Senor aparece en suenos a Jose en Egipto, 20 Diciendo: Levantate, y toma al Nino, y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos son los que procuraban la muerte del Nino. 21 Entonces el se levanto y tomo al Nino, y a su madre, y se vino a tierra de Israel. 22 Y oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, temio ir alla; mas amonestado por revelacion en suenos, se fue a las partes de Galilea. 23 Y vino, y habito en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habia de ser llamado Nazareno. CAPITULO 3. 1 EN aquellos dias vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2 Y diciendo: Arrepentios, que el reino de los cielos se ha acercado. 3 Porque este es aquel del cual fue dicho por el profeta Isaias, que dijo: Voz de uno que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor, enderezad sus veredas. 4 Y tenia Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos, y su comida era langostas, y miel silvestre. 5 Entonces salia a el Jerusalem y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordan; 6 Y eran bautizados de el en el Jordan, confesando sus pecados. 7 Y viendo el muchos de los Fariseos y de los Saduceos, que venian a su bautismo, deciales: Generacion de viboras, ?quien os ha ensenado a huir de la ira que vendra? 8 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento; 9 Y no penseis decir dentro de vosotros: A Abraham tenemos por padre: porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Ahora, ya tambien la segur esta puesta a la raiz de los arboles; y todo arbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento: mas el que viene tras mi, mas poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar: el os bautizara en Espiritu Santo, y [en] fuego. 12 Su aventador en su mano [esta,] y aventara su era; y allegara su trigo en el alfoli, y quemara la paja en fuego que nunca se apagara. 13 Entonces Jesus vino de Galilea a Juan al Jordan, para ser bautizado de el. 14 Mas Juan lo resistia mucho, diciendo: Yo he menester ser bautizado de ti, ?y tu vienes a mi? 15 Empero respondiendo Jesus le dijo: Deja ahora: porque asi nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejo. 16 Y Jesus despues que fue bautizado, subio luego del agua: y he aqui los cielos le fueron abiertos, y vio al Espiritu de Dios que descendia, como paloma, y venia sobre el, 17 Y he aqui una voz de los cielos que decia: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento. CAPITULO 4. 1 Entonces Jesus fue llevado del Espiritu al desierto, para ser tentado del diablo. 2 Y habiendo ayunado cuarenta dias y cuarenta noches, despues tuvo hambre. 3 Y llegandose a el el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan. 4 Mas el respondiendo, dijo: Escrito esta: No con solo el pan vivira el hombre; mas con toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le pasa a la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo; 6 Y le dice: Si eres Hijo de Dios echate abajo; que escrito esta: A sus angeles mandara por ti, y te alzaran en las manos, para que nunca tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesus le dijo: Escrito esta ademas: No tentaras al Senor tu Dios. 8 Otra vez le pasa el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria, 9 Y dicele: Todo esto te dare, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesus le dice: Vete, Satanas; que escrito esta: Al Senor tu Dios adoraras, y a el solo serviras. 11 El diablo entonces le dejo: y he aqui los angeles llegaron, y le servian. 12 Mas oyendo Jesus que Juan era preso, se volvio a Galilea; 13 Y dejando a Nazaret, vino, y habito en Capernaum, [ciudad] maritima, en los confines de Zabulon y de Nephtalim: 14 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaias, que dijo: 15 La tierra de Zabulon, y la tierra de Nephtalim, camino de la mar, de la otra parte del Jordan, Galilea de los Gentiles; 16 El pueblo asentado en tinieblas, vio gran luz: y a los sentados en region y sombra de muerte, luz les esclarecio. 17 Desde entonces comenzo Jesus a predicar, y a decir: Arrepentios, que el reino de los cielos se ha acercado. 18 Y andando Jesus junto a la mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simon, que es llamado Pedro, y Andres su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores: 19 Y diceles: Venid en pos de mi, y os hare pescadores de hombres. 20 Ellos entonces, dejando luego las redes, le siguieron. 21 Y pasando de alli, vio otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en el barco con Zebedeo, su padre, que remendaban sus redes, y los llama. 22 Y ellos dejando luego el barco, y a su padre, le siguieron. 23 Y rodeo Jesus a toda Galilea ensenando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24 Y corria su fama por toda la Siria: y le trajeron todos los que tenian mal, los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunaticos, y paraliticos; y los sano. 25 Y le siguieron muchas gentes de Galilea, y de Decapolis, y de Jerusalem, y de Judea, y de la otra parte del Jordan. CAPITULO 5. 1 Y VIENDO las gentes, subio al monte; y sentandose, se llegaron a el sus discipulos. 2 Y abriendo su boca, les ensenaba, diciendo: 3 Bienaventurados los pobres en espiritu: porque de ellos es el reino de los cielos. 4 Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibiran consolacion. 5 Bienaventurados los mansos: porque ellos recibiran la tierra por heredad. 6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos seran hartos. 7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzaran misericordia. 8 Bienaventurados los de limpio corazon: porque ellos veran a Dios. 9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos seran llamados hijos de Dios, 10 Bienaventurados los que padecen persecucion por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados sois, cuando os vituperaren, y [os] persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos; porque vuestra merced [es] grande en los cielos: que asi persiguieron a los profetas que [fueron] antes de vosotros. 13 Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere, ?con que sera salada? no vale mas para nada, sino que sea echada fuera y hollada de los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una lampara, y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero; y alumbra a todos los que [estan] en casa. 16 Asi alumbre vuestra luz delante de los hombres; para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que [esta] en los cielos. 17 No penseis que he venido para abrogar la ley, o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. 18 Porque de cierto os digo, [que] hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota, ni un tilde perecera de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. 19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequenos, y asi ensenare a los hombres, muy pequeno sera llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere, y ensenare, este sera llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que [la] de los escribas y de los Fariseos, no entrareis en el reino de los cielos. 21 Oisteis que fue dicho a los antiguos: No mataras; mas cualquiera que matare, sera culpado del juicio. 22 Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, sera culpado del juicio: y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, sera culpado del concejo: y cualquiera que dijere: Fatuo, sera culpado del infierno del fuego. 23 Por tanto, si trajeres tu Presente al altar, y alli te acordares que tu hermano tiene algo contra ti, 24 Deja alli tu Presente delante del altar, y vete; vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven, y ofrece tu Presente. 25 Conciliate con tu adversario presto, entretanto que estas con el en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prision. 26 De cierto te digo, que no saldras de alli, hasta que pagues el ultimo cuadrante. 27 Oisteis que fue dicho: No adulteraras: 28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira la mujer para codiciarla, ya adultero con ella en su corazon. 29 Por tanto si tu ojo derecho te fuere ocasion de caer, sacalo, y echalo de ti: que mejor te es, que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te fuere ocasion de caer, cortala, y echala de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 31 Tambien fue dicho: Cualquiera que repudiare a su mujer, dele carta de divorcio: 32 Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicacion, hace que ella adultere: y el que se casare con la repudiada, comete adulterio. 33 Ademas habeis oido que fue dicho a los antiguos: No te perjuraras; mas pagaras al Senor tus juramentos: 34 Mas yo os digo: No jureis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios: 35 Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza juraras; porque no puedes hacer un cabello blanco o negro. 37 Mas sea vuestro hablar, Si, si: No, no: Porque lo [que es] mas de esto, de mal procede. 38 Oisteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente: 39 Mas yo os digo: No resistais al mal: antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuelvele tambien la otra. 40 Y al que quisiere ponerte a pleito, y tomarte tu ropa, dejale tambien la capa. 41 Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con el dos. 42 Al que te pidiere, dale: y al que quisiere tomar de ti emprestado, no se lo rehuses. 43 Oisteis que fue dicho: Amaras a tu projimo, y aborreceras a tu enemigo: 44 Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 Para que seais hijos de vuestro Padre que [esta] en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos e injustos. 46 Porque si amareis a los que os amen, ?que recompensa tendreis? ?no hacen tambien lo mismo los publicanos? 47 Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ?que haceis demas? ?no hacen tambien asi los Gentiles? 48 Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que [esta] en los cielos es perfecto. CAPITULO 6. 1 MIRAD que no hagais vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendreis merced de vuestro Padre que [esta] en los cielos. 2 Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipocritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, [que ya] tienen su recompensa. 3 Mas cuando tu haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha: 4 Para que sea tu limosna en secreto y tu Padre que ve en secreto, el te recompensara en publico. 5 Y cuando oras, no seas como los hipocritas: porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para que sean vistos de los hombres: de cierto os digo, [que ya] tienen su pago. 6 Mas tu, cuando oras, entrate en tu camara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que [esta] en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensara en publico. 7 Y orando, no seais prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parleria seran oidos. 8 No os hagais pues semejantes a ellos: porque vuestro Padre sabe de que cosas teneis necesidad, antes que vosotros le pidais. 9 Vosotros, pues, orareis asi: Padre nuestro, que [estas] en los cielos, santificado sea tu nombre: 10 Venga tu reino: sea hecha tu voluntad, como en el cielo, [asi] tambien en la tierra. 11 Danos hay nuestro pan cotidiano. 12 Y perdonanos nuestras deudas, como tambien nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentacion, mas libranos del mal: porque tuyo es el reino, y la potencia, y la gloria, por todos los siglos. Amen. 14 Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonara tambien a vosotros vuestro Padre celestial. 15 Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonara vuestras ofensas. 16 Y cuando ayunais, no seais como los hipocritas, austeros: porque ellos demudan sus rostros para parecer a los hombres que ayunan: de cierto os digo, que [ya] tienen su pago. 17 Mas tu, cuando ayunas, unge tu cabeza, y lava tu rostro; 18 Para no parecer a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que [esta] en secreto: y tu Padre, que ve en secreto, te recompensara en publico. 19 No os hagais tesoros en la tierra donde la polilla y el orin corrompe, y donde ladrones minan y hurtan. 20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orin corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, alli estara vuestro corazon. 22 La lampara del cuerpo es el ojo: asi que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo sera luminoso. 23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo sera tenebroso: asi que si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ?cuantas [seran] las mismas tinieblas? 24 Ninguno puede servir a dos senores; porque o aborrecera al uno, y amara al otro; o se llegara al uno, y menospreciara al otro: no podeis servir a Dios y a Mammon. 25 Por tanto os digo: No os congojeis por vuestra vida, que habeis de comer, o que habeis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habeis de vestir: ?no es la vida mas que el alimento, y el cuerpo que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolies; y vuestro Padre celestial las alimenta: ?no sois vosotros mucho mejores que ellas? 27 ?Mas quien de vosotros podra congojandose anadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ?por que os congojais? Reparad los lirios del campo, como crecen: no trabajan, ni hilan: 29 Mas os digo, que ni aun Salomon con toda su gloria fue vestido asi como uno de ellos. 30 Y si la yerba del campo que hoy es, y manana es echada en el horno, Dios [la] viste asi, ?no [hara] mucho mas a vosotros, [hombres] de poca fe? 31 No os congojeis, pues, diciendo: ?Que comeremos, o que beberemos, o con que nos cubriremos? 32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habeis menester. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios, y su justicia: y todas estas cosas os seran anadidas. 34 Asi que, no os congojeis por el dia de manana; que el dia de manana traera su fatiga: basta al dia su afan. CAPITULO 7. 1 NO juzgueis, para que no seais juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzgais sereis juzgados; y con la medida con que medis, os volveran a medir. 3 Y ?por que miras la mota que [esta] n el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que [esta] en tu ojo? 4 O ?como diras a tu hermano: Espera, echare de tu ojo la mota; y he aqui la viga en tu ojo? 5 iHipocrita! echa primero la viga de tu ojo: y entonces miraras en echar la mota del ojo de tu hermano. 6 No deis lo santo a los perros; ni echeis vuestras perlas delante de los puercos: porque no las rehuellen con sus pies, y vuelvan y os despedacen. 7 Pedid, y se os dara; buscad, y hallaras; llamad, y se os abrira. 8 Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama se abrira. 9 ?Que hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dara una piedra? 10 ?Y, si [le] pidiere un pez, le dara una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabeis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ?cuanto mas vuestro Padre, que [esta] en los cielos, dara buenas cosas a los que le piden? 12 Asi que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, asi tambien haced vosotros con ellos: porque esta es la ley, y los profetas. 13 Entrad por la puerta estrecha: porque ancha [es] la puerta, y espacioso el camino;^ que lleva a perdicion; y muchos son los que entran por ella. 14 Porque estrecha [es] la puerta, y angosto el camino, que lleva a la vida; y pocos son los que la hallan. 15 Y guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conocereis. ?Cogense uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Asi todo buen arbol lleva buenos frutos; mas el arbol maleado lleva malos frutos. 18 No puede el buen arbol llevar malos frutos; ni el arbol maleado llevar frutos buenos. 19 Todo arbol que no lleva buen fruto, cortase y echase en el fuego. 20 Asi que por sus frutos los conocereis. 21 No todo el que me dice: Senor, Senor, entrara en el reino de los cielos; mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que [esta] en los cielos. 22 Muchos me diran en aquel dia: Senor, Senor, ?no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les protestare: Nunca os conoci; apartaos de mi, obradores de maldad. 24 Cualquiera pues que me oye estas palabras, y las hace, le comparare a un hombre prudente, que edifico su casa sobre la pena: 25 Y descendio lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa: y no cayo; porque estaba fundada sobre la pena. 26 Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le comparare a un hombre insensato, que edifico su casa sobre la arena; 27 Y descendio lluvia, y vinieron rios, y soplaron vientos, e hicieron impetu en aquella casa; y cayo, y fue grande su ruina. 28 Y fue [que] como Jesus acabo estas palabras, las gentes se admiraban de su doctrina: 29 Porque les ensenaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. CAPITULO 8. 1 Y COMO descendio del monte, le seguian muchas gentes. 2 Y he aqui un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Senor, si quisieres, puedes limpiarme. 3 Y extendiendo Jesus su mano, le toco, diciendo: Quiero; se limpio. Y luego su lepra fue limpiada. 4 Entonces Jesus le dijo: Mira no [lo] digas a nadie; mas ve, muestrate al sacerdote, y ofrece el Presente que mando Moises, para testimonio a ellos. 5 Y entrando Jesus en Capernaum vino a el un centurion, rogandole, 6 Y diciendo: Senor, mi mozo yace en casa paralitico, gravemente atormentado. 7 Y Jesus le dijo: Yo ire, y le sanare. 8 Y respondio el centurion, y dijo: Senor, no soy digno que entres debajo de mi techado: mas solamente di la palabra, y mi mozo sanara. 9 Porque tambien yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mi soldados: y digo a este: Ve; y va; y al otro: Ven; y viene; y a mi siervo: Haz esto; y [lo] hace. 10 Y oyendo Jesus, se maravillo, y dijo a los que [le] seguian: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tanta. 11 Y os digo que vendran muchos del Oriente, y del Occidente, y se asentaran con Abraham, e Isaac, y Jacob, en el reino de los cielos. 12 Mas los hijos del reino seran echados a las tinieblas de afuera: alli sera el lloro y el crujir de dientes. 13 Entonces Jesus dijo al centurion: Ve, y como creiste, te sea hecho. Y su mozo fue sano en el mismo momento. 14 Y vino Jesus a casa de Pedro, y vio a su suegra echada en cama, y con fiebre. 15 Y toco su mano, y la fiebre la dejo: y ella se levanto, y les servia. 16 Y como fue ya tarde, trajeron a el muchos endemoniados; y echo [de ellos] los demonios con la palabra, y sano todos los enfermos: 17 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaias, que dijo: El mismo tomo nuestras enfermedades, y llevo [nuestras] dolencias. 18 Y viendo Jesus muchas gentes alrededor de si, mando pasar a la otra parte [del lago.] 19 Y llegandose un escriba, le dijo: Maestro, te seguire donde quiera que fueres. 20 Y Jesus le dijo: las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste [su] cabeza. 21 Y otro de sus discipulos le dijo: Senor, dame licencia que vaya primero, y entierre a mi padre. 22 Y Jesus le dijo: Sigueme; deja que los muertos entierren a sus muertos. 23 Y entrando el en el barco, sus discipulos le siguieron. 24 Y he aqui fue hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubria de las ondas: mas el dormia. 25 Y llegandose sus discipulos le despertaron, diciendo: Senor, salvanos, [que] perecemos. 26 Y el les dice: ?Por que temeis, [hombres] de poca fe? Entonces, levantandose, reprendio a los vientos y a la mar, y fue grande bonanza. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ?Que [hombre] es este, que aun los vientos y la mar le obedecen? 28 Y como el hubo llegado en la otra ribera al pais de los Guerguesenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salian de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podia pasar por aquel camino. 29 Y he aqui clamaron, diciendo: ?Que tenemos contigo, Jesus Hijo de Dios? ?has venido aca a molestarnos antes de tiempo? 30 Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo. 31 Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permitenos ir a aquel hato de puercos. 32 Y les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de puercos: y he aqui, todo el hato de los puercos se precipito de un despenadero en la mar, y murieron en las aguas. 33 Y los porqueros huyeron, y viniendo a la ciudad contaron todas las cosas, y lo que habia pasado con los endemoniados. 34 Y he aqui toda la ciudad salio a encontrar a Jesus: y cuando le vieron, le rogaban que saliese de sus terminos. CAPITULO 9. 1 ENTONCES entrando en el barco, paso a la otra parte, y vino a su ciudad. 2 Y he aqui le trajeron un paralitico echado en una cama: y viendo Jesus la fe de ellos, dijo al paralitico: Confia hijo: tus pecados te son perdonados. 3 Y he aqui algunos de los escribas decian dentro de si: Este blasfema. 4 Y viendo Jesus sus pensamientos, dijo: ?Por que pensais mal en vuestros corazones? 5 Porque, ?Que es mas facil, decir: los pecados te son perdonados: O decir: Levantate, y anda? 6 Pues para que sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralitico): Levantate, toma tu cama, y vete a tu casa. 7 Entonces el se levanto, y se fue a su casa. 8 Y las gentes viendo[lo], se maravillaron, y glorificaron a Dios, que habia dado tal potestad a los hombres. 9 Y pasando Jesus de alli, vio a un hombre, que estaba sentado al banco de los publicos tributos el cual se llamaba Mateo; y dicele: Sigueme. Y se levanto, y le siguio. 10 Y acontecio que estando el sentado a la mesa en casa, he aqui que muchos publicanos y pecadores, que habian venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesus y sus discipulos. 11 Y viendo [esto] los Fariseos, dijeron a sus discipulos: ?Por que come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores, 12 Y oyendolo Jesus les dijo: los que estan sanos, no tienen necesidad de medico, sino los enfermos. 13 Andad pues, y aprended que cosa es, Misericordia quiero, y no sacrificio: Porque no he venido a llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento. 14 Entonces los discipulos de Juan vienen a el, diciendo: ?Por que nosotros y los Fariseos ayunamos muchas veces, y tus discipulos no ayunan? 15 Y Jesus les dijo: ?Pueden los que son de bodas tener luto entre tanto que el Esposo esta con ellos? mas vendran dias, cuando el Esposo sera quitado de ellos, y entonces ayunaran. 16 Y nadie echa remiendo de pano recio en vestido viejo; porque el tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. 17 Ni echan vino nuevo en cueros viejos: de otra manera los cueros se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los cueros: mas echan el vino nuevo en cueros nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente. 18 Hablando el estas cosas a ellos, he aqui vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven, y pon tu mano sobre ella, y vivira. 19 Y se levanto Jesus, y le siguio, y sus discipulos. 20 Y he aqui una mujer enferma de flujo de sangre doce anos habia, llegandose por detras, toco la franja de su vestido: 21 Porque decia entre si: Si tocare solamente su vestido, sere salva. 22 Mas Jesus volviendose, y mirandola, dijo: Confia, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. 23 Y llegado Jesus a casa del principal, viendo los tanedores de flautas, y la gente que hacia bullicio, 24 Diceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de el. 25 Y como la gente fue echada fuera, entro, y tomola de la mano, y se levanto la muchacha. 26 Y salio esta fama por toda aquella tierra. 27 Y pasando Jesus de alli, le siguieron dos ciegos dando voces, y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David. 28 Y llegado a la casa, vinieron a el los ciegos; y Jesus les dice: ?Creeis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Si, Senor. 29 Entonces toco los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesus les encargo rigurosamente, diciendo: Mirad [que] nadie [lo] sepa. 31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra. 32 Y saliendo ellos, he aqui le trajeron un hombre mudo endemoniado. 33 Y echado fuera el demonio, el mudo hablo: y las gentes se maravillaron diciendo: Nunca ha sido vista cosa semejante en Israel. 34 Mas los Fariseos decian: Por el principe de los demonios echa fuera los demonios. 35 Y rodeaba Jesus por todas las ciudades y aldeas, ensenando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo. 36 Y viendo las gentes, tuvo compasion de ellas; porque estaban derramadas y esparcidas, como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dice a sus discipulos: A la verdad la mies [es] mucha, mas los obreros pocos. 38 Rogad pues al Senor de la mies, que envie obreros para su mies. CAPITULO 10. 1 Entonces llamando sus doce discipulos, les dio potestad contra los espiritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia. 2 Y los nombres de los doce apostoles son estos: el primero, Simon, que es dicho Pedro, y Andres su hermano; Jacobo [hijo] de Zebedeo, y Juan su hermano: 3 Felipe, y Bartolome; Tomas, y Mateo el publicano: Jacobo [hijo] de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo: 4 Simon el Cananita, y Judas Iscariote, que tambien le entrego. 5 Estos doce envio Jesus, a los cuales dio mandamiento diciendo: Por el camino de los Gentiles no ireis, y en ciudad de Samaritanos no entreis: 6 Mas id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia. 9 No apresteis oro, ni plata, ni cobre, en vuestras bolsas; 10 Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordon; porque el obrero digno es de su alimento. 11 Mas en cualquier ciudad, o aldea donde entrareis, investigad quien sea en ella digno, y reposad alli hasta que salgais. 12 Y entrando en la casa, saludadla. 13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendra sobre ella: mas si no fuere digna, vuestra paz se volvera a vosotros. 14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa, o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15 De cierto os digo, [que el castigo] sera mas tolerable a la tierra de los de Sodoma, y de los de Gomorra en el dia del juicio, que a aquella ciudad. 16 He aqui, yo os envio como a ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 17 Y guardaos de los hombres: porque os entregaran en concilios, y en sus sinagogas os azotaran. 18 Y aun a principes y a reyes sereis llevados por causa de mi, por testimonio a ellos y a los Gentiles. 19 Mas cuando os entregaren, no os apureis por como o que hablareis: porque en aquella hora os sera dado que habeis de hablar. 20 Porque no sois vosotros los que hablais, sino el Espiritu de vuestro Padre que habla en vosotros. 21 Y el hermano entregara al hermano a la muerte, y el padre al hijo: y los hijos se levantaran contra los padres, y los haran morir. 22 Y sereis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que soportare hasta el fin, este sera salvo. 23 Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra: porque de cierto os digo, [que] no acabareis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre. 24 El discipulo no es mas que su Maestro, ni el siervo mas que su Senor. 25 Bastale al discipulo ser como su Maestro, y al siervo como su Senor: si al [mismo] Padre de la familia llamaron Beelzebub, ?cuanto mas a los de su casa?^ 26 Asi que no los temais: porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz: y lo que ois al oido, predicadlo desde los terrados. 28 Y no temais a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 29 ?No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos estan todos contados. 31 Asi que no temais: mas valeis vosotros que muchos pajarillos. 32 Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesare yo tambien delante de mi Padre, que [esta] en los cielos. 33 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negare yo tambien delante de mi Padre, que [esta] en los cielos. 34 No penseis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada. 35 Porque he venido para hacer disension del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra. 36 Y los enemigos del hombre, los de su casa. 37 El que ama padre o madre mas que a mi, no es digno de mi: y el que ama hijo o hija mas que a mi, no es digno de mi. 38 Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mi, no es digno de mi. 39 El que hallare su vida, la perdera: y el que perdiere su vida por causa de mi, la hallara. 40 El que os recibe a vosotros, a mi recibe; y el que a mi recibe, recibe al que me envio. 41 El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibira: y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibira. 42 Y cualquiera que diere a uno de estos pequenitos un vaso de [agua] fria solamente, en nombre de discipulo, de cierto os digo, [que] no perdera su recompensa. CAPITULO 11. 1 Y FUE, que acabando Jesus de dar mandamientos a sus doce discipulos, se fue de alli a ensenar y a predicar en las ciudades de ellos. 2 Y oyendo Juan en la prision los hechos de Cristo, le envio dos de sus discipulos, 3 Diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o esperaremos a otro? 4 Y respondiendo Jesus, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que ois y veis. 5 Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el Evangelio. 6 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mi. 7 E idos ellos, comenzo Jesus a decir de Juan a las gentes: ?Que salisteis a ver al desierto? ?una cana que es meneada del viento? 8 Mas ?que salisteis a ver? ?un hombre cubierto de delicados vestido? He aqui, los que traen [vestidos] delicados, en las casas de los reyes estan. 9 Mas ?que salisteis a ver? ?un profeta? tambien os digo, y mas que profeta. 10 Porque este es de quien esta escrito: He aqui yo envio mi mensajero delante de tu faz, que aparejara tu camino delante de ti. 11 De cierto os digo, [que] no se levanto entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista: mas el que es muy mas pequeno en el reino de los cielos, mayor es que el. 12 Desde los dias de Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se hace fuerza, y los valientes le arrebatan. 13 Porque todos los profetas y la ley hasta Juan profetizaron. 14 Y si quereis recibir, el es aquel Elias que habia de venir. 15 El que tiene oidos para oir, oiga. 16 Mas ?a quien comparare esta generacion? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus companeros, 17 Y dicen: Os tanimos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. 18 Porque vino Juan, que ni comia ni bebia, y dicen: Demonio tiene. 19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe; y dicen: He aqui un hombre comilon, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduria es justificada por sus hijos. 20 Entonces comenzo a reconvenir a las ciudades en las cuales habian sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habian arrepentido, [diciendo:] 21 iAy de ti, Corazin! iAy de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidon fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo se hubieran arrepentido en saco y en ceniza. 22 Por tanto os digo, [que] a Tiro y a Sidon sera mas tolerable [el castigo] en el dia del juicio, que a vosotras. 23 Y tu, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta los infiernos seras abajada: porque si en los de Sodoma fueran hechas las maravillas que han sido hechas en ti, hubieran quedado hasta el dia de hoy. 24 Por tanto os digo, [que] a la tierra de los de Sodoma sera mas tolerable [el castigo] en el dia del juicio, que a ti. 25 En aquel tiempo, respondiendo Jesus, dijo: Te alabo, Padre, Senor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado a los ninos. 26 Asi, Padre, pues que asi agrado en tus ojos. 27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conocio al Hijo, sino el Padre: ni al Padre conocio alguno, sino el Hijo, y [aquel] a quien el Hijo [lo] quisiere revelar. 28 Venid a mi todos los que estais trabajados, y cargados, que yo os hare descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi; que soy manso y humilde de corazon; y hallareis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es facil, y ligera mi carga. CAPITULO 12. 1 EN aquel tiempo iba Jesus por los sembrados en Sabado; y sus discipulos tenian hambre, y comenzaron a coger espigas, y a comer. 2 Y viendo[lo] los Fariseos le dijeron: He aqui tus discipulos hacen lo que no es licito hacer en Sabado. 3 Y el les dijo: ?No habeis leido que hizo David, teniendo el hambre y los que con el estaban? 4 ?Como entro en la casa de Dios, y comio los panes de la proposicion, que no le era licito comer, ni a los que estaban con el, sino a solos los sacerdotes? 5 O ?no habeis leido en la ley, que los Sabados en el templo los sacerdotes profanan el Sabado, y son sin culpa? 6 Pues os digo que [uno] mayor que el templo esta aqui. 7 Mas si supieseis que es: Misericordia quiero, y no sacrificio; no condenariais a los inocentes: 8 Porque Senor es del Sabado el Hijo del hombre. 9 Y partiendose de alli, vino a la sinagoga de ellos. 10 Y he aqui habia [alli] uno que tenia una mano seca: y le preguntaron, diciendo: ?Es licito curar en Sabado? por acusarle. 11 Y el les dijo: ?Que hombre habra de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere esta en una fosa en Sabado, no le eche mano, y [la] levante? 12 Pues ?cuanto mas vale un hombre que una oveja? Asi que licito es en los Sabados hacer bien. 13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y el [la] extendio, y [le] fue restituida sana como la otra. 14 Y salidos los Fariseos, consultaron contra el para destruirle. 15 Mas sabiendo[lo] Jesus, se aparto de alli: y le siguieron muchas gentes, y sanaba a todos. 16 Y el les encargaba eficazmente que no le descubriesen: 17 Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaias, que dijo: 18 He aqui mi Siervo, al cual he escogido; mi Amado, en el cual se agrada mi alma: pondre mi Espiritu sobre el, y a los Gentiles anunciara juicio. 19 No contendera, ni voceara: ni nadie oira en las calles su voz. 20 La cana cascada no quebrara, y el pabilo que humea no apagara, hasta que saque a victoria el juicio. 21 Y en su nombre esperaran los Gentiles. 22 Entonces fue traido a el un endemoniado, ciego y mudo: y le sano, de tal manera que el ciego y mudo hablaba y veia. 23 Y todas las gentes estaban atonitas, y decian: ?Es este aquel Hijo de David? 24 Mas los Fariseos, oyendo[lo], decian: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, principe de los demonios. 25 Y Jesus, como sabia los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra si mismo es desolado; y toda ciudad, o casa, dividida contra si misma, no permanecera. 26 Y si Satanas echa fuera a Satanas, contra si mismo esta dividido: ?como, pues, permanecera su reino? 27 Y si yo por Beelzebub echo fuera los demonios, ?vuestros hijos por quien [los] echan? por tanto ellos seran vuestros jueces. 28 Y si por Espiritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ?como puede alguno entrar en la casa del valiente, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al valiente? y entonces saqueara su casa. 30 El que no es conmigo, contra mi es; y el que conmigo no recoge, derrama. 31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia sera perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espiritu no sera perdonada a los hombres, 32 Y cualquiera que hablare contra el Hijo del hombre, le sera perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espiritu Santo, no le sera perdonado, ni en este siglo, ni en el venidero. 33 O haced el arbol bueno, y su fruto bueno; o haced el arbol corrompido, y su fruto danado: porque por el fruto es conocido el arbol. 34 Generacion de viboras, ?como podeis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazon habla la boca. 35 El hombre bueno del buen tesoro del corazon saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas. 36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa, que hablaren los hombres, de ella daran cuenta en el dia del juicio. 37 Porque por tus palabras seras justificado, y por tus palabras seras condenado. 38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro deseamos ver de ti senal. 39 Y el respondio, y les dijo: La generacion mala y adulterina demanda senal; mas senal no le sera dada, sino la senal de Jonas profeta. 40 Porque como estuvo Jonas en el vientre de la ballena tres dias y tres noches, asi estara el Hijo del hombre en el corazon de la tierra tres dias y tres noches. 41 Los hombres de Ninive se levantaran en el juicio con esta generacion, y la condenaran: porque ellos se arrepintieron a la predicacion de Jonas; y he aqui mas que Jonas en este lugar. 42 La reina del Austro se levantara en el juicio con esta generacion, y la condenara: porque vino de los fines de la tierra para oir la sabiduria de Salomon; y he aqui mas que Salomon en este lugar. 43 Cuando el espiritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no [lo] halla. 44 Entonces dice: Me volvere a mi casa, de donde sali: y cuando viene, [la] halla desocupada, barrida, y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espiritus peores que el, y entrados moran alli; y son peores las cosas ultimas del tal hombre que las primeras: asi tambien acontecera a esta generacion mala. 46 Y estando el aun hablando a las gentes, he aqui su madre y sus hermanos estaban fuera, que le querian hablar. 47 Y le dijo uno: He aqui tu madre y tus hermanos estan fuera, que te quieren hablar. 48 Y respondiendo el al que le decia [esto,] dijo: ?Quien es mi madre, y quienes son mis hermanos? 49 Y extendiendo su mano hacia sus discipulos, dijo: He aqui mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que [esta] en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre. CAPITULO 13. 1 Y AQUEL dia, saliendo Jesus de casa, se sento junto a la mar. 2 Y se allegaron a el muchas gentes; y entrandose el en el barco, se sento, y toda la gente estaba a la ribera. 3 Y les hablo muchas cosas por parabolas, diciendo: He aqui el que sembraba, salio a sembrar. 4 Y sembrando, parte [de la simiente] cayo junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron. 5 Y parte cayo en pedregales, donde no tenia mucha tierra; y nacio luego, porque no tenia profundidad de tierra. 6 Mas en saliendo el sol, se quemo; y secose, porque no tenia raiz. 7 Y parte cayo en espinas; y las espinas crecieron, y la ahogaron. 8 Y parte cayo en buena tierra, y dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta, y cual a treinta. 9 Quien tiene oidos para oir, oiga. 10 Entonces, llegandose los discipulos, le dijeron: ?Por que les hablas por parabolas? 11 Y el respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos, mas a ellos no es concedido. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dara, y tendra mas: pero al que no tiene, aun lo que tiene le sera quitado. 13 Por eso les hablo por parabolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecia de Isaias, que dice: De oido oireis, y no entendereis; y viendo vereis, y no mirareis. 15 Porque el corazon de este pueblo esta engrosado, y de los oidos oyen pesadamente, y de sus ojos guinan: para que no vean de los ojos, y oigan de los oidos, y del corazon entiendan, y se conviertan, y yo los sane. 16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oidos, porque oyen. 17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no [lo] vieron; y oir lo que ois, y no [lo] oyeron. 18 Oid pues vosotros la parabola del que siembra. 19 Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiendo[la,] viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazon: este es el que fue sembrado junto al camino. 20 Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo; 21 Mas no tiene raiz en si, antes es temporal: que venida la afliccion o la persecucion por la palabra, luego se ofende. 22 Y el que fue sembrado en espinas este es el que oye la palabra; pero el afan de este siglo, y el engano de las riquezas ahogan la palabra, y hacese infructuosa. 23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva el fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta. 24 Otra parabola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo. 25 Mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembro zizana entre el trigo, y se fue. 26 Y como la yerba salio, e hizo fruto, entonces aparecio tambien la zizana. 27 Y llegandose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Senor, ?no sembraste buena simiente en tu campo? ?de donde pues tiene zizana? 28 Y el les dijo: Un hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ?Quieres pues que vayamos y la cojamos? 29 Y el dijo: No: porque cogiendo la zizana, no arranqueis tambien con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo dire a los segadores: Coged primero la zizana, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfoli. 31 Otra parabola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que tomandolo alguno lo sembro en su campo: 32 El cual a la verdad es el mas pequeno de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es el mayor de [todas] las hortalizas, y se hace arbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. 33 Otra parabola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomo una mujer, y escondio en tres medidas de harina, hasta que todo quedo leudo. 34 Todo esto hablo Jesus por parabolas a las gentes; y sin parabolas no les hablaba: 35 Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abrire en parabolas mi boca; rebosare cosas escondidas desde la fundacion del mundo. 36 Entonces, despedidas las gentes, Jesus se vino a casa; y llegandose a el sus discipulos, le dijeron: Declaranos la parabola de la zizana del campo. 37 Y respondiendo el, les dijo: El que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre; 38 Y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del reino, y la zizana son los hijos del malo: 39 Y el enemigo que la sembro, es el diablo; y la siega es el fin del mundo; y los segadores son los angeles. 40 De manera que como es cogida la zizana, y quemada al fuego, asi sera en el fin de este siglo. 41 Enviara el Hijo del hombre sus angeles, y cogeran de su reino todos los escandalos, y los que hacen iniquidad, 42 Y los echaran en el horno de fuego: alli sera el lloro, y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos resplandeceran, como el sol, en el reino de su Padre: el que tiene oidos para oir, oiga. 44 Ademas, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo, el cual hallado, el hombre [lo] encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 Tambien el reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas; 46 Que hallando una preciosa perla fue, y vendio todo lo que tenia, y la compro. 47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, coge de todas suertes [de peces:] 48 La cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera. 49 Asi sera al fin del siglo: saldran los angeles, y apartaran a los malos de entre los justos, 50 Y los echaran en el horno del fuego: alli sera el lloro, y el crujir de dientes. 51 Y Jesus les dice: ?Habeis entendido todas estas cosas? Ellos le responden: Si, Senor. 52 Y el les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. 53 Y acontecio [que] acabando Jesus estas parabolas, paso de alli. 54 Y venido a su tierra, les ensenaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban atonitos, y decian: ?De donde tiene este esta sabiduria, y [estas] maravillas? 55 ?No es este el hijo del carpintero? ?no se llama su madre Maria; y sus hermanos, Jacobo, y Jose, y Simon, y Judas? 56 ?Y no estan todas sus hermanas con nosotros? ?De donde pues tiene este todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban en el. Mas Jesus les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra, y en su casa. 58 Y no hizo alli muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos. CAPITULO 14. 1 EN aquel tiempo Herodes el tetrarca oyo la fama de Jesus, 2 Y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista: el ha resucitado de los muertos, y por eso virtudes obran en el. 3 Porque Herodes habia prendido a Juan, y le habia aprisionado, y puesto en la carcel, por causa de Herodias, mujer de Felipe su hermano. 4 porque Juan le decia: No te es licito tenerla. 5 Y queria matarle, mas temia al pueblo; porque le tenian como a profeta. 6 Mas celebrandose el dia del nacimiento de Herodes, la hija de Herodias danzo en medio y agrado a Herodes. 7 Y prometio el con juramento de darle todo lo que pidiese. 8 Y ella, instruida primero de su madre, dijo: Dame aqui en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9 Entonces el rey se entristecio: mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mando que se [le] diese. 10 Y enviando degollo a Juan en la carcel. 11 Y fue traida su cabeza en un plato, y dada a la muchacha; y ella [la] presento a su madre. 12 Entonces llegaron sus discipulos, y tomaron el cuerpo, y lo enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesus. 13 Y oyendo[lo] Jesus, se aparto de alli en un barco a un lugar desierto apartado: y cuando las gentes [lo] oyeron, le siguieron a pie de las ciudades. 14 Y saliendo Jesus, vio un gran gentio, y tuvo compasion de ellos, y sano los que de ellos habia enfermos. 15 Y cuando fue la tarde del dia, se llegaron a el sus discipulos, diciendo: El lugar es desierto, y el tiempo es ya pasado: despide las gentes, para que se vayan por las aldeas, y compren para si de comer. 16 Y Jesus les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17 Y ellos dijeron: No tenemos aqui sino cinco panes y dos peces. 18 Y el les dijo: Traedmelos aca. 19 Y mandando a las gentes recostarse sobre la yerba, y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo; y partio y dio los panes a los discipulos, y los discipulos a las gentes. 20 Y comieron todos, y se hartaron: y alzaron lo que sobro de los pedazos, doce cestas llenas. 21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin las mujeres y los ninos. 22 Y luego Jesus hizo a sus discipulos entrar en el barco, e ir delante de el a la otra parte [del lago,] entre tanto que el despedia las gentes. 23 Y despedidas las gentes, subio al monte, apartado, a orar: y como fue la tarde del dia, estaba alli solo. 24 Y ya el barco estaba en medio de la mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario. 25 Mas a la cuarta vela de la noche Jesus fue a ellos andando sobre la mar. 26 Y los discipulos, viendole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo: [Alguna] fantasma es. Y dieron voces de miedo. 27 Mas luego Jesus les hablo, diciendo: Confiad: yo soy; no tengais miedo. 28 Entonces le respondio Pedro, y dijo: Senor, si tu eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y el dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir a Jesus. 30 Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzandose a hundir, dio voces, diciendo: Senor, salvame. 31 Y luego Jesus extendiendo la mano, trabo de el, y le dice: Oh [hombre] de poca fe, ?por que dudaste? 32 Y como ellos entraron en el barco, sosegose el viento. 33 Entonces los que [estaban] en el barco vinieron, y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. 34 Y llegando a la otra parte, vinieron a la tierra de Genezaret. 35 Y como le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a el todos los enfermos: 36 Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su manto; y todos los que tocaron, quedaron sanos. CAPITULO 15. Entonces llegaron a Jesus ciertos escribas y Fariseos de Jerusalem, diciendo: 2 ?Por que tus discipulos traspasan la tradicion de los ancianos? porque no se lavan las manos cuando comen pan. 3 Y el respondiendo, les dijo: ?Por que tambien vosotros traspasais el mandamiento de Dios por vuestra tradicion? 4 Porque Dios mando, diciendo: Honra al padre y a la madre: y, El que maldijere al padre o a la madre, muera de muerte. 5 Mas vosotros decis: Cualquiera que dira al padre o a la madre: [Es ya] ofrenda mia [a Dios] todo aquello con que pudiera valerte, 6 No debera honrar a su padre o a su madre [con socorro.] Asi habeis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradicion. 7 Hipocritas, bien profetizo de vosotros Isaias, diciendo: 8 Este pueblo de labios me honra; mas su corazon lejos esta de mi. 9 Mas en vano me honran, ensenando doctrinas [y] mandamientos de hombres. 10 Y llamando a si las gentes, les dijo: Oid, y entended. 11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. 12 Entonces llegandose sus discipulos le dijeron: ?Sabes que los Fariseos oyendo esta palabra se ofendieron? 13 Mas respondiendo el, dijo: Toda planta que no planto mi Padre celestial sera desarraigada. 14 Dejadlos: son ciegos guias de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caeran en el hoyo. 15 Y respondiendo Pedro, le dijo: Declaranos esta parabola. 16 Y Jesus dijo: ?Aun tambien vosotros sois sin entendimiento? 17 ?No entendeis aun, que todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina? 18 Mas lo que sale de la boca del corazon sale, y esto contamina al hombre 19 Porque del corazon salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre: que comer con las manos por lavar no contamina al hombre. 21 Y saliendo Jesus de alli, se fue a las partes de Tiro y de Sidon. 22 Y he aqui una mujer Chananea, que habia salido de aquellos terminos, clamaba diciendole: Senor, Hijo de David, ten misericordia de mi; mi hija es malamente atormentada del demonio. 23 Mas el no le respondio palabra. Entonces llegandose sus discipulos, le rogaron, diciendo: Despachala, pues da voces tras nosotros. 24 Y el respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino, y le adoro, diciendo: Senor, socorreme. 26 Y respondiendo el, dijo: No es bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27 Y ella dijo: Si, Senor: mas los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus senores. 28 Entonces respondiendo Jesus dijo: Oh mujer, grande [es] tu fe: sea hecho contigo como quieres. Y fue sana su hija desde aquella hora. 29 Y partido Jesus de alli, vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sento alli. 30 Y llegaron a el muchas gentes, que tenian consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos [enfermos;] y los echaron a los pies de Jesus, y los sano: 31 De manera que se maravillaban las gentes, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos: y glorificaron al Dios de Israel. 32 Y Jesus llamando a sus discipulos, dijo: Tengo lastima de la gente, que ya [hace] tres dias [que] perseveran conmigo, y no tienen que comer: y enviarlos ayunos no quiero; porque no desmayen en el camino. 33 Entonces sus discipulos le dicen: ?Donde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, que hartemos tan gran compania? 34 Y Jesus les dice: ?Cuantos panes teneis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. 35 Y mando a las gentes que se recostasen sobre la tierra. 36 Y tomando los siete panes y los peces, haciendo gracias, partio, y dio a sus discipulos, y los discipulos a la gente. 37 Y comieron todos, y se hartaron: y alzaron lo que sobro de los pedazos, siete espuertas llenas. 38 Y eran los que habian comido cuatro mil hombres, sin las mujeres y los ninos. 39 Entonces despedidas las gentes, subio en el barco, y vino a los terminos de Magdala. CAPITULO 16. 1 Y LLEGANDOSE los Fariseos y los Saduceos, para tentar[le,] le pedian que les mostrase senal del cielo. 2 Mas el respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del dia, decis: Sereno; porque el cielo tiene arreboles: 3 Y a la manana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipocritas, que sabeis hacer diferencia en la faz del cielo; ?y en las senales de los tiempos no podeis? 4 La generacion mala y adulterina demanda senal, mas senal no le sera dada sino la senal de Jonas profeta. Y dejandolos, se fue. 5 Y viniendo sus discipulos de la otra parte [del lago,] se habian olvidado de tomar pan. 6 Y Jesus les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los Fariseos, y de los Saduceos. 7 Y ellos pensaban dentro de si, diciendo: [Esto dice] porque no tomamos pan. 8 Y entendiendo[lo] Jesus, les dijo: ?Por que pensais dentro de vosotros, [hombres] de poca fe, que no tomasteis pan? 9 ?No entendeis aun, ni os acordais de los cinco panes [entre] cinco mil [hombres,] y cuantos cestos alzasteis? 10 ?Ni de los siete panes [entre] cuatro mil, y cuantas espuertas tomasteis? 11 ?Como [es que] no entendeis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la levadura de los Fariseos y de los Saduceos? 12 Entonces entendieron que no les habia dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos y de los Saduceos. 13 Y viniendo Jesus a las partes de Cesarea de Filipo, pregunto a sus discipulos, diciendo: ?Quien dicen los hombres que es el Hijo del hombre? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elias; y otros, Jeremias, o alguno de los profetas. 15 El les dice: Y vosotros, ?quien decis que soy? 16 Y respondiendo Simon Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces respondiendo Jesus, le dijo: Bienaventurado eres, Simon, hijo de Jonas: porque no te [lo] revelo carne ni sangre; mas mi Padre que [esta] en los cielos. 18 Mas yo tambien te digo, que tu eres Pedro; y sobre esta piedra edificare mi iglesia; y las puertas del infierno no prevaleceran contra ella. 19 Y a ti dare las llaves del reino de los cielos: y todo lo que ligares en la tierra, sera ligado en los cielos: y todo lo que desatares en la tierra, sera desatado en los cielos. 20 Entonces mando a sus discipulos que a nadie dijesen que el era Jesus el Cristo. 21 Desde aquel tiempo comenzo Jesus a declarar a sus discipulos, que le convenia ir a Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los principes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercero dia. 22 Y Pedro, tomandole aparte, comenzo a reprenderle, diciendo: Senor, ten compasion de ti: en ninguna manera esto te acontezca. 23 Entonces el volviendose, dijo a Pedro: Quitate de delante de mi, Satanas; me eres escandalo; porque no entiendes lo que [es] de Dios, sino lo que [es] de los hombres. 24 Entonces Jesus dijo a sus discipulos: Si alguno quiere venir en pos de mi, nieguese a si mismo, y tome su cruz, y sigame. 25 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perdera; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mi, la hallara. 26 Porque ?de que aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O, ?que recompensa dara el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del hombre vendra en la gloria de su Padre con sus angeles, y entonces pagara a cada uno conforme a sus obras. 28 De cierto os digo, [que] hay algunos de los que estan aqui, que no gustaran la muerte, hasta que hayan visto el Hijo del hombre viniendo en su reino. CAPITULO 17. 1 DESPUES de seis dias Jesus toma a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los lleva aparte a un monte alto. 2 Y se transfiguro delante de ellos: y resplandecio su rostro como el sol, y sus vestidos fueron blancos como la luz. 3 Y he aqui les aparecieron Moises y Elias, hablando con el. 4 Y respondiendo Pedro, dijo a Jesus: Senor, bien es que nos quedemos aqui: si quieres, hagamos aqui tres pabellones; para ti uno, y para Moises otro, y otro para Elias. 5 Y estando aun el hablando, he aqui una nube de luz [que] los cubrio: y he aqui una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento; a el oid. 6 Y oyendo [esto] los discipulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera. 7 Entonces, Jesus llegando, les toco, y dijo: Levantaos, y no temais. 8 Y alzando ellos sus ojos, a nadie vieron, sino a solo Jesus. 9 Y como descendieron del monte, les mando Jesus, diciendo: No digais a nadie la vision, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos. 10 Entonces sus discipulos le preguntaron, diciendo: ?Por que dicen pues los escribas, que es menester que Elias venga primero? 11 Y respondiendo Jesus, les dijo: A la verdad, Elias vendra primero; y restituira todas las cosas. 12 Mas os digo, que ya vino Elias, y no le conocieron; antes hicieron en el todo lo que quisieron: asi tambien el Hijo del hombre padecera de ellos. 13 Los discipulos entonces entendieron, que les hablo de Juan Bautista. 14 Y como ellos llegaron al gentio vino a el un hombre hincandosele de rodillas; 15 Y diciendo: Senor, ten misericordia de mi hijo; que es lunatico, y padece malamente: porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y le he presentado a tus discipulos, y no le han podido sanar. 17 Y respondiendo Jesus, dijo: iOh generacion infiel y torcida! ?hasta cuando tengo de estar con vosotros? ?hasta cuando os tengo de sufrir? traedmele aca. 18 Y Jesus le reprendio, y salio el demonio de el, y el mozo fue sano desde aquella hora. 19 Entonces llegandose los discipulos a Jesus aparte, dijeron: ?Por que nosotros no le pudimos echar fuera? 20 Y Jesus les dijo: Por vuestra incredulidad: porque de cierto os digo, que si tuviereis fe, como un grano de mostaza, direis a este monte: Pasate de aqui alla: y se pasara; y nada os sera imposible. 21 Mas este linaje [de demonios] no sale sino por oracion y ayuno. 22 Y estando ellos en Galilea, Jesus les dijo: El Hijo del hombre sera entregado en manos de hombres: 23 Y le mataran, mas al tercer dia resucitara. Y ellos se entristecieron en gran manera. 24 Y como llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y dijeron: ?Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? 25 El dice: Si. Y entrado el en casa Jesus le hablo antes, diciendo: ?Que te parece, Simon? Los reyes de la tierra ?de quien cobran los tributos, o el censo? ?de sus hijos, o de los extranos? 26 Pedro le dice: De los extranos. Jesus le dijo: Luego los hijos son francos. 27 Mas porque no los escandalicemos ve a la mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tomalo, y abierta su boca hallaras un estatero: tomalo, y daselo por mi, y por ti. CAPITULO 18. 1 EN aquel tiempo se llegaron los discipulos a Jesus, diciendo: ?Quien es el mayor en el reino de los cielos? 2 Y llamando Jesus un nino, le puso en medio de ellos, 3 Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como ninos, no entrareis en el reino de los cielos. 4 Asi que cualquiera que se humillare como este nino, este es el mayor en el reino de los cielos. 5 Y cualquiera que recibiere a un tal nino en mi nombre, a mi recibe. 6 Y cualquiera que escandalizare a alguno de estos pequenos, que creen en mi, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno y que se le anegase en el profundo de la mar. 7 iAy del mundo por los escandalos! porque necesario es que vengan escandalos mas iay de aquel hombre, por el cual viene el escandalo! 8 Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasion de caer, cortalos y echa[los] de ti: mejor te es entrar cojo o manco en la vida, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. 9 Y si tu ojo te fuere ocasion de caer, sacalo y echa[lo] de ti: mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno del fuego. 10 Mirad no tengais en poco a alguno de estos pequenos: porque os digo, que sus angeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre, que esta en los cielos. 11 Porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se habia perdido. 12 ?Que os parece? Si tuviese algun hombre cien ovejas, y se descarriase una de ellas, ?no iria por los montes, dejadas las noventa y nueve, a buscar la que se hubiera descarriado? 13 Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que mas se goza de aquella, que de las noventa y nueve que no se descarriaron. 14 Asi no es la voluntad de vuestro Padre, que [esta] en los cielos, que se pierda uno de estos pequenos. 15 Por tanto si tu hermano pecare contra ti, ve, y redarguyele entre ti y el solo: si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no [te] oyere, toma aun contigo uno o dos para que en boca de dos o de tres testigos consta toda palabra. 17 Y si no oyere a ellos, di[lo] a la iglesia: y si no oyere a la iglesia, tenle por un etnico, y un publicano. 18 De cierto os digo [que] todo lo que ligareis en la tierra, sera ligado en el cielo: y todo lo^ que desatareis en la tierra, sera desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les sera hecho por mi Padre, que [esta] en los cielos. 20 Porque donde estan dos o tres congregados en mi nombre, alli estoy en medio de ellos. 21 Entonces Pedro, llegandose a el, dijo: Senor, ?cuantas veces perdonare a mi hermano que pecare contra mi? ?hasta siete? 22 Jesus le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. 23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debia diez mil talentos. 25 Mas a este no pudiendo pagar, mando su senor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenia, y que se [le] pagase. 26 Entonces aquel siervo postrado, le adoraba, diciendo: Senor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagare todo. 27 El senor, movido a misericordia de aquel siervo, le solto, y le perdono la deuda. 28 Y saliendo aquel siervo, hallo uno de sus consiervos, que le debia cien denarios; y trabando de el, le ahogaba, diciendo: Pagame lo que debes. 29 Entonces su consiervo, postrandose a sus pies, le rogaba, diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagare todo. 30 Mas el no quiso; sino fue, y le echo en la carcel hasta que pagase la deuda. 31 Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho; y viniendo declararon a su senor todo lo que habia pasado. 32 Entonces llamandole su senor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdone, porque me rogaste. 33 ?No te convenia tambien a ti tener misericordia de tu consiervo, como tambien yo tuve misericordia de ti? 34 Entonces su senor enojado le entrego a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debia. 35 Asi tambien hara con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas. CAPITULO 19. 1 Y ACONTECIO que acabando Jesus estas palabras, se paso de Galilea, y vino a los terminos de Judea, pasado el Jordan. 2 Y le siguieron muchas gentes, y los sano alli. 3 Entonces se llegaron a el los Fariseos, tentandole, y diciendole: ?Es licito al hombre repudiar a su mujer por cualquiera causa? 4 Y el respondiendo, les dijo: ?No habeis leido que el que [los] hizo al principio, macho y hembra los hizo, 5 Y dijo: Por tanto el hombre dejara padre y madre, y se unira a su mujer, y seran dos en una carne? 6 Asi que no son ya mas dos sino una carne: por tanto lo que Dios junto, no [lo] aparte el hombre. 7 Dicenle: ?Por que pues Moises mando dar carta de divorcio, y repudiarla, 8 Diceles: Por la dureza de vuestro corazon Moises os permitio repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue asi. 9 Y yo os digo, que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicacion, y se casare con otra, adultera: y el que se casare con la repudiada, adultera. 10 Dicenle sus discipulos: Si asi es la condicion del hombre con [su] mujer, no conviene casarse. 11 Entonces el les dijo: No todos reciben esta palabra, sino [aquellos] a quienes es dado. 12 Porque hay eunucos, que nacieron asi del vientre de su madre; y hay eunucos, que son hechos eunucos por los hombres; y hay eunucos, que se hicieron a si mismos eunucos por causa del reino de los cielos: el que pueda ser capaz de eso, sealo. 13 Entonces le fueron presentados unos ninos, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase: y los discipulos les rineron. 14 Y Jesus dijo: Dejad a los ninos, y no les impidais de venir a mi: porque de los tales es el reino de los cielos. 15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se partio de alli. 16 Y he aqui uno llegandose le dijo: Maestro bueno, ?que bien hare, para tener la vida eterna? 17 Y el le dijo: ?Por que me llamas bueno? Ninguno [es] bueno sino uno, [es a saber,] Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Dicele: ?Cuales? Y Jesus dijo: No mataras: No adulteraras: No hurtaras: No diras falso testimonio: 19 Honra a tu padre y a [tu] madre: y, Amaras a tu projimo como a ti mismo. 20 Dicele el mancebo: Todo esto guarde desde mi juventud: ?que mas me falta? 21 Dicele Jesus: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y da[lo] a los pobres; y tendras tesoro en el cielo; y ven, sigueme. 22 Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste; porque tenia muchas posesiones. 23 Entonces Jesus dijo a sus discipulos: De cierto os digo, que un rico dificilmente entrara en el reino de los cielos. 24 Mas os digo, que mas liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 25 Mas sus discipulos, oyendo [estas cosas,] se espantaron en gran manera, diciendo: ?Quien pues podra ser salvo? 26 Y mirando[los] Jesus, les dijo: Para con los hombres imposible es esto; mas para con Dios, todo es posible. 27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aqui, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido: ?que pues tendremos? 28 Y Jesus les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habeis seguido, en la regeneracion, cuando se sentara el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros tambien os sentareis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibira cien veces tanto, y heredara la vida eterna. 30 Mas muchos primeros seran postreros; y postreros, primeros. CAPITULO 20. 1 PORQUE el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salio por la manana a ajustar obreros para su vina. 2 Y habiendose concertado con los obreros en un denario al dia, los envio a su vina. 3 Y saliendo cerca de la hora de las tres, vio otros que estaban en la plaza ociosos; 4 Y les dijo: Id tambien vosotros a mi vina, y os dare lo que fuere justo. Y ellos fueron. 5 Salio otra vez cerca de las horas sexta y nona, e hizo lo mismo. 6 Y saliendo cerca de la hora undecima, hallo otros que estaban ociosos y diceles: ?Por que estais aqui todo el dia ociosos? 7 Dicenle: Porque nadie nos ha ajustado. Diceles: Id tambien vosotros a la vina, y recibireis lo que fuere justo. 8 Y cuando fue la tarde del dia, el senor de la vina dijo a su mayordomo: Llama los obreros, y pagales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 9 Y viniendo los que [habian ido] cerca de la hora undecima, recibieron cada uno un denario. 10 Y viniendo tambien los primeros, pensaron que habian de recibir mas; pero tambien ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y tomando[lo], murmuraban contra el padre de la familia, 12 Diciendo: Estos postreros solo han trabajado una hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del dia. 13 Y el respondiendo dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio: ?no te concertaste conmigo por un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete: mas quiero dar a este postrero como a ti. 15 ?No me es licito a mi hacer lo que quiero con lo mio? o ?es malo tu ojo, porque yo soy bueno? 16 Asi los primeros seran postreros, y los postreros primeros: porque muchos son llamados, mas pocos escogidos. 17 Y subiendo Jesus a Jerusalem, torno sus doce discipulos aparte en el camino, y les dijo: 18 He aqui subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre sera entregado a los principes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenaran a muerte; 19 Y le entregaran a los Gentiles, para que [le] escarnezcan, y azoten, y crucifiquen: mas al tercero dia resucitara. 20 Entonces se llego a el la madre de los hijos de Zebedeo, con sus hijos, adorando[le], y pidiendole algo. 21 Y el le dijo: ?Que quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos mios, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu reino. 22 Entonces Jesus respondiendo, dijo: No sabeis lo que pedis: ?podeis beber el vaso que yo he de beber; y ser bautizados del mismo bautismo de que yo soy bautizado? Ellos le dicen: Podemos. 23 Y el les dice: A la verdad mi vaso bebereis; y del bautismo de que yo soy bautizado, sereis bautizados, mas el sentaros a mi mano derecha, y a mi izquierda, no es mio dar[lo,] sino a aquellos para quienes esta aparejado de mi Padre. 24 Y como los diez oyeron [esto,] se enojaron de los dos hermanos. 25 Entonces Jesus llamandolos, dijo: Sabeis que los principes de los Gentiles se ensenorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad. 26 Mas entre vosotros no sera asi: sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, sera vuestro servidor; 27 Y el que quisiere entre vosotros ser el primero, sera vuestro siervo: 28 Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. 29 Entonces saliendo ellos de Jerico, le seguia gran compania. 30 Y he aqui dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesus pasaba, clamaron diciendo: Senor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros. 31 Y la gente les renia, para que callasen; mas ellos clamaban mas, diciendo: Senor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros. 32 Y parandose Jesus, los llama, y dijo: ?Que quereis que haga por vosotros? 33 Ellos le dicen: Senor, que sean abiertos nuestros ojos. 34 Entonces Jesus, teniendo misericordia [de ellos,] les toco los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista: y le siguieron. CAPITULO 21. 1 Y COMO se acercaron a Jerusalem, y vinieron a Bethfage, al monte de las Olivas, entonces Jesus envio dos discipulos, 2 Diciendoles: Id a la aldea que esta delante de vosotros, y luego hallareis una asna atada, y un pollino con ella; desatad[la,] y traedme[los.] 3 Y si alguno os dijere algo, decid: El Senor los ha menester. Y luego los dejara. 4 Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: 5 Decid a la hija de Sion: He aqui tu Rey viene a ti manso, y sentado sobre una asna, y [sobre] un pollino hijo de animal de yugo. 6 Y los discipulos fueron, e hicieron como Jesus les mando. 7 Y trajeron la asna, y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y se sento sobre ellos. 8 Y la compania, [que era] muy numerosa, tendia sus mantos en el camino; y otros cortaban ramos de los arboles, y los tendian por el camino. 9 Y las gentes que iban delante, y las que iban detras, aclamaban diciendo: Hosanna al Hijo de David; bendito el que viene en el nombre del Senor: Hosanna en las alturas. 10 Y entrando el en Jerusalem, toda la ciudad se alboroto, diciendo: ?Quien es este? 11 Y las gentes decian: Este es Jesus el profeta, de Nazaret de Galilea. 12 Y entro Jesus en el templo de Dios, echo fuera todos los que vendian y compraban en el templo, y trastorno las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendian palomas; 13 Y les dice: Escrito esta: Mi casa, casa de oracion sera llamada; mas vosotros cueva de ladrones la habeis hecho. 14 Entonces vinieron a el ciegos y cojos en el templo, y los sano. 15 Mas los principes de los sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacia, y los muchachos aclamando en el templo, y diciendo: iHosanna al Hijo de David! se indignaron, 16 Y le dijeron: ?Oyes lo que estos dicen? Y Jesus les dice: Si ?nunca leisteis: De la boca de los ninos, y de los que maman perfeccionaste la alabanza? 17 Y dejandolos, se salio fuera de la ciudad a Bethania; y poso alli. 18 Y por la manana volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no hallo nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca mas para siempre nazca de ti fruto. Y luego se seco la higuera. 20 Y viendo [esto] los discipulos, maravillados decian: iComo se seco luego la higuera! 21 Y respondiendo Jesus, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo hareis esto de la higuera, mas si a este monte dijereis: Quitate, y echate en la mar; sera hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oracion, creyendo, [lo] recibireis. 23 Y como vino al templo, llegaron a el, cuando estaba ensenando, los principes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, diciendo: ?Con que autoridad haces esto? y ?quien te dio esta autoridad? 24 Y respondiendo Jesus, les dijo: Yo tambien os preguntare una palabra, la cual si me dijereis, tambien yo os dire con que autoridad hago esto. 25 El bautismo de Juan ?de donde era? ?del cielo, o de los hombres? Ellos entonces pensaron entre si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo; nos dira: ?Por que pues no le creisteis? 26 Y si dijeremos: De los hombres; tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. 27 Y respondiendo a Jesus dijeron: No sabemos. Y el tambien les dijo: Ni yo os digo con que autoridad hago esto. 28 Mas ?que os parece? Un hombre tenia dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi vina. 29 Y respondiendo el, dijo: No quiero, Mas despues arrepentido, fue. 30 Y llegando al otro, [le] dijo de la misma manera: y respondiendo el, dijo: Yo senor, [voy.] Y no fue. 31 ?Cual de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Diceles Jesus: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al reino de Dios; 32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creisteis; y los publicanos y las rameras le creyeron: y vosotros viendo [esto,] no os arrepentisteis despues para creerle. 33 Oid otra parabola: Fue un hombre, padre de familia, el cual planto una vina, y la cerco de vallado, y cavo en ella un lagar; y edifico una torre, y la dio a renta a labradores, y se partio lejos. 34 Y cuando se acerco el tiempo de los frutos, envio sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. 35 Mas los labradores, tomando los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon. 36 Envio de nuevo otros siervos, mas que los primeros, e hicieron con ellos de la misma manera. 37 Y a la postre les envio su hijo, diciendo: Tendran respeto a mi hijo. 38 Mas los labradores, viendo al hijo dijeron entre si: Este es el heredero, venid, matemosle, y tomemos su heredad. 39 Y tomado, le echaron fuera de la vina, y le mataron. 40 Pues cuando viniere el senor de la vina, ?que hara a aquellos labradores? 41 Dicenle: A los malos destruira miserablemente, y su vina dara a renta a otros labradores, que le paguen el fruto a sus tiempos. 42 Diceles Jesus: ?Nunca leisteis en las escrituras: La piedra que desecharon los que edificaban, esta fue hecha por cabeza de esquina: por el Senor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? 43 Por tanto os digo, que el reino de Dios sera quitado de vosotros, y sera dado a gente que haga los frutos de el. 41 Y el que cayere sobre esta piedra, sera quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzara. 45 Y oyendo los principes de los sacerdotes y los Fariseos sus parabolas, entendieron que hablaba de ellos. 46 Y buscando como echarle mano, temieron al pueblo; porque le tenian por profeta. CAPITULO 22. 1 Y RESPONDIENDO Jesus, les volvio a hablar en parabolas, diciendo: 2 El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas a su hijo: 3 Y envio sus siervos para que llamasen los llamados a las bodas; mas no quisieron venir. 4 Volvio a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aqui, mi comida he aparejado; mis toros, y animales engordados [son] muertos, y todo [esta] prevenido: venid a las bodas. 5 Mas ellos no se cuidaron, y se fueron; uno a su labranza, y otro a sus negocios; 6 Y otros, tomando sus siervos, [los] afrentaron, y [los] mataron. 7 Y el rey, oyendo [esto,] se enojo; y enviando sus ejercitos, destruyo a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad. 8 Entonces dice a sus siervos: las bodas a la verdad estan aparejadas; mas los que eran llamados no eran dignos. 9 Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis. 10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. 11 Y entro el rey para ver los convidados, y vio alli un hombre no vestido de boda. 12 Y le dijo: Amigo, ?como entraste aca no teniendo vestido de boda? Mas el cerro la boca. 13 Entonces el rey dijo a los que servian: Atado de pies y de manos tomadle y echadle en las tinieblas de afuera; ahi sera el lloro, y el crujir de dientes. 14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. 15 Entonces idos los Fariseos, consultaron como le tomarian en [alguna] palabra. 16 Y envian a el los discipulos de ellos con los Herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de verdad, y [que] ensenas con verdad el camino de Dios, y [que] no te curas de nadie, por que no tienes acepcion de persona de hombres. 17 Dinos pues, ?que te parece? ?es licito dar tributo a Cesar, o no? 18 Mas Jesus, entendida la malicia de ellos, [les] dice: ?Por que me tentais, hipocritas? 19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. 20 Entonces les dice: ?Cuya [es] esta figura, y lo que esta encima escrito? 21 Dicenle: De Cesar. Y diceles: Pagad, pues, a Cesar lo [que es] de Cesar, y a Dios lo [que es] de Dios. 22 Y oyendo [esto] se maravillaron, y dejandole se fueron. 23 Aquel dia llegaron a el los Saduceos, que dicen no haber resurreccion, y le preguntaron, 24 Diciendo: Maestro, Moises dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casara con su mujer, y despertara simiente a su hermano. 25 Fueron pues entre nosotros siete hermanos: y el primero tomo mujer, y murio; y no teniendo generacion, dejo su mujer a su hermano. 26 De la misma manera tambien el segundo, y el tercero, hasta los siete. 27 Y despues de todos murio tambien la mujer. 28 En la resurreccion, pues, ?de cual de los siete sera ella mujer? porque todos la tuvieron. 29 Entonces, respondiendo Jesus, les dijo: Errais, ignorando las escrituras, y la potencia de Dios. 30 Porque en la resurreccion, ni los hombres tomaran mujeres, ni las mujeres maridos; mas son como los angeles de Dios en el cielo. 31 Y de la resurreccion de los muertos, ?no habeis leido lo que os es dicho por Dios, que dice: 32 Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. 33 Y oyendo [esto] las gentes, estaban atonitas de su doctrina. 34 Entonces los Fariseos, oyendo que habia cerrado la boca a los Saduceos, se juntaron a una; 35 Y pregunto uno de ellos, interprete de la ley, tentandole, y diciendo: 36 Maestro, ?cual [es] el mandamiento grande en la ley? 37 Y Jesus le dijo: Amaras al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de toda tu alma, y de toda tu mente. 38 Este es el primero y el grande mandamiento. 39 Y el segundo [es] semejante a este: Amaras a tu projimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley, y los profetas. 41 Y estando juntos los Fariseos, Jesus les pregunto, 42 Diciendo: ?Que os parece del Cristo? ?de quien es Hijo? Dicenle: De David. 43 El les dice: ?Pues como David en Espiritu le llama Senor, diciendo: 44 Dijo el Senor a mi Senor: Sientate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies? 45 Pues si David le llama Senor, ?como es su Hijo? 46 Y nadie le podia responder palabra; ni oso alguno desde aquel dia preguntarle mas. CAPITULO 23. 1 ENTONCES hablo Jesus a las gentes, y a sus discipulos, 2 Diciendo: Sobre la catedra de Moises se sentaron los escribas y los Fariseos; 3 Asi que todo lo que os dijeren que guardais, guardad[lo] y haced[lo;] mas no hagais conforme a sus obras: porque dicen y no hacen. 4 Porque atan cargas pesadas, y dificiles de llevar, y [las] ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover. 5 Antes todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres: porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6 Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas; 7 Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres: Rabi, Rabi. 8 Mas vosotros, no querais ser llamados Rabi; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9 Y vuestro padre no llameis [a nadie] en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual [esta] en los cielos. 10 Ni seais llamados maestros: porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12 Porque el que se ensalzare, sera humillado; y el que se humillare, sera ensalzado. 13 Mas iay de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque cerrais el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entrais, ni a los que estan entrando dejais entrar 14 iAy de vosotros, escribas y Fariseos hipocritas! porque comeis las casas de las viudas, y por pretexto haceis larga oracion: por esto llevareis mas grave juicio. 15 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque rodeais la mar y la tierra por hacer un proselito; y cuando fuere hecho, le haceis hijo del infierno doble mas que vosotros. 16 iAy de vosotros, guias ciegos! que decis: Cualquiera que jurare por el templo, es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es. 17 Insensatos, y ciegos; porque ?cual es mayor, el oro, o el templo, que santifica al oro? 18 Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el Presente que [esta] sobre el, deudor es. 19 Necios y ciegos: porque, ?cual es mayor, el Presente, o el altar, que santifica al Presente? 20 Pues el que jurare por el altar, jura por el, y por todo lo que [esta] sobre el. 21 Y el que jurare por el templo, jura por el, y por Aquel que habita en el. 22 Y el que jurare por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquel que esta sentado sobre el. 23 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque diezmais la menta, y el eneldo, y el comino, y dejasteis lo que es lo mas grave de la ley, [es a saber,] el juicio, y la misericordia, y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro. 24 Guias ciegos, que colais el mosquito, mas tragais el camello. 25 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque limpiais lo [que esta] de fuera del vaso, y del plato; mas de dentro estan llenos de robo y de injusticia. 26 Fariseo ciego, limpia primero lo [que esta] dentro del vaso y del plato, para que tambien lo [que esta] fuera se haga limpio. 27 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados; que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro estan llenos de huesos de muertos, y de toda suciedad. 28 Asi tambien vosotros, de fuera, a la verdad, os mostrais justos a los hombres, mas de dentro, llenos estais de hipocresia e iniquidad. 29 iAy de vosotros, escribas y Fariseos, hipocritas! porque edificais los sepulcros de los profetas, y adornais los monumentos de los justos; 30 Y decis: Si fueramos en los dias de nuestros padres, no hubieramos sido sus companeros en la sangre de los profetas: 31 Asi que testimonio dais a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 32 Vosotros tambien henchid la medida de vuestros padres. 33 Serpientes, generacion de viboras ?como evitareis el juicio del infierno? 34 Por tanto he aqui, yo envio a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y de ellos [a unos] matareis y crucificareis, y [a otros] de ellos azotareis en vuestras sinagogas, y perseguireis de ciudad en ciudad: 35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarias, hijo de Barachias, al cual matasteis entre el templo y el altar. 36 De cierto os digo, que todo esto vendra sobre esta generacion. 37 Jerusalem, Jerusalem, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti; icuantas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisisteis. 38 He aqui vuestra casa os es dejada desierta. 39 Porque os digo, que desde ahora no me vereis, hasta que digais: Bendito el que viene en el nombre del Senor. CAPITULO 24. 1 Y SALIDO Jesus, ibase del templo: y se llegaron sus discipulos, para mostrarle los edificios del templo. 2 Y respondiendo el, les dijo: ?Veis todo esto, de cierto os digo, que no sera dejada aqui piedra sobre piedra, que no sea destruida. 3 Y sentandose el en el monte de las Olivas, se llegaron a el [sus] discipulos aparte, diciendo: Dinos, cuando seran estas cosas, y que senal [habra] de tu venida, y del fin del mundo? 4 Y respondiendo Jesus, les dijo: Mirad que nadie os engane. 5 Porque vendran muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo y a muchos enganaran. 6 Y oireis guerras, y rumores de guerras: mirad [que] no os turbeis; porque es menester que todo [esto] acontezca; mas aun no es el fin. 7 Porque se levantara nacion contra nacion, y reino contra reino: y habra pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. 8 Y todas estas cosas, principio de dolores. 9 Entonces os entregaran para ser afligidos, y os mataran: y sereis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Y muchos entonces seran escandalizados; y se entregaran unos a otros, y unos a otros se aborreceran. 11 Y muchos falsos profetas se levantaran, y enganaran a muchos. 12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriara. 13 Mas el que perseverare hasta el fin, este sera salvo. 14 Y sera predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los Gentiles; y entonces vendra el fin. 15 Por tanto cuando viereis la abominacion del asolamiento, que fue dicha por Daniel profeta, que estara en el lugar santo, (el que lee, entienda.) 16 Entonces los que [estan] en Judea, huyan a los montes; 17 Y el que sobre el terrado, no descienda a tomar algo de su casa; 18 Y el que en el campo, no vuelva atras a tomar sus vestidos. 19 Mas iay de las prenadas, y de las que crian en aquellos dias! 20 Orad pues que vuestra huida no sea en invierno, ni en Sabado. 21 Porque habra entonces grande afliccion, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni sera. 22 Y si aquellos dias no fuesen acortados, ninguna carne seria salva: mas por causa de los escogidos, aquellos dias seran acortados. 23 Entonces si alguno os dijere: He aqui [esta] el Cristo, o alli; no creais. 24 Porque se levantaran falsos Cristos, y falsos profetas, y daran senales grandes y prodigios; de tal manera que enganaran, si [es] posible, aun a los escogidos. 25 He aqui os [lo] he dicho antes. 26 Asi que si os dijeren: He aqui en el desierto esta; no salgais: He aqui en las camaras; no creais. 27 Porque como el relampago que sale del Oriente, y se muestra hasta el Occidente, asi sera tambien la venida del Hijo del hombre. 28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, alli se juntaran las aguilas. 29 Y luego despues de la afliccion de aquellos dias, el sol se oscurecera, y la luna no dara su lumbre, y las estrellas caeran del cielo, y las virtudes de los cielos seran conmovidas. 30 Y entonces se mostrara la senal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentaran todas las tribus de la tierra, y veran al Hijo del hombre que vendra sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria. 31 Y enviara sus angeles con gran voz de trompeta, y juntaran sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro. 32 De la higuera aprended la parabola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabeis que el verano [esta] cerca. 33 Asi tambien vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que esta cercano, a las puertas. 34 De cierto os digo, [que] no pasara esta generacion, que todas estas cosas no acontezcan. 35 El cielo y la tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran. 36 Empero del dia y hora nadie sabe, ni aun los angeles de los cielos, sino mi Padre solo. 37 Mas como los dias de Noe, asi sera la venida del Hijo del hombre. 38 Porque como en los dias antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casandose y dando en casamiento, hasta el dia que Noe entro en el arca, 39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio, y llevo a todos, asi sera tambien la venida del Hijo del hombre. 40 Entonces estaran dos en el campo; el uno sera tomado, y el otro sera dejado: 41 Dos mujeres moliendo a un molinillo; la una sera tomada, y la otra sera dejada. 42 Velad pues; porque no sabeis a que hora ha de venir vuestro Senor. 43 Esto empero sabed que si el padre de la familia supiese a cual vela el ladron habia de venir, velaria, y no dejaria minar su casa. 44 Por tanto tambien vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensais. 45 ?Quien pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su Senor sobre su familia, para que les de alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su Senor viniere, le hallare haciendo asi. 47 De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondra. 48 Y si aquel siervo malo dijere en su corazon: Mi Senor se tarda en venir; 49 Y comenzare a herir [sus] consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos; 50 Vendra el Senor de aquel siervo, en el dia que no espera, y a la hora que no sabe, 51 Y le cortara por medio, y pondra su parte con los hipocritas: alli sera el lloro, y el crujir de dientes. CAPITULO 25. 1 ENTONCES el reino de los cielos sera semejante a diez virgenes, que tomando sus lamparas, salieron a recibir al esposo. 2 Y las cinco de ellas eran prudentes y las cinco fatuas. 3 Las que [eran] fatuas, tomando sus lamparas, no tomaron consigo aceite: 4 Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, [juntamente] con sus lamparas. 5 Y tardandose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron. 6 Y a la media noche fue oido un clamor: He aqui, el esposo viene, salid a recibirle. 7 Entonces todas aquellas virgenes se levantaron, y aderezaron sus lamparas. 8 Y las fatuas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lamparas se apagan. 9 Mas las prudentes respondieron, diciendo: Porque no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras. 10 Y mientras^ que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con el a las bodas, y se cerro la puerta. 11 Y despues vinieron tambien las otras virgenes, diciendo: Senor, Senor, abrenos. 12 Mas respondiendo el, dijo: De cierto os digo, [que] no os conozco. 13 Velad pues, porque no sabeis el dia ni la hora, en que el Hijo del hombre ha de venir. 14 Porque el reino de los cielos [es] como un hombre que partiendose lejos llamo a sus siervos, y les entrego sus bienes. 15 Y a este dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno; a cada uno conforme a su facultad, y luego se partio lejos. 16 Y el que habia recibido cinco talentos se fue, y granjeo con ellos, e hizo otros cinco talentos. 17 Asimismo el que [habia recibido] dos gano tambien el otros dos. 18 Mas el que habia recibido uno, fue, y cavo en la tierra, y escondio el dinero de su senor. 19 Y despues de mucho tiempo vino el senor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos. 20 Y llegando el que habla recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Senor, cinco talentos me entregaste; he aqui otros cinco talentos he ganado sobre ellos. 21 Y su senor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondre: entra en el gozo de tu senor. 22 Y llegando tambien el que habia recibido dos talentos, dijo: Senor, dos talentos me entregaste; he aqui otros dos talentos he ganado sobre ellos. 23 Su senor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondre: entra en el gozo de tu senor. 24 Y llegando tambien el que habia recibido un talento, dijo: Senor, yo te conocia que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste: 25 Y tuve miedo, y fui, y escondi tu talento en la tierra: he aqui tienes lo que [es] tuyo. 26 Y respondiendo su senor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabias que siego donde no sembre, y [que] recojo donde no esparci: 27 Por tanto te convenia dar mi dinero a los banqueros; y viniendo yo, hubiera recibido lo que [es] mio con usura. 28 Quitadle pues el talento, y dad[lo] al que tiene diez talentos. 29 Porque a cualquiera que tuviere, le sera dado, y tendra mas: y al que no tuviere, aun lo que tiene le sera quitado. 30 Y al siervo inutil echadle en las tinieblas de afuera: alli sera el lloro, y el crujir de dientes. 31 Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos angeles con el, entonces se sentara sobre el trono de su gloria. 32 Y seran reunidas delante de el todas las gentes: y los apartara los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos: 33 Y pondra las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda. 34 Entonces el Rey dira a los que [estaran] a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundacion del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huesped, y me recogisteis; 36 Desnudo, y me cubristeis; enfermo y me visitasteis: estuve en la carcel, y vinisteis a mi. 37 Entonces los justos le responderan diciendo: Senor, ?cuando te vimos hambriento, y [te] sustentamos? ?o sediento, y [te] dimos de beber? 38 ?Y cuando te vimos huesped, y [te] recogimos? ?o desnudo, y [te] cubrimos? 39 ?O cuando te vimos enfermo, o en la carcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dira: De cierto os digo, [que] en cuanto [lo] hicisteis a uno de estos mis hermanos pequenitos, a mi [lo] hicisteis. 41 Entonces dira tambien a los que [estaran] a la izquierda: Apartaos de mi malditos, al fuego eterno preparado para el diablo, y para sus angeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 Fui huesped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la carcel, y no me visitasteis. 44 Entonces ellos tambien le responderan, diciendo: Senor, ?cuando te vimos hambriento, o sediento, o huesped, o desnudo, o enfermo, o en la carcel, y no te servimos? 45 Entonces les respondera, diciendo: De cierto os digo, [que] en cuanto no [lo] hicisteis a uno de estos pequenitos, ni a mi [lo] hicisteis. 46 E iran estos al tormento eterno; y los justos a la vida eterna. CAPITULO 26. 1 Y ACONTECIO que como hubo acabado Jesus todas estas palabras, dijo a sus discipulos: 2 Sabeis que dentro de dos dias se hace la Pascua, y el Hijo del hombre es entregado para ser crucificado. 3 Entonces los principes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo se juntaron al patio del pontifice, el cual se llamaba Caifas. 4 Y tuvieron consejo para prender por engano a Jesus, y matar[le.] 5 Y decian: No en el dia de la fiesta, porque no se haga alboroto en el pueblo. 6 Y estando Jesus en Bethania, en casa de Simon el leproso, 7 Vino a el una mujer, teniendo un vaso de alabastro de ungueento de gran precio, y lo derramo sobre la cabeza de el estando sentado a la mesa: 8 Lo cual viendo sus discipulos, se enojaron, diciendo: ?Por que se pierde esto? 9 Porque esto se podia vender por gran precio, y darse a los pobres. 10 Y entendiendo[lo] Jesus, les dijo: ?Por que dais pena a esta mujer, pues ha hecho conmigo buena obra. 11 Porque siempre tendreis pobres con vosotros; mas a mi no siempre me tendreis. 12 Porque echando este ungueento sobre mi cuerpo, para sepultarme [lo] ha hecho. 13 De cierto os digo, [que] donde quiera que este Evangelio fuere predicado en todo el mundo, tambien sera dicho para memoria de ella lo que esta ha hecho. 14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principes de los sacerdotes, 15 Y les dijo: ?Que me quereis dar, y yo os le entregare? Y ellos le senalaron treinta [piezas] de plata. 16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. 17 Y el primer dia [de la fiesta] de los [panes] sin levadura, vinieron los discipulos a Jesus, diciendole: ?Donde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua? 18 Y el dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo esta cerca; en tu casa hare la Pascua con mis discipulos. 19 Y los discipulos hicieron como Jesus les mando, y aderezaron la Pascua. 20 Y como fue la tarde del dia, se sento a la mesa con los doce. 21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo que uno de vosotros me ha de entregar. 22 Y entristecidos ellos en gran manera, comenzo cada uno de ellos a decirle: ?Soy yo, Senor? 23 Entonces el respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me ha de entregar. 24 A la verdad el Hijo del hombre va como esta escrito de el; mas iay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera al tal hombre no haber nacido. 25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo: ?Soy yo, Maestro? Dicele: Tu [lo] has dicho. 26 Y comiendo ellos, tomo Jesus el pan, y bendijo, y [lo] partio, y dio a sus discipulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando el vaso, y hechas gracias se les dio, diciendo: Bebed de el todos; 28 Porque esto es mi sangre del Nuevo Pacto, la cual es derramada por muchos para remision de los pecados. 29 Y os digo, que desde ahora no bebere mas de este fruto de la vid, hasta aquel dia, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 30 Y habiendo cantado el himno, salieron al monte de las Olivas. 31 Entonces Jesus les dice: Todos vosotros sereis escandalizados en mi esta noche; porque escrito esta: Herire al Pastor, y las ovejas de la manada seran dispersas. 32 Mas despues que haya resucitado, ire delante de vosotros a Galilea. 33 Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca sere escandalizado. 34 Jesus le dice: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negaras tres veces. 35 Dicele Pedro: Aunque me sea menester morir contigo, no te negare. Y todos los discipulos dijeron lo mismo. 36 Entonces llego Jesus con ellos a la aldea, que se llama Getsemani, y dice a sus discipulos: Sentaos aqui, hasta que vaya alli, y ore. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzo a entristecerse, y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesus les dice: Mi alma esta muy triste hasta la muerte; quedaos aqui, y velad conmigo. 39 Y yendose un poco mas adelante se postro sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mio, si es posible pase de mi este vaso; empero no como yo quiero, sino como tu. 40 Y vino a sus discipulos y los hallo durmiendo; y dijo a Pedro: ?Asi, no habeis podido velar conmigo una hora? 41 Velad, y orad, para que no entreis en tentacion: el espiritu a la verdad [esta] presto, mas la carne enferma. 42 Otra vez fue, segunda vez, y oro diciendo: Padre mio, si no puede este vaso pasar de mi sin que yo lo beba, hagase tu voluntad. 43 Y vino, y los hallo otra vez durmiendo: porque los ojos de ellos estaban agravados. 44 Y dejandolos, fuese de nuevo, y oro tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces vino a sus discipulos, y diceles: Dormid ya, y descansad; he aqui ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos: he aqui ha llegado el que me ha entregado. 47 Y hablando aun el, he aqui Judas, uno de los doce, vino, y con el mucha gente con espadas y con palos, de parte de los principes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo. 48 Y el que le entregaba les habia dado senal, diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle. 49 Y luego que llego a Jesus, dijo: Salve, Maestro. Y le beso, 50 Y Jesus le dijo: Amigo, ?a que vienes? Entonces llegaron, y echaron mano a Jesus, y le prendieron. 51 Y he aqui uno de los que [estaban] con Jesus, extendiendo la mano, saco su espada, e hiriendo a un siervo del pontifice, le quito la oreja. 52 Entonces Jesus le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada pereceran. 53 ?Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y el me daria mas de doce legiones de angeles, 54 ?Como pues se cumplirian las escrituras, [de] que asi conviene que sea hecho? 55 En aquella hora dijo Jesus a las gentes: Como a ladron habeis salido con espadas y con palos a prenderme: cada dia me sentaba con vosotros ensenando en el templo, y no me prendisteis. 56 Mas todo esto se hace, para que se cumplan las escrituras de los profetas. Entonces todos los discipulos huyeron dejandole. 57 Y ellos, prendido Jesus, le llevaron a Caifas pontifice, donde los escribas y los ancianos estaban juntos. 58 Mas Pedro le seguia de lejos hasta el patio del pontifice; y entrado dentro, estabase sentado con los criados para ver el fin. 59 Y los principes de los sacerdotes, y los ancianos, y todo el consejo, buscaban [algun] falso testimonio contra Jesus para entregarle a la muerte: 60 Y no [lo] hallaron, aunque muchos testigos falsos se llegaban: mas a la postre vinieron dos testigos falsos, 61 Que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres dias reedificarlo. 62 Y levantandose el pontifice, le dijo: ?No respondes nada? ?que testifican estos contra ti? 63 Mas Jesus callaba. Respondiendo el pontifice, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tu el Cristo, Hijo de Dios. 64 Jesus le dice: Tu [lo] has dicho: y aun os digo, que desde ahora habeis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo. 65 Entonces el pontifice rasgo sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ?Que mas necesidad tenemos de testigos? He aqui ahora habeis oido su blasfemia. 66 ?Que os parece? Y respondiendo ellos dijeron: Culpado es de muerte. 67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herian con mojicones, 68 Diciendo: Profetizanos tu, Cristo quien es el que te ha herido. 69 Y Pedro estaba sentado fuera en el patio: y se llego a el una criada, diciendo: Y tu con Jesus el Galileo estabas. 70 Mas el nego delante de todos, diciendo: No se lo que dices. 71 Y saliendo el a la puerta le vio otra, y dijo a los que [estaban] alli: Tambien este estaba con Jesus Nazareno. 72 Y nego otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73 Y un poco despues llegaron los que estaban [por alli,] y dijeron a Pedro: Verdaderamente tambien tu eres de ellos; porque aun tu habla te hace manifiesto. 74 Entonces comenzo a hacer imprecaciones, y a jurar, [diciendo:] No conozco al hombre. Y el gallo canto luego. 75 Y se acordo Pedro de las palabras de Jesus, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negaras tres veces. Y saliendose fuera, lloro amargamente. CAPITULO 27. 1 Y VENIDA la manana, entraron en consejo todos los principes de los sacerdotes, y los ancianos del pueblo, contra Jesus, para entregarle a muerte. 2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato presidente. 3 Entonces Judas, el que le habia entregado, viendo que era condenado, volvio arrepentido las treinta [piezas] de plata a los principes de los sacerdotes, y a los ancianos, 4 Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ?Que [se nos da] a nosotros? vieras[lo] tu. 5 Y arrojando [las piezas] de plata en el templo, partiose; y fue, y se ahorco. 6 Y los principes de los sacerdotes tomando [las piezas] de plata, dijeron. No es licito echarlas en el tesoro de los dones, porque es precio de sangre. 7 Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros: 8 Por lo cual fue llamado aquel campo, Campo de sangre, hasta el dia de hoy. 9 Entonces se cumplio lo que fue dicho por el profeta Jeremias, que dijo: Y tomaron las treinta [piezas] de plata precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel; 10 Y las dieron para [comprar] el campo del alfarero, como me ordeno el Senor. 11 Y Jesus estuvo delante del presidente; y el presidente le pregunto, diciendo: ?Eres tu el Rey de los Judios? Y Jesus le dijo: Tu [lo] dices. 12 Y siendo acusado por los principes de los sacerdotes, y por los ancianos, nada respondio. 13 Pilato entonces le dice: ?No oyes cuantas cosas testifican contra ti? 14 Y no le respondio ni una palabra; de tal manera que el presidente se maravillaba mucho. 15 Y en el dia de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso, cual quisiesen. 16 Y tenian entonces un preso famoso, que se llamaba Barrabas. 17 Y juntos ellos, les dijo Pilato: ?Cual quereis que os suelte? ?a Barrabas, o a Jesus, que se dice el Cristo? 18 Porque sabia que por envidia le habian entregado. 19 Y estando el sentado en el tribunal, su mujer envio a el, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en suenos por causa de el. 20 Mas los principes de los sacerdotes, y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese a Barrabas, y a Jesus matase. 21 Y respondiendo el presidente les dijo: ?Cual de los dos quereis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabas. 22 Pilato les dijo: ?Que pues hare de Jesus que se dice el Cristo? Dicenle todos: Sea crucificado. 23 Y el presidente [les] dijo: Pues ?que mal ha hecho? Mas ellos gritaban mas diciendo: Sea crucificado. 24 Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacia mas alboroto, tomando agua se lavo las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo: vereis[lo] vosotros. 25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre [sea] sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. 26 Entonces les solto a Barrabas: y habiendo azotado a Jesus, le entrego para ser crucificado. 27 Entonces los soldados del presidente llevaron a Jesus al pretorio, y juntaron a el toda la cuadrilla; 28 Y desnudandole, le echaron encima un manto de grana: 29 Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una cana en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de el, le burlaban, diciendo: Salve, Rey de los Judios. 30 Y escupiendo en el tomaron la cana, y le herian en la cabeza. 31 Y despues que le hubieron escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de sus vestidos, y le llevaron para crucificar[le.] 32 Y saliendo hallaron a un Cireneo, que se llamaba Simon: a este cargaron para que llevase su cruz. 33 Y como llegaron al lugar que se llama Golgotha, que es dicho, El lugar de la Calavera, 34 Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustando no quiso beber[lo.] 35 Y despues que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. 36 Y sentados, le guardaban alli. 37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS, EL REY DE LOS JUDIOS. 38 Entonces crucificaron con el dos ladrones; uno a la derecha, y otro a la izquierda. 39 Y los que pasaban, le decian injurias, meneando sus cabezas, 40 Y diciendo: Tu el que derribas el templo [de Dios,] y en tres dias [lo] reedificas, salvate a ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. 41 De esta manera tambien los principes de los sacerdotes escarneciendo, con los escribas, y los Fariseos, y los ancianos, decian: 42 A otros salvo, a si mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en el. 43 Confio en Dios; librele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. 44 Lo mismo tambien le zaherian los ladrones que estaban crucificados con el. 45 Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. 46 Y cerca de la hora de nona, Jesus exclamo con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ?lama sabachthani? Esto es: Dios mio, Dios mio, ?por que me has desamparado? 47 Y algunos de los que estaban alli, oyendo[lo,] decian: A Elias llama este. 48 Y luego, corriendo uno de ellos, tomo una esponja, y [la] hinchio de vinagre, y poniendo[la] en una cana, dabale de beber. 49 Y los otros decian: Deja, veamos si viene Elias a librarle. 50 Mas Jesus habiendo otra vez exclamado con grande voz, dio el espiritu. 51 Y he aqui el velo del templo se rompio en dos, de alto a bajo; y la tierra temblo, y las piedras se hendieron; 52 Y abrieronse los sepulcros: y muchos cuerpos de santos, que habian dormido, se levantaron, 53 Y salidos de los sepulcros despues de su resurreccion, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 54 Y el centurion y los que estaban con el guardando a Jesus, visto el terremoto, y las cosas que habian sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era este. 55 Y estaban alli muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habian seguido de Galilea a Jesus, sirviendole; 56 Entre las cuales estaban Maria Magdalena, y Maria la madre de Jacobo y de Jose, y la madre de los hijos de Zebedeo. 57 Y como fue la tarde del dia, vino un hombre rico de Arimatea, llamado Jose, el cual tambien habia sido discipulo de Jesus. 58 Este llego a Pilato, y pidio el cuerpo de Jesus: entonces Pilato mando que se [le] diese el cuerpo. 59 Y tomando Jose el cuerpo, le envolvio en una sabana limpia, 60 Y lo puso en su sepulcro nuevo, que habia labrado en la pena: y revuelta una grande piedra a la puerta del sepulcro, se fue. 61 Y estaban alli Maria Magdalena, y la otra Maria, sentadas delante del sepulcro. 62 Y el siguiente dia, que es despues de la preparacion, se juntaron los principes de los sacerdotes y los Fariseos a Pilato, 63 Diciendo: Senor, nos acordamos que aquel enganador dijo, viviendo aun: Despues de tres dias resucitare. 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el dia tercero; porque no vengan sus discipulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucito de los muertos. Y sera el postrer error peor que el primero. 65 Y Pilato les dijo: Teneis una guardia; id, asegurad[le] como sabeis. 66 Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia. CAPITULO 28. 1 Y LA vispera de Sabado, que amanece para el primer dia de la semana, vino Maria Magdalena, y la otra Maria, a ver el sepulcro. 2 Y he aqui, fue hecho un gran terremoto: porque el angel del Senor descendiendo del cielo y llegando, habia revuelto la piedra [del sepulcro,] y estaba sentado sobre ella. 3 Y su aspecto era como un relampago. y su vestido blanco como la nieve. 4 Y de miedo de el los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos. 5 Y respondiendo el angel, dijo a las mujeres: No temais vosotras; porque yo se que buscais a Jesus, que fue crucificado. 6 No esta aqui, porque ha resucitado como dijo: venid, ved el lugar donde fue puesto el Senor. 7 E id presto, decid a sus discipulos que ha resucitado de los muertos: y he aqui va delante de vosotros a Galilea; alli le vereis; he aqui os [lo] he dicho. 8 Entonces ellas saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discipulos. Y mientras iban a dar las nuevas a sus discipulos, 9 He aqui Jesus les sale al encuentro diciendo: Salve. Y ellas se llegaron, y abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesus les dice: No temais; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y alla me veran. 11 Y yendo ellas, he aqui unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron aviso a los principes de los sacerdotes de todas las cosas que habian acontecido. 12 Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13 Diciendo: Decid: Sus discipulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros. 14 Y si esto fuere oido del presidente nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros. 15 Y ellos, tomado el dinero, hicieron como estaban instruidos: y este dicho fue divulgado entre los Judios hasta el dia de hoy. 16 Mas los once discipulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesus les habia ordenado. 17 Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban. 18 Y llegando Jesus, les hablo diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizandoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo: 20 Ensenandoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aqui yo estoy con vosotros todos los dias hasta el fin del mundo. Amen. EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU-CRISTO SEGUN SAN MARCOS. CAPITULO 1. 1 PRINCIPIO del Evangelio de JesuCristo, Hijo de Dios. 2 Como esta escrito en Isaias el profeta: He aqui yo envio a mi mensajero delante de tu faz, que apareje tu camino delante de ti. 3 Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor; enderezad sus veredas. 4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remision de pecados. 5 Y salia a el toda la provincia de Judea, y los de Jerusalem; y eran todos bautizados por el en el rio del Jordan, confesando sus pecados. 6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comia langostas y miel silvestre. 7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mi el que es mas poderoso que yo, al cual no soy digno de desatar encorvado la correa de sus zapatos. 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; mas el os bautizara con Espiritu Santo. 9 Y acontecio en aquellos dias, [que] Jesus vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordan. 10 Y luego, subiendo del agua, vio abrirse los cielos, y al Espiritu, como paloma, que descendia sobre el. 11 Y hubo [una] voz de los cielos, [que decia]: Tu eres mi Hijo amado; en ti tomo contentamiento. 12 Y luego el Espiritu le impele al desierto. 13 Y estuvo alli en el desierto cuarenta dias; y era tentado de Satanas; y estaba con las fieras; y los angeles le servian. 14 Mas despues que Juan fue encarcelado, Jesus vino a Galilea predicando el Evangelio del reino de Dios, 15 Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios esta cerca: arrepentios, y creed al Evangelio. 16 Y pasando junto a la mar de Galilea, vio a Simon, y a Andres su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesus: Venid en pos de mi, y hare que seais pescadores de hombres. 18 Y luego, dejadas sus redes, le siguieron. 19 Y pasando de alli un poco mas adelante, vio a Jacobo, [hijo] de Zebedeo, y a Juan su hermano, tambien ellos en el navio, que aderezaban las redes. 20 Y luego los llamo: y dejando a su padre Zebedeo en el barco con los jornaleros, fueron en pos de el. 21 Y entraron en Capernaum; y luego los Sabados entrando en la sinagoga, ensenaba. 22 Y se admiraban de su doctrina: porque los ensenaba como quien tiene potestad, y no como los escribas. 23 Y habia en la sinagoga de ellos un hombre con espiritu inmundo, el cual dio voces, 24 Diciendo: iAh! ?Que tienes con nosotros, Jesus Nazareno? ?Has venido a destruirnos? Se quien eres, el Santo de Dios. 25 Y Jesus le rino, diciendo: Enmudece, y sal de el. 26 Y el espiritu inmundo, haciendole pedazos, y clamando a gran voz, salio de el. 27 Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirian entre si, diciendo: ?Que es esto? ?Que nueva doctrina es esta que con potestad aun a los espiritus inmundos manda, y le obedecen? 28 Y vino luego su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. 29 Y luego saliendo de la sinagoga, vinieron a casa de Simon y de Andres, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simon estaba acostada con calentura; y le hablaron luego de ella. 31 Entonces llegando [el], la tomo de su mano y la levanto; y luego la dejo la calentura, y les servia. 32 Y cuando fue la tarde, luego que el sol se puso, traian a el todos los que tenian mal, y endemoniados. 33 Y toda la ciudad se junto a la puerta. 34 Y sano a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echo fuera muchos demonios; y no dejaba decir a los demonios que le conocian. 35 Y levantandose muy de manana aun muy de noche, salio y se fue a un lugar desierto, y alli oraba. 36 Y le siguio Simon y los que estaban con el; 37 Y hallandole, le dicen: Todos te buscan. 38 Y les dice: Vamos a los lugares vecinos, para que predique tambien alli; porque para esto he venido. 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. 40 Y un leproso vino a el, rogandole; e hincada la rodilla le dice: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesus teniendo misericordia de el, extendio su mano y le toco, y le dice: Quiero; se limpio. 42 Y asi que hubo el hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio. 43 Entonces le apercibio, y despidiole luego, 44 Y le dice: Mira no digas a nadie nada; sino ve, muestrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moises mando, para testimonio a ellos. 45 Mas el salido, comenzo a publicar[lo] mucho, y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesus no podia entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos; y venian a el de todas partes. CAPITULO 2. 1 Y ENTRO otra vez en Capernaum despues de [algunos] dias; y se oyo que estaba en casa. 2 Y luego se juntaron a el muchos, que ya no cabian ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3 Entonces vinieron a el [unos] trayendo un paralitico, que era traido por cuatro. 4 Y como no podian llegar a el a causa del gentio, descubrieron el techo [de] donde estaba, y hacienda abertura, bajaron el lecho en que yacia el paralitico. 5 Y viendo Jesus la fe de ellos, dice al paralitico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Y estaban alli sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, 7 Decian: ?Por que habla este asi? blasfemias dice. ?Quien puede perdonar pecados, sino solo Dios? 8 Y conociendo luego Jesus en su espiritu que pensaban asi dentro de si mismos, les dijo: ?Por que pensais estas cosas en vuestros corazones? 9 ?Que es mas facil: Decir al paralitico: Tus pecados te son perdonados; o decirle: Levantate, y toma tu lecho y anda? 10 Pues para que sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados: (dice al paralitico) 11 a ti digo: Levantate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. 12 Entonces [el] se levanto luego, y tomando su lecho, se salio delante de todos; de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto. 13 Y volvio a salir a la mar, y toda la gente venia a el, y los ensenaba. 14 Y pasando vio a Levi, [hijo] de Alfeo, sentado al banco de los publicos tributes, y le dice: Sigueme. Y levantandose, le siguio. 15 Y acontecio que estando Jesus a la mesa, en casa de el, muchos publicanos y pecadores estaban tambien a la mesa juntamente con Jesus y con sus discipulos: porque habia muchos, y le habian seguido. 16 Y los escribas y los Fariseos, viendole comer con los publicanos, y con los pecadores, dijeron a sus discipulos: ?Que es esto que el come y bebe con los publicanos y con los pecadores? 17 Y oyendo[lo] Jesus les dice: los sanos no tienen necesidad de medico, mas los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. 18 Y los discipulos de Juan, y de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ?Por que los discipulos de Juan, y [los] de los Fariseos ayunan, y tus discipulos no ayunan? 19 Y Jesus les dice: ?Pueden ayunar los que estan de bodas, cuando el Esposo esta con ellos? Entre tanto que tienen consigo al Esposo no pueden ayunar. 20 Mas vendran dias, cuando el Esposo les sera quitado, y entonces en aquellos dias ayunaran. 21 Nadie echa remiendo de pano recio en vestido viejo; de otra manera el mismo remiendo nuevo tira del viejo, y la rotura se hace peor. 22 Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden: mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. 23 Y acontecio que pasando el por los sembrados en Sabado, sus discipulos andando, comenzaron a arrancar espigas. 24 Entonces los Fariseos le dijeron: He aqui, ?por que hacen [tus discipulos] en Sabado lo que no es licito? 25 Y el les dijo: ?Nunca leisteis que hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, el y los que con el [estaban]? 26 ?Como entro en la casa de Dios, siendo Abiathar sumo pontifice, y comio los panes de la proposicion, de los cuales no es licito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con el estaban? 27 Tambien les dijo: El Sabado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del Sabado. 28 Asi que el Hijo del hombre es Senor aun del Sabado. CAPITULO 3. 1 Y OTRA vez entro en la sinagoga; y habia alli un hombre que tenia una mano seca: 2 Y le acechaban si en Sabado lo sanaria, para acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenia la mano seca: Levantate en medio. 4 Y les dice: ?Es licito hacer bien en Sabados, o hacer mal? ?Salvar la vida, o quitarla? Mas ellos callaban. 5 Y mirandolos alrededor con enojo condoleciendose de la ceguedad de su corazon, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendio, y su mano fue restituida sana. 6 Entonces saliendo los Fariseos tomaron consejo con los Herodianos contra el, para matarle. 7 Mas Jesus se aparto a la mar con sus discipulos: y le siguio gran multitud de Galilea, y de Judea, 8 Y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordan: y los que [moraban] alrededor de Tiro y de Sidon, grande multitud, oyendo cuan grandes cosas hacia, vinieron a el. 9 Y dijo a sus discipulos que le estuviese siempre apercibida la barquilla, por causa del gentio, para que no le oprimiesen. 10 Porque habia sanado a muchos; de manera que caian sobre el cuantos tenian plagas por tocarle. 11 Y los espiritus inmundos, al verle, se postraban delante de el, y daban voces, diciendo: Tu eres el Hijo de Dios. 12 Mas el les renia mucho que no le manifestasen. 13 Y subio al monte, y llamo a si a los que el quiso; y vinieron a el. 14 Y establecio doce para que estuviesen con el, y para enviarlos a predicar. 15 Y que tuviesen potestad de sanar enfermedades, y de echar fuera demonios: 16 a Simon, al cual puso por nombre Pedro; 17 Y a Jacobo [hijo] de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo; y les apellido Boanerges, que es, Hijos del trueno: 18 Y a Andres, y a Felipe, y a Bartolome, y a Mateo, y a Tomas, y a Jacobo [hijo] de Alfeo, y a Tadeo, y a Simon el Cananeo, 19 Y a Judas Iscariote, el que le entrego: y vinieron a casa. 20 Y agolpose de nuevo la gente; de modo que ellos ni aun podian comer pan. 21 Y como [lo] oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decian: Esta fuera de si. 22 Y los escribas que habian venido de Jerusalem, decian que tenia a Beelzebub: y que por el principe de los demonios echaba fuera los demonios. 23 Y habiendoles llamado, les decia en parabolas: ?Como puede Satanas echar fuera a Satanas? 24 Y si [algun] reino contra si mismo fuera dividido, no puede permanecer el tal reino. 25 Y si [alguna] casa fuere dividida contra si misma, no puede permanecer la tal casa. 26 Y si Satanas se levantare contra si mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; antes tiene fin. 27 Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si antes no atare al valiente, y entonces saqueara su casa. 28 De cierto os digo [que] todos los pecados seran perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren; 29 Mas cualquiera que blasfemare contra el Espiritu Santo, no tiene jamas perdon, mas esta expuesto a eterno juicio. 30 Porque decian: Tiene espiritu inmundo. 31 Vienen despues sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron a el llamandole. 32 Y la gente estaba sentada alrededor de el, y le dijeron: He aqui, tu madre y tus hermanos te buscan fuera. 33 Y el les respondio diciendo: ?Quien es mi madre y mis hermanos? 34 Y mirando a los que estaban sentados alrededor de el, dijo: He aqui mi madre y mis hermanos. 35 Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, este es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. CAPITULO 4. 1 Y OTRA vez comenzo a ensenar junto a la mar, y se junto a el mucha gente; tanto que entrandose el en un barco, se sento en la mar: y toda la gente estaba en tierra junto a la mar. 2 Y les ensenaba por parabolas muchas cosas, y les decia en su doctrina: 3 Oid: He aqui, el sembrador salio a sembrar. 4 Y acontecio sembrando, que una parte cayo junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron. 5 Y otra parte cayo en pedregales, donde no tenia mucha tierra; y luego salio, porque no tenia la tierra profunda. 6 Mas salido el sol, se quemo; y por cuanto no tenia raiz, se seco. 7 Y otra parte cayo en espinas; y subieron las espinas, y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Y otra parte cayo en buena tierra, y dio fruto, que subio y crecio: y llevo uno a treinta, y otro a sesenta, y otro a ciento. 9 Entonces les dijo: El que tiene oidos para oir, oiga. 10 Y cuando estuvo solo, le preguntaron los que estaban cerca de el con los doce [sobre] la parabola. 11 Y les dijo: a vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que estan fuera, por parabolas todas las cosas: 12 Para que viendo, vean y no echen de ver; y oyendo, oigan y no entiendan: porque no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. 13 Y les dijo: ?No sabeis esta parabola? ?Como pues entendereis todas las parabolas? 14 El que siembra [es el que] siembra la palabra. 15 Y estos son los de junto al camino; en los que la palabra es sembrada, mas despues que la oyeron, luego viene Satanas, y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones. 16 Y asimismo estos son los que son sembrados en pedregales; los que cuando han oido la palabra, luego la toman con gozo: 17 Mas no tienen raiz en si, antes son temporales que en levantandose la tribulacion, o la persecucion por causa de la palabra, luego se escandalizan. 18 Y estos son los que son sembrados entre espinas; los que oyen la palabra, 19 Mas los cuidados de este siglo, y el engano de las riquezas, y las codicias que hay en las otras cosas, entrando, ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 20 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra, y [la] reciben, y hacen fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento. 21 Tambien les dijo: ?Traese la antorcha para ser puesta debajo del almud, o debajo de la cama? ?No [es] para ser puesta en el candelero? 22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto que no haya de descubrirse. 23 Si alguno tiene oidos para oir, oiga. 24 Les dijo tambien: Mirad lo que ois: Con la medida que medis, os mediran otros; y sera anadido a vosotros los que ois. 25 Porque al que tiene, le sera dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le sera quitado. 26 Decia mas: Asi es el reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra; 27 Y duerme, y se levanta de noche y de dia: y la simiente brota y crece como el no sabe. 28 Porque de suyo fructifica la tierra, primero yerba, luego espiga; despues grano lleno en la espiga. 29 Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada. 30 Y decia: ?A que haremos semejante el reino de Dios? ?o con que parabola le compararemos? 31 [Es] como el grano de la mostaza, que, cuando se siembra en tierra, es el mas pequeno de todas las simientes que hay en la tierra; 32 Mas despues de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres; y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo de su sombra. 33 Y con muchas tales parabolas les hablaba la palabra, conforme a lo que podian oir. 34 Y sin parabola no les hablaba; mas a sus discipulos en particular declaraba todo. 35 Y les dijo aquel dia cuando fue tarde: Pasemos de la otra parte. 36 Y despachando la multitud, le tomaron, como estaba en el barco, y habia tambien con el otros barquitos. 37 Y se levanto una grande tempestad de viento, y echaba las alas en el barco, de tal manera que ya se henchia. 38 Y el estaba en la popa durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dicen: ?Maestro, no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantandose increpo al viento, y dijo a la mar: Calla, enmudece. Y ceso el viento, y fue hecha grande bonanza. 40 Y a ellos dijo: ?Por que estais asi amedrentados? ?Como no teneis fe? 41 Y temieron con gran temor, y decian el uno al otro: ?Quien es este, que aun el viento y la mar le obedecen? CAPITULO 5. 1 Y VINIERON de la otra parte de la mar a la provincia de los Gadarenos. 2 Y salido el del barco, luego le salio al encuentro de los sepulcros un hombre con un espiritu inmundo, 3 Que tenia domicilio en los sepulcros, y ni aun con cadenas le podia alguien atar. 4 Porque muchas veces habia sido atado con grillos y cadenas; mas las cadenas habian sido hechas pedazos por el, y los grillos desmenuzados: y nadie le podia domar. 5 Y siempre de dia y de noche andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriendose con las piedras. 6 Y como vio a Jesus de lejos, corrio, y le adoro. 7 Y clamando a gran voz dijo: ?Que tienes conmigo, Jesus, Hijo del Dios Altisimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decia: Sal de este hombre, espiritu inmundo. 9 Y le pregunto: ?Como te llamas? Y respondio diciendo; Legion me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no le enviase fuera de aquella provincia. 11 Y estaba alli cerca del monte una grande manada de puercos paciendo: 12 Y le rogaron todos [aquellos] demonios, diciendo: Envianos a los puercos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesus se lo permitio: y saliendo aquellos espiritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayo por un despenadero en la mar; los cuales eran como dos mil, y en la mar se ahogaron. 14 Y los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver que era aquello que habia acontecido. 15 Y vienen a Jesus, y ven al que habia sido atormentado del demonio, y que habia tenido la legion, sentado y vestido, y en su juicio cabal, y tuvieron miedo. 16 Y les contaron los que [lo] habian visto, como habia acontecido al que habia tenido el demonio, y [lo] de los puercos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuese de los terminos de ellos. 18 Y entrando el en el barco, le rogaba el que habia sido fatigado del demonio, para estar con el. 19 Mas Jesus no lo permitio, sino le dijo: Vete a tu casa a los tuyos, y cuentales cuan grandes cosas el Senor ha hecho contigo, y [como] ha tenido misericordia de ti. 20 Y se fue, y comenzo a publicar en Decapolis cuan grandes cosas Jesus habia hecho con el: y todos se maravillaban. 21 Y pasando otra vez Jesus en un barco a la otra parte, se junto a el gran compania; y estaba junto a la mar. 22 Y vino uno de los principes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postro a sus pies, 23 Y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija esta a la muerte: ven y pondra las manos sobre ella, para que sea salva, y vivira. 24 Y fue con el, y le seguia gran compania, y le apretaban. 25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce anos hacia, 26 Y habia sufrido mucho de muchos medicos, y habia gastado todo lo que tenia, y nada habia aprovechado, antes le iba peor, 27 Como oyo [hablar] de Jesus, llego por detras entre la compania, y toco su vestido. 28 Porque decia: Si tocare tan solamente su vestido, sere salva. 29 Y luego la fuente de su sangre se seco; y sintio en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. 30 Y luego Jesus conociendo en si mismo la virtud que habia salido de el, volviendose a la compania dijo: ?Quien ha tocado a mis vestidos? 31 Y le dijeron sus discipulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ?Quien me ha tocado? 32 Y el miraba alrededor para ver a la que habia hecho esto. 33 Entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo lo que en si habia sido hecho, vino, y se postro delante de el, y le dijo toda la verdad. 34 Y el le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. 35 Hablando aun el, vinieron de casa del principe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta: ?para que fatigas mas al Maestro? 36 Mas luego Jesus oyendo esta razon que se decia, dijo al principe de la sinagoga: No temas, cree solamente. 37 Y no permitio que alguno viniese tras de el sino Pedro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. 38 Y vino a casa del principe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemian mucho. 39 Y entrando les dice: ?Por que alborotais, y llorais? La muchacha no es muerta, mas duerme. 40 Y hacian burla de el: mas el, echados fuera todos, toma al padre y a la madre de la muchacha y a los que estaban con el, y entra donde la muchacha estaba. 41 Y tomando la mano de la muchacha le dice: Talitha cumi, que es, si lo interpretares: Muchacha, a ti digo, levantate. 42 Y luego la muchacha se levanto, y andaba, porque tenia doce anos; y se espantaron de grande espanto: 43 Mas el les mando mucho que nadie lo supiese, y dijo que le diesen de comer. CAPITULO 6. 1 Y SALIO de alli, y vino a su tierra, y le siguieron sus discipulos. 2 Y llegado el Sabado, comenzo a ensenar en la sinagoga; y muchos oyendole estaban atonitos, diciendo: ?De donde tiene este estas cosas? ?Y que sabiduria es esta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son echas? 3 ?No es este el carpintero, hijo de Maria, hermano de Jacobo, y de Jose, y de Judas, y de Simon? ?No estan tambien aqui con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban en el. 4 Mas Jesus les decia: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5 Y no pudo alli hacer alguna maravilla; solamente sano [unos] pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. 6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos: y rodeaba las aldeas de alrededor ensenando. 7 Y llamo a los doce, y comenzo a enviarlos de dos en dos: y les dio potestad sobre los espiritus inmundos. 8 Y les mando que no llevasen nada para el camino, sino solamente [un] baculo; no alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa. 9 Mas que calzasen sandalias, y no vistiesen dos tunicas. 10 Y les decia: Donde quiera que entreis en una casa, posad en ella hasta que salgais de alli. 11 Y todos aquellos que no os recibieren, ni os oyeren, saliendo de alli, sacudid el polvo que esta debajo de vuestros pies en testimonio a ellos. De cierto os digo que mas tolerable sera de los de Sodoma y Gomorra el dia del juicio, que el de aquella ciudad. 12 Y saliendo predicaban, que los hombres se arrepintiesen. 13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungian con aceite a muchos enfermos, y sanaban. 14 Y oyo el rey Herodes [la fama de Jesus], porque su nombre se habia hecho notorio, y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos; y por tanto virtudes obran en el. 15 Otros decian: Elias es. Y otros decian: Profeta es, o alguno de los profetas. 16 Y oyendo[lo] Herodes dijo: Este es Juan el que yo degolle: el ha resucitado de los muertos. 17 Porque el mismo Herodes habia enviado y prendido a Juan, y le habia aprisionado en la carcel a causa de Herodias, mujer de Felipe su hermano; pues la habia tomado por mujer. 18 Porque Juan decia a Herodes: No te es licito tener la mujer de tu hermano. 19 Mas Herodias le acechaba, y deseaba matarle, y no podia: 20 Porque Herodes temia a Juan, sabiendo que era varon justo y santo, y le tenia respeto: y oyendole hacia muchas cosas; y le oia de buena gana. 21 Y venido un dia oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su nacimiento, daba una cena a sus principes y tribunos, y a los principales de Galilea, 22 Y entrando la hija de Herodias, y danzando, y agradando a Herodes, y a los que estaban con el a la mesa, el rey dijo a la muchacha: Pideme lo que quisieres, que yo te lo dare. 23 Y le juro: Todo lo que me pidieres te dare, hasta la mitad de mi reino. 24 Y saliendo ella dijo a su madre, ?Que pedire? Y ella dijo: La cabeza de Juan Bautista. 25 Entonces [ella] entro prestamente al rey, y pidio, diciendo: Quiero que ahora luego me des en un plato la cabeza de Juan Bautista. 26 Y el rey se entristecio mucho; [mas] a causa del juramento, y de los que estaban con el a la mesa, no quiso desecharla. 27 Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mando que fuese traida su cabeza. 28 El cual fue, y le degollo en la carcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. 29 Y oyendo[lo] sus discipulos, vinieron, y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro. 30 Y los apostoles se juntaron con Jesus, y le contaron todo lo que habian hecho, y lo que habian ensenado. 31 Y [el] les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco; porque eran muchos los que iban y venian, que ni aun tenian lugar de comer. 32 Y se fueron en un barco al lugar desierto aparte. 33 Y los vieron ir muchos, y lo conocieron; y concurrieron alla muchos a pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a el. 34 Y saliendo Jesus, vio [una] grande multitud, y tuvo compasion de ellos, porque eran como ovejas que no tenian pastor; y les comenzo a ensenar muchas cosas. 35 Y como ya fuese el dia muy entrado, sus discipulos llegaron a el, diciendo: El lugar es desierto, y el dia es ya muy entrado; 36 Envialos para que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para si pan; porque no tienen que comer. 37 Y respondiendo el, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ?[Que], vamos y compremos pan por doscientos denarios, y demosles de comer? 38 Y el les dice: ?Cuantos panes teneis? Id, y vedlo. Y sabiendolo, dijeron: Cinco, y dos panes: 39 Y les mando que hiciesen recostar a todos por partidas sobre la yerba verde. 40 Y se recostaron por partidas, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. 41 Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partio los panes, y dio a sus discipulos para que [los] pusiesen delante. Y repartio a todos los dos peces. 42 Y comieron todos, y se hartaron. 43 Y alzaron de los pedazos doce cofines llenos, y de los peces. 44 Y los que comieron eran cinco mil hombres. 45 Y luego dio priesa a sus discipulos a subir en el barco, e ir delante de el a Bethsaida de la otra parte, entre tanto que el despedia la multitud. 46 Y despues que los hubo despedido, se fue al monte a orar. 47 Y como fue la tarde, el barco estaba en medio de la mar, y el solo en tierra. 48 Y los vio fatigados bogando, porque el viento les era contrario: y cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre la mar, y queria precederlos. 49 Y viendole ellos, que andaba sobre la mar, pensaron que era fantasma, y dieron voces: 50 Porque todos le veian, y se turbaron. Mas luego hablo con ellos, y les dijo: Alentaos; yo soy, no temais. 51 Y subio a ellos en el barco, y calmo el viento: y [ellos] en gran manera estaban fuera de si, y se maravillaban. 52 Porque aun no habian considerado lo de los panes; por cuanto estaban ofuscados sus corazones. 53 Y cuando estuvieron de la otra parte, vinieron a tierra de Genezaret, y tomaron puerto. 54 Y saliendo ellos del barco, luego le conocieron; 55 Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, adonde oian que estaba. 56 Y donde quiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponian en las calles los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos. CAPITULO 7. 1 Y SE juntaron a el Fariseos, y algunos de los escribas que habian venido de Jerusalem: 2 los cuales, viendo a algunos de sus discipulos comer pan con manos comunes, es a saber, no lavadas, [los] condenaban. 3 (Porque los Fariseos y todos los Judios, teniendo la tradicion de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. 4 Y [volviendo] de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos [de beber], y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.) 5 Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ?Por que tus discipulos no andan conforme a la tradicion de los ancianos, sino que comen pan con manos comunes? 6 Y respondiendo el, les dijo: Hipocritas, bien profetizo de vosotros Isaias, como esta escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su corazon lejos esta de mi. 7 Y en vano me honran, ensenando [como] doctrinas, mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, teneis la tradicion de los hombres; las lavaduras de los jarros, y de los vasos [de beber]: y haceis otras muchas cosas semejantes [a estas]. 9 Les decia tambien: Bien invalidais el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradicion. 10 Porque Moises dijo: Honra a tu padre y a tu madre: y, El que maldijere al padre o a la madre, morira de muerte. 11 Y vosotros decis: [Basta] si dijere un hombre al padre o a la madre: [Es] Corban (quiere decir, don [mio a Dios]) todo aquello con que pudiera valerte. 12 Y no le dejais hacer mas por su padre, o por su madre; 13 Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradicion que disteis; y muchas cosas haceis semejantes a estas. 14 Y llamando a toda la multitud, les dijo: Oidme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en el, que le pueda contaminar; mas lo que sale de el, aquello es lo que contamina al hombre. 16 Si alguno tiene oidos para oir, oiga. 17 Y [apartado] de la multitud habiendo entrado en casa, le preguntaron sus discipulos sobre la parabola. 18 Y dijoles: ?Tambien vosotros estais asi sin entendimiento? ?No entendeis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar? 19 Porque no entra en su corazon, sino en el vientre; y sale [el hombre] a la secreta, purgando todas las viandas. 20 Mas decia: que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazon de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engano, las desvergueenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. 24 Y levantandose de alli, se fue a los terminos de Tiro y de Sidon; y entrando en casa, quiso que nadie [lo] supiese; mas no pudo esconderse. 25 Porque una mujer, cuya hija tenia un espiritu inmundo, luego que oyo de el, vino, y se echo a sus pies. 26 Y la mujer era Griega, Sirofenisa de nacion, y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. 27 Mas Jesus le dijo: Deja primero hartarse los hijos; porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. 28 Y respondio ella, y le dijo: Si, Senor, pero aun los perillos debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos. 29 Entonces le dice: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. 30 Y como fue a su casa, hallo que el demonio habia salido, y la hija echada sobre la cama. 31 Y volviendo a salir de los terminos de Tiro, vino por Sidon a la mar de Galilea, por mitad de los terminos de Decapolis. 32 Y le traen un sordo y tartamudo, y le ruegan que le ponga la mano encima. 33 Y tomandole aparte de la gente metio sus dedos en las orejas de el, y escupiendo toco su lengua; 34 Y mirando al cielo gimio, y le dijo: Ephphatha: que es [decir]: Se abierto. 35 Y luego fueron abiertos sus oidos y fue desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien. 36 Y les mando que no lo dijesen a nadie; pero cuanto mas les mandaba tanto mas y mas [lo] divulgaban. 37 Y en gran manera se maravillaban, diciendo: Bien lo ha hecho todo: hace a los sordos oir, y a los mudos hablar. CAPITULO 8. 1 EN aquellos dias, como hubo gran gentio, y no tenian que comer, Jesus llamo sus discipulos, y les dijo: 2 Tengo compasion de la multitud porque ya hace tres dias que estan conmigo, y no tienen que comer: 3 Y si los enviare en ayunas a sus casas, desmayaran en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos. 4 Y sus discipulos le respondieron: ?De donde podra alguien hartar a estos de pan aqui en el desierto? 5 Y les pregunto: ?Cuantos panes teneis? Y ellos dijeron: Siete. 6 Entonces mando a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partio, y dio a sus discipulos que [los] pusiesen delante: y [los] pusieron delante a la multitud. 7 Tenian tambien unos pocos pececillos; y los bendijo, y mando que tambien los pusiesen delante. 8 Y comieron, y se hartaron, y levantaron de los pedazos que habian sobrado, siete espuertas. 9 Y eran los que comieron, como cuatro mil: y los despidio. 10 Y luego entrando en el barco con sus discipulos, vino a las partes de Dalmanuta. 11 Y vinieron los Fariseos, y comenzaron a altercar con el pidiendole senal del cielo, tentandole. 12 Y gimiendo en su espiritu dice: ?Por que pide senal esta generacion? De cierto os digo que no se dara senal a esta generacion. 13 Y dejandoles volvio a entrar en el barco, y se fue de la otra parte. 14 Y se habian olvidado de tomar pan, y no tenian sino un pan consigo en el barco. 15 Y les mando diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los Fariseos, y de la levadura de Herodes. 16 Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos. 17 Y como Jesus lo entendio, les dice: ?Que altercais, porque no teneis pan? ?No considerais ni entendeis? Aun teneis endurecido vuestro corazon? 18 ?Teniendo ojos no veis, y teniendo oidos no ois? ?Y no os acordais? 19 Cuando parti los cinco panes entre cinco mil, ?cuantas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce. 20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ?cuantas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete. 21 Y les dijo: ?Como aun no entendeis? 22 Y vino a Bethsaida; y le traen un ciego, y le ruegan que le tocase. 23 Entonces tomando la mano del ciego le saco fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos, y poniendole las manos encima, le pregunto si veia algo. 24 Y el mirando, dijo: Veo los hombres, pues veo que andan, como arboles. 25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. 26 Y enviolo a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni [lo] digas a nadie en la aldea. 27 Y salio Jesus y sus discipulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino pregunto a sus discipulos, diciendoles: ?Quien dicen los hombres que soy yo? 28 Y ellos respondieron: Juan Bautista; y otros, Elias; y otros, Alguno de los profetas. 29 Entonces el les dice: Y vosotros ?Quien decis que soy yo? Y respondiendo Pedro le dice: Tu eres el Cristo. 30 Y les apercibio que no hablasen de el a ninguno. 31 Y comenzo a ensenarles, que convenia que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los principes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar despues de tres dias. 32 Y claramente decia esta palabra. Entonces Pedro le tomo y le comenzo a reprender. 33 Y el, volviendose y mirando a sus discipulos, rino a Pedro, diciendo: Apartate de mi, Satanas; porque no sabes las cosas que [son] de Dios, sino las que [son] de los hombres. 34 Y llamando a la gente con sus discipulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mi, nieguese a si mismo, y tome su cruz, y sigame. 35 Porque el que quisiere salvar su vida, la perdera; y el que perdiere su vida por causa de mi y del Evangelio, la salvara. 36 Porque ?que aprovechara al hombre si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? 37 ?O que recompensa dara el hombre por su alma? 38 Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras en esta generacion adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzara tambien de el, cuando vendra en la gloria de su Padre con los santos angeles. CAPITULO 9. 1 TAMBIEN les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que estan aqui que no gustaran la muerte, hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con potencia. 2 Y seis dias despues tomo Jesus a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y los saco aparte solos a un monte alto, y fue transfigurado delante de ellos. 3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningun lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. 4 Y les aparecio Elias con Moises, que hablaban con Jesus. 5 Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesus: Maestro, bien sera que nos quedemos aqui, y hagamos tres pabellones: para ti uno, y para Moises otro, y para Elias otro. 6 Porque no sabia lo que hablaba; que estaban espantados. 7 Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube que decia: Este es mi Hijo amado; a el oid. 8 Y luego, como miraron, no vieron mas a nadie consigo, sino a Jesus solo. 9 Descendiendo ellos del monte, les mando que a nadie dijesen lo que habian visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de los muertos. 10 Y [ellos] retuvieron la palabra en si altercando que seria aquello: Resucitar de los muertos. 11 Y le preguntaron diciendo: ?Que es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elias venga antes? 12 Y respondiendo el, les dijo: Elias a la verdad, viniendo antes, restituira todas las cosas: y como esta escrito del Hijo del hombre, [conviene] que padezca mucho, y sea tenido en nada, 13 Empero os digo que Elias [ya] vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como esta escrito de el. 14 Y como vino a los discipulos, vio grande compania alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. 15 Y luego toda la gente, viendole, se espanto, y corriendo a el, le saludaron. 16 Y preguntoles: ?Que disputais con ellos? 17 Y respondiendo uno de la compania, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espiritu mudo, 18 El cual donde quiera que le toma le despedaza, y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando: y dije a tus discipulos que le echasen fuera, y no pudieron. 19 Y respondiendo el, les dijo: iOh generacion infiel! ?hasta cuando estare con vosotros? ?hasta cuando os tengo de sufrir? Traedmele. 20 Y se le trajeron: y como le vio, luego el espiritu lo desgarraba; y cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. 21 Y [Jesus] pregunto a su padre: ?Cuanto tiempo ha que le acontecio esto? Y el dijo: Desde nino: 22 Y muchas veces le echa en el fuego, y en aguas, para matarle; mas, Si puedes algo, ayudanos, teniendo misericordia de nosotros. 23 Y Jesus le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible. 24 Y luego el padre del muchacho dijo clamando: Creo; ayuda mi incredulidad. 26 Y como Jesus vio que la multitud se agolpaba, reprendio al espiritu inmundo, diciendole: Espiritu mudo y sordo, yo te mando, sal de el, y no entres mas en el. 26 Entonces [el espiritu] clamando, y desgarrandole mucho, salio; y [el] quedo como muerto, de modo que muchos decian: Esta muerto. 27 Mas Jesus tomandole de la mano, enderezolo, y se levanto. 28 Y como el entro en casa, sus discipulos le preguntaron aparte: ?Por que nosotros no pudimos echarle fuera? 29 Y les dijo: Este genero con nada puede salir, sino con oracion y ayuno. 30 Y habiendo salido de alli, caminaron por Galilea; y no queria que nadie lo supiese. 31 Porque ensenaba a sus discipulos, y les decia: El Hijo del hombre sera entregado en manos de hombres, y le mataran; mas muerto [el], resucitara al tercer dia. 32 Pero ellos no entendian [esta] palabra, y tenian miedo de preguntarle. 33 Y llego a Capernaum; y asi que estuvo en casa, les pregunto: ?Que disputabais entre vosotros en el camino? 34 Mas ellos callaron; porque los unos con los otros habian disputado en el camino quien [habia de ser] el mayor. 35 Entonces sentandose, llamo a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, sera el postrero de todos, y el servidor de todos. 36 Y tomando un nino, pusolo en medio de ellos; y tomandole en sus brazos, les dice: 37 El que recibiere en mi nombre uno de los tales ninos, a mi recibe: y el que a mi recibe, no recibe a mi, mas al que me envio. 38 Y respondiole Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue: y se lo prohibimos, porque no nos sigue. 39 Y Jesus dijo: No se lo prohibais; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mi. 40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. 41 Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perdera su recompensa. 42 Y cualquiera que escandalizare a uno de estos pequenitos que creen en mi, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y fuera echado en la mar. 43 Y si tu mano te escandalizare, cortala: mejor te es entrar a la vida manco, que teniendo dos manos ir a la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; 44 Donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasion de caer, cortale: mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; 46 Donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasion de caer, sacale: mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado a la Gehenna; 48 Donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 49 Porque todos seran salados con fuego, y todo sacrificio sera salado con sal. 50 Buena es la sal: mas si la sal fuere desabrida, ?con que la adobareis? Tened en vosotros mismos sal; y tened paz los unos con los otros. CAPITULO 10. 1 Y PARTIENDOSE de alli, vino a los terminos de Judea, y tras el Jordan: y volvio el pueblo a juntarse a el; y de nuevo los ensenaba como solia. 2 Y llegandose los Fariseos, le preguntaron, para tentarle, si era licito al marido repudiar a su mujer. 3 Mas el respondiendo, les dijo: ?Que os mando Moises? 4 Y ellos dijeron: Moises permitio escribir carta de divorcio, y repudiar. 5 Y respondiendo Jesus, les dijo: Por la dureza de vuestro corazon os escribio este mandamiento: 6 Pero al principio de la creacion, macho y hembra los hizo Dios. 7 Por esto dejara el hombre a su padre y a la madre, y se juntara a su mujer, 8 Y los que [eran] dos seran hechos una carne: asi que no son mas dos, sino una carne. 9 Pues lo que Dios junto, no [lo] aparte el hombre. 10 Y en casa volvieron los discipulos a preguntarle de lo mismo. 11 Y les dice: Cualquiera que repudiare a su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella. 12 Y si la mujer repudiare a su marido, y se casare con otro, comete adulterio. 13 Y le presentaban ninos para que los tocase; y los discipulos renian a los que los presentaban. 14 Y viendolo Jesus se enojo, y les dijo: Dejad los ninos venir, y no se lo estorbeis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo que el que no recibiere el reino de Dios como un nino, no entrara en el. 16 Y tomandolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecia. 17 Y saliendo el para ir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de el, le pregunto: Maestro bueno, ?que hare para poseer la vida eterna? 18 Y Jesus le dijo: ?Por que me dices bueno? Ninguno [hay] bueno, sino [solo] uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra a tu padre y a tu madre. 20 El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi mocedad. 21 Entonces Jesus mirandole, amolo, y dijole: Una cosa te falta; ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendras tesoro en el cielo: y ven, sigueme tomando tu cruz. 22 Mas el, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenia muchas posesiones. 23 Entonces Jesus mirando alrededor, dice a sus discipulos: iCuan dificilmente entraran en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Y los discipulos se espantaron de sus palabras; mas Jesus respondiendo les volvio a decir: iHijos, cuan dificil es entrar en el reino de Dios los que confian en las riquezas, 25 Mas facil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. 26 Y ellos se espantaban mas, diciendo dentro de si: ?Y quien podra salvarse? 27 Entonces Jesus mirandolos, dice: Para los hombres, [es] imposible; mas para Dios, no: porque todas cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzo a decirle: He aqui, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido. 29 Y respondiendo Jesus, dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o heredades, por causa de mi y del Evangelio, 30 Que no reciba cien tantos, ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Empero muchos primeros seran postreros, y postreros primeros. 32 Y estaban en el camino subiendo a Jerusalem; y Jesus iba delante de ellos, Y se espantaban y le seguian con miedo: entonces volviendo a tomar a los doce [aparte], les comenzo a decir las cosas que le habian de acontecer: 33 He aqui subimos a Jerusalem; y el Hijo del hombre sera entregado a los principes de los sacerdotes, y a los escribas, y le condenaran a muerte, y le entregaran a los Gentiles: 34 Y le escarneceran, y le azotaran, y escupiran en el, y le mataran; mas al tercer dia resucitara. 35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a el, diciendo: Maestro, queriamos que nos hagas lo que pidieremos. 36 Y el les dijo: ?Que quereis que os haga? 37 Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu diestra, y el otro a tu siniestra. 38 Entonces Jesus les dijo: No sabeis lo que pedis. ?Podeis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? 39 Y ellos le dijeron: Podemos: y Jesus les dijo: a la verdad del vaso que yo bebo, bebereis; y del bautismo de que yo soy bautizado, sereis bautizados: 40 Mas que os senteis a mi diestra, y a mi siniestra, no es mio darlo, sino a los que esta aparejado. 41 Y como [lo] oyeron los diez, comenzaron a enojarse de Jacobo y de Juan. 42 Mas Jesus llamandoles, les dice: Sabeis que los que se ven ser principes entre las gentes, se ensenorean de ellas; y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad. 43 Mas no sera asi entre vosotros; antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, sera vuestro servidor: 44 Y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, sera siervo de todos. 45 Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos. 46 Entonces vienen a Jerico: y saliendo el de Jerico, y sus discipulos, y una gran compania, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesus el Nazareno, comenzo a dar voces, y decir: Jesus, hijo de David, ten misericordia de mi. 48 Y muchos le renian, que callase: mas el daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mi. 49 Entonces Jesus parandose, mando llamarle: y llaman al ciego, diciendole: Ten confianza; levantate, [que] te llama. 50 El entonces echando su capa, se levanto, y vino a Jesus. 51 Y respondiendo Jesus le dice: ?Que quieres que te haga? Y el ciego le dice: Maestro, que cobre la vista. 52 Y Jesus le dijo: Ve; tu fe te ha salvado. Y luego cobro la vista y seguia a Jesus en el camino. CAPITULO 11. 1 Y COMO fueron cerca de Jerusalem, de Bethfage, y de Bethania al monte de las Olivas, envia a dos de sus discipulos, 2 Y les dice: Id al lugar que [esta] delante de vosotros, y luego entrados en el, hallareis un pollino atado, sobre el cual ningun hombre ha subido; desatadle, y traedle. 3 Y si alguien os dijere: ?Por que haceis eso? Decid que el Senor lo ha menester; y luego le enviara aca. 4 Y fueron, y hallaron el pollino atado a la puerta fuera, entre dos caminos, y le desataron. 5 Y unos de los que estaban alli, les dijeron: ?Que haceis desatando el pollino? 6 Ellos entonces les dijeron como Jesus habia mandado: y los dejaron. 7 Y trajeron el pollino a Jesus, y echaron sobre el sus vestidos, y se sento sobre el. 8 Y muchos tendian sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los arboles, y [las] tendian por el camino. 9 Y los que iban delante, y los que iban detras, daban voces diciendo: iHosanna! Bendito el que viene en el nombre del Senor. 10 Bendito el reino de nuestro padre David, que viene en el nombre del Senor: iHosanna en las alturas! 11 Y entro Jesus en Jerusalem, y en el templo: y habiendo mirado alrededor todas las cosas, y siendo ya tarde, saliose a Bethania con los doce. 12 Y el dia siguiente, como salieron de Bethania, tuvo hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera, que tenia hojas, se acerco, si quizas hallaria en ella algo: y como vino a ella, nada hallo sino hojas; porque no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesus respondiendo, dijo a la higuera: Nunca mas coma nadie fruto de ti para siempre. Y [esto] oyeron sus discipulos. 15 Vienen pues a Jerusalem; y entrando Jesus en el templo, comenzo a echar fuera a los que vendian y compraban en el templo, y trastorno las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendian palomas: 16 Y no consentia que alguien llevase vaso por el templo. 17 Y les ensenaba diciendo: ?No esta escrito que mi casa, casa de oracion sera llamada por todas las gentes? mas vosotros la habeis hecho cueva de ladrones. 18 Y lo oyeron los escribas y los principes de los sacerdotes, y procuraban como le matarian; porque le tenian miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina. 19 Mas como fue tarde, Jesus salio de la ciudad. 20 Y pasando por la manana, vieron que la higuera se habia secado desde las raices. 21 Entonces Pedro acordandose, le dice: Maestro, he aqui la higuera que maldijiste, se ha secado. 22 Y respondiendo Jesus les dice: Tened fe de Dios. 23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quitate, y echate en la mar; y no dudare en su corazon, mas creyere que sera hecho lo que dice, lo que dijere le sera hecho. 24 Por tanto os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que [lo] recibireis y os vendra. 25 Y cuando estuviereis orando, perdonad, si teneis algo contra alguno; para que vuestro Padre que [esta] en los cielos, os perdone tambien a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que [esta] en los cielos, os perdonara vuestras ofensas. 27 Y volvieron a Jerusalem: y andando el por el templo, vienen a el los principes de los sacerdotes y los escribas, y los ancianos, 28 Y le dicen: ?Con que facultad haces estas cosas? ?y quien te ha dado esta facultad para hacer estas cosas? 29 Y Jesus, respondiendo entonces, les dice: Os preguntare tambien yo una palabra: y respondedme, y os dire con que facultad hago estas cosas. 30 El bautismo de Juan ?era del cielo o de los hombres? Respondedme. 31 Entonces ellos pensaron dentro de si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo, dira: ?Por que pues no le creisteis? 32 Y si dijeremos: De los hombres, tememos al pueblo: porque todos juzgaban de Juan, que verdaderamente era profeta. 33 Y respondiendo, dicen a Jesus: No sabemos. Entonces respondiendo Jesus, les dice: Tampoco yo os dire con que facultad hago estas cosas. CAPITULO 12. 1 Y COMENZO a hablarles por parabolas: Planto un hombre una vina, y la cerco con seto, y cavo un lagar, y edifico una torre, y la arrendo a labradores, y se partio lejos. 2 Y envio un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomase de los labradores del fruto de la vina: 3 Mas ellos, tomandole, le hirieron y le enviaron vacio. 4 Y volvio a enviarles otro siervo, mas [ellos] apedreandole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado. 5 Y volvio a enviar otro, y a aquel mataron; y a otros muchos, hiriendo a unos y matando a otros. 6 Teniendo pues aun un hijo suyo amado, enviolo tambien a ellos el postrero, diciendo: Tendran en reverencia a mi hijo. 7 Mas aquellos labradores dijeron entre si: Este es el heredero; venid, matemosle, y la heredad sera nuestra. 8 Y prendiendole, le mataron, y echaron fuera de la vina. 9 ?Que, pues, hara el senor de la vina? Vendra, y destruira a estos labradores, y dara su vina a otros. 10 ?Ni aun esta escritura habeis leido: La piedra que desecharon los que edificaban, esta es puesta por cabeza de esquina; 11 Por el Senor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos? 12 Y procuraban prenderle; porque entendian que decia a ellos aquella parabola: mas temian la multitud, y dejandole se fueron. 13 Y envian a el algunos de los Fariseos y de los Herodianos, para que le sorprendiesen en [alguna] palabra. 14 Y viniendo ellos, le dicen: Maestro sabemos que eres hombre de verdad, y [que] no te cuidas de nadie; porque no mires a la apariencia de hombres, antes con verdad ensenas el camino de Dios. ?Es licito dar tributo a Cesar, o no? ?Daremos, o no daremos? 15 Entonces el, como entendia la hipocresia de ellos, les dijo: ?Por que me tentais? Traedme la moneda para que la vea. 16 Y ellos se la trajeron: y les dice: ?Cuya es esta imagen y esta inscripcion? Y ellos le dijeron: De Cesar. 17 Y respondiendo Jesus les dijo: Dad lo que [es] de Cesar a Cesar; y lo que es de Dios, a Dios. Y se maravillaron de ello. 18 Entonces vienen a el los Saduceos, que dicen que no hay resurreccion, y le preguntaron diciendo: 19 Maestro, Moises nos escribio, que si el hermano de alguno muriese, y dejase mujer, y no dejase hijos, que su hermano tome su mujer, y levante linaje a su hermano. 20 Fueron, [pues], siete hermanos; y el primero tomo mujer, y muriendo, no dejo simiente. 21 Y la tomo el segundo, y murio: y ni aquel tampoco deja simiente: y el tercero, de la misma manera. 22 Y la tomaron los siete; y tampoco dejaron simiente: a la postre murio tambien la mujer. 23 En la resurreccion, pues, cuando resucitaren, ?de cual de ellos sera mujer? porque los siete la tuvieron por mujer. 24 Entonces respondiendo Jesus, les dice: ?No errais por eso, porque no sabeis las escrituras, ni la potencia de Dios? 25 Porque cuando resucitaran de los muertos, ni se casaran, ni seran dados en casamiento, mas son como los angeles que [estan] en los cielos. 26 Y de que los muertos hayan de resucitar, ?no habeis leido en el libro de Moises, como le hablo Dios en la zarza, diciendo: Yo [soy] el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? 27 No es Dios de muertos, mas Dios de vivos: asi que vosotros mucho errais. 28 Y llegandose uno de los escribas que los habia oido disputar, y sabia que les habia respondido bien, le pregunto: ?Cual es el primer mandamiento de todos? 29 Y Jesus le respondio: El primer mandamiento de todos [es]: Oye, Israel, el Senor nuestro Dios, el Senor uno es: 30 Amaras pues al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante a el: Amaras a tu projimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de el: 33 Y que amarle de todo corazon, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todas las fuerzas; y amar al projimo como a si mismo, mas es que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesus entonces viendo que habia respondido sabiamente, le dice: No estas lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. 35 Y respondiendo Jesus decia, ensenando en el templo: ?Como dicen los escribas que el Cristo es Hijo de David? 36 Porque el mismo David dijo por Espiritu Santo: Dijo el Senor a mi Senor: Sientate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. 37 Luego llamandole el mismo David Senor, ?de donde pues es su Hijo? Y los [que eran] del comun del pueblo le oian de buena gana. 38 Y les decia en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, 39 Y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; 40 Que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibiran mayor juicio. 41 Y estando sentado Jesus delante del arca de la ofrenda, miraba como el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y como vino una viuda pobre, echo dos blancas, que son un maravedi. 43 Entonces llamando a sus discipulos les dice: De cierto os digo que esta viuda pobre echo mas que todos los que han echado en el arca: 44 Porque todos han echado de lo que les sobra; mas esta de su pobreza echo todo lo que tenia, todo su alimento. CAPITULO 13. 1 Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discipulos: Maestro, mira que piedras, y que edificios. 2 Y Jesus respondiendo le dijo: ?Ves estos grandes edificios? no quedara piedra sobre piedra que no sea derribada. 3 Y sentandose en el monte de los Olivos delante del templo, le preguntaron aparte Pedro, y Jacobo, y Juan, y Andres: 4 Dinos: ?cuando seran estas cosas? ?Y que senal [habra] cuando todas estas cosas han de cumplirse? 5 Y Jesus respondiendoles, comenzo a decir: Mirad que nadie os engane; 6 Porque vendran muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy [el Cristo;] y enganaran a muchos. 7 Mas cuando oyereis guerras, y rumores de guerras, no os turbeis; porque conviene hacerse [asi,] mas aun no [sera] el fin. 8 Porque se levantara nacion contra nacion, y reino contra reino; y habra terremotos en muchos lugares; y habra hambres, y alborotos: principios de dolores [seran] estos. 9 Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregaran en los concilios, y en sinagogas sereis azotados; y delante de presidentes y de reyes sereis llamados por causa de mi en testimonio a ellos. 10 Y a todas las gentes conviene que el Evangelio sea predicado antes. 11 Y cuando os trajeren para entregaros, no premediteis que habeis de decir, ni [lo] penseis: mas lo que os fuere dada en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que hablais, sino el Espiritu Santo. 12 Y entregara a la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo; y se levantaran los hijos contra los padres, y los mataran. 13 Y sereis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, este sera salvo. 14 Empero cuando viereis la abominacion de asolamiento, que fue dicha por el profeta Daniel, que estara donde no debe, (el que lee, entienda), entonces los que esten en Judea huyan a los montes: 15 Y el que este sobre el terrado, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa: 16 Y el que estuviere en el campo, no vuelva atras a tomar su capa. 17 Mas iay de las prenadas, y de las que criaren en aquellos dias! 18 Orad pues que no acontezca vuestra huida en invierno. 19 Porque aquellos dias seran [de] afliccion, cual nunca fue desde el principio de la creacion que crio Dios, hasta este tiempo, ni sera. 20 Y si el Senor no hubiese abreviado aquellos dias, ninguna carne se salvaria; mas por causa de los escogidos que el escogio, abrevio aquellos dias. 21 Y entonces si alguno os dijere: He aqui, aqui esta el Cristo; o he aqui, alli [esta], no [le] creais; 22 Porque se levantaran falsos Cristos y falsos profetas, y daran senales y prodigios, para enganar, si se pudiese hacer aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad: os lo he dicho antes todo. 24 Empero en aquellos dias, despues de aquella afliccion, el sol se oscurecera, y la luna no dara su resplandor: 25 Y las estrellas caeran del cielo, y las virtudes que [estan] en los cielos seran conmovidas. 26 Y entonces veran al Hijo del hombre que vendra en las nubes con mucha potestad y gloria. 27 Y entonces enviara sus angeles, y juntara sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo. 28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conoceis que el verano esta cerca. 29 Asi tambien vosotros cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que esta cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo que no pasara esta generacion, que todas estas cosas no sean hechas. 31 El cielo y la tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran. 32 Empero de aquel dia y de la hora, nadie sabe, ni aun los angeles que estan en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. 33 Mirad, velad y orad; porque no sabeis cuando sera el tiempo. 34 Como el hombre, que partiendose lejos, deja su casa, y dio facultad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mando que velase. 35 Velad pues, porque no sabeis cuando el senor de la casa vendra; si a la tarde, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la manana; 36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo. 37 Y las cosas que a vosotros digo, a todos [las] digo: Velad. CAPITULO 14. 1 Y DOS dias despues era la Pascua, y [los dias] de los panes sin levadura; y procuraban los principes de los sacerdotes y los escribas como le prenderian por engano, y le matarian. 2 Y decian: No en el dia de la fiesta, porque no se haga alboroto del pueblo. 3 Y estando el en Bethania en casa de Simon el leproso, y sentado a la mesa vino una mujer teniendo un [vaso de] alabastro de ungueento de nardo espique de mucho precio, y quebrando el alabastro, derramoselo sobre su cabeza. 4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de si, y dijeron: ?Para que se ha hecho este desperdicio de ungueento? 5 Porque podia esto ser vendido por mas de trescientos denarios, y darse a los pobres. Y refunfunaban contra ella. 6 Mas Jesus dijo: Dejadla: ?por que la fatigais? buena obra me ha hecho. 7 Que siempre tendreis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis, les podreis hacer bien; mas a mi no siempre me tendreis. 8 Esta ha hecho lo que podia: porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. 9 De cierto os digo que donde quiera que fuere predicado este Evangelio en todo el mundo, tambien esto que ha hecho esta, sera dicho para memoria de ella. 10 Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino a los principes de los sacerdotes, para entregarselo. 11 Y ellos oyendo[lo] se holgaron, y prometieron que le darian dineros. Y buscaba oportunidad como le entregaria. 12 Y el primer dia [de la fiesta] de los panes sin levadura, cuando sacrificaban la Pascua, sus discipulos le dicen: ?Donde quieres que vayamos a disponer para que comas la Pascua? 13 Y envia dos de sus discipulos, y les dice: Id a la ciudad, y os encontrara un hombre que lleva un cantaro de agua; seguidle: 14 Y donde entrare, decid al senor de la casa: El Maestro dice: ?Donde esta el aposento donde he de comer la Pascua con mis discipulos? 15 Y el os mostrara un gran cenaculo ya preparado: aderezad para nosotros alli. 16 Y fueron sus discipulos, y vinieron a la ciudad, y hallaron como les habia dicho; y aderezaron la Pascua. 17 Y llegada la tarde, fue con los doce. 18 Y como se sentaron a la mesa, y comiesen, dice Jesus: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. 19 Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle cada uno por si: ?[Sere] yo? Y el otro: ?[Sere] yo? 20 Y el respondiendo les dijo: [Es] uno de los doce que moja conmigo en el plato. 21 A la verdad el Hijo del hombre va, como esta de el escrito: mas iay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera a aquel hombre, si nunca hubiera nacido. 22 Y estando ellos comiendo, tomo Jesus pan, y bendiciendo, partio, y les dio, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23 Y tomando el vaso, habiendo hecho gracias, les dio: y bebieron de el todos. 24 Y les dice: Esto es mi sangre del Nuevo Pacto, que por muchos es derramada. 25 De cierto os digo que no bebere mas del fruto de la vid hasta aquel dia, cuando lo bebere nuevo en el reino de Dios. 26 Y como hubieron cantado el himno, se salieron al monte de los Olivos. 27 Jesus entonces les dice: Todos sereis escandalizados en mi esta noche; porque escrito esta: Herire al pastor, y seran derramadas las ovejas. 28 Mas despues que haya resucitado, ire delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, mas no yo. 30 Y le dice Jesus: De cierto te digo que tu, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negaras tres veces. 31 Mas el con mayor porfia decia: Si me fuere menester morir contigo, no te negare. Tambien todos decian lo mismo. 32 Y vienen al lugar que se llama Getsemani, y dice a sus discipulos: Sentaos aqui, entretanto que yo oro. 33 Y toma consigo a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y comenzo a atemorizarse, y a angustiarse; 34 Y les dice: Esta muy triste mi alma hasta la muerte: esperad aqui, y velad. 35 Y yendose un poco adelante se postro en tierra, y oro, que si fuese posible, pasase de el aquella hora: 36 Y decia: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles; traspasa de mi este vaso: empero no lo que yo quiero sino lo que tu. 37 Y vino, y los hallo durmiendo; y dice a Pedro: ?Simon, duermes? ?No has podido velar una hora? 38 Velad y orad, para que no entreis en tentacion: el espiritu a la verdad [es] presto, mas la carne enferma. 39 Y volviendose a ir, oro, y dijo las mismas palabras. 40 Y vuelto, los hallo otra vez durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados, y no sabian que responderle. 41 Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad: basta, la hora es venida; he aqui, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vamos: he aqui el que me entrega esta cerca. 43 Y luego, aun hablando el, vino Judas, que era uno de los doce, y con el una compania con espadas y palos de parte de los principes de los sacerdotes, y de los escribas, y de los ancianos. 44 Y el que le entregaba les habia dado senal comun diciendo: Al que yo besare, aquel es; prendedle, y llevadle con seguridad. 45 Y como vino, se acerco luego a el y le dice: Maestro, Maestro. Y le beso. 46 Entonces ellos echaron en el sus manos, y le prendieron. 47 Y uno de los que estaban alli sacando la espada, hirio al siervo del sumo sacerdote, y le corto la oreja. 48 Y respondiendo Jesus, les dijo: ?Como a ladron habeis salido con espadas y con palos a tomarme? 49 Cada dia estaba con vosotros ensenando en el templo, y no me tomasteis: pero, [es asi] para que se cumplan las escrituras. 50 Entonces dejandole todos [sus discipulos], huyeron. 51 Empero un mancebillo le seguia cubierto de una sabana sobre [el cuerpo] desnudo: y los mancebos le prendieron. 52 Mas el, dejando la sabana, se huyo de ellos desnudo. 53 Y trajeron a Jesus al sumo sacerdote: y se juntaron a el todos los principes de los sacerdotes, y los ancianos, y los escribas. 54 Empero Pedro le siguio de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote: y estaba sentado con los servidores, y calentandose al fuego. 55 Y los principes de los sacerdotes, y todo el concilio, buscaban [algun] testimonio contra Jesus, para entregarle a la muerte; mas no [le] hallaban. 56 Porque muchos decian falso testimonio contra el; mas sus testimonios no concertaban. 57 Entonces levantandose unos, dieron falso testimonio contra el, diciendo: 58 Nosotros le hemos oido decir: Yo derribare este templo, que es hecho de mano, y en tres dias edificare otro hecho sin mano. 59 Mas ni aun asi se concertaba el testimonio de ellos. 60 Entonces el sumo sacerdote, levantandose en medio, pregunto a Jesus diciendo: ?No respondes algo? ?Que atestiguan estos contra ti? 61 Mas el callaba, y nada respondia. El sumo sacerdote le volvio a preguntar, y le dice: ?Eres tu el Cristo, el Hijo del Bendito? 62 Y Jesus le dijo: Yo soy: y vereis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia [de Dios,] y viniendo en las nubes del cielo. 63 Entonces el sumo sacerdote rasgando sus vestidos, dijo: ?Que mas tenemos necesidad de testigos? 64 Oido habeis la blasfemia: ?Que os parece? Y ellos todos le condenaron ser culpado de muerte. 65 Y algunos comenzaron a escupir en el, y cubrir su rostro, y a darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herian de bofetadas. 66 Y estando Pedro abajo, en el atrio, vino una de las criadas del sumo sacerdote; 67 Y como vio a Pedro que se calentaba, mirandole, dice: Y tu con Jesus el Nazareno estabas. 68 Mas el nego diciendo: No [le] conozco, ni se lo que dices. Y se salio fuera a la entrada; y canto el gallo. 69 Y la criada viendole otra vez, comenzo a decir a los que estaban alli: Este es de ellos. 70 Mas el nego otra vez. Y poco despues, los que estaban alli dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tu eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante. 71 Y el comenzo a maldecirse, y a jurar: No conozco a este hombre de quien hablais. 72 Y el gallo canto la segunda vez: y Pedro se acordo de las palabras que Jesus le habia dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negaras tres veces: y pensando [en esto], lloraba. CAPITULO 15. 1 LUEGO por la manana, habiendo tenido consejo los principes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron a Jesus atado, y [le] entregaron a Pilato. 2 Y Pilato le pregunto: ?Eres tu el rey de los Judios? Y respondiendo el, le dijo: Tu [lo] dices. 3 Y los principes de los sacerdotes le acusaban mucho. 4 Y le pregunto otra vez Pilato, diciendo: ?No respondes algo? Mira de cuantas cosas te acusan. 5 Mas Jesus ni aun con eso respondio, de modo que Pilato se maravillaba. 6 Empero en el dia de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen. 7 Y habia uno que se llamaba Barrabas, preso con sus companeros de motin, que habian hecho muerte en una revuelta. 8 Y viniendo la multitud, comenzo a pedir [hiciese] como siempre les habia hecho. 9 Y Pilato les respondio, diciendo: ?Quereis que os suelte al Rey de los Judios, 10 Porque conocia que por envidia le habian entregado los principes de los sacerdotes. 11 Mas los principes de los sacerdotes incitaron a la multitud, que les soltase antes a Barrabas. 12 Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ?Que pues quereis que haga del que llamais Rey de los Judios? 13 Y ellos volvieron a dar voces: Crucificale. 14 Mas Pilato les decia: ?Pues que mal ha hecho? Y ellos daban mas voces: Crucificale. 15 Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les solto a Barrabas, y entrego a Jesus, despues de azotarle, para que fuese crucificado. 16 Entonces los soldados le llevaron dentro a la sala, es a saber, al pretorio y convocan toda la cohorte. 17 Y le visten de purpura; y poniendole una corona tejida de espinas, 18 Comenzaron luego a saludarle: Salve, rey de los Judios. 19 Y le herian en la cabeza con una cana, y escupian en el, y le adoraban hincadas las rodillas. 20 Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la [ropa de] purpura y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle. 21 Y cargaron a uno que pasaba, (Simon Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venia del campo) para que llevase su cruz. 22 Y le llevan al lugar de Golgotha, que declarado, quiere decir: Lugar de la Calavera. 23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra: mas el no lo tomo. 24 Y cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos, que llevaria cada uno. 25 Y era la hora de las tres cuando le crucificaron. 26 Y el titulo escrito de su causa era; EL REY DE LOS JUDIOS. 27 Y crucificaron con el dos ladrones uno a su derecha, y otro a su izquierda. 28 Y se cumplio la escritura que dice: Y con los inicuos fue contado. 29 Y los que pasaban, le denostaban meneando sus cabezas, y diciendo: Ah, tu que derribas el templo de Dios, y en tres dias lo edificas, 30 Salvate a ti mismo, y desciende de la cruz. 31 Y de esta manera tambien los principes de los sacerdotes escarneciendo decian unos a otros, con los escribas a otros salvo, a si mismo no se puede salvar. 32 El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos. Tambien los que estaban crucificados con el le denostaban. 33 Y cuando vino la hora de sexta fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora de none. 34 Y a la hora de nona exclamo Jesus a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ?lamma sabachthani? que declarado, quiere decir: Dios mio, Dios mio, ?por que me has desamparado? 35 Y oyendole unos de los que estaban [alli,] decian: He aqui, llama a Elias. 36 Y corrio uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniendola en una cana, le dio a beber, diciendo: Dejad veamos si vendra Elias a quitarle. 37 Mas Jesus, dando una grande voz, espiro. 38 Entonces el velo del templo se rasgo en dos de alto a bajo. 39 Y el centurion, que estaba delante de el, viendo que habia espirado asi clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios. 40 Y tambien estaban [algunas] mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaban* Maria Magdalena, y Maria la madre de Jacobo el menor, y de Joses, y Salome; 41 Las cuales, estando aun el en Galilea, le habian seguido, y le servian; y otras muchas que juntamente con el habian subido a Jerusalem. 42 Y cuando fue la tarde, porque era la preparacion, es decir, la vispera del Sabado, 43 Jose de Arimatea, senador noble, que tambien esperaba el reino de Dios, vino y osadamente entro a Pilato, y pidio el cuerpo de Jesus. 44 Y Pilato se maravillo que ya fuese muerto; y haciendo venir al centurion, preguntole si era ya muerto. 45 Y enterado del centurion, dio el cuerpo a Jose: 46 El cual compro una sabana, y quitandole, le envolvio en la sabana, y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una pena; y revolvio una piedra a la puerta del sepulcro. 47 Y Maria Magdalena, y Maria [madre] de Joses, miraban donde era puesto. CAPITULO 16. 1 Y COMO paso el Sabado, Maria Magdalena, y Maria [madre] de Jacobo, y Salome, compraron [drogas] aromaticas, para venir a ungirle. 2 Y muy de manana, el primer [dia] de la semana, vienen al sepulcro, [ya] salido el sol. 3 Y decian entre si: ?Quien nos revolvera la piedra de la puerta del sepulcro? 4 Y como miraron, ven la piedra revuelta; que era muy grande. 5 Y entrados en el sepulcro, vieron un mancebo sentado al lado derecho, cubierto de una ropa larga blanca: y se espantaron. 6 Mas el les dice: No os asusteis: buscais a Jesus Nazareno, el que fue crucificado: resucitado ha; no esta aqui: he aqui el lugar en donde le pusieron. 7 Mas id, decid a sus discipulos, y a Pedro, que el va antes que vosotros a Galilea: alli le vereis, como os dijo. 8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro: porque las habia tomado temblor y espanto; ni decian nada a nadie, porque tenian miedo. 9 Mas como Jesus resucito por la manana, el primer [dia] de la semana, aparecio primeramente a Maria Magdalena de la cual habia echado siete demonios. 10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habian estado con el, [que estaban] tristes y llorando. 11 Y ellos como oyeron que vivia, y que habia sido visto de ella, no [lo] creyeron. 12 Mas despues aparecio en otra forma a dos de ellos que iban caminando, yendo al campo. 13 Y ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron. 14 Finalmente se aparecio a los once mismos, estando sentados a la mesa, y censuroles su incredulidad, y dureza de corazon, que no hubiesen creido a los que le habian visto resucitado. 15 Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el Evangelio a toda criatura. 16 El que creyere, y fuere bautizado, sera salvo; mas el que no creyere, sera condenado. 17 Y estas* senales seguiran a los que creyeren: En mi nombre echaran fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; 18 Quitaran serpientes: y si bebieren cosa mortifera, no les danara: sobre los enfermos pondran sus manos, y sanaran. 19 Y el Senor, despues que les hablo fue recibido arriba en el cielo, y sentose a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Senor, y confirmando la palabra con las senales que se seguian. EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU-CRISTO SEGUN SAN LUCAS. CAPITULO 1. 1 HABIENDO muchos tentado a poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertisimas, 2 Como nos [lo] ensenaron los que desde el principio [lo] vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra; 3 Me ha parecido tambien [a mi,] despues de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribirte[las] por orden, oh muy buen Teofilo. 4 Para que conozcas la verdad de las cosas, en las cuales has sido ensenado. 5 HUBO en los dias de Herodes rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarias, de la suerte de Abias; y su mujer, de las hijas de Aaron, llamada Elisabet. 6 Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprension en todos los mandamientos y estatutos del Senor. 7 Y no tenian hijo: porque Elisabet era esteril, y ambos eran avanzados en dias. 8 Y acontecio que ejerciendo Zacarias el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez, 9 Conforme a la costumbre del sacerdocio, salio en suerte a poner incienso, entrando en el templo del Senor. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11 Y se le aparecio el angel del Senor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12 Y se turbo Zacarias viendole, y cayo temor sobre el. 13 Mas el angel le dijo: Zacarias, no temas; porque tu oracion ha sido oida; y tu mujer Elisabet te parira un hijo, y llamaras su nombre Juan. 14 Y tendras gozo y alegria, y muchos se gozaran de su nacimiento. 15 Porque sera grande delante de Dios; y no bebera vino ni sidra; y sera lleno del Espiritu Santo aun desde el seno de su madre. 16 Y a muchos de los hijos de Israel convertira al Senor Dios de ellos. 17 Porque el ira delante de el con el espiritu y virtud de Elias para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Senor un pueblo apercibido. 18 Y dijo Zacarias al angel: ?En que conocere esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en dias. 19 Y respondiendo el angel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte estas buenas nuevas. 20 Y he aqui estaras mudo, y no podras hablar, hasta el dia que esto sea hecho; por cuanto no creiste a mis palabras, las cuales se cumpliran a su tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarias, y se maravillaban de que el se detuviese en el templo. 22 Y saliendo, no les podia hablar; y entendieron que habia visto vision en el templo: y el les hablaba por senas, y quedo mudo. 23 Y fue, que cumplidos los dias de su oficio, se vino a su casa. 21 Y despues de aquellos dias concibio su mujer Elisabet, y se encubrio por cinco meses, diciendo: 25 Porque el Senor me ha hecho asi en los dias en que miro para quitar mi afrenta entre los hombres. 26 Y al sexto mes el angel Gabriel fue enviado de Dios a [una] ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 A una virgen desposada con un varon que se llamaba Jose, de la casa de David; y el nombre de la virgen [era] Maria. 28 Y entrando el angel adonde estaba, dijo iSalve, muy favorecida! el Senor [es] contigo: bendita tu entre las mujeres. 29 Mas ella cuando le vio, se turbo de sus palabras, y pensaba que salutacion fuese esta. 30 Entonces el angel le dijo: Maria no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios. 31 Y he aqui que concebiras en tu seno, y pariras un hijo, y llamaras su nombre JESUS. 32 Este sera grande y sera llamado Hijo del Altisimo; y le dara el Senor Dios el trono de David su padre. 33 Y reinara en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habra fin. 34 Entonces Maria dijo al angel: ?Como sera esto? porque no conozco varon. 35 Y respondiendo el angel le dijo: El Espiritu Santo vendra sobre ti, y la virtud del Altisimo te hara sombra: por lo cual tambien lo Santo que nacera, sera llamado Hijo de Dios. 36 Y he aqui, Elisabet tu parienta, tambien ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes a ella que es llamada la esteril: 37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios. 38 Entonces Maria dijo: He aqui la criada del Senor; hagase a mi conforme a tu palabra. Y el angel partio de ella. 39 En aquellos dias levantandose Maria, fue a la montana con priesa, a una ciudad de Juda, 40 Y entro en casa de Zacarias, y saludo a Elisabet. 41 Y acontecio, que como oyo Elisabet la salutacion de Maria, la criatura salto en su vientre; y Elisabet fue llena de Espiritu Santo, 42 Y exclamo a gran voz, y dijo: Bendita tu entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ?Y de donde esto a mi, que la madre de mi Senor venga a mi? 44 Porque he aqui, que como llego la voz de tu salutacion a mis oidos, la criatura salto de alegria en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyo porque se cumpliran las cosas que le fueron dichas [de parte] del Senor. 46 Entonces Maria dijo: Engrandece mi alma al Senor; 41 Y mi espiritu se alegro en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado a la bajeza de su criada: porque he aqui, desde ahora me diran bienaventurada todas las generaciones. 49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso: y santo [es] su nombre. 50 Y su misericordia de generacion a generacion a los que le temen. 51 Hizo valentia con su brazo: esparcio los soberbios del pensamiento de su corazon. 52 Quito los poderosos de los tronos, y levanto a los humildes. 53 A los hambrientos hinchio de bienes; y a los ricos envio vacios. 54 Recibio a Israel su siervo, acordandose de la misericordia. 55 Como hablo a nuestros padres, a Abraham y a su simiente para siempre. 56 Y se quedo Maria con ella como tres meses: despues se volvio a su casa. 57 Y a Elisabet se le cumplio el tiempo de parir, y pario un hijo. 58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios habia hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella. 59 Y acontecio, que al octavo dia vinieron para circuncidar al nino, y le llamaban del nombre de su padre, Zacarias. 60 Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan sera llamado. 61 Y le dijeron: ?Por que? nadie hay en tu parentela que se llama de este nombre. 62 Y hablaron por senas a su padre como le queria llamar. 63 Y demandando la tablilla, escribio, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 Y luego fue abierta su boca, y su lengua, y hablo bendiciendo a Dios. 65 Y fue un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montanas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas. 66 Y todos los que [las] oian, [las] conservaban en su corazon, diciendo: ?Quien sera este nino? Y la mano del Senor estaba con el. 67 Y Zacarias su padre fue lleno de Espiritu Santo, y profetizo, diciendo: 68 Bendito el Senor Dios de Israel que ha visitado y hecho redencion a su pueblo. 69 Y nos alzo un cuerno de salvacion en la casa de David su siervo, 70 Como hablo por boca de sus santos profetas, que fueron desde el principio: 71 Salvacion de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron; 72 Para hacer misericordia con nuestros padres, y acordandose de su santo pacto; 73 Del juramento que juro a Abraham nuestro padre, que nos habia de dar, 74 Que sin temor librados de nuestros enemigos, le serviriamos 75 En santidad y justicia delante de el, todos los dias nuestros. 76 Y tu, nino, profeta del Altisimo seras llamado: porque iras ante la faz del Senor, para aparejar sus caminos, 77 Dando conocimiento de salud a su pueblo, para remision de sus pecados, 78 Por las entranas de misericordia de nuestro Dios, con que nos visito de lo alto el Oriente, 79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para encaminar nuestros pies por camino de paz. 80 Y el nino crecia, y se fortalecia en espiritu; y estuvo en los desiertos hasta el dia que se mostro a Israel. CAPITULO 2. 1 Y ACONTECIO en aquellos dias, que salio edicto de parte de Augusto Cesar, que toda la tierra fuese empadronada. 2 Este empadronamiento primero fue hecho, siendo Cirenio gobernador de la Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 4 Y subio Jose de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Bethlehem, por cuanto era de la casa y familia de David, 5 Para ser empadronado con Maria su mujer, desposada con el, la cual estaba en cinta. 6 Y acontecio que estando ellos alli, se cumplieron los dias en que ella habia de parir. 7 Y pario a su hijo primogenito, y le envolvio en panales, y acostole en un pesebre; porque no habia lugar para ellos en el meson. 8 Y habia pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado. 9 Y he aqui el angel del Senor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cerco de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Mas el angel les dijo: No temais, porque he aqui os doy nuevas de gran gozo, que sera para todo el pueblo: 11 Que os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Senor. 12 Y esto os [sera por] senal: hallareis al Nino envuelto en panales, echado en un pesebre. 13 Y repentinamente fue con el angel una multitud de los ejercitos celestiales, que alababan a Dios, y decian: 14 Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. 15 Y acontecio, que como los angeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos a los otros: Pasemos, pues, hasta Bethlehem, y veamos esto que ha sucedido, [y] que el Senor nos ha manifestado. 16 Y vinieron apriesa, y hallaron a Maria, y a Jose, y al Nino acostado en el pesebre. 17 Y viendo[le] hicieron notorio lo que les habia sido dicho del Nino. 18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decian. 19 Mas Maria guardaba todas estas cosas confiriendo[las] en su corazon. 20 Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios de todas las cosas que habian oido y visto, como les habia sido dicho. 21 Y pasados los ocho dias para circuncidar al Nino, llamaron su nombre Jesus, el cual [le] fue puesto por el angel antes que el fuese concebido en el vientre. 22 Y como se cumplieron los dias de la purificacion de ella, conforme a la ley de Moises, le trajeron a Jerusalem para presentar[le] al Senor; 23 (Como esta escrito en la ley del Senor: Todo varon que abriere la matriz, sera llamado santo al Senor:) 24 Y para dar la ofrenda, conforme a lo que esta dicho en la ley del Senor, un por de tortolas, o dos palominos. 25 Y he aqui, habia un hombre en Jerusalem, llamado Simeon, y este hombre, justo y pio, esperaba la consolacion de Israel; y el Espiritu Santo era sobre el. 26 Y habia recibido respuesta del Espiritu Santo, que no veria la muerte antes que viese al Cristo del Senor. 27 Y vino por Espiritu al templo. Y cuando metieron al Nino Jesus sus padres en el templo para hacer por el conforme a la costumbre de la ley, 28 Entonces el le tomo en sus brazos, y bendijo a Dios, y dijo: 29 Ahora despides, Senor, a tu siervo, conforme a tu palabra, en paz: 30 Porque han visto mis ojos tu Salvacion, 31 La cual has aparejado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para ser revelada a los Gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel. 33 Y Jose y su madre estaban maravillados de las cosas que se decian de el. 34 Y los bendijo Simeon, y dijo a su madre Maria: He aqui que este es puesto para caida y para levantamiento de muchos en Israel, y para senal a la que sera contradicho: 35 Y una espada traspasara tu alma de ti misma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones. 36 Estaba tambien [alli] Ana, profetisa hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual habia venido en grande edad, y habia vivido con su marido siete anos desde su virginidad: 37 Y [era] viuda de hasta ochenta y cuatro anos, que no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de dia con ayunos y oraciones. 38 Y esta sobreviniendo en la misma hora, juntamente confesaba al Senor y hablaba de el a todos los que esperaban la redencion en Jerusalem. 39 Mas como cumplieron todas las cosas segun la ley del Senor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 Y el Nino crecia, y fortaleciase, y se henchia de sabiduria; y la gracia de Dios era sobre el. 41 E iban sus padres todos los anos a Jerusalem en la fiesta de la Pascua. 42 Y cuando fue de doce anos, subieron ellos a Jerusalem conforme a la costumbre del dia de la fiesta. 43 Y acabados los dias, volviendo ellos se quedo el Nino Jesus en Jerusalem sin saberlo Jose y su madre. 44 Y pensando que estaba en la compania, anduvieron camino de un dia, y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos. 45 Mas como no le hallasen, volvieron a Jerusalem buscandole. 46 Y acontecio, que tres dias despues le hallaron en el templo sentado en medio de los doctores, oyendoles y preguntandoles. 47 Y todos los que le oian, se pasmaban de su entendimiento y de sus respuestas. 48 Y cuando le vieron, se maravillaron; y dijole su madre: Hijo ?por que nos has hecho asi? He aqui tu padre y yo te hemos buscado con dolor. 49 Entonces [el] les dice: ?Que hay? ?Por que me buscabais? ?No sabiais que en los negocios de mi Padre me conviene estar? 50 Mas ellos no entendieron las palabras que les hablo. 51 Y descendio con ellos, y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazon. 52 Y Jesus crecia en sabiduria, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres. CAPITULO 3. 1 Y EN el ano quince del imperio de Tiberio Cesar, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 2 Siendo sumos sacerdotes Anas y Caifas, vino palabra del Senor sobre Juan, hijo de Zacarias, en el desierto. 3 Y el vino por toda la tierra alrededor del Jordan, predicando el bautismo de arrepentimiento para la remision de pecados; 4 Como esta escrito en el libro de las palabras del profeta Isaias que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Senor, haced derechas sus sendas. 5 Todo valle se henchira, y bajarase todo monte y collado; y los [caminos] torcidos seran enderezados, y los caminos asperos allanados; 6 Y vera toda carne la salvacion de Dios. 7 Y decia a las gentes que salian para ser bautizados de el: Oh generacion de viboras, ?quien os enseno a huir de la ira que vendra? 8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comenceis a decir en vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre: porque os digo que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos a Abraham. 9 Y ya tambien el hacha esta puesta a la raiz de los arboles: todo arbol pues que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego. 10 Y las gentes le preguntaban, diciendo: ?Pues que haremos? 11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos tunicas, de al que no tiene; y el que tiene que comer, haga lo mismo. 12 Y vinieron tambien publicanos para ser bautizados, y le dijeron: ?Maestro, que haremos? 13 Y el les dijo: No exijais mas de lo que os esta ordenado. 14 Y le preguntaron tambien los soldados, diciendo: Y nosotros, ?que haremos? Y les dice: No hagais extorsion a nadie, ni calumnieis; y contentaos con vuestras pagas. 15 Y estando el pueblo esperando, y pensando todos de Juan en sus corazones, si el fuese el Cristo, 16 Respondio Juan, diciendo a todos: Yo, a la verdad, os bautizo en agua; mas viene quien es mas poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: el os bautizara en Espiritu Santo y fuego; 17 Cuyo bieldo [esta] en su mano, y limpiara su era y juntara el trigo en su alfoli, y la paja quemara en fuego que nunca se apagara. 18 Y amonestando, otras muchas cosas tambien anunciaba al pueblo. 19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por el a causa de Herodias, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que habia hecho Herodes, 20 Anadio tambien esto sobre todo, que encerro a Juan en la carcel: 21 Y acontecio que, como todo el pueblo se bautizaba, tambien Jesus fuese bautizado; y orando, el cielo se abrio, 22 Y descendio el Espiritu Santo sobre el en forma corporal, como paloma, y fue hecha una voz del cielo que decia: Tu eres mi Hijo amado, en ti me he complacido. 23 Y el mismo Jesus comenzaba a ser como de treinta anos hijo de Jose, como se creia, que fue hijo de Eli, 24 Que fue de Matat, que fue de Levi, que fue de Melqui, que fue de Janne, que fue de Jose, 25 Que fue de Matatias, que fue de Amos, que fue de Nahum, que fue de Eslai, que fue de Naggai, 26 Que fue de Maat, que fue de Matatias, que fue de Semei, que fue de Jose, que fue de Judas, 27 Que fue de Joana, que fue de Resa, que fue de Zorobabel, que fue de Salathiel, que fue de Neri, 28 Que fue de Melqui, que fue de Addi, que fue de Cosam, que fue de Elmodam, que fue de Er, 29 Que fue de Josue, que fue de Elieser, que fue de Jorim, que fue de Matat, que fue de Levi, 30 Que fue de Simeon, que fue de Juda, que fue de Jose, que fue de Jonan, que fue de Eliaquim, 31 Que fue de Meleas, que fue de Menan, que fue de Matata, que fue de Nathan, que fue de David, 32 Que fue de Jesse, que fab de Obed, que fue de Booz, que fue de Salmon, que fue de Naason, 33 Que fue de Aminadab, que fue de Aram, que fue de Esrom, que fue de Phares, que fue de Juda, 34 Que fue de Jacob, que fue de Isaac, que fue de Abraham, que fue de Tara, que fue de Nacor, 35 Que fue de Saruch, que fue de Ragau, que fue de Falec, que fue de Heber, que fue de Sala, 36 Que fue de Cainan, que fue de Arfaxad, que fue de Sem, que fue de Noe, que fue de Lamech, 37 Que fue de Matusala, que fue de Enoc, que fue de Jared, que fue de Malaleel, que fue de Cainan, 38 Que fue de Enos, que fue de Seth, que fue de Adam, que fue de Dios. CAPITULO 4. 1 Y JESUS, lleno de Espiritu Santo, volvio del Jordan, y fue llevado por el Espiritu al desierto, 2 Por cuarenta dias, y era tentado del diablo. Y no comio cosa en aquellos dias: los cuales pasados tuvo hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan. 4 Y Jesus respondiendole, dijo: Escrito esta: Que no con pan solo vivira el hombre, mas con toda palabra de Dios. 5 Y le llevo el diablo a un alto monte y le mostro en un momento de tiempo todos los reinos de la tierra; 6 Y le dijo el diablo: A ti te dare toda esta potestad, y la gloria de ellos: porque a mi es entregada, y a quien quiero la doy. 7 Pues si tu adorares delante de mi, seran todos tuyos. 8 Y respondiendo Jesus, le dijo: Vete de mi, Satanas, porque escrito esta: A tu Senor Dios adoraras, y a el solo serviras. 9 Y le llevo a Jerusalem, y pusole sobre las almenas del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, echate de aqui abajo. 10 Porque escrito esta; Que a sus angeles mandara de ti, que te guarden; 11 Y en las manos te llevaran, porque no danes tu pie en piedra. 12 Y respondiendo Jesus, le dijo: Dicho esta: No tentaras al Senor tu Dios. 13 Y acabada toda tentacion, el diablo se fue de el por [algun] tiempo. 14 Y Jesus volvio en virtud del Espiritu a Galilea, y salio la fama de el por toda la tierra de alrededor. 15 Y el ensenaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado de todos. 16 Y vino a Nazaret, donde habla sido criado y entro, conforme a su costumbre, el dia del Sabado en la sinagoga, y se levanto a leer. 17 Y fuele dado el libro del profeta Isaias; y como abrio el libro, hallo el lugar donde estaba escrito: 18 El Espiritu del Senor [es] sobre mi, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para sanar los quebrantados de corazon: para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados; 19 Para predicar el ano agradable del Senor. 20 Y rollando el libro, lo dio al ministro, y sentose: y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en el. 21 Y comenzo a decirles: Hoy se ha cumplido esta escritura en vuestros oidos. 22 Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salian de su boca, y decian: ?No es este el hijo de Jose? 23 Y les dijo: Sin duda me direis este refran: Medico, curate a ti mismo, de tantas cosas que hemos oido haber sido hechas en Capernaum, haz tambien aqui en tu tierra. 24 Y dijo: De cierto os digo que ningun profeta es acepto en su tierra. 25 Mas en verdad os digo, [que] muchas viudas habia en Israel en los dias de Elias, cuando el cielo fue cerrado por tres anos y seis meses, que hubo una grande hambre en toda la tierra; 26 Pero a ninguna de ellas fue enviado Elias, sino a Sarepta de Sidon, a una mujer viuda. 27 Y muchos leprosos habia en Israel en tiempo del profeta Eliseo; mas ninguno de ellos fue limpio, sino Naaman el Siro. 28 Entonces todos en la sinagoga fueron llenos de ira, oyendo estas cosas; 29 Y levantandose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte, sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despenarle. 30 Mas el, pasando por medio de ellos, se fue. 31 Y descendio a Capernaum, ciudad de Galilea y [alli] los ensenaba en los Sabados. 32 Y se maravillaban de su doctrina, porque su palabra era con potestad. 33 Y estaba en la sinagoga un hombre que tenia un espiritu de un demonio inmundo, el cual exclamo a gran voz, 34 Diciendo: Dejanos. ?Que tenemos contigo, Jesus Nazareno? ?Has venido a destruirnos? Yo te conozco quien eres, el Santo de Dios. 35 Y Jesus le increpo, diciendo: Enmudece, y sal de el. Entonces el demonio, derribandole en medio, salio de el, y no le hizo dano alguno. 36 Y hubo espanto en todos, y hablaban unos a otros diciendo: ?Que palabra es esta, que con autoridad y potencia manda a los espiritus inmundos, y salen? 37 Y la fama de el se divulgaba de todas partes por todos los lugares de la comarca. 38 Y levantandose Jesus de la sinagoga, entro en casa de Simon; y la suegra de Simon estaba con una grande fiebre; y le rogaron por ella. 39 E inclinandose hacia ella, rino a la fiebre, y la fiebre la dejo: y ella levantandose luego, les servia. 40 Y poniendose el sol, todos los que tenian enfermos de diversas enfermedades, los traian a el: y el, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 41 Y salian tambien demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tu eres el Hijo de Dios: mas rinendoles no les dejaba hablar; porque sabian que el era el Cristo. 42 Y siendo ya de dia salio, y se fue a un lugar desierto: y las gentes le buscaban, y vinieron hasta el; y le detenian para que no se apartase de ellos. 43 Mas el les dijo: Que tambien a otras ciudades es necesario que anuncie el Evangelio del reino de Dios; porque para esto soy enviado. 44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea. CAPITULO 5. 1 Y ACONTECIO, que estando el junto al lago de Genezaret, las gentes se agolpaban sobre el para oir la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcos que estaban cerca de la orilla del lago: y los pescadores, habiendo descendido de ellos, lavaban sus redes. 3 Y entrando en uno de estos barcos, el cual era de Simon, le rogo que le desviase de tierra un poco; y sentandose, ensenaba desde el barco a las gentes. 4 Y como ceso de hablar, dijo a Simon: Tira a alta mar, y echad vuestras redes para pescar. 5 Y respondiendo Simon, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado: mas en tu palabra echare la red. 6 Y habiendolo hecho, encerraron gran multitud de pescado, que su red se rompia. 7 E hicieron senas a los companeros que [estaban] en el otro barco, que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos barcos, de tal manera que se anegaban. 8 Lo cual viendo Simon Pedro, se derribo de rodillas a Jesus, diciendo: Apartate de mi, Senor, porque soy hombre pecador. 9 Porque temor le habia rodeado, y a todos los que [estaban] con el, de la presa de los peces que habian tomado: 10 Y asimismo a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran companeros de Simon. Y Jesus dijo a Simon: No temas; desde ahora pescaras hombres. 11 Y como llegaron a tierra los barcos, dejandolo todo, le siguieron. 12 Y acontecio que estando en una ciudad, he aqui un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesus, postrandose sobre el rostro, le rogo diciendo: Senor, si quisieres, puedes limpiarme. 13 Entonces extendiendo la mano le toco, diciendo: Quiero; se limpio. Y luego la lepra se fue de el; 14 Y el le mando que no lo dijese a nadie. Mas ve, ([dijole]) muestrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mando Moises, para [que sirva de] testimonio a ellos. 15 Empero tanto mas se extendia su fama: y se juntaban muchas gentes a oir y ser sanadas de sus enfermedades. 16 Mas el se apartaba a los desiertos, y oraba. 17 Y acontecio un dia, que el estaba ensenando, y los Fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habian venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea, y Jerusalem: y la virtud del Senor estaba [alli] para sanarlos. 18 Y he aqui unos hombres, que traian sobre un lecho un hombre, que estaba paralitico: y buscaban [por donde] meterle, y ponerle delante de el. 19 Y no hallando por donde meterle a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho en medio, delante de Jesus. 20 El cual, viendo la fe de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son perdonados. 21 Entonces los escribas y los Fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ?Quien es este que habla blasfemias? ?Quien puede perdonar pecados, sino solo Dios? 22 Jesus entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo ?Que pensais en vuestros corazones? 23 ?Que es mas facil, decir: Tus pecados te son perdonados; o decir: Levantate, y anda? 24 Pues para que sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralitico): A ti digo: Levantate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 25 Y luego, levantandose en presencia de ellos, y tomando aquel en que estaba echado, se fue a su casa, glorificando a Dios. 26 Y tomo espanto a todos, y glorificaban a Dios; y fueron llenos de temor, diciendo: Que hemos visto maravillas hoy. 27 Y despues de estas cosas salio, y vio a un publicano llamado Levi, sentado al banco de los publicos tributos, y le dijo: Sigueme. 28 Y dejadas todas cosas, levantandose, le siguio. 29 E hizo Levi gran banquete en su casa; y habia mucha compania de publicanos, y de otros, los cuales estaban a la mesa con ellos. 30 Y los escribas y los Fariseos murmuraban contra sus discipulos, diciendo: ?Por que comeis y bebeis con los publicanos y pecadores? 31 Y respondiendo Jesus, les dijo: los que estan sanos no necesitan medico sino los que estan enfermos. 32 No he venido a llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento. 33 Entonces ellos le dijeron: ?Por que los discipulos de Juan ayunan muchas veces, y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariseos; y tus discipulos comen y beben? 34 Y el les dijo: ?Podeis hacer que los que estan de bodas ayunen, entretanto que el Esposo esta con ellos? 35 Empero vendran dias cuando el Esposo les sera quitado; entonces ayunaran en aquellos dias. 36 Y les decia tambien una parabola: Nadie mete remiendo de pano nuevo en vestido viejo, de otra manera el nuevo rompe, y al viejo no conviene remiendo nuevo. 37 Y nadie echa vino nuevo en cueros viejos; de otra manera el vino nuevo rompera los cueros, y el vino se derramara, y los cueros se perderan. 38 Mas el vino nuevo en cueros nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva. 39 Y ninguno que bebiere del anejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El anejo es mejor. CAPITULO 6. 1 Y ACONTECIO que pasando el por los sembrados en un Sabado segundo del primero, sus discipulos arrancaban espigas, y comian, estregando[las] con las manos. 2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ?Por que haceis lo que no es licito hacer en los Sabados? 3 Y respondiendo Jesus les dijo: ?Ni aun esto habeis leido que hizo David cuando tuvo hambre, el, y los que con el estaban? 4 ?Como entro en la casa de Dios, y tomo los panes de la proposicion, y comio y dio tambien a los que [estaban] con el; los cuales no era licito comer, sino a solos los sacerdotes? 5 Y les decia: El Hijo del hombre es Senor aun del Sabado. 6 Y acontecio tambien en otro Sabado, que el entro en la sinagoga y ensenaba; y estaba alli un hombre que tenia la mano derecha seca. 7 Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaria en Sabado, por hallar de que le acusasen. 8 Mas el sabia los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenia la mano seca: Levantate, y ponte en medio. Y el, levantandose, se puso en pie. 9 Entonces Jesus les dice: Os preguntare [una cosa:] ?Es licito en Sabados hacer bien, o hacer mal? ?salvar la vida, o quitarla? 10 Y mirandolos a todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano; y el lo hizo asi, y su mano fue restaurada. 11 Y ellos se llenaron de rabia, y hablaban los unos a los otros que harian a Jesus. 12 Y acontecio en aquellos dias, que fue al monte a orar, y paso la noche orando a Dios. 13 Y como fue de dia, llamo a sus discipulos, y escogio doce de ellos, los cuales tambien llamo apostoles: 14 A Simon, al cual tambien llamo Pedro, y a Andres su hermano; Jacobo y Juan, Felipe y Bartolome, 15 Mateo y Tomas, y Jacobo [hijo] de Alfeo, y Simon el que se llama Celador; 16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que tambien fue el traidor. 17 Y descendio con ellos, y se paro en un lugar llano, y la compania de sus discipulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalem, y de la costa de Tiro y de Sidon, que habian venido a oirle, y para ser sanados de sus enfermedades; 18 Y [otros] que habian sido atormentados de espiritus inmundos: y estaban curados. 19 Y toda la gente procuraba tocarle; porque salia de el virtud, y sanaba a todos. 20 Y alzando el los ojos a sus discipulos, decia: Bienaventurados [vosotros] los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. 21 Bienaventurados los que ahora teneis hambre; porque sereis saciados. Bienaventurados los que ahora llorais; porque reireis. 22 Bienaventurados sereis cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de si, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo por el Hijo del hombre. 23 Gozaos en aquel dia, y alegraos; porque he aqui vuestro galardon [es] grande en los cielos: porque asi hacian sus padres a los profetas. 24 Mas iay de vosotros, ricos! porque teneis vuestro consuelo. 25 iAy de vosotros, los que estais hartos! porque tendreis hambre. iAy de vosotros, los que ahora reis! porque lamentareis y llorareis. 26 iAy de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque asi hacian sus padres a los falsos profetas. 27 Mas a vosotros los que ois, digo: Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen. 28 Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Y al que te hiriere en la mejilla, dale tambien la otra: y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas. 30 Y a cualquiera que te pidiere, da: y al que tomare lo que [es] tuyo, no vuelvas a pedir. 31 Y como quereis que os hagan los hombres, asi hacedles tambien vosotros. 32 Porque si amais a los que os aman; ?que gracias tendreis? porque tambien los pecadores aman a los que los aman. 33 Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ?que gracias tendreis? porque tambien los pecadores hacen lo mismo. 31 Y si prestareis a aquellos de quienes esperais recibir, ?que gracias tendreis? porque tambien los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 35 Amad pues a vuestros enemigos; y haced bien, y prestad no esperando de ello nada: y sera vuestro galardon grande, y sereis hijos del Altisimo: porque el es benigno [aun] para con los ingratos y malos. 36 Sed pues misericordiosos, como tambien vuestro Padre es misericordioso. 37 No juzgueis, y no sereis juzgados: no condeneis, y no sereis condenados: perdonad, y sereis perdonados. 38 Dad, y se os dara; medida buena, apretada, remecida, y rebosando, daran en vuestro seno: porque con la misma medida que midiereis, os sera vuelto a medir. 39 Y les decia una parabola: ?Puede el ciego guiar al ciego? ?no caeran ambos en el hoyo? 40 El discipulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como el maestro, sera perfecto. 41 ?Por que miras la paja que [esta] en el ojo de tu hermano, y la viga que [esta] en tu propio ojo no consideras? 42 ?O como puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echare fuera la paja que [esta] en tu ojo, no mirando tu la viga que [esta] en tu ojo? Hipocrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces veras bien para sacar la paja que [esta] en el ojo de tu hermano. 43 Porque no es buen arbol el que da malos frutos; ni arbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada arbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de las espinas, ni vendimian uvas de las zarzas. 46 El buen hombre del buen tesoro de su corazon saca bien: y el mal hombre del mal tesoro de su corazon saca mal; porque de la abundancia del corazon habla su boca. 46 ?Por que me llamais, Senor, Senor, y no haceis lo que digo? 47 Todo aquel que viene a mi, y oye mis palabras, y las hace, [yo] os ensenare a quien es semejante: 48 Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavo y ahondo, y puso el fundamento sobre la pena: y cuando vino una avenida, el rio dio con impetu en aquella casa, mas no la pudo menear; porque estaba fundada sobre la pena. 49 Mas el que oyo y no hizo, semejante es al hombre que edifico su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el rio dio con impetu, y luego cayo: y fue grande la ruina de aquella casa. CAPITULO 7. 1 Y COMO acabo todas sus palabras oyendole el pueblo, entro en Capernaum. 2 Y el siervo de un centurion, al cual tenia el en estima, estaba enfermo y a punto de morir 3 Y como oyo [hablar] de Jesus, envio a el los ancianos de los Judios, rogandole que viniese, y librase a su siervo. 4 Y viniendo ellos a Jesus, rogaronle con diligencia, diciendole: Porque es digno de concederle esto; 5 Que ama nuestra nacion, y el nos edifico una sinagoga. 6 Y Jesus fue con ellos; mas como ya no estuviesen lejos de su casa envio el centurion amigos a el diciendole: Senor, no te incomodes, que no soy digno que entres debajo de mi tejado: 7 Por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi criado sera sano. 8 Porque tambien yo soy hombre puesto en potestad, que tengo debajo de mi soldados; y digo a este: Ve; y va: y al otro: Ven; y viene: y a mi siervo: Haz esto; y [lo] hace. 9 Lo cual oyendo Jesus, se maravillo de el; y vuelto, dijo a las gentes que le seguian: Os digo [que] ni aun en Israel he hallado tanta fe. 10 Y vueltos a casa los que habian sido enviados, hallaron sano al siervo que habia estado enfermo. 11 Y acontecio despues, que [el] iba a la ciudad que se llama Nain, e iban con el muchos de sus discipulos, y gran compania. 12 Y como llego cerca de la puerta de la ciudad, he aqui que sacaban fuera a un difunto, unigenito a su madre, la cual tambien era viuda: y habia con ella grande compania de la ciudad. 13 Y como el Senor la vio, compadeciose de ella, y le dice: No llores. 14 Y acercandose, toco el feretro; y los que [le] llevaban, pararon. Y dice: Mancebo, a ti digo, levantate. 15 Entonces se incorporo el que habia muerto, y comenzo a hablar; y diolo a su madre. 16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Que un gran profeta se ha levantado entre nosotros, y que Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y salio esta fama de el por toda Judea, y por toda la tierra de alrededor. 18 Y sus discipulos dieron a Juan las nuevas de todas estas cosas: y llama Juan a dos de sus discipulos. 19 Y envio a Jesus, diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o esperaremos a otro? 20 Y como los hombres vinieron a el, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ?Eres tu aquel que habia de venir, o esperaremos a otro, 21 Y en la misma hora sano a muchos de enfermedades, y plagas, y de espiritus malos; y a muchos ciegos dio la vista. 22 Y respondiendo Jesus les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habeis visto y oido: Que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el Evangelio. 23 Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mi. 24 Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzo a hablar de Juan a las gentes: ?Que salisteis a ver al desierto? ?Una cana que es agitada del viento? 25 Mas ?que salisteis a ver? ?Un hombre cubierto de vestidos delicados? He aqui que los que estan en vestido precioso, y viven en delicias, en los palacios de los reyes estan. 26 Mas ?que salisteis a ver? ?Un profeta? Tambien os digo, y aun mas que profeta. 27 Este es de quien esta escrito: He aqui envio mi mensajero delante de tu faz, el cual aparejara tu camino delante de ti. 28 Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista: mas el mas pequeno en el reino de los cielos es mayor que el. 29 Y todo el pueblo oyendole, y los publicanos, justificaron a Dios bautizandose con el bautismo de Juan. 30 Mas los Fariseos, y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra si mismos, no siendo bautizados de el. 31 Y dice el Senor: ?A quien pues comparare los hombres de esta generacion, y a que son semejantes? 32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos a los otros, y dicen: Os tanimos con flautas, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comia pan, ni bebia vino; y decis: Demonio tiene. 34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe; y decis: He aqui un hombre comilon, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. 35 Mas la sabiduria es justificada de todos sus hijos. 36 Y le rogo uno de los Fariseos, que comiese con el. Y entrando en casa del Fariseo, sentose a la mesa. 37 Y he aqui una mujer que habia sido pecadora en la ciudad, como entendio que estaba a la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un [vaso de] alabastro de ungueento; 38 Y estando detras a sus pies, comenzo llorando a regar con lagrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza: y besaba sus pies, y [los] ungia con el ungueento. 39 Y como vio [esto] el Fariseo que le habia convidado, hablo entre si, diciendo: Este, si fuera profeta, conoceria quien y cual es la mujer que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesus, le dijo: Simon, una cosa tengo que decirte. Y el dice: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenia dos deudores: el uno le debia quinientos denarios, y el otro cincuenta. 42 Y no teniendo ellos de que pagar, perdono [la deuda] a ambos. Di, pues ?cual de estos le amara mas? 43 Y respondiendo Simon, dijo: Pienso que aquel al cual perdono mas. Y el le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simon: ?Ves esta mujer? Entre en tu casa, no diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lagrimas, y los ha limpiado con los cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entre, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con oleo; mas esta ha ungido con ungueento mis pies. 47 Por lo cual te digo [que] sus muchos pecados son perdonados, porque amo mucho: mas al que se perdona poco, poco ama. 48 Y a ella dijo: los pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre si: ?Quien es este que tambien perdona pecados? 50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado: ve en paz. CAPITULO 8. 1 Y ACONTECIO despues, que el caminaba por todas las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el Evangelio del reino de Dios: y los doce con el, 2 Y algunas mujeres que habian sido curadas [por el] de malos espiritus, y de enfermedades; Maria, que se llamaba Magdalena, de la cual habian salido siete demonios, 3 Y Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servian de sus haciendas. 4 Y como se junto una grande compania, y los que estaban en cada ciudad vinieron a el, dijo por una parabola: 5 Uno que sembraba, salio a sembrar su simiente; y sembrando, una [parte] cayo junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. 6 Y otra [parte] cayo sobre la piedra; y nacida, se seco, porque no tenia humedad. 7 Y otra [parte] cayo entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron. 8 Y otra [parte] cayo en buena tierra, y cuando fue nacida, llevo fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oidos para oir, oiga. 9 Y sus discipulos le preguntaron diciendo, que era esta parabola. 10 Y el dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios: mas a los otros por parabolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11 Es pues esta la parabola: La simiente es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino, estos son los que oyen, y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazon, porque no crean y se salven. 13 Y los de sobre la piedra, [son] los que habiendo oido, reciben la palabra con gozo, mas estos no tienen raices: que a tiempo crecen, y en el tiempo de la tentacion se apartan, 14 Y la que cayo entre las espinas, estos son los que oyeron; mas yendose, son ahogados [luego] de los cuidados, y de las riquezas, y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto. 15 Mas la que en buena tierra, estos son los que con corazon bueno y recto retienen la palabra oida, y llevan fruto en paciencia. 16 Ninguno que enciende la antorcha la cubre con [alguna] vasija, o la pone debajo de la cama; mas la pone en un candelero, para que los que entran, vean la luz. 17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa escondida que no haya de ser entendida, y de venir a luz. 18 Mirad pues como ois; porque a cualquiera que tuviere, le sera dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le sera quitado. 19 Y vinieron a el su madre y hermanos; y no podian llegar a el por causa de la multitud. 20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre, y tus hermanos estan fuera que quieren verte. 21 El entonces respondiendo les dijo: mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ejecutan. 22 Y acontecio un dia, [que] el entro en un barco con sus discipulos, y les dijo: Pasemos a la otra parte del lago. Y partieron. 23 Pero mientras ellos navegaban, el se durmio. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y henchian [de agua,] y peligraban. 24 Y llegandose a el le despertaron, diciendo: Maestro, Maestro, que perecemos. Y despertado el, increpo al viento y a la tempestad del agua; y cesaron y fue hecha bonanza. 25 Y les dijo: ?Que es de vuestra fe? Y atemorizados se maravillaban diciendo los unos a los otros: ?Quien es este que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen? 26 Y navegaron a la tierra de los Gadarenos, que esta delante de Galilea. 27 Y saliendo el a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenia demonios [ya] de mucho tiempo y no vestia vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros. 28 El cual como vio a Jesus, exclamo y se postro delante de el, y dijo a gran voz: ?Que tengo yo contigo, Jesus, Hijo del Dios Altisimo? Ruegote que no me atormentes. 29 (Porque mandaba al espiritu inmundo que saliese del hombre: porque [ya] de mucho tiempo le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos, mas rompiendo las prisiones, era agitado del demonio por los desiertos.) 30 Y le pregunto Jesus diciendo: ?Que nombre tienes? Y el dijo: Legion. Porque muchos demonios habian entrado en el. 31 Y le rogaban que no les mandase ir al abismo. 32 Y habia alli un hato de muchos puercos que pacian en el monte: y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejo. 33 Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos; y el hato de ellos se arrojo de un despenadero en el lago, y ahogose. 34 Y los pastores, como vieron lo que habia acontecido, huyeron; y yendo, dieron aviso en la ciudad y por las heredades. 35 Y salieron a ver lo que habia acontecido, y vinieron a Jesus: y hallaron sentado al hombre, de quien habian salido los demonios, vestido, y en su juicio, a los pies de Jesus: y tuvieron miedo. 36 Y les contaron los que [lo] habian visto como habia sido salvado aquel endemoniado. 37 Entonces toda la multitud de la tierra de los Gadarenos alrededor le rogaron que se fuese de ellos; porque tenian gran temor. Y el subiendo en el barco, volviose. 38 Y aquel hombre, de quien habian salido los demonios, le rogo para estar con el; mas Jesus le despidio, diciendo: 39 Vuelvete a tu casa, y cuenta cuan grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y el se fue, publicando por toda la ciudad cuan grandes cosas habia Jesus hecho con el. 40 Y acontecio que volviendo Jesus recibiole la gente; porque todos le esperaban. 41 Y he aqui un varon llamado Jairo, y que era principe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesus, le rogaba que entrase en su casa: 42 Porque tenia una hija unica, como de doce anos, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la compania. 43 Y una mujer que tenia flujo de sangre hacia ya doce anos, la cual habia gastado en medicos toda su hacienda, y por ninguno habia podido ser curada, 44 Llegandose por las espaldas, toco el borde de su vestido: y luego se estanco el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesus dijo: ?Quien [es] el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro, y los que estaban con el: Maestro, la compania te aprieta y oprime, y dices: ?Quien [es] el que me ha tocado? 46 Y Jesus dijo: Me ha tocado alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de mi. 47 Entonces, como la mujer vio que no se habia ocultado, vino temblando y postrandose delante de el, declarole delante de todo el pueblo la causa por que le habia tocado, y como luego habia sido sana. 48 Y el le dijo: Hija, tu fe te ha salvado: ve en paz. 49 Estando aun el hablando, vino uno del principe de la sinagoga a decirle: Tu hija es muerta; no des trabajo al Maestro. 50 Y oyendo[lo] Jesus, le respondio: No temas: cree solamente, y sera salva. 51 Y entrado en casa, no dejo entrar a nadie [consigo,] sino a Pedro y a Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la moza. 52 Y lloraban todos, y la planian. Y el^ dijo: No lloreis; no es muerta, sino que duerme. 53 Y hacian burla de el, sabiendo que estaba muerta. 54 Mas el, tomandola de la mano, clamo, diciendo: Muchacha, levantate. 55 Entonces su espiritu volvio, y se levanto luego: y el mando que le diesen de comer. 56 Y sus padres estaban atonitos; a los cuales el mando, que a nadie dijesen lo que habia sido hecho. CAPITULO 9. 1 Y JUNTANDO sus doce discipulos les dio virtud y potestad sobre todos los demonios, y que sanasen enfermedades 2 Y los envio a que predicasen el reino de Dios, y que sanasen a los enfermos. 3 Y les dice: No tomeis nada para el camino, ni baculos, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengais dos vestidos cada uno. 4 Y en cualquiera casa que entrareis quedad alli y de alli salid. 5 Y todos los que no os recibieren, saliendoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos. 6 Y saliendo [ellos,] rodeaban por todas las aldeas, anunciando el Evangelio, y sanando por todas partes. 7 Y oyo Herodes el tetrarca todas las cosas que hacia; y estaba en duda, porque decian algunos: Juan ha resucitado de los muertos, 8 Y otros: Elias ha aparecido: y otros: Algun profeta de los antiguos ha resucitado. 9 Y dijo Herodes: A Juan yo [le] degolle: ?quien pues sera este, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle. 10 Y vueltos los apostoles, le contaron todas las cosas que habian hecho. Y tomandolos, se retiro aparte a un lugar desierto de la ciudad que se llama Bethsaida. 11 Y como [lo] entendieron las gentes, le siguieron: y el las recibio, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenian necesidad de cura. 12 Y el dia habia comenzado a declinar; y llegandose los doce, le dijeron: Despide las gentes, para que yendo a las aldeas y heredades de alrededor, procedan a alojarse y hallen viandas; porque aqui estamos en lugar desierto. 13 Y les dice: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos mas que cinco panes y dos pescados; si no vamos nosotros a comprar viandas para toda esta compania. 14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discipulos: Hacedlos sentar en ranchos de cincuenta en cincuenta. 15 Y asi lo hicieron, haciendolos sentar a todos. 16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, mirando al cielo los bendijo; y partio y dio a sus discipulos para que pusiesen delante de las gentes. 17 Y comieron todos, y se hartaron; y alzaron lo que les sobro, doce cestos de pedazos. 18 Y acontecio, que estando el solo orando, estaban con el los discipulos: y les pregunto diciendo: ?Quien dicen las gentes que soy? 19 Y ellos respondieron, y dijeron: Juan el Bautista; y otros, Elias; y otros, que algun profeta de los antiguos ha resucitado. 20 Y les dijo: ?Y vosotros, quien decis que soy? Entonces respondiendo Simon Pedro, dijo: El Cristo de Dios. 21 Mas el conminandoles, mando que a nadie dijesen esto, 22 Diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los principes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer dia. 23 Y decia a todos: Si alguno quiere venir en pos de mi, nieguese a si mismo, y tome su cruz cada dia, y sigame. 24 Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perdera; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mi, este la salvara. 25 Porque ?que aprovecha al hombre si granjeare todo el mundo, y se pierda el a si mismo, o corra peligro de si? 26 Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzara, cuando viniere en su gloria, y del Padre, y de los santos angeles. 27 Y os digo en verdad, que hay algunos de los que estan aqui, que no gustaran la muerte, hasta que vean el reino de Dios. 28 Y acontecio como ocho dias despues de estas palabras, que tomo a Pedro, y a Juan, y a Jacobo, y subio al monte a orar. 29 Y entretanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aqui dos varones que hablaban con el, los cuales eran Moises y Elias, 31 Que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual habia de cumplir en Jerusalem. 32 Y Pedro, y los que estaban con el, estaban cargados de sueno: y como despertaron, vieron su majestad, y a aquellos dos varones que estaban con el. 33 Y acontecio, que apartandose ellos de el, Pedro dice a Jesus: Maestro, bien es que nos quedemos aqui: y hagamos tres pabellones; uno para ti, y uno para Moises, y uno para Elias: no sabiendo lo que se decia. 34 Y estando el hablando esto, vino una nube que los cubrio y tuvieron temor, entrando ellos en la nube. 35 Y vino una voz de la nube, que decia: Este es mi Hijo amado; a el oid. 36 Y pasada aquella voz, Jesus fue hallado solo: y ellos callaron, y por aquellos dias no dijeron nada a nadie de lo que habian visto. 37 Y acontecio al dia siguiente, que apartandose ellos del monte, gran compania salio al encuentro. 38 Y he aqui que un hombre de la compania clamo, diciendo: Maestro, ruegote que veas a mi hijo, que es el unico que tengo. 39 Y he aqui un espiritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de el, quebrantandole. 40 Y rogue a tus discipulos que le echasen fuera, y no pudieron. 41 Y respondiendo Jesus, dice: iOh generacion infiel y perversa! ?hasta cuando tengo de estar con vosotros, y os sufrire? Trae tu hijo aca. 42 Y como aun se acercaba, el demonio le derribo, y despedazo: mas Jesus increpo al espiritu inmundo, y sano al muchacho, y se le volvio a su padre. 43 Y todos estaban atonitos de la grandeza de Dios. Y maravillandose todos de todas las cosas que hacia, dijo a sus discipulos: 44 Poned vosotros en vuestros oidos estas palabras: porque ha de acontecer que el Hijo del hombre sera entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendian esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen: y temian preguntarle de esta palabra. 46 Entonces entraron en disputa, cual de ellos seria el mayor. 47 Mas Jesus, viendo los pensamientos del corazon de ellos, tomo un nino, y pusole junto a si, 48 Y les dice: Cualquiera que recibiere este nino en mi nombre, a mi recibe; y cualquiera que [me] recibiere a mi, recibe al que me envio; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, este sera el grande. 49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no [te] sigue con nosotros. 50 Jesus le dijo: No se lo prohibais, porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. 51 Y acontecio [que] como se cumplio el tiempo en que habia de ser recibido arriba, el afirmo su rostro para ir a Jerusalem. 52 Y envio mensajeros delante de si, los cuales fueron y entraron en una ciudad de los Samaritanos, para prevenirle. 53 Mas no le recibieron, porque era su traza de ir a Jerusalem. 54 Y viendo [esto] sus discipulos Jacobo y Juan, dijeron: Senor, ?quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elias? 55 Entonces volviendose el, les reprendio diciendo: Vosotros no sabeis de que espiritu sois; 56 Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. 57 Y acontecio que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Senor, te seguire donde quiera que fueres. 58 Y le dijo Jesus: Las zorras tienen cuevas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donde recline la cabeza, 59 Y dijo a otro: Sigueme. Y el dijo: Senor, dejame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Y Jesus le dijo: Deja a los muertos que entierren a sus muertos; y tu ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces tambien dijo otro: Te seguire, Senor; mas dejame que me despida primero de los que estan en mi casa. 62 Y Jesus le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mira atras, es apto para el reino de Dios. CAPITULO 10. 1 Y DESPUES de estas cosas, designo el Senor aun otros setenta, los cuales envio de dos en dos, delante de si, a toda ciudad y lugar a donde el habia de venir. 2 Y les decia: La mies a la verdad [es] mucha, mas los obreros pocos: por tanto rogad al Senor de la mies que envie obreros a su mies. 3 Andad, he aqui yo os envio como a corderos en medio de lobos. 4 No lleveis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludeis en el camino. 5 En cualquier casa donde entrareis primeramente decid: Paz [sea] a esta casa. 6 Y si hubiere alli algun hijo de paz vuestra paz reposara sobre el: y si no, se volvera a vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa comiendo y bebiendo lo que os dieren; porque el obrero digno es de su salario. No [os] paseis de casa en casa. 8 Y en cualquier ciudad donde entrareis? y os recibieren, comed lo que os pusieren delante; 9 Y sanad los enfermos que en ella hubiere; y decidles: Se ha llegado a vosotros el reino de Dios. 10 Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad a nuestros pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se ha llegado a vosotros. 12 Y os digo que los de Sodoma tendran mas remision aquel dia, que aquella ciudad. 13 iAy de ti, Corazin! iAy de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en Sidon hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya dias ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrian arrepentido. 14 Por tanto Tiro y Sidon tendran mas remision que vosotras en el juicio. 15 Y tu, Capernaum, que hasta los cielos estas levantada, hasta los infiernos seras abajada. 16 El que a vosotros oye, a mi oye; y el que a vosotros desecha, a mi desecha; y el que a mi desecha, desecha al que me envio. 17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Senor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veia a Satanas, como un rayo, que caia del cielo. 19 He aqui os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo; y nada os danara. 20 Mas no os goceis de esto, [a saber,] que los espiritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres estan escritos en los cielos. 21 En aquella misma hora Jesus se alegro en espiritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Senor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios entendidos, y las has revelado a los pequenos: asi Padre, porque asi te agrado. 22 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe quien sea el Hijo, sino el Padre; ni quien sea el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar. 23 Y vuelto particularmente a [sus] discipulos, dijo: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; 24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no [lo] vieron; y oir lo que ois, y no [lo] oyeron. 25 Y he aqui, un doctor de la ley se levanto tentandole, y diciendo: Maestro, ?haciendo que cosa poseere la vida eterna? 26 Y el le dijo: ?Que esta escrito en la ley? ?Como lees? 27 Y el respondiendo, dijo: Amaras al Senor tu Dios de todo tu corazon, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu projimo, como a ti mismo. 28 Y dijole. Bien has respondido: haz esto, y viviras. 29 Mas el, queriendose justificar a si mismo, dijo a Jesus: ?Y quien es mi projimo? 30 Y respondiendo Jesus, dijo: Un hombre descendia de Jerusalem a Jerico, y cayo en [manos de] ladrones, los cuales le despojaron, e hiriendole, se fueron dejandole medio muerto. 31 Y acontecio, que descendio un sacerdote por el mismo camino; y viendole se paso de un lado. 32 Y asimismo un Levita llegando cerca de aquel lugar, y viendole, se paso de un lado. 33 Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de el, y viendole, fue movido a misericordia; 34 Y llegandose, vendo sus heridas echando[le] aceite y vino: y poniendole sobre su cabalgadura, llevolo al meson, y cuido de el. 35 Y otro dia al partir, saco dos denarios, y diolos al huesped, y le dijo: Cuidamele; y todo lo que demas gastares, yo cuando vuelva te [lo] pagare. 36 ?Quien, pues, de estos tres te parece que fue el projimo de aquel que cayo en [manos de] los ladrones? 37 Y el dijo: El que uso con el de misericordia. Entonces Jesus le dijo: Ve y haz tu lo mismo. 38 Y acontecio, que yendo, entro el en una aldea; y una mujer, llamada Marta, le recibio en su casa: 39 Y esta tenia una hermana, que se llamaba Maria, la cual sentandose a los pies del Senor, oia su palabra. 40 Empero Marta se distraia en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Senor, ?no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Pero respondiendo Jesus, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estas, y con las muchas cosas estas turbada: 42 Empero una cosa es necesaria; y Maria escogio la buena parte, la cual no le sera quitada. CAPITULO 11. 1 Y ACONTECIO que estando el orando en un lugar, como acabo, uno de sus discipulos le dijo: Senor, ensenanos a orar, como tambien Juan enseno a sus discipulos. 2 Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro que estas en los cielos, sea tu nombre santificado. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, asi tambien en la tierra. 3 El pan nuestro de cada dia, danos[le] hoy. 4 Y perdonanos nuestros pecados, porque tambien nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentacion, mas libranos del malo. 5 Dijoles tambien: ?Quien de vosotros tendra un amigo, e ira a el a media noche, y le dira: Amigo, prestame tres panes: 6 Porque un amigo mio ha venido a mi de camino, y no tengo que ponerle delante? 7 Y [si] el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta esta ya cerrada, y mis ninos estan conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte: 8 Os digo, que aunque no se levante a darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantara, y le dara todo lo que habra menester. 9 Y yo os digo: Pedid, y se os dara: buscad, y hallareis; tocad, y os sera abierto. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca halla; y al que toca, se abre. 11 ?Y cual padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dara una piedra? o, si pescado, ?en lugar de pescado le dara una serpiente? 12 O, si [le] pidiere un huevo, ?le dara un escorpion? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabeis dar buenas dadivas a vuestros hijos, ?cuanto mas vuestro Padre celestial dara el Espiritu Santo a los que lo pidieren de el? 14 Y estaba el lanzando un demonio el cual era mudo: y acontecio que salido fuera el demonio, el mudo hablo, y las gentes se maravillaron. 15 Y algunos de ellos decian: En Beelzebul, principe de los demonios, echa fuera los demonios. 16 Y otros, tentando, pedian de el senal del cielo. 17 Mas el, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra si mismo es asolado, y una casa [dividida] contra si misma, cae. 18 Y si tambien Satanas esta dividido contra si mismo, ?como estara en pie su reino? porque decis, que en Beelzebul echo yo fuera los demonios. 19 Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebul, ?vuestros hijos en quien los echan fuera? por tanto ellos seran vuestros jueces. 20 Mas si en el dedo de Dios echo fuera los demonios, cierto el reino de Dios ha llegado a vosotros. 21 Cuando el fuerte armada guarda su atrio, en paz esta lo que posee. 22 Mas si sobreviniendo [otro] mas fuerte que el, le venciere, le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos. 23 El que no es conmigo, contra mi es, y el que conmigo no recoge, desparrama. 24 Cuando el espiritu inmundo saliere del hombre, anda por lugares secos buscando reposo; y no hallando[le,] dice: Me volvere a mi casa, de donde sali. 25 Y viniendo la halla barrida y adornada. 26 Entonces va, y toma otros siete espiritus peores que el; Y entrados, habitan alli; y lo postrero del tal hombre es peor que lo primero. 27 Y acontecio que diciendo estas cosas, una mujer de la compania levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos, que mamaste. 28 Y el dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la guardan. 29 Y juntandose las gentes a el, comenzo a decir: Esta generacion mala es: senal busca, mas senal no le sera dada, sino la senal de Jonas. 30 Porque como Jonas fue senal a los Ninivitas, asi tambien sera el Hijo del hombre a esta generacion. 31 La reina del Austro se levantara en juicio con los hombres de esta generacion, y los condenara; porque vino de los fines de la tierra a oir la sabiduria de Salomon; y he aqui mas que Salomon en este lugar. 32 los hombres de Ninive se levantaran en juicio con esta generacion, y la condenaran: porque a la predicacion de Jonas se arrepintieron; y he aqui mas que Jonas en este lugar. 33 Nadie pone en oculto la antorcha encendida, ni debajo del almud; sino en el candelero, para que los que entran, vean la luz. 34 La antorcha del cuerpo es el ojo: pues si tu ojo fuere simple, tambien todo tu cuerpo sera resplandeciente: mas si fuere malo, tambien tu cuerpo sera tenebroso. 35 Mira pues, si la lumbre que en ti hay, es tinieblas. 36 Asi que [siendo] todo tu cuerpo resplandeciente, no teniendo alguna parte de tiniebla, sera todo luminoso, como cuando una antorcha de resplandor te alumbra. 37 Y luego que hubo hablado, rogole un Fariseo que comiese con el: y entrado Jesus, se sento a la mesa. 38 Y el Fariseo como [le] vio, maravillose de que no se lavo antes de comer. 39 Y el Senor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y del plato 1impiais; mas lo interior de vosotros esta lleno de rapina y de maldad. 40 Necios, ?el que hizo lo de fuera, no hizo tambien lo de dentro? 41 Empero de lo que os resta dad limosna; y he aqui, todo os sera limpio. 42 Mas iay de vosotros, Fariseos! que diezmais la menta, y la ruda, y toda hortaliza: mas el juicio y la caridad de Dios pasais de largo. Pues estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras. 43 iAy de vosotros Fariseos! que amais las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. 44 iAy de vosotros! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no [lo] saben. 45 Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, tambien nos afrentas a nosotros. 46 Y el dijo: iAy de vosotros tambien, doctores de la ley! que cargais los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros ni aun con un dedo tocais las cargas. 47 iAy de vosotros! que edificais los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres. 48 De cierto dais testimonio que consentis en los hechos de vuestros padres: porque a la verdad ellos los mataron, mas vosotros edificais sus sepulcros. 49 Por tanto la sabiduria de Dios tambien dijo: Enviare a ellos profetas, y apostoles, y de ellos [a unos] mataran, y [a otros] perseguiran; 50 Para que de esta generacion sea demandada la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la fundacion del mundo; 51 Desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarias, que murio entre el altar y el templo: asi os digo, sera demandada de esta generacion. 52 iAy de vosotros, doctores de la ley! que habeis quitado la llave de la ciencia: vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban impedisteis. 53 Y diciendoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron a apretar[lo] en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas; 54 Asechandole, y procurando cazar algo de su boca para acusarle. CAPITULO 12. 1 EN esto, juntandose muchas gentes, tanto que unos a otros se hollaban, comenzo a decir a sus discipulos primeramente: Guardaos de la levadura de los Fariseos, que es hipocresia. 2 Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido. 3 Por tanto las cosas que dijisteis en tinieblas, a la luz seran oidas; y lo que hablasteis al oido en las camaras, sera pregonado en los terrados. 4 Mas os digo, amigos mios: No temais de los que matan el cuerpo, y despues no tienen mas que hacer. 5 Mas os ensenara a quien temais: Temed a aquel que despues de haber quitado la vida, tiene poder de echar en la gehenna: asi os digo: A este temed. 6 ?No se venden cinco pajarillos por dos blancas? pues ni uno de ellos esta olvidado delante de Dios. 7 Y aun los cabellos de vuestra cabeza estan todos contados. No temais pues: de mas estima sois [vosotros] que muchos pajarillos. 8 Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, tambien el Hijo del hombre le confesara delante de los angeles de Dios: 9 Mas el que me negare delante de los hombres, sera negado delante de los angeles de Dios: 10 Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le sera perdonado; mas al que blasfemare contra el Espiritu Santo, no [le] sera perdonado. 11 Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no esteis solicitos como o que hayais de responder, o que hayais de decir; 12 Porque el Espiritu Santo os ensenara en la misma hora lo que sera necesario decir. 13 Y dijole uno de la compania: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 14 Mas el le dijo: hombre, ?quien me puso por juez o partidor sobre vosotros? 15 Y dijoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 16 Y refirioles una parabola, diciendo: La heredad de un hombre rico habia llevado mucho; 17 Y [el] pensaba dentro de si, diciendo: ?Que hare, que no tengo donde junte mis frutos? 18 Y dijo: Esto hare; derribare mis alfolies, y edificare[los] mayores; y alli juntare todos mis frutos y mis bienes, 19 Y dire a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos anos: reposate, come, bebe, huelgate. 20 Y dijole Dios: iNecio! esta noche vuelven a pedir tu alma: y lo que has prevenido, ?de quien sera? 21 Asi [es] el que hace para si tesoro, y no es rico en Dios. 22 Y dijo a sus discipulos: Por tanto os digo, no esteis afanosos de vuestra vida, que comereis, ni del cuerpo, que vestireis. 23 La vida mas es que la comida, y el cuerpo que el vestido. 24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfoli; y Dios los alimenta. ?Cuanto de mas estima sois vosotros que las aves? 25 ?Y quien de vosotros podra con [su] afan anadir a su estatura un codo? 26 Pues si no podeis aun lo que es menos, ?para que estareis afanosos de lo demas? 27 Considerad los lirios, como crecen; no labran, ni hilan: y os digo, que ni Salomon con toda su gloria se vistio como uno de ellos. 28 Y si asi viste Dios a la yerba, que hoy esta en el campo, y manana es echada en el horno, ?cuanto mas a vosotros, [hombres] de poca fe? 29 Vosotros, pues, no procureis que hayais de comer, o que hayais de beber, ni esteis en ansiosa perplejidad. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo: que vuestro Padre sabe que necesitais estas cosas. 31 Mas procurad el reino de Dios, y todas estas cosas os seran anadidas. 32 No temais, manada pequena, porque al Padre ha placido daros el reino. 33 Vended lo que poseeis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladron no llega, ni polilla corrompe. 34 Porque donde esta vuestro tesoro, alli tambien estara vuestro corazon. 35 Esten cenidos vuestros lomos, y [vuestras] antorchas encendidas: 36 Y vosotros, semejantes a hombres que esperan cuando su senor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere, y tocare, luego le abran. 37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales, cuando el senor viniere, hallare velando; de cierto os digo, que se cenira, y hara que se sienten a la mesa y pasando les servira. 38 Y aunque venga a la segunda vigilia: y aunque venga a la tercera vigilia, y [los] hallare asi, bienaventurados son los tales siervos. 39 Esto empero sabed, que si supiese el padre de familia a que hora habia de venir el ladron, velaria ciertamente y no dejaria minar su casa. 40 Vosotros, pues, tambien estad apercibidos: porque a la hora que no pensais, el Hijo del hombre vendra. 41 Entonces Pedro le dijo: Senor, ?dices esta parabola a nosotros, o tambien a todos? 42 Y dijo el Senor: ?Quien es el mayordomo fiel y prudente, al cual el senor pondra sobre su familia, para que en tiempo les de [su] racion? 43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando el senor viniere, hallare haciendo asi. 44 En verdad os digo, que el le pondra sobre todos sus bienes. 45 Mas si el tal siervo dijere en su corazon: Mi senor tarda en venir, y comenzare a herir los siervos y las criadas, y a comer, y a beber, y a embriagarse, 46 Vendra el senor de aquel siervo el dia que [el] no espera, y a la hora que [el] no sabe, y le apartara, y pondra su parte con los infieles. 47 Porque el siervo que entendio la voluntad de su senor, y no se apercibio, ni hizo conforme a su voluntad, sera azotado mucho. 48 Mas el que no entendio, e hizo cosas dignas de azotes, sera azotado poco: porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho sera vuelto a demandar de el; y al que encomendaron mucho, mas le sera pedido. 49 Fuego vine a meter en la tierra: ?y que quiero, si ya esta encendido? 50 Empero de bautismo me es necesario ser bautizado: y icomo me angustio hasta que sea cumplido! 51 Pensais que he venido a la tierra a dar paz? No, os digo; mas disension. 52 Porque estaran de aqui adelante cinco en una casa divididos, tres contra dos, y dos contra tres. 53 El padre estara dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre, la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. 54 Y decia tambien a las gentes: Cuando veis la nube que sale del Poniente, luego decis: Agua viene: y es asi. 55 Y cuando sopla el Austro, decis: Habra calor; y lo hay. 56 iHipocritas! Sabeis examinar la faz del cielo y de la tierra: ?Y como no reconoceis este tiempo? 57 ?Y por que aun de vosotros mismos no juzgais lo que es justo? 58 Pues cuando vas al magistrado con tu adversario, procura en el camino librarte de el; porque no te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la carcel. 59 Te digo que no saldras de alla, hasta que hayas pagado hasta el ultimo maravedi. CAPITULO 13. 1 Y EN este mismo tiempo estaban alli unos que le contaban acerca de los Galileos cuya sangre Pilato habia mezclado con sus sacrificios. 2 Y respondiendo Jesus les dijo: ?Pensais que estos Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan sido mas pecadores que todos las Galileos? 3 No, os digo: antes, si no os arrepintiereis, todos perecereis igualmente. 4 O aquellos diez y ocho, sobre los cuales cayo la torre de Siloe, y los mato, ?pensais que ellos fueron mas deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalem, 5 No, os digo: antes si no os arrepintiereis, todos perecereis asimismo. 6 Y dijo esta parabola: Tenia uno una higuera plantada en su vina, y vino a buscar fruto en ella, y no [lo] hallo. 7 Y dijo al vinero: He aqui tres anos ha que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no [le] hallo; cortala, ?por que ocupara aun la tierra? 8 El entonces respondiendo, le dijo: Senor, dejala aun este ano, hasta que [yo] la excave, y estercole. 9 Y si hiciere fruto, [bien;] y si no, la cortaras despues. 10 Y ensenaba en una sinagoga en Sabado. 11 Y he aqui una mujer que tenia espiritu de enfermedad diez y ocho anos, andaba agobiada que en ninguna manera [se] podia enhestar. 12 Y como Jesus la vio, llamo[la,] y dijole: Mujer, libre eres de tu enfermedad. 13 Y puso las manos sobre ella, y luego se enderezo, y glorificaba a Dios. 14 Y respondiendo el principe de la sinagoga, enojado que Jesus hubiese curado en el Sabado, dijo a la compania: Seis dias hay en que es necesario obrar: en estos, pues, venid y sed curados, y no en dia de Sabado. 15 Entonces el Senor le respondio, y dijo: Hipocrita, ?cada uno de vosotros no desata en Sabado su buey, o su asno del pesebre, y [lo] lleva a beber? 16 Y a esta hija de Abraham, que he aqui que Satanas la habia ligado diez y ocho anos, ?no convino desatarla de esta ligadura en dia de Sabado? 17 Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios: mas todo el pueblo se gozaba de todas las cosas gloriosas que eran por el hechas. 18 Y dijo: ?A que es semejante el reino de Dios, y a que le comparare? 19 Semejante es al grano de la mostaza, que tomando[lo] un hombre [le] metio en su huerto; y crecio, y fue hecho arbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas. 20 Y otra vez dijo: ?A que comparare el reino de Dios? 21 Semejante es a la levadura, que tomo una mujer, y [la] escondio en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado. 22 Y pasaba por todas las ciudades y aldeas ensenando, y caminando a Jerusalem. 23 Y dijole uno: Senor, ?son pocos los que se salvan? Y el les dijo: 24 Porfiad a entrar por la puerta angosta: porque os digo que muchos procuraran entrar, y no podran. 25 Despues que el padre de familias se levantare, y cerrare la puerta, y comenzareis a estar fuera, y tocar a la puerta, diciendo: Senor, Senor, abrenos: y respondiendo [el] os dira: No os conozco de donde seais: 26 Entonces comenzareis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas ensenaste. 27 Y [os] dira: Digoos que no os conozco de donde seais: apartaos de mi, todos los obreros de iniquidad. 28 Alli sera el llanto y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluidos. 29 Y vendran del Oriente y del Occidente, del Norte, y del Mediodia, y se sentaran a la mesa en el reino de Dios. 30 Y he aqui, que son postreros los que eran los primeros; y que son primeros los que eran los postreros. 31 Aquel mismo dia llegaron unos de los Fariseos, diciendoles: Sal y vete de aqui, porque Herodes te quiere matar. 32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aqui, echo fuera demonios, y acabo sanidades hoy y manana, y al tercer dia soy consumado. 33 Empero es menester que hoy, y manana, y pasado manana camine: porque no es posible que profeta muera fuera de Jerusalem. 34 iJerusalem, Jerusalem! que matas los profetas, y apedreas los que son enviados a ti: icuantas veces quise juntar tus hijos, como la gallina sus pollos debajo de [sus] alas, y no quisiste! 35 He aqui os es dejada vuestra casa desierta: y os digo que no me vereis, hasta que venga [tiempo] cuando digais: Bendito el que viene en nombre del Senor. CAPITULO 14. 1 Y ACONTECIO que entrando en casa de un principe de los Fariseos un Sabado a comer pan, ellos le acechaban. 2 Y he aqui un hombre hidropico estaba delante de el. 3 Y respondiendo Jesus, hablo a los doctores de la ley, y a los Fariseos diciendo: ?Es licito sanar en Sabado? 4 Y ellos callaron. Entonces el tomando[le,] lo sano, y despidio[le.] 5 Y respondiendo a ellos, dijo: ?El asno o el buey de cual de vosotros caera en [algun] pozo, y [el] no le sacara luego en dia de Sabado? 6 Y no le podian replicar a estas cosas. 7 Y observando como escogian los primeros asientos a la mesa, propuso una parabola a los convidados, diciendoles: 8 Cuando fueres convidado de alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar; no sea que otro mas honrado que tu este por el convidado, 9 Y viniendo el que te llamo a ti y a el, te diga: Da lugar a este: y entonces comiences con vergueenza a tener el lugar ultimo. 10 Mas cuando fueres convidado, ve, y sientate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamo, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendras gloria delante de los que juntamente se asientan a la mesa. 11 Porque cualquiera que se ensalza, sera humillado; y el que se humilla, sera ensalzado. 12 Y dijo tambien el que le habia convidado: Cuando haces comida o cena,^ no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a [tus] vecinos ricos; porque tambien ellos no te vuelvan a convidar, y te sea hecha compensacion. 13 Mas cuando haces banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos, 14 Y seras bienaventurado; porque no te pueden retribuir: mas te sera recompensado en la resurreccion de los justos. 15 Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comera pan en el reino de los cielos. 16 El entonces le dijo: Un hombre hizo una grande cena, y convido a muchos. 17 Y a la hora de la cena envio a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo esta aparejado. 18 Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito salir, y verla; te ruego que me des por excusado. 19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos: ruegote que me des por excusado. 20 Y el otro dijo: Acabo de casarme y por tanto no puedo ir. 21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su senor. Entonces enojado el padre de la familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas, y por las calles de la ciudad, y mete aca los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos. 22 Y dijo el siervo: Senor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar. 23 Y dijo el senor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuerza[los] a entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron llamados, gustara mi cena. 25 Y muchas gentes iban con el; y volviendose les dijo: 26 Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun tambien su vida, no puede ser mi discipulo. 27 Y cualquiera que no trae su cruz y viene en pos de mi, no puede ser mi discipulo. 28 Porque ?cual de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene [lo que necesita] para acabar[la?] 29 Porque despues que haya puesto el fundamento, y no pueda acabar[la,] todos los que [lo] vieren, no comiencen a hacer burla de el, 30 Diciendo: Este hombre comenzo a edificar, y no pudo acabar. 31 ?O cual rey, habiendo de ir a hacer guerra contra otro rey, sentandose primero, no consulta si puede salir al encuentro con diez mil al que viene contra el con veinte mil? 32 De otra manera, cuando aun el otro esta lejos, le ruega por la paz, enviandole embajada. 33 Asi pues cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discipulo. 34 Buena es la sal; mas si aun la sal fuere desvanecida ?Con que se adobara? 35 Ni para la tierra, ni para el muladar es buena; fuera la arrojan. Quien tiene oidos para oir, oiga. CAPITULO 15. 1 Y SE llegaban a el todos los publicanos y pecadores a oirle. 2 Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. 3 Y el les propuso esta parabola, diciendo: 4 ?Que hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdio, hasta que la halle? 5 Y hallada, [la] pone sobre sus hombros gozoso; 6 Y viniendo a casa junta a los amigos y a los vecinos, diciendoles: Dadme el parabien: porque he hallado mi oveja que se habia perdido. 7 Os digo, que asi habra [mas] gozo en el cielo de un pecador que se arrepiente, que de noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento. 8 ?O que mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil y barre la casa. y busca con diligencia hasta hallar[la?] 9 Y cuando [la] hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Dadme el parabien, porque he hallado la dracma que habia perdido. 10 Asi os digo que hay gozo delante de los angeles de Dios por un pecador que se arrepiente. 11 Y dijo: Un hombre tenia dos hijos; 12 Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que [me] pertenece: y [el] les repartio la hacienda. 13 Y no muchos dias despues, juntandolo todo el hijo menor, partio lejos a una provincia apartada, y alli desperdicio su hacienda viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una grande hambre en aquella provincia, y comenzole a faltar. 15 Y fue, y se llego a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envio a su hacienda para que apacentase los puercos. 16 Y deseaba henchir su vientre de las algarrobas que comian los puercos; mas nadie se [las] daba. 17 Y volviendo en si, dijo: iCuantos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aqui perezco de hambre! 18 Me levantare, e ire a mi padre, y le dire: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti; 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantandose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, violo su padre, y fue movido a misericordia, y corrio, y echose sobre su cuello, y besole. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle, y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies; 23 Y traed el becerro grueso, y matad[lo,] y comamos, y hagamos fiesta. 24 Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habiase perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. 25 Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llego cerca de casa, oyo la sinfonia y las danzas; 26 Y llamando uno de los criados, preguntole que era aquello. 27 Y el le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha muerto el becerro grueso, por haberle recibido salvo. 28 Entonces [el] se enojo, y no queria entrar. Salio por tanto su padre, y le rogaba [que entrase.] 29 Mas el respondiendo, dijo al padre: He aqui, tantos anos [ha que] te sirvo, no habiendo traspasado jamas tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Mas cuando vino este tu hijo, que ha consumido tu hacienda con rameras has matado para el el becerro grueso. 31 El entonces le dijo: Hijo, tu siempre estas conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era menester hacer fiesta y holgar[nos,] porque este tu hermano muerto era, y ha revivido; habiase perdido, y es hallado. CAPITULO 16. 1 Y DIJO tambien a sus discipulos; Habia un hombre rico, el cual tenia un mayordomo; y este fue acusado delante de el como disipador de sus bienes. 2 Y lo llamo, y le dijo: ?Que [es] esto [que] oigo de ti? da cuenta de tu mayordomia, porque ya no podras mas ser mayordomo. 3 Entonces el mayordomo dijo dentro de si: ?Que hare? que mi senor me quita la mayordomia. Cavar, no puedo, mendigar, tengo vergueenza. 4 [Yo] se lo que hare, para que cuando fuere quitado de la mayordomia, me reciban en sus casas. 5 Y llamando a cada uno de los deudores de su senor, dijo al primero: ?Cuanto debes a mi senor? 6 Y el dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu obligacion, y sientate presto, y escribe cincuenta. 7 Y despues dijo a otro: ?Y tu, cuanto debes? Y el dijo: Cien coros de trigo. Y el le dijo: Toma tu obligacion, y escribe ochenta. 8 Y alabo el senor al mayordomo malo por haber hecho discretamente; porque los hijos de este siglo son en su generacion mas sagaces que los hijos de luz. 9 Y yo os digo: Haceos amigos de las riquezas de maldad, para que cuando faltareis, os reciban en las moradas eternas. 10 El que es fiel en lo muy poco, tambien en lo mas es fiel: y el que en lo muy poco es injusto, tambien en lo mas es injusto. 11 Pues si en las malas riquezas no fuisteis fieles, ?quien os confiara lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ?quien os dara lo que es vuestro? 13 Ningun siervo puede servir a dos senores; porque o aborrecera al uno y amara al otro; o se allegara al uno, y menospreciara al otro. No podeis servir a Dios y a las riquezas. 14 Y oian tambien todas estas cosas los Fariseos, los cuales eran avaros, y se burlaban de el. 15 Y dijoles: Vosotros sois los que os justificais a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones: porque lo que los hombres [tienen] por sublime, delante de Dios [es] abominacion. 16 La ley y los profetas hasta Juan: desde entonces el reino de Dios es anunciado, y quien quiera se esfuerza a entrar en el. 17 Empero mas facil cosa es pasar el cielo y la tierra, que frustrarse un tilde de la ley. 18 Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera: y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. 19 Habia un hombre rico, que se vestia de purpura y de lino fino, y hacia cada dia banquete con esplendidez: 20 Habia tambien un mendigo llamado Lazaro, el cual estaba echado a la puerta de el, lleno de llagas, 21 Y deseando hartarse de las migajas que caian de la mesa del rico; y aun los perros venian y le lamian las llagas. 22 Y acontecio que murio el mendigo, y fue llevado por los angeles al seno de Abraham: y murio tambien el rico, y fue sepultado. 23 Y en el infierno alzo sus ojos estando en los tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lazaro en su seno. 24 Entonces el dando voces dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mi, y envia a Lazaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. 25 Y dijole Abraham: Hijo, acuerdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lazaro tambien males; mas ahora este es consolado aqui, y tu atormentado. 26 Y ademas de todo esto, una grande sima esta constituida entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aqui a vosotros, no pueden, ni de alla pasar aca. 27 Y dijo: Ruegote, pues, padre, que le envies a la casa de mi padre; 28 Porque tengo cinco hermanos; para que les testifique, porque no vengan ellos tambien a este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dice: A Moises y a los profetas tienen; oiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere a ellos de los muertos, se arrepentiran. 31 Mas [Abraham] le dijo: Si no oyen a Moises y a los profetas, tampoco se persuadiran, si alguno se levantare de os muertos. CAPITULO 17. 1 Y A sus discipulos dice: Imposible es que no vengan escandalos; mas iay de aquel por quien vienen! 2 Mejor le fuera, si le pusiesen al cuello una piedra de molino, y le lanzasen en el mar, que escandalizar uno de estos pequenitos. 3 Mirad por vosotros: Si pecare contra ti tu hermano, reprendelo; y si se arrepintiere, perdonale. 4 Y si siete veces al dia pecare contra ti, y siete veces al dia se volviere a ti, diciendo: Pesame; perdonale. 5 Y dijeron los apostoles al Senor: Aumentanos la fe. 6 Entonces el Senor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, direis a este sicomoro: Desarraigate, y plantate en el mar; y os obedecera. 7 ?Y quien de vosotros tiene un siervo que ara o apacienta, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, sientate a la mesa? 8 ?No le dice antes: Adereza que cene, y arremangate, y sirveme hasta que haya comido y bebido; y despues de esto come tu y bebe? 9 ?Da gracias al siervo porque hizo lo que le habia sido mandado? Pienso que no. 10 Asi tambien vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inutiles somos; porque lo que debiamos hacer, hicimos. 11 Y acontecio que yendo el a Jerusalem, pasaba por medio de Samaria, y de Galilea. 12 Y entrando en una aldea, vinieronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos, 13 Y alzaron la voz diciendo: Jesus, Maestro, ten misericordia de nosotros. 14 Y como el [los] vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y acontecio, que yendo ellos, fueron limpios. 15 Entonces uno de ellos como se vio que estaba limpio, volvio, glorificando a Dios a gran voz; 16 Y derribose sobre el rostro a sus pies, dandole gracias: y este era Samaritano. 17 Y respondiendo Jesus, dijo: ?No son diez los que fueron limpios? ?Y los nueve donde [estan?] 18 ?No hubo quien volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero? 19 Y dijole: Levantate, vete; tu fe te ha salvado. 20 Y preguntado por los Fariseos cuando habia de venir el reino de Dios, les respondio, y dijo: El reino de Dios no vendra con advertencia; 21 Ni diran: Helo aqui, o helo alli; porque he aqui el reino de Dios entre vosotros esta. 22 Y dijo a sus discipulos: Tiempo vendra, cuando deseareis ver uno de los dias del Hijo del hombre, y no [lo] vereis. 23 Y os diran: Helo aqui, o helo alli. No vayais ni sigais. 24 Porque como el relampago relampagueando desde una parte debajo del cielo, resplandece hasta [la otra] debajo del cielo, asi tambien sera el Hijo del hombre en su dia. 25 Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generacion. 26 Y como fue en los dias de Noe, asi tambien sera en los dias del Hijo del hombre. 27 Comian, bebian, [los hombres] tomaban mujeres, y las mujeres maridos hasta el dia que entro Noe en el arca y vino el diluvio, y destruyo a todos. 28 Asimismo tambien como fue en los dias de Lot: comian, bebian, compraban, vendian, plantaban, edificaban: 29 Mas el dia que Lot salio de Sodoma, llovio del cielo fuego y azufre, y destruyo a todos: 30 Como esto sera el dia en que el Hijo del hombre se manifestara. 31 En aquel dia, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda a tomarlas: y el que en el campo, asimismo no vuelva atras. 32 Acordaos de la mujer de Lot. 33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perdera; y cualquiera que la perdiere, la salvara. 34 Os digo que en aquella noche estaran dos en una cama; el uno sera tomado, y el otro sera dejado. 35 Dos mujeres estaran moliendo juntas; la una sera tomada, y la otra dejada. 36 Dos estaran en el campo; el uno sera tomado, y el otro dejado. 37 Y respondiendo, le dicen: ?Donde, Senor? Y el les dijo: Donde [estuviere] el cuerpo, alla se juntaran tambien las aguilas. CAPITULO 18. 1 Y PROPUSOLES tambien una parabola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar. 2 Diciendo: Habia un juez en una ciudad, el cual ni temia a Dios, ni respetaba hombre. 3 Habia tambien en aquella ciudad una viuda, la cual venia a el, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Pero el no quiso por [algun] tiempo: mas despues de esto dijo dentro de si: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre; 5 Todavia porque esta viuda me es molesta, le hare justicia, porque al fin no venga y me muela. 6 Y dijo el Senor: Oid lo que dice el juez injusto. 7 ?Y Dios no hara justicia a sus escogidos, que claman a el dia y noche, aunque sea longanime acerca de ellos? 8 Os digo que los defendera presto. Empero cuando el Hijo del hombre viniere, ?hallara fe en la tierra? 9 Y dijo tambien a unos que confiaban de si como justos, y menospreciaban a los otros, esta parabola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar; el uno Fariseo, y el otro publicano. 11 El Fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adulteros, ni aun como este publicano. 12 Ayuno dos veces en la semana; doy diezmos de todo lo que poseo. 13 Mas el publicano estando lejos, no queria ni aun alzar los ojos al cielo; sino que heria su pecho, diciendo: Dios, se propicio a mi, pecador. 14 Os digo que este descendio a su casa [mas] justificado que el otro: porque cualquiera que se ensalza, sera humillado, y el que se humilla, sera ensalzado. 15 Y traian a el los ninos para que los tocase; lo cual viendo[lo] los discipulos, les renian. 16 Mas Jesus llamandolos, dijo: Dejad los ninos venir a mi, y no los impidais, porque de tales es el reino de Dios. 17 De cierto os digo, que cualquiera que no recibiere el reino de Dios como un nino, no entrara en el. 18 Y preguntole un principe diciendo: Maestro bueno, ?que hare para poseer la vida eterna? 19 Y Jesus le dijo: ?Por que me dices bueno? ninguno [hay] bueno sino solo Dios. 20 Los mandamientos sabes: No mataras, No adulteraras, No hurtaras, No diras falso testimonio, Honra a tu padre, y a tu madre. 21 Y el dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud. 22 Y Jesus, oido esto, le dijo: Aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendras tesoro en el cielo; y ven, sigueme. 23 Entonces el, oidas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico. 24 Y viendo Jesus que se habia entristecido mucho, dijo: iCuan dificultosamente entraran en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25 Porque mas facil cosa es entrar un camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios. 26 Y los que [lo] oian, dijeron: ?Y quien podra ser salvo? 27 Y el [les] dijo: Lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios. 28 Entonces Pedro dijo: He aqui, nosotros hemos dejado las posesiones nuestras, y te hemos seguido. 29 Y el les dijo: De cierto os digo que nadie hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 Que no haya de recibir mucho mas en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Y Jesus tomando [aparte] los doce, les dijo: He aqui subimos a Jerusalem, y seran cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas del Hijo del hombre. 32 Porque sera entregado a las gentes, y sera escarnecido, e injuriado, y escupido. 33 Y despues que le hubieren azotado, le mataran; mas al tercer dia resucitara. 34 Pero ellos nada de estas cosas entendian, y esta palabra les era encubierta; y no entendian lo que se decia. 35 Y acontecio que acercandose el a Jerico, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando: 36 El cual como oyo la gente que pasaba, pregunto que era aquello. 37 Y dijeronle que pasaba Jesus Nazareno. 38 Entonces dio voces, diciendo: Jesus, hijo de David; ten misericordia de mi. 39 Y los que iban delante, le renian que callase; mas el clamaba mucho mas: Hijo de David, ten misericordia de mi. 40 Jesus entonces parandose, mando traerle a si: y como el llego, le pregunto, 41 Diciendo: ?Que quieres que te haga? Y el dijo: Senor, que vea. 42 Y Jesus le dijo: Ve: tu fe te ha hecho salvo. 43 Y luego vio, y le seguia, glorificando a Dios: y todo el pueblo como vio [esto,] dio a Dios alabanza. CAPITULO 19. 1 Y HABIENDO entrado [Jesus,] iba pasando por Jerico: 2 Y he aqui un varon llamado Zaqueo, el cual era el principal de los publicanos, y era rico. 3 Y procuraba ver a Jesus quien fuese; mas no podia a causa de la multitud, porque era pequeno de estatura. 4 Y corriendo delante, subiose a un arbol sicomoro para verle; porque habia de pasar por alli. 5 Y como vino a aquel lugar Jesus, mirando le vio, y dijole: Zaqueo, date priesa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. 6 Entonces el descendio aprisa, y le recibio gozoso. 7 Y viendo [esto] todos, murmuraban, diciendo que habia entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Senor: He aqui, Senor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, lo vuelvo con el cuatro tanto. 9 Y Jesus le dijo: Hoy ha venido la salvacion a esta casa; por cuanto el tambien es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se habia perdido. 11 Y oyendo ellos estas cosas, prosiguio y dijo una parabola, por cuanto estaba cerca de Jerusalem; y porque pensaban que luego habia de ser manifestado el reino de Dios. 12 Dijo pues: Un hombre noble partio a una provincia lejos, para tomar para si un reino, y volver. 13 Mas llamados diez siervos suyos les dio diez minas, y dijoles: Negociad entretanto que vengo. 14 Empero sus ciudadanos le aborrecian; y enviaron tras de el una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. 15 Y acontecio que vuelto el, habiendo tomado el reino, mando llamar a si a aquellos siervos, a los cuales habia dado el dinero, para saber lo que habia negociado cada uno. 16 Y vino el primero, diciendo: Senor, tu mina ha ganado diez minas. 17 Y el le dice: Esta bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendras potestad sobre diez ciudades. 18 Y vino otro diciendo: Senor, tu mina ha hecho cinco minas. 19 Y tambien a este dijo: Tu tambien se sobre cinco ciudades. 20 Y vino otro diciendo: Senor, he aqui tu mina, la cual he tenido guardada en un panizuelo, 21 Porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22 Entonces [el] le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabias que yo era hombre recio, que tomo lo que no puse, y siego lo que no sembre; 23 ?Por que pues no diste mi dinero al banco; y yo viniendo lo demandara con el logro? 24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25 Y ellos le dijeron: Senor, tiene diez minas. 26 Pues [yo] os digo que a cualquiera que tuviere, le sera dado; mas al que no tuviere, aun lo que tiene le sera quitado. 27 Y tambien a aquellos mis enemigos, que no querian que yo reinase sobre ellos, traedlos aca, y degolladlos delante de mi. 28 Y dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalem. 29 Y acontecio, que llegando cerca de Bethfage, y de Bethania, al monte que se llama de las Olivas, envio dos de sus discipulos. 30 Diciendo: Id a la aldea de enfrente; en la cual como entrareis, hallareis un pollino atado, en el que ningun hombre se ha sentado jamas: desatadle, y traed[lo.] 31 Y si alguien os preguntare: ?Por que [le] desatais? le respondereis asi: Porque el Senor lo ha menester. 32 Y fueron los que habian sido enviados, y hallaron como [el] les dijo. 33 Y desatando ellos el pollino, sus duenos les dijeron: ?Por que desatais el pollino? 34 Y ellos dijeron: Porque el Senor le ha menester. 35 Y trajeronlo a Jesus; y habiendo echado sus vestidos sobre el pollino pusieron a Jesus encima. 36 Y yendo el, tendian sus capas por el camino. 37 Y como llegasen ya cerca de la bajada del monte de las Olivas, toda la multitud de los discipulos, gozandose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habian visto, 38 Diciendo: Bendito el rey que viene en nombre del Senor: paz en el cielo, y gloria en lo altisimo. 39 Entonces algunos de los Fariseos de la compania le dijeron: Maestro, reprende a tus discipulos. 40 Y el respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaren, las piedras clamaran. 41 Y como llego cerca, viendo la ciudad, lloro sobre ella, 42 Diciendo: iOh si tambien tu conocieses, a lo menos en este tu dia, lo que [toca] a tu paz! mas ahora esta encubierto de tus ojos. 43 Porque vendran dias sobre ti, que tus enemigos te cercaran con baluarte; y te pondran cerco, y de todas partes te pondran en estrecho; 44 Y te derribaran a tierra, y a tus hijos, [los que estan] dentro de ti; y no dejaran sobre ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitacion. 45 Y entrando en el templo, comenzo a echar fuera a todos los que vendian y compraban en el, 46 Diciendoles: Escrito esta: Mi casa, casa de oracion es; mas vosotros la habeis hecho cueva de ladrones. 47 Y ensenaba cada dia en el templo mas los principes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del pueblo procuraban matarle. 48 Y no hallaban que hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyendole. CAPITULO 20. 1 Y ACONTECIO un dia, que ensenando el al pueblo en el templo, y anunciando el Evangelio, llegaronse los principes de los sacerdotes, y los escribas, con los ancianos, 2 Y le hablaron, diciendo: Dinos ?con que potestad haces estas cosas? ?o quien es el que te ha dado esta potestad? 3 Respondiendo entonces Jesus, les dijo: Os preguntare yo tambien una palabra; respondedme: 4 El bautismo de Juan ?era del cielo, o de los hombres? 5 Mas ellos pensaban dentro de si, diciendo: Si dijeremos: Del cielo; dira: ?Por que pues no le creisteis? 6 Y si dijeremos: De los hombres: todo el pueblo nos apedreara; porque estan ciertos que Juan era profeta. 7 Y respondieron, que no sabian de donde [habia sido.] 8 Entonces Jesus les dijo: Ni yo os digo con que potestad hago estas cosas. 9 Y comenzo a decir al pueblo esta parabola: Un hombre planto una vina, y arrendola a labradores, y se ausento por mucho tiempo. 10 Y al tiempo envio un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la vina; mas los labradores le hirieron, y enviaron vacio. 11 Y volvio a enviar otro siervo: mas ellos a este tambien herido y afrentado le enviaron vacio. 12 Y volvio a enviar al tercer siervo; mas ellos tambien a este echaron herido. 13 Entonces el senor de la vina dijo: ?Que hare? enviare mi hijo amado: quizas cuando a este vieren, tendran respeto. 14 Mas los labradores viendole, pensaron entre si diciendo: Este es el heredero, venid, matemosle, para que la heredad sea nuestra. 15 Y echaronlo fuera de la vina, y [le] mataron. ?Que pues les hara el senor de la vina? 16 Vendra, y destruira a estos labradores, y dara su vina a otros. Y como ellos [lo] oyeron, dijeron: Guarda. 17 Mas el mirandolos, dice: ?Que pues es lo que esta escrito: La piedra que condenaron los edificadores, esta fue por cabeza de esquina? 18 Cualquiera que cayere sobre aquella piedra, sera quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzara. 19 Y procuraban los principes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos habia dicho esta parabola; mas temieron al pueblo. 20 Y acechando[le] enviaron espias que se simulasen justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregasen al principado y a la potestad del presidente: 21 los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y ensenas bien, y que no tienes respeto a persona; antes ensenas el camino de Dios con verdad. 22 ?Esnos licito dar tributo a Cesar, o no? 23 Mas el, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: ?Por que me tentais? 24 Mostradme la moneda. ?De quien tiene la imagen y la inscripcion? Y respondiendo dijeron: De Cesar. 25 Entonces les dijo: Pues dad a Cesar lo que es de Cesar; y lo que es de Dios, a Dios. 26 Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo, antes maravillados de su respuesta, callaron. 27 Y llegandose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurreccion, le preguntaron, 28 Diciendo: Maestro, Moises nos escribio: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente a su hermano. 29 Fueron pues siete hermanos: y el primero tomo mujer, y murio sin hijos. 30 Y la tomo el segundo, el cual tambien murio sin hijos. 31 Y la tomo el tercero, asimismo tambien todos siete: y murieron sin dejar prole. 32 Y a la postre de todos murio tambien la mujer. 33 En la resurreccion, pues, ?mujer de cual de ellos sera? porque los siete la tuvieron por mujer. 34 Entonces respondiendo Jesus, les dijo: los hijos de este siglo se casan, y son dados en casamiento: 35 Mas los que fueren tenidos por dignos de aquel siglo, y de la resurreccion de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento: 36 Porque no pueden ya mas morir; porque son iguales a los angeles, y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurreccion. 37 Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moises lo enseno junto a la zarza, cuando dice al Senor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob. 38 Porque Dios no es [Dios] de muertos, mas de vivos; porque todos viven [cuanto] a el. 39 Y respondiendole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho. 40 Y no osaron mas preguntarle algo. 41 Y el les dijo: ?Como dicen que el Cristo es Hijo de David? 42 Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Senor a mi Senor: Sientate a mi diestra, 43 Entretanto que pongo tus enemigos [por] estrado de tus pies. 44 Asi que David le llama Senor: ?como pues es su hijo? 45 Y oyendo[lo] todo el pueblo, dijo a sus discipulos: 46 Guardaos de los escribas; que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas: 47 Que devoran las casas de las viudas, poniendo por pretexto la larga oracion: estos recibiran mayor condenacion. CAPITULO 21. 1 Y MIRANDO, vio los ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio. 2 Y vio tambien una viuda pobrecilla que echaba alli dos blancas. 3 Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echo mas que todos. 4 Porque todos estos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios mas esta de su pobreza echo todo el sustento que tenia. 5 Y a unos que decian del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo: 6 Estas cosas que veis, dias vendran que no quedara piedra sobre piedra que no sea destruida. 7 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ?cuando sera esto? ?Y que senal [habra] cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas? 8 El entonces dijo: Mirad, no seais enganados; porque vendran muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy, y el tiempo esta cerca: por tanto no vayais en pos de ellos. 9 Empero cuando oyereis guerras y sediciones no os espanteis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero: mas no luego [sera] el fin. 10 Entonces les dijo: Se levantara gente contra gente, y reino contra reino: 11 Y habra grandes terremotos en [varios] lugares, y hambres, y pestilencias; y habra espantos, y grandes senales del cielo. 12 Mas antes de todas estas cosas os echaran mano, y perseguiran entregando[os] a las sinagogas, y a las carceles, siendo llevados a los reyes y a los gobernadores por causa de mi nombre. 13 Y os sera [esto] para testimonio. 14 Poned pues en vuestros corazones no pensar antes como habeis de responder. 15 Porque yo os dare boca y sabiduria a la cual no podran resistir ni contradecir todos los que se os opondran. 16 Mas sereis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos: y mataran [a algunos] de vosotros. 17 Y sereis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. 18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecera. 19 En vuestra paciencia poseereis vuestras almas. 20 Y cuando viereis a Jerusalem cercada de ejercitos, sabed entonces que su destruccion ha llegado. 21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, vayanse, y los que [esten] en los campos, no entren en ella. 22 Porque estos son dias de venganza; para que se cumplan todas las cosas que estan escritas. 23 Mas iay de las prenadas y de las que crian en aquellos dias! porque habra apuro grande sobre [esta] tierra, e ira en este pueblo. 24 Y caeran a filo de espada, y seran llevados cautivos a todas las naciones: y Jerusalem sera hollada de las gentes, hasta que los tiempos de las gentes sean cumplidos. 25 Entonces habra senales en el sol y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusion del sonido de la mar y de las ondas: 26 Secandose los hombres a causa del temor y espectacion de las cosas que sobrevendran a la redondez de la tierra: porque las virtudes de los cielos seran conmovidas. 27 Y entonces veran al Hijo del hombre, que vendra en una nube con potestad y majestad grande 28 Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redencion esta cerca. 29 Y dijoles una parabola: Mirad la higuera y todos los arboles: 30 Cuando ya brotan, viendolo de vosotros mismos entendeis que el verano esta ya cerca. 31 Asi tambien vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que esta cerca el reino de Dios. 32 De cierto os digo que no pasara esta generacion, hasta que todo sea hecho. 33 El cielo y la tierra pasaran, mas mis palabras no pasaran. 34 Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotoneria y embriaguez, y de los cuidados de esta vida; y venga de repente sobre vosotros aquel dia. 35 Porque como un lazo vendra sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. 36 Velad pues orando en todo tiempo, que seais tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de estar en pie delante del Hijo del hombre. 31 Y ensenaba de dia en el templo; y de noche saliendo, estabase en el monte que se llama de las Olivas. 38 Y todo el pueblo venia a el por la manana, para oirle en el templo. CAPITULO 22. 1 Y ESTABA cerca el dia de la fiesta de los azimos, que se llama la Pascua. 2 Y los principes de los sacerdotes y los escribas buscaban como le matarian, mas tenian miedo del pueblo. 3 Y entro Satanas en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del numero de los doce; 4 Y fue, y hablo con los principes de los sacerdotes, y con los magistrados, de como se lo entregaria, 5 Los cuales se holgaron, y concertaron de darle dinero. 6 Y prometio, y buscaba oportunidad para entregarle a ellos sin bulla. 7 Y vino el dia de los azimos, en el cual era necesario matar [el cordero de] la Pascua. 8 Y envio a Pedro, y a Juan, diciendo: Id, aparejadnos [el cordero de] la Pascua, para que comamos. 9 Y ellos le dijeron: ?Donde quieres que aparejemos? 10 Y el les dijo: He aqui, cuando entrareis en la ciudad, os encontrara un hombre que lleva un cantaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare. 11 Y decid al padre de la familia de la casa: El Maestro te dice: ?Donde esta el aposento donde tengo de comer [el cordero de] la Pascua con mis discipulos? 12 Entonces el os mostrara un gran cenaculo aderezado; aparejad alli. 13 Fueron pues, y hallaron como les habia dicho; y aparejaron [el cordero de] la Pascua. 14 Y como fue hora, sentose a la mesa, y con el los apostoles. 15 Y les dijo: En gran manera he deseado comer con vosotros esta Pascua antes que padezca; 16 Porque os digo que no comere mas de ella, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 17 Y tomando el vaso, habiendo dado gracias, dijo: Tomad esto, y partid entre vosotros; 18 Porque os digo, que no bebere mas del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. 19 Y tomando el pan, habiendo dado gracias, partio, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mi. 20 Asimismo tambien [tomo y les dio] el vaso, despues que hubo cenado, diciendo: Este vaso [es] el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. 21 Con todo eso he aqui la mano del que me entrega, conmigo en la mesa. 22 Y a la verdad el Hijo del hombre va, segun lo que esta determinado; empero iay de aquel hombre por el cual es entregado! 23 Ellos entonces comenzaron a preguntar entre si, cual de ellos seria el que habia de hacer esto. 24 Y hubo entre ellos una contienda: Quien de ellos parecia [que habia de] ser el mayor. 25 Entonces el les dijo: los reyes de las gentes se ensenorean de ellas; y los que sobre ellas tienen potestad, son llamados bienhechores: 26 Mas vosotros, no asi; antes el que es menor entre vosotros, sea como el mas mozo; y el que es principe, como el que sirve. 27 Porque ?cual es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ?No es el que se sienta a la mesa? y yo soy entre vosotros como el que sirve. 28 Empero vosotros sois los que habeis permanecido conmigo en mis tentaciones: 29 Yo pues os ordeno un reino, como mi Padre me lo ordeno [a mi,] 30 Para que comais y bebais en mi mesa en mi reino: y os senteis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel. 31 Dijo tambien el Senor: Simon, Simon, he aqui [que] Satanas os ha pedido para zarandaros como a trigo; 32 Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte; y tu, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 33 Y el le dijo: Senor, pronto estoy a ir contigo aun a carcel, y a muerte. 34 Y el dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantara hoy antes que tu niegues tres veces que me conoces. 35 Y a ellos dijo: Cuando os envie sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ?os falto algo? Y ellos dijeron: Nada. 36 Y les dijo: Pues ahora el que tiene bolsa tome[la,] y tambien la alforja; y el que no tiene, venda su capa y compre espada. 37 Porque os digo, que es necesario se cumpla todavia en mi aquello que esta escrito: Y con los malos fue contado: porque lo que [esta escrito] de mi, [su] cumplimiento tiene. 38 Entonces ellos dijeron: Senor, he aqui dos espadas. Y el les dijo: Basta. 39 Y saliendo, se fue, como solia, al monte de las Olivas; y sus discipulos tambien le siguieron. 40 Y como llego a aquel lugar, les dijo: Orad que no entreis en tentacion. 41 Y el se aparto de ellos como un tiro de piedra; y puesto de rodillas, oro, 42 Diciendo: Padre, si quieres pasa este vaso de mi; empero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y le aparecio un angel del cielo confortandole. 44 Y estando en agonia, oraba mas intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que descendian hasta la tierra. 45 Y como se levanto de la oracion, y vino a sus discipulos, hallolos durmiendo de tristeza. 46 Y les dijo: ?Por que dormis? Levantaos, y orad que no entreis en tentacion. 47 Estando el aun hablando, he aqui una turba, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos; y llegose a Jesus para besarlo. 48 Entonces Jesus le dijo: Judas, ?con beso entregas al Hijo del hombre? 49 Y viendo los que estaban con el lo que habia de ser, le dijeron: Senor, heriremos a cuchillo? 50 Y uno de ellos hirio a un siervo del principe de los sacerdotes, y le quito la oreja derecha. 51 Entonces respondiendo Jesus, dijo: Dejad hasta aqui. Y tocando su oreja, le sano. 52 Y Jesus dijo a los que habian venido a el, [de] los principes [de] los sacerdotes, y [de] los magistrados del templo, y [de] los ancianos: ?Como a ladron habeis salido con espadas y con palos? 53 Habiendo estado con vosotros cada dia en el templo, no extendisteis las manos contra mi; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas. 54 Y prendiendole, trajeronlo, y metieronle en casa del principe de los sacerdotes. Y Pedro le seguia de lejos. 55 Y habiendo encendido fuego en medio de la sala, y sentandose todos alrededor, se sento tambien Pedro entre ellos. 56 Y como una criada le vio que estaba sentado al fuego, fijose en el, y dijo: Y este con el estaba. 57 Entonces el lo nego, diciendo: Mujer, no le conozco. 58 Y un poco despues viendole otro, dijo: Y tu de ellos eras. Y Pedro dijo: Hombre, no soy. 59 Y como una hora pasada, otro afirmaba diciendo: Verdaderamente tambien este estaba con el; porque es Galileo. 60 Y Pedro dijo: Hombre, no se que dices. Y luego, estando aun el hablando. el gallo canto. 61 Entonces, vuelto el Senor, miro a Pedro; y Pedro se acordo de la palabra del Senor, como le habla dicho: Antes que el gallo cante me negaras tres veces. 62 Y saliendo fuera Pedro, lloro amargamente. 63 Y los hombres que tenian a Jesus, se burlaban de el hiriendole. 64 Y cubriendolo, herian su rostro, y preguntabanle diciendo: Profetiza quien es el que te hirio. 65 Y decian otras muchas cosas injuriandole. 66 Y cuando fue de dia, se juntaron los ancianos del pueblo, y los principes de los sacerdotes, y los escritas, y le trajeron a su concilio, 67 Diciendo: ?Eres tu el Cristo? Dinos[lo.] Y les dijo: Si os [lo] dijere, no creereis; 68 Y tambien si os preguntare, no me respondereis, ni [me] soltareis: 69 Mas despues de ahora el Hijo del hombre se asentara a la diestra de la potencia de Dios. 70 Y dijeron todos: ?Luego tu eres Hijo de Dios? Y el les dijo: Vosotros [lo] decis que yo soy. 71 Entonces ellos dijeron: ?Que mas testimonio deseamos? porque nosotros [lo] hemos oido de su boca. CAPITULO 23. 1 LEVANTANDOSE entonces toda la multitud de ellos llevaronle a Pilato. 2 Y comenzaron a acusarle diciendo: A este hemos hallado que pervierte la nacion, y que veda dar tributo a Cesar, diciendo que el es el Cristo, el Rey. 3 Entonces Pilato le pregunto, diciendo: ?Eres tu el Rey de los Judios? Y respondiendo el, dijo: Tu [lo] dices. 4 Y Pilato dijo a los principes de los sacerdotes, y a las gentes: Ninguna culpa hallo en este hombre. 5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, ensenando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aqui. 6 Entonces Pilato, oyendo [hablar] de Galilea, pregunto si el hombre era Galileo. 7 Y como entendio que era de la jurisdiccion de Herodes, le remitio a Herodes, el cual tambien estaba en Jerusalem en aquellos dias. 8 Y Herodes, viendo a Jesus, holgose mucho, porque hacia mucho [tiempo] que deseaba verle; porque habia oido de el muchas cosas, y tenia esperanza que le veria hacer alguna senal. 9 Y le preguntaba con muchas palabras; mas el nada le respondio. 10 Y estaban los principes de los sacerdotes y los escribas acusandole con gran porfia. 11 Mas Herodes con su corte le menosprecio, y escarnecio, vistiendole de una ropa rica; y volviolo a enviar a Pilato. 12 Y fueron hechos amigos entre si Pilato y Herodes en el mismo dia; porque antes eran enemigos entre si. 13 Entonces Pilato, convocando los principes de los sacerdotes, y los magistrados, y el pueblo, 14 Les dijo: Me habeis presentado a este por hombre que desvia al pueblo; y he aqui, preguntando yo delante de vosotros, no he hallado alguna culpa en este hombre de aquellas de que le acusais. 15 Y ni aun Herodes; porque os remiti a el, y he aqui que ninguna cosa digna de muerte ha hecho. 16 Le soltare pues castigado. 17 Y tenia necesidad de soltarles uno en cada fiesta. 18 Mas toda la multitud dio voces a una diciendo: Quita a este [la vida,] y sueltanos a Barrabas: 19 El cual habia sido echado en la carcel por una sedicion hecha en la ciudad, y una muerte. 20 Y habloles otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesus. 21 Pero ellos volvieron a dar voces diciendo: Crucificale, crucificale. 22 Y el les dijo la tercera vez: ?Pues que mal ha hecho este? ninguna culpa de muerte he hallado en el: le castigare, pues, y soltare[lo.] 23 Mas ellos instaban a grandes voces pidiendo que fuese crucificado; y las voces de ellos y de los principes de los sacerdotes crecian. 24 Entonces Pilato juzgo que se hiciese lo que ellos pedian. 25 Y les solto a aquel que habia sido echado en la carcel por sedicion y una muerte, al cual habian pedido; y entrego a Jesus a la voluntad de ellos. 26 Y llevandole, tomaron a un Simon Cireneo, que venia del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesus. 27 Y le seguia una grande multitud de pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban, y lamentaban. 28 Mas Jesus, vuelto a ellas, les dice: Hijas de Jerusalem, no me lloreis a mi, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos. 29 Porque he aqui vendran dias en que diran; Bienaventuradas las esteriles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron. 30 Entonces comenzaran a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. 31 Porque si en el arbol verde hacen estas cosas, ?en el seco, que se hara? 32 Y llevaban tambien con el otros dos, malhechores, a ser muertos. 33 Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron alli, y a los malhechores, uno a la derecha, y otro a la izquierda. 34 Y Jesus decia: Padre, perdonalos; porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. 35 Y el pueblo estaba mirando; y se burlaban [de el] los principes con ellos, diciendo: A otros hizo salvos; salvese a si, si este es el Mesias, el escogido de Dios. 36 Escarnecian de el tambien los soldados, llegandose y presentandole vinagre, 37 Y diciendo: Si tu eres el Rey de los Judios, salvate a ti mismo. 38 Y habia tambien sobre el un titulo escrito con letras griegas, y latinas, y hebraicas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS. 39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tu eres el Cristo, salvate a ti mismo y a nosotros. 40 Y respondiendo el otro, reprendiole diciendo: ?Ni aun tu temes a Dios, estando en la misma condenacion, 41 Y nosotros, a la verdad, justamente [padecemos;] porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningun mal hizo. 43 Y dijo a Jesus: Acuerdate de mi cuando vinieres a tu reino. 43 Entonces Jesus le dijo: De cierto te digo que hoy estaras conmigo en el paraiso. 44 Y cuando era como la hora de sexta fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. 45 Y el sol se oscurecio, y el velo del templo se rompio por medio. 46 Entonces Jesus, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espiritu. Y habiendo dicho esto, espiro. 47 Y como el centurion vio lo que habia acontecido, dio gloria a Dios diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. 48 Y toda la multitud de los que estaban presentes a este espectaculo, viendo lo que habia acontecido, se volvian hiriendo sus pechos. 49 Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habian seguido desde Galilea estaban de lejos mirando estas cosas. 50 Y he aqui un varon llamado Jose, el cual era senador, varon bueno y justo, 51 El cual no habia consentido en el consejo ni en los hechos de ellos, de Arimatea, ciudad de la Judea, el cual tambien esperaba el reino de Dios; 52 Este llego a Pilato, y pidio el cuerpo de Jesus. 53 Y quitado, le envolvio en una sabana: y le puso en un sepulcro abierto en una pena, en la cual ninguno habia aun sido puesto. 54 Y era dia de la vispera [de la Pascua;] y estaba para rayar el Sabado. 55 Y las mujeres que con el habian venido de Galilea, siguieron tambien, y vieron el sepulcro, y como fue puesto su cuerpo. 56 Y vueltas aparejaron [drogas] aromaticas, y ungueentos; y reposaron el Sabado, conforme al mandamiento. CAPITULO 24. 1 Y EL primer [dia] de la semana, muy de manana, vinieron al sepulcro, trayendo las [drogas] aromaticas que habian aparejado, y algunas [otras mujeres] con ellas. 2 Y hallaron la piedra revuelta [de la puerta] del sepulcro. 3 Y entrando, no hallaron el cuerpo del Senor Jesus. 4 Y acontecio que estando ellas espantadas de esto, he aqui se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; 5 Y como tuviesen ellas temor, y bajasen el rostro a tierra, les dijeron: ?Por que buscais entre los muertos al que vive? 6 No esta aqui, mas ha resucitado: acordaos de lo que os hablo, cuando aun estaba en Galilea, 7 Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer dia. 8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras. 9 Y volviendo del sepulcro dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demas. 10 Y eran Maria Magdalena, y Juana, y Maria [madre] de Jacobo, y las demas [que estaban] con ellas, las que dijeron estas cosas a los apostoles. 11 Mas a ellos les parecian como locura las palabras de ellas, y no las creyeron. 12 Pero levantandose Pedro, corrio al sepulcro; y como miro dentro, vio solo los lienzos [alli] echados, y se fue maravillandose de lo que habia sucedido. 13 Y he aqui, dos de ellos iban el mismo dia a una aldea que estaba de Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmaus; 14 E iban hablando entre si de todas aquellas cosas que habian acaecido. 15 Y acontecio, que yendo hablando entre si, y preguntandose el uno al otro, el mismo Jesus se llego e iba con ellos juntamente. 16 Mas los ojos de ellos estaban embargados, para que no le conociesen. 17 Y dijoles: ?Que platicas son estas que tratais entre vosotros andando, y estais tristes? 18 Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleofas, le dijo: ?Tu solo peregrino eres en Jerusalem, y no has sabido las cosas que en ella han acontecido estos dias? 19 Entonces el les dijo: ?Que? Y ellos le dijeron: De Jesus Nazareno, el cual fue varon profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo: 20 Y como le entregaron los principes de los sacerdotes, y nuestros principes a condenacion de muerte, y le crucificaron. 21 Mas nosotros esperabamos que el era el que habia de redimir a Israel; y ahora sobre todo esto, hoy es el tercer dia que esto ha acontecido. 22 Aunque tambien unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales antes del dia fueron al sepulcro; 23 Y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que tambien habian visto vision de angeles, los cuales dijeron que el vive. 24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron [ser] asi como las mujeres habian dicho; mas a el no le vieron. 25 Entonces el les dijo: iOh insensatos, y tardos de corazon para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ?No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara [asi] en su gloria? 27 Y comenzando desde Moises, y de todos los profetas, declarabales [esto] en todas las escrituras que de el [hablaban.] 28 Y llegaron a la aldea a donde iban; y el hizo como que iba mas lejos. 29 Mas ellos le detuvieron por fuerza diciendo: Quedate con nosotros, porque se hace tarde, y el dia ya ha declinado. Entro pues a estarse con ellos. 30 Y acontecio que estando sentado con ellos a la mesa, tomando el pan, bendijo, y partio, y dioles. 31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas el se desaparecio de los ojos de ellos. 32 Y decian el uno al otro: ?No ardia nuestro corazon en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abria las escrituras? 33 Y levantandose en la misma hora tornaronse a Jerusalem, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34 Que decian: Ha resucitado el Senor verdaderamente, y ha aparecido a Simon. 35 Entonces ellos contaban las cosas que [les habian acontecido] en el camino y como habia sido conocido de ellos al partir el pan. 36 Y entretanto que ellos hablaban estas cosas, el se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz [sea] a vosotros. 37 Entonces ellos espantados, y asombrados, pensaban que veian [algun] espiritu. 38 Mas el les dice: ?Por que estais turbados, y suben pensamientos a vuestros corazones? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad, y ved: que el espiritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y en diciendo esto, les mostro las manos y los pies. 41 Y no creyendolo aun ellos de gozo y maravillados, dijoles: ?Teneis aqui algo de comer? 42 Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43 Y el tomo, y comio delante de ellos. 44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablo, estando aun con vosotros: Que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que estan escritas de mi en la ley de Moises, y en los profetas, y en los salmos. 45 Entonces les abrio el sentido, para que entendiesen las escrituras. 46 Y dijoles: Asi esta escrito, y asi fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer dia; 47 Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remision de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 Y he aqui, yo enviare la promesa de mi Padre sobre vosotros; mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seais investidos de potencia de lo alto. 50 Y sacolos fuera hasta Bethania, y alzando sus manos los bendijo. 51 Y acontecio que bendiciendoles, se fue de ellos, y era llevado arriba al cielo. 52 Y ellos, despues de haberle adorado, se volvieron a Jerusalem con gran gozo. 53 Y estaban siempre en el templo alabando y bendiciendo a Dios. Amen. EL SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SENOR JESU-CRISTO SEGUN SAN JUAN. CAPITULO 1. 1 EN el principio [ya] era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por el fueron hechas y sin el nada de lo que es hecho, fue hecho. 4 En el estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. 6 Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, para que todos creyesen por el. 8 No era el la Luz; sino para que diese testimonio de la Luz. 9 [Aquel Verbo] era la Luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por el, y el mundo no le conocio. 11 A lo [que era] suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, dioles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre: 13 Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varon, mas de Dios. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habito entre nosotros, (y vimos su gloria, gloria como del Unigenito del Padre,) lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de el, y clamo diciendo: Este es del que [yo] decia: El que viene tras mi, es antes de mi; porque es primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia, 17 Porque la ley por Moises fue dada: [mas] la gracia y la verdad por Jesu- Cristo fue hecha. 18 A Dios nadie le vio jamas: el Unigenito Hijo, que esta en el seno del Padre, el [nos le] declaro. 19 Y este es el testimonio de Juan, cuando los Judios enviaron de Jerusalem sacerdotes y Levitas, que le preguntasen, ?Tu, quien eres? 20 Y confeso, y no nego; mas declaro: No soy yo el Cristo. 21 Y le preguntaron: ?Que pues? ?Eres tu Elias? Dijo: No soy. ?Eres tu [el] profeta? Y respondio: No. 22 Dijeronle, pues, ?Quien eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ?Que dices de ti mismo? 23 Dijo: Yo [soy] la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Senor, como dijo Isaias profeta. 24 Y los que habian sido enviados eran de los Fariseos. 25 Y preguntaronle, y dijeronle: ?Por que, pues, bautizas si tu no eres el Cristo, ni Elias, ni el profeta? 26 Y Juan les respondio, diciendo: Yo bautizo con agua, mas en medio de vosotros ha estado, a quien vosotros no conoceis. 27 Este es el que ha de venir tras mi, el cual es antes de mi; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato. 28 Estas cosas acontecieron en Bethabara, de la otra parte del Jordan, donde Juan bautizaba. 29 El siguiente dia ve Juan a Jesus que venia a el, y dice: He aqui el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Este es del que dije: Tras mi viene un varon, el cual es antes de mi; porque era primero que yo. 31 Y yo no le conocia: mas para que fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando con agua. 32 Y Juan dio testimonio, diciendo: Vi al Espiritu que descendia del cielo como paloma, y reposo sobre el. 33 Y yo no le conocia; mas el que me envio a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien vieres descender el Espiritu, y que reposa sobre el, este es el que bautiza con Espiritu Santo. 34 Y yo [le] vi, y he dado testimonio que este es el Hijo de Dios. 35 El siguiente dia otra vez estaba Juan, y dos de sus discipulos. 36 Y mirando a Jesus que andaba [por alli,] dijo: He aqui el Cordero de Dios. 37 Y oyeronle los dos discipulos hablar, y siguieron a Jesus. 38 Y volviendose Jesus, y viendoles seguir[le,] diceles: ?Que buscais? Y ellos dijeron: Rabi, (que declarado, quiere decir, Maestro,) ?donde moras? 39 Diceles: Venid, y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedaronse con el aquel dia: porque era como la hora de las diez. 40 Era Andres, hermano de Simon Pedro, uno de los dos que habian oido de Juan, y le habian seguido. 41 Este hallo primero a su hermano Simon, y dijole: Hemos hallado al Mesias, (que declarado es, el Cristo.) 42 Y le trajo a Jesus. Y mirandole Jesus dijo: Tu eres Simon, hijo de Jonas: tu seras llamado Cephas, (que quiere decir piedra.) 43 El dia siguiente quiso Jesus ir a Galilea; y halla a Felipe, al cual dijo: Sigueme. 44 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andres y de Pedro. 45 Felipe hallo a Natanael, y dicele: Hemos hallado a aquel de quien escribio Moises en la ley, y [tambien] los profetas; a Jesus, el hijo de Jose, de Nazaret. 46 Y dijole Natanael: ?De Nazaret puede haber algo de bueno? Dicele Felipe: Ven, y ve. 47 Jesus vio venir a si a Natanael, y dijo de el: He aqui un verdadero Israelita, en el cual no hay engano. 48 Dicele Natanael: ?De donde me conoces? Respondele Jesus, y dijole: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49 Respondio Natanael, y dijole: Rabi, tu eres el Hijo de Dios; tu eres el Rey de Israel. 50 Respondio Jesus, y dijole: ?Porque te dije: Vite debajo de la higuera, crees? cosas mayores que estas veras. 51 Y dicele: De cierto, de cierto os digo: De aqui adelante vereis el cielo abierto, y los angeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. CAPITULO 2. 1 AL tercer dia hicieronse unas bodas en Cana de Galilea; y estaba alli la madre de Jesus. 2 Y fue tambien llamado Jesus y sus discipulos a las bodas, 3 Y faltando el vino, la madre de Jesus le dijo: Vino no tienen. 4 Y dicele Jesus: ?Que tengo yo contigo, mujer? aun no ha venido mi hora, 5 Su madre dice a los que servian: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban alli seis tinajuelas de piedra para agua, conforme a la purificacion de los Judios, que cabian en cada una dos o tres cantaros. 7 Diceles Jesus: Henchid estas tinajuelas de agua. E hinchieronlas hasta arriba. 8 Y diceles: Sacad ahora, y presentad al maestresala. Y presentaron[le.] 9 Y como el maestresala gusto el agua hecha vino, que no sabia de donde era, (mas lo sabian los sirvientes, que habian sacado el agua,) el maestresala llama al esposo, 10 Y dicele: Todo hombre pone primero el buen vino; y cuando estan satisfechos, entonces lo que es peor: mas tu has guardado el buen vino hasta ahora. 11 Este principio de senales hizo Jesus en Cana de Galilea, y manifesto su gloria; y sus discipulos creyeron en el. 12 Despues de esto descendio a Capernaum el, y su madre, y hermanos, y discipulos; y estuvieron alli no muchos dias. 13 Y estaba cerca la Pascua de los Judios; y subio Jesus a Jerusalem. 14 Y hallo en el templo a los que vendian bueyes, y ovejas, y palomas, y los cambiadores sentados. 15 Y hecho un azote de cuerdas. echolos a todos del templo, y las ovejas, y los bueyes; y derramo los dineros de los cambiadores, y trastorno las mesas. 16 Y a los que vendian las palomas dijo: Quitad de aqui esto; y no hagais la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discipulos que esta escrito: El celo de tu casa me comio. 18 Y los Judios respondieron, y dijeronle: ?Que senal nos muestras de que haces esto? 19 Respondio Jesus, y dijoles: Destruid este templo, y en tres dias le levantare. 20 Dijeron luego los Judios: En cuarenta y seis anos fue este templo edificado, ?y tu en tres dias le levantaras? 21 Mas el hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto cuando resucito de los muertos sus discipulos se acordaron que habia dicho esto; y creyeron a la escritura, y a la palabra que Jesus habia dicho. 23 Y estando en Jerusalem en la Pascua, en el dia de la fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo las senales que hacia. 24 Mas el mismo Jesus no se confiaba a si mismo de ellos, porque el conocia a todos; 25 Y no tenia necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque el sabia lo que habia en el hombre. CAPITULO 3. 1 HABIA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, principe de los Judios. 2 Este vino a Jesus de noche, y dijole: Rabi, sabemos que has venido de Dios [por] Maestro; porque nadie puede hacer estas senales que tu haces, si no fuere Dios con el. 3 Respondio Jesus, y dijole: De cierto de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. 4 Dicele Nicodemo: ?Como puede el hombre nacer siendo viejo? ?puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondio Jesus: De cierto, de cierto e digo, que el que no naciere de agua y del Espiritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espiritu, espiritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. 8 El viento de donde quiere sopla, y oyes su sonido, mas ni sabes de donde viene, ni donde vaya; asi es todo aquel que es nacido del Espiritu. 9 Respondio Nicodemo, y dijole: ?Como puede esto hacerse? 10 Respondio Jesus, y dijole: ?Tu eres el maestro de Israel, y no sabes esto? 11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibis nuestro testimonio. 12 Si os he dicho cosas terrenas, y no creeis; ?como creereis, si os dijere las celestiales? 13 Y nadie subio al cielo, sino el que descendio del cielo, [a saber,] el Hijo del hombre que esta en el cielo. 14 Y como Moises levanto la serpiente en el desierto, asi es necesario que el Hijo del hombre sea levantado: 15 Para que todo aquel que en el creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigenito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envio Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo; mas para que el mundo sea salvo por el. 18 El que en el cree, no es condenado: mas el que no cree, ya es condenado, porque no creyo en el nombre del Unigenito Hijo de Dios. 19 Y esta es la [causa de su] condenacion, [a saber,] porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron mas las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz; porque sus obras no sean redargueidas. 21 Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifiestas que son hechas en Dios. 22 Pasado esto, vino Jesus con sus discipulos a la tierra de Judea; y estaba alli con ellos, y bautizaba. 23 Y bautizaba tambien Juan en Enon junto a Salim, porque habia alli muchas aguas: y venian, y eran bautizados. 24 Porque Juan no habia sido aun puesto en la carcel. 25 Y hubo cuestion entre los discipulos de Juan y los Judios acerca de la purificacion. 26 Y vinieron a Juan, y dijeronle: Rabi, el que estaba contigo de la otra parte del Jordan, del cual tu diste testimonio, he aqui bautiza, y todos vienen a el. 27 Respondio Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo, si no le fuere dado del cielo. 28 Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de el. 29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que esta en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo: asi pues este mi gozo es cumplido. 30 A el conviene crecer; mas a mi menguar. 31 El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es. 32 Y lo que vio y oyo, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. 33 El que recibe su testimonio, este signo que Dios es verdadero 34 Porque el que Dios envio, las palabras de Dios habla: Porque no [le] da Dios el Espiritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dio en su mano. 36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna: mas el que es incredulo al Hijo no vera la vida, sino que la ira de Dios esta sobre el. CAPITULO 4. 1 DE manera que como Jesus entendio que los Fariseos habian oido que Jesus hacia y bautizaba mas discipulos que Juan, 2 (Aunque Jesus no bautizaba, sino sus discipulos,) 3 Dejo a Judea, y fuese otra vez a Galilea. 4 Y era menester que pasase por Samaria. 5 Vino pues a una ciudad de Samaria que se llama Sichar, junto a la heredad que Jacob dio a Jose su hijo. 6 Y estaba alli la fuente de Jacob. Pues Jesus, cansado del camino, asi se sento a la fuente. Era como la hora de sexta. 7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua: [y] Jesus le dice: Dame de beber. 8 (Porque sus discipulos habian ido a la ciudad a comprar de comer.) 9 Y la mujer Samaritana le dice: ?Como tu, siendo Judio, me demandas a mi de beber, que soy mujer Samaritana? porque los Judios no se tratan con los Samaritanos. 10 Respondio Jesus, y dijole: Si conocieses el don de Dios, y quien es el que te dice: Dame de beber, tu pedirias de el, y el te daria agua viva. 11 La mujer le dice: Senor, no tienes con que sacar[la,] y el pozo es hondo: ?de donde, pues, tienes agua viva? 12 ?Eres tu mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo; del cual el bebio, y sus hijos, y sus ganados? 13 Respondio Jesus, y dijola: Cualquiera que bebiere de esta agua, volvera a tener sed: 14 Mas el que bebiere del agua que yo le dare, para siempre no tendra sed: mas el agua que yo le dare, sera en el una fuente de agua que salte para vida eterna. 15 La mujer le dice: Senor, dame esta agua, para que [yo] no tenga sed, ni venga aca a sacar[la.] 16 Jesus le dice: Ve, llama a tu marido, y ven aca. 17 Respondio la mujer y dijo: No tengo marido. Dicele Jesus: Bien has dicho: No tengo marido: 18 Porque cinco maridos has tenido; y el que ahora tienes, no es tu marido: esto has dicho con verdad. 19 Dicele la mujer: Senor, pareceme que tu eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte; y vosotros decis, que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar. 21 Dicele Jesus: Mujer, creeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalem, adorareis al Padre. 22 Vosotros adorais lo que no sabeis: nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salud viene de los Judios. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espiritu y en verdad; porque tambien el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espiritu; y los que le adoran, en espiritu y en verdad es necesario que adoren. 25 Dicele la mujer: [Yo] se que el Mesias ha de venir, el cual se dice el Cristo: cuando el viniere, nos declarara todas las cosas. 26 Dicele Jesus: Yo soy, que hablo contigo. 27 Y en esto vinieron sus discipulos, y maravillaronse de que hablaba con [aquella] mujer; mas ninguno [le] dijo: ?Que preguntas? o ?Que hablas con ella? 28 Entonces la mujer dejo su cantaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos hombres: 29 Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ?si quizas es este el Cristo? 30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a el. 31 Entretanto los discipulos le rogaban, diciendo: Rabi, come. 39 Y el les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabeis. 33 Entonces los discipulos decian el uno al otro: ?Si le habra traido alguien de comer? 34 Diceles Jesus: Mi comida es, que yo haga la voluntad del que me envio, y que acabe su obra. 35 ?No decis vosotros, Aun hay cuatro meses hasta que llegue la siega? He aqui yo os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya estan blancas para la siega. 36 Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna: para que el que siembra tambien goce, y el que siega. 37 Porque en esto es el dicho verdadero: Que uno es el que siembra y otro es el que siega. 38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis: otros labraron, y vosotros habeis entrado en sus labores. 39 Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en el por la palabra de la mujer que daba testimonio [diciendo:] Que me dijo todo lo que he hecho. 40 Viniendo pues los Samaritanos a el, rogaronle que se quedase alli: y se quedo alli dos dias. 41 Y creyeron muchos mas por la palabra de el; 42 Y decian a la mujer: Ya no creemos por tu dicho; porque nosotros mismos hemos oido, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo. 43 Y dos dias despues, salio de alli, y fuese a Galilea. 44 Porque el mismo Jesus dio testimonio, que el profeta en su tierra no tiene honra. 45 Y como vino a Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que habia hecho en Jerusalem en el dia de la fiesta: porque tambien ellos habian ido a la fiesta. 46 Vino, pues, Jesus otra vez a Cana de Galilea, donde habia hecho el vino del agua: y habia en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo. 47 Este, como oyo que Jesus venia de Judea a Galilea, fue a el, y rogabale que descendiese, y sanase su hijo; porque se comenzaba a morir. 48 Entonces Jesus le dijo: Si no viereis senales y milagros, no creereis. 49 El del rey le dijo: Senor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Dicele Jesus: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyo a la palabra que Jesus le dijo, y se fue. 51 Y cuando ya el descendia, los siervos le salieron a recibir, y le dieron nuevas diciendo: Tu hijo vive. 52 Entonces el les pregunto a que hora comenzo a estar mejor. Y dijeronle: Ayer a las siete le dejo la fiebre. 53 El padre entonces entendio, que aquella hora era cuando Jesus le dijo: Tu hijo vive: y creyo el y toda su casa. 54 Esta segunda senal volvio Jesus a hacer cuando vino de Judea a Galilea, CAPITULO 5. 1 DESPUES de estas cosas, era un dia de fiesta de los Judios, y subio Jesus a Jerusalem. 2 Y hay en Jerusalem a [la puerta] del ganado un estanque, que en Hebraico es llamado Beth-esda, el cual tiene cinco portales. 3 En estos yacia multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua. 4 Porque un angel descendia a cierto tiempo al estanque, y revolvia el agua: y el que primero descendia en el estanque despues del movimiento del agua, era sano de cualquiera enfermedad que tuviese. 5 Y estaba alli un hombre que habia treinta y ocho anos que estaba enfermo. 6 Como Jesus vio a este echado, y entendio que ya habia mucho tiempo, dicele; ?Quieres ser sano? 7 Senor, le respondio el enfermo, no tengo hombre que me meta en el estanque, cuando el agua fuere revuelta porque entretanto que yo vengo, otro antes de mi ha descendido. 8 Dicele Jesus: Levantate, toma tu lecho, y anda. 9 Y luego aquel hombre fue sano, y tomo su lecho, e ibase; y era Sabado aquel dia. 10 Entonces los Judios decian a aquel que habia sido sanado: Sabado es: no te es licito llevar tu lecho. 11 Respondioles: El que me sano, el mismo me dijo: Toma tu lecho, y anda. 12 Preguntaronle entonces: ?Quien es el que te dijo: Toma tu lecho, y anda, 13 Y el que habia sido sanado, no sabia quien fuese; porque Jesus se habia apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14 Despues le hallo Jesus en el templo, y dijole: He aqui has sido sanado; no peques mas, porque no te venga alguna cosa peor. 15 El se fue [entonces,] y dio aviso a los Judios, que Jesus era el que le habia sanado. 16 Y por esta causa los Judios perseguian a Jesus, y procuraban matarle, porque hacia estas cosas en Sabado. 17 Y Jesus les respondio: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro. 18 Entonces, por tanto, mas procuraban los Judios matarle, porque no solo quebrantaba el Sabado, sino que tambien a su Padre llamaba Dios, haciendose igual a Dios. 19 Respondio entonces Jesus, y dijoles: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer algo de si mismo, sino lo que viere hacer al Padre; porque todo lo que el hace, esto tambien hace el Hijo juntamente. 20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que el hace: y mayores obras que estas le mostrara, de suerte que vosotros os maravilleis. 21 Porque como el Padre levanta los muertos, y [les] da vida, asi tambien el Hijo a los que quiere da vida. 22 Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo, 23 Para que todos honren al Hijo como honran al Padre; el que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envio. 24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna, y no vendra a condenacion, mas paso de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Vendra hora, y ahora es, cuando los muertos oiran la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren, viviran. 26 Porque como el Padre tiene vida en si mismo, asi dio tambien al Hijo que tuviese vida en si mismo. 27 Y tambien le dio poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre. 28 No os maravilleis de esto: porque vendra hora, cuando todos los que estan en los sepulcros oiran su voz; 29 Y los que hicieron bien, saldran a resurreccion de vida: mas los que hicieron mal, a resurreccion de condenacion. 30 No puedo yo de mi mismo hacer algo: como oigo, juzgo, y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envio, del Padre. 31 Si yo doy testimonio de mi mismo mi testimonio no es verdadero. 32 Otro es el que da testimonio de mi; y se que el testimonio que da de mi, es verdadero. 33 Vosotros enviasteis a Juan, y [el] dio testimonio a la verdad. 34 Empero yo no tomo el testimonio de hombre; mas digo esto, para que vosotros seais salvos: 35 El era antorcha que ardia, y alumbraba; y vosotros quisisteis recrearos por un poco a su luz. 36 Mas yo tengo mayor testimonio que [el] de Juan; porque las obras que el Padre me dio que cumpliese, [es a saber,] las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mi que el Padre me haya enviado. 37 Y el que me envio, el Padre, el ha dado testimonio de mi. Ni nunca habeis oido su voz, ni habeis visto su parecer; 38 Ni teneis su palabra permanente en vosotros: porque al que el envio, a este vosotros no creeis. 39 Escudrinad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas teneis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mi. 40 Y no quereis venir a mi, para que tengais vida. 41 Gloria de los hombres no recibo. 42 Mas yo os conozco, que no teneis amor de Dios en vosotros. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibis: si otro viniere en su propio nombre, a aquel recibireis. 44 ?Como podeis vosotros creer, pues tomais la gloria los unos de los otros, y no buscais la gloria que de solo Dios viene? 45 No penseis que yo os tengo de acusar delante del Padre: hay quien os acusa: Moises, en quien vosotros esperais. 46 Porque si vosotros creyeseis a Moises, creeriais a mi; porque de mi escribio el. 47 Y si a sus escritos no creeis, ?como creereis a mis palabras? CAPITULO 6. 1 PASADAS estas cosas fuese Jesus de la otra parte de la mar de Galilea, [que es] de Tiberias. 2 Y seguiale grande multitud, porque veian sus senales que hacia en los enfermos. 3 Y subio Jesus a un monte, y se sento alli con sus discipulos. 4 Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judios. 5 Y como alzo Jesus los ojos, y vio que habia venido a el grande multitud, dice a Felipe: ?De donde compraremos pan para que coman estos? 6 Mas esto decia para probarle; porque el sabia lo que habia de hacer. 7 Respondiole Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastaran, para que cada uno de ellos tome un poco. 8 Dicele uno de sus discipulos, Andres, hermano de Simon Pedro: 9 Un muchacho esta aqui que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ?mas que es esto entre tantos? 10 Entonces Jesus dijo: Haced recostar la gente. Y habia mucha yerba en aquel lugar: y recostaronse como numero de cinco mil varones. 11 Y tomo Jesus aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartio a los discipulos, y los discipulos a los que estaban recostados: asimismo de los peces cuanto querian. 12 Y como fueron saciados, dijo a sus discipulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada. 13 Cogieron pues, e hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habian comido. 14 Aquellos hombres entonces, como vieron la senal que Jesus habia hecho, decian: Este verdaderamente es el profeta, que habia de venir al mundo. 15 Y entendiendo Jesus que habian de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvio a retirarse al monte, el solo. 16 Y como se hizo tarde, descendieron sus discipulos a la mar. 17 Y entrando en un barco, venian de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesus no habia venido a ellos. 18 Y levantabase la mar con un gran viento que soplaba. 19 Y como hubieron navegado como veinte y cinco o treinta estadios, ven a Jesus que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo. 20 Mas el les dijo: Yo soy, no tengais miedo. 21 Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llego a la tierra donde iban. 22 El dia siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vio que no habia alli otra navecilla sino una, y que Jesus no habia entrado con sus discipulos en ella, sino que sus discipulos se habian ido solos, 23 Y que otras navecillas habian arribado de Tiberias junto al lugar donde habian comido el pan, despues de haber el Senor dado gracias, 24 Como vio pues la gente que Jesus no estaba alli, ni sus discipulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesus. 25 Y hallandole de la otra parte de la mar, dijeronle: Rabi, ?cuando llegaste aca? 26 Respondioles Jesus, y dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscais, no porque habeis visto las senales, sino porque comisteis el pan, y os hartasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, mas por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dara: porque a este senalo el Padre, [es a saber,] Dios. 28 Y dijeronle: ?Que haremos para que obremos las obras de Dios? 29 Respondio Jesus, y dijoles: Esta es la obra de Dios, que creais en el que el ha enviado. 30 Dijeronle entonces: ?Que senal, pues, haces tu, para que veamos, y te creamos? ?Que obras? 31 Nuestros padres comieron el mana en el desierto, como esta escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesus les dijo: De cierto, de cierto os digo, [que] no os dio Moises pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendio del cielo, y da vida al mundo. 34 Y dijeronle: Senor, danos siempre este pan. 35 Y Jesus les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendra hambre; y el que en mi cree, no tendra sed jamas. 36 Mas [ya] os he dicho que, aunque me habeis visto, no [me] creeis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendra a mi; y al que a mi viene, no [le] echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envio. 39 Y esta es la voluntad del que me envio, [es a saber,] del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el dia postrero. 40 Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en el, tenga vida eterna; y yo le resucitare en el dia postrero. 41 Murmuraban entonces de el los Judios, porque habia dicho: Yo soy el pan que descendi del cielo. 42 Y decian: ?No es este Jesus, el hijo de Jose, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ?Como, pues, dice este: Del cielo he descendido? 43 Y Jesus respondio, y dijoles: No murmureis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mi, si el Padre, que me envio, no le trajere: y yo le resucitare en el dia postrero. 45 Escrito esta en los profetas: Y seran todos ensenados de Dios: asi que todo aquel que oyo del Padre, y aprendio, viene a mi. 46 No que alguno haya visto al Padre sino aquel que vino de Dios, este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mi, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el mana en el desierto, y son muertos. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de el comiere, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivira para siempre; y el pan que yo dare es mi carne, la cual yo dare por la vida del mundo. 52 Entonces los Judios contendian entre si, diciendo: ?Como puede este darnos su carne a comer? 53 Y Jesus les dijo: De cierto, de cierto os digo [que] si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendreis vida en vosotros. 54 El que come mi carne, y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitare en el dia postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida: y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne, y bebe mi sangre, en mi permanece, y yo en el. 57 Como me envio el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, el tambien vivira por mi. 58 Este es el pan que descendio del cielo: no como vuestros padres comieron el mana, y son muertos: el que come de este pan vivira eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga ensenando en Capernaum. 60 Y muchos de sus discipulos oyendo[lo,] dijeron: Dura es esta palabra; ?[y] quien la puede oir? 61 Y sabiendo Jesus en si mismo que sus discipulos murmuraban de esto, dijoles: ?Esto os escandaliza? 62 ?Pues [que sera,] si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero? 63 El Espiritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espiritu, y son vida. 64 Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesus desde el principio sabia quienes eran los que no creian, y quien le habia de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mi, si no le fuere dado del Padre. 66 Desde esto, muchos de sus discipulos volvieron atras, y ya no andaban con el. 67 Dijo entonces Jesus a los doce: ?Quereis vosotros iros tambien? 68 Y respondiole Simon Pedro: Senor ?a quien iremos? Tu tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros creemos y conocemos que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente. 70 Jesus les respondio: ?No he escogido yo a vosotros doce, y el uno de vosotros es diablo? 71 Y hablaba de Judas Iscariote [hijo] de Simon; porque este era el que le habia de entregar, el cual era uno de los doce. CAPITULO 7. 1 Y PASADAS estas cosas, andaba Jesus en Galilea: que no queria andar en Judea, porque los Judios procuraban matarle. 2 Y estaba cerca la fiesta de los Judios, [la] de los tabernaculos. 3 Y dijeronle sus hermanos: Pasate de aqui, y vete a Judea para que tambien tus discipulos vean las obras que haces. 4 Que ninguno que procura ser claro hace algo en oculto: Si estas cosas haces, manifiestate al mundo. 5 Porque ni aun sus hermanos creian en el. 6 Diceles entonces Jesus: Mi tiempo aun no ha venido; mas vuestro tiempo siempre esta presto. 7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mi me aborrece, porque yo doy testimonio de el, que sus obras son malas. 8 Vosotros subid a esta fiesta: yo no subo aun a esta fiesta; porque mi tiempo aun no es cumplido. 9 Y habiendoles dicho esto, quedose en Galilea. 10 Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces el tambien subio a la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto. 11 Y buscabanle los Judios en la fiesta, y decian: ?Donde esta aquel? 12 Y habia grande murmullo de el entre la gente; porque unos decian: Bueno es. Y otros decian: No, antes engana las gentes. 13 Mas ninguno hablaba abiertamente de el, por miedo de los Judios. 14 Y al medio de la fiesta subio Jesus al templo, y ensenaba. 15 Y maravillabanse los Judios, diciendo: ?Como sabe este letras, no habiendo aprendido? 16 Respondioles Jesus, y dijo: Mi doctrina no es mia, sino de aquel que me envio. 17 El que quisiere hacer su voluntad, conocera de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mi mismo. 18 El que habla de si mismo, propia gloria busca: mas el que busca la gloria del que le envio, este es verdadero, y no hay en el injusticia. 19 ?No os dio Moises la ley, y ninguno de vosotros hace la ley? ?Por que me procurais matar? 20 Respondio la gente, y dijo: Demonio tienes: ?quien te procura matar? 21 Jesus respondio y dijoles: Una obra hice, y todos os maravillais. 22 Cierto Moises os dio la circuncision, (no porque sea de Moises, mas de los padres,) y en Sabado circuncidais al hombre. 23 Si recibe el hombre la circuncision en Sabado, para que la ley de Moises no sea quebrantada, ?os enojais conmigo porque en Sabado hice sano todo un hombre? 24 No juzgueis segun lo que parece, mas juzgad justo juicio. 25 Decian entonces unos de los de Jerusalem: ?No es este al que buscan para matarle? 26 Y he aqui, habla publicamente, y no le dicen nada: ?Si habran entendido verdaderamente los principes, que este es el Cristo? 27 Mas este, sabemos de donde es; y cuando viniere el Cristo, nadie sabra de donde sea. 28 Entonces clamaba Jesus en el templo ensenando, y diciendo: Y a mi me conoceis, y sabeis de donde soy: y no he venido de mi mismo; mas el que me envio es verdadero, al cual vosotros no conoceis. 29 Yo le conozco: porque de el soy, y el me envio. 30 Entonces procuraban prenderle mas ninguno metio en el mano, porque aun no habia venido su hora. 31 Y muchos del pueblo creyeron en el, y decian: ?El Cristo, cuando viniere hara mas senales que las que este hace? 32 Los Fariseos oyeron la gente que murmuraba de el estas cosas, y los principes de los sacerdotes y los Fariseos enviaron servidores que le prendiesen. 33 Y Jesus dijo: Aun un poco de tiempo estare con vosotros, e ire al que me envio. 34 Me buscareis, y no [me] hallareis; y donde yo estare, vosotros no podreis venir. 35 Entonces los Judios dijeron entre si: ?A donde se ha de ir este que no le hallemos? ?Se ha de ir a los esparcidos entre los Griegos, y a ensenar a los Griegos? 36 ?Que dicho es este que dijo: Me buscareis, y no [me] hallareis: y donde yo estare, vosotros no podreis venir? 37 Mas en el postrer dia grande de la fiesta, Jesus se ponia en pie, y clamaba diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mi, y beba. 38 El que cree en mi, como dice la escritura, rios de agua viva correran de su vientre. 39 (Y esto dijo del Espiritu que habian de recibir los que creyesen en el; pues aun no habia [venido] el Espiritu Santo; porque Jesus no estaba aun glorificado.) 40 Entonces algunos de la multitud, oyendo este dicho, decian: Verdaderamente este es el profeta. 41 Otros decian: Este es el Cristo. Algunos empero decian: ?De Galilea ha de venir el Cristo? 42 ?No dice la escritura: Que de la simiente de David, y de la aldea de Bethlehem, de donde era David, vendra el Cristo? 43 Asi que habia disension entre la gente acerca de el. 44 Y algunos de ellos querian prenderle; mas ninguno echo sobre el manos. 45 Y los ministriles vinieron a los principales sacerdotes y a los Fariseos; y ellos les dijeron: ?Por que no lo trajisteis? 46 Los ministriles respondieron: Nunca ha hablado hombre asi como este hombre [habla.] 47 Entonces los Fariseos les respondieron: ?Estais tambien vosotros enganados? 48 ?Ha creido en el alguno de los principes, o de los Fariseos? 49 Mas estos comunales, que no saben la ley, malditos son. 50 Diceles Nicodemo, (el que vino a el de noche, el cual era uno de ellos,) 51 ?Juzga nuestra ley a hombre, si primero no oyere de el, y entendiere lo que ha hecho? 52 Respondieron y dijeronle: ?No eres tu tambien Galileo? Escudrina y ve que de Galilea nunca se levanto profeta. 53 Y fuese cada uno a su casa. CAPITULO 8. 1 Y JESUS se fue al monte de las Olivas. 2 Y por la manana volvio al templo y todo el pueblo vino a el; y sentado el, los ensenaba. 3 Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio; y poniendola en medio. 4 Dicenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; 5 Y en la ley Moises nos mando apedrear a las tales: ?Tu, pues, que dices? 6 Mas esto decian tentandole, para poderle acusar. Empero Jesus, inclinado hacia abajo, escribia en tierra con el dedo. 7 Y como perseverasen preguntandole, enderezose, y dijoles: El que de vosotros este sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero. 8 Y volviendose a inclinar hacia abajo, escribia en tierra. 9 Oyendo pues ellos [esto,] redargueidos de la conciencia, salianse uno a uno, comenzando desde los mas viejos hasta los postreros; y quedo solo Jesus, y la mujer que estaba en medio. 10 Y enderezandose Jesus, y no viendo a nadie mas que a la mujer, dijole: Mujer, ?donde estan los que te acusaban? ?ninguno te ha condenado? 11 Y ella dijo: Senor, ninguno. Entonces Jesus le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques mas. 12 Y habloles Jesus otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el queme sigue, no andara en tinieblas, mas tendra la lumbre de la vida. 13 Entonces los Fariseos le dijeron: Tu de ti mismo das testimonio; tu testimonio no es verdadero. 14 Respondio Jesus, y dijoles: Aunque yo doy testimonio de mi mismo, mi testimonio es verdadero; porque se de donde he venido, y a donde voy: mas vosotros no sabeis de donde vengo, y a donde voy. 15 Vosotros segun la carne juzgais: mas yo no juzgo a nadie. 16 Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy solo; sino yo, y el que me envio, el Padre. 17 Y en vuestra ley esta escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. 18 Yo soy el que doy testimonio de mi mismo: y da testimonio de mi el que me envio, el Padre. 19 Y decianle: ?Donde esta tu Padre? Respondio Jesus: Ni a mi [me] conoceis, ni a mi Padre. Si a mi me conocieseis, a mi Padre tambien conocierais. 20 Estas palabras hablo Jesus en el lugar de las limosnas, ensenando en el templo; y nadie le prendio, porque aun no habia venido su hora. 21 Y dijoles otra vez Jesus: Yo me voy, y me buscareis, mas en vuestro pecado morireis: adonde yo voy, vosotros no podeis venir. 22 Decian entonces los Judios: ?Hase de matar a si mismo, que dice: Adonde^ voy, vosotros no podeis venir? 23 Y deciales: Vosotros sois de abajo yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. 24 Por eso os dije que morireis en vuestros pecados; porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados morireis. 25 Y decianle: ?Tu quien eres? Entonces Jesus les dijo: El que al principio tambien os he dicho. 26 Muchas cosas tengo que decir, y juzgar de vosotros: mas el que me envio, es verdadero; y yo lo que he oido de el, esto hablo en el mundo. 27 Mas no entendieron que el les hablaba del Padre. 28 Dijoles, pues, Jesus: Cuando levantareis al Hijo del hombre, entonces entendereis que yo soy, y que nada hago de mi mismo; mas como el Padre me enseno, esto hablo. 29 Porque el que me envio, conmigo esta: no me ha dejado solo el Padre porque yo, lo que a el agrada, hago siempre. 30 Hablando el estas cosas, muchos creyeron en el. 31 Y decia Jesus a los Judios que le habian creido: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, sereis verdaderamente mis discipulos; 32 Y conocereis la verdad, y la verdad os libertara 33 Y respondieronle: Simiente de Abraham somos, y jamas servimos a nadie: ?como dices tu: Sereis libres? 34 Y Jesus les respondio: De cierto os digo que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado. 35 Y el siervo no queda en casa para siempre: [mas] el Hijo queda para siempre. 36 Asi que, si el Hijo os libertare, sereis verdaderamente libres. 37 [Yo] se que sois simiente de Abraham; mas procurais matarme, porque mi palabra no cabe en vosotros. 38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros haceis lo que habeis oido cerca de vuestro Padre. 39 Respondieron, y dijeronle: Nuestro padre es Abraham. Diceles Jesus: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham hariais. 40 Empero ahora procurais matarme; hombre que os he hablado la verdad, la cual he oido de Dios: no hizo esto Abraham. 41 Vosotros haceis las obras de vuestro padre. Dijeronle entonces: Nosotros no somos nacidos de fornicacion: un Padre tenemos, [es a saber,] Dios. 42 Jesus entonces les dijo: Si vuestro Padre fuera Dios, ciertamente me amariais [a mi,] porque yo de Dios he salido, y he venido: que no he venido de mi mismo, mas el me envio, 43 ?Por que no reconoceis mi lenguaje? [es] porque no podeis oir mi palabra. 44 Vosotros de [vuestro] padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre quereis cumplir. El homicida ha sido desde el principio; y no permanecio en la verdad, porque no hay verdad en el. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de la mentira. 45 Y porque yo digo verdad, no me creeis. 46 ?Quien de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo verdad, ?por que vosotros no me creeis? 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye: por esto no [las] ois vosotros, porque no sois de Dios. 48 Respondieron entonces los Judios y dijeronle: ?No decimos bien nosotros, que tu eres Samaritano, y [que] tienes demonio? 49 Respondio Jesus: Yo no tengo demonio: antes honro a mi Padre, y vosotros me habeis deshonrado. 50 Y no busco mi gloria: hay quien [la] busque, y juzgue. 51 De cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no vera muerte para siempre. 52 Entonces los Judios le dijeron: Ahora conocemos que tienes demonio: Abraham murio, y los profetas; y tu dices: El que guardare mi palabra, no gustara muerte para siempre. 53 ?Eres tu mayor que nuestro padre Abraham, el cual murio? Y los profetas murieron: ?quien te haces a ti mismo? 54 Respondio Jesus: Si yo me glorifico a mi mismo, mi gloria es nada: mi Padre es el que me glorifica; el que vosotros decis que es vuestro Dios: 55 Y no le conoceis: mas yo le conozco: y si dijere que no le conozco, sere como vosotros, mentiroso: mas conozcole, y guardo su palabra. 56 Abraham vuestro padre se gozo por ver mi dia: y [le] vio, y se gozo. 57 Dijeronle entonces los Judios: Aun no tienes cincuenta anos, ?y has visto a Abraham? 58 Dijoles Jesus: De cierto, de cierto os digo, Antes que Abraham fuese, Yo soy. 59 Tomaron entonces piedras para tirarle: mas Jesus se encubrio, y salio del templo; y atravesando por medio de ellos, se fue. CAPITULO 9. 1 Y PASANDO [Jesus,] vio un hombre ciego desde [su] nacimiento. 2 Y preguntaronle sus discipulos, diciendo: Rabi, ?quien peco este o sus padres, para que naciese ciego? 3 Respondio Jesus: Ni este peco, ni sus padres: mas para que las obras de Dios se manifiesten en el. 4 Convieneme obrar las obras del que me envio, entretanto que el dia dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar. 5 Entretanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo. 6 Esto dicho, escupio en tierra, e hizo lodo con la saliva, y unto con el lodo sobre los ojos del ciego; 7 Y dijole: Ve, lavate en el estanque de Siloe, que significa, si [lo] interpretares, Enviado: y fue entonces, y lavose, y volvio viendo. 8 Entonces los vecinos, y los que antes le habian visto que era ciego, decian: ?No es este el que se sentaba, y mendigaba? 9 Unos decian: Este es; Y otros: A el se parece: [Y] el decia: Yo soy. 10 Y dijeronle: ?Como te fueron abiertos los ojos? 11 Respondio el y dijo: [Aquel] hombre que se llama Jesus, hizo lodo, y me unto los ojos, y me dijo: Ve al Siloe, y lavate: y fui, y me lave, y recibi la vista. 12 Entonces le dijeron: ?Donde esta aquel? [El] dijo: No se. 13 Llevaron a los Fariseos al que antes habia sido ciego. 14 Y era Sabado cuando Jesus habia hecho el lodo, y le habia abierto los ojos. 15 Y volvieronle a preguntar tambien los Fariseos de que manera habia recibido la vista. Y el les dijo: Pusome lodo sobre los ojos, y me lave, y veo. 16 Entonces unos de los Fariseos decian: Este hombre no es de Dios, que no guarda el Sabado. Otros decian. ?Como puede un hombre pecador hacer estas senales? Y habia disension entre ellos. 17 Vuelven a decir al ciego: ?Tu que dices del que te abrio los ojos? Y el dijo: Que es profeta. 18 Mas los Judios no creian de el, que habia sido ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que habia recibido la vista. 19 Y preguntaronles, diciendo: ?Es este vuestro hijo, el que vosotros decis que nacio ciego? ?Como, pues, ve ahora? 20 Respondieronles sus padres, y dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que nacio ciego; 21 Mas como vea ahora, no sabemos; o quien le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos: el tiene edad; preguntadle a el; el hablara de si. 22 Esto dijeron sus padres, porque tenian miedo de los Judios: porque ya los Judios habian resuelto que si alguno confesase ser el el Mesias, fuese fuera de la sinagoga. 23 Por eso dijeron sus padres: Edad tiene; preguntadle a el. 24 Asi que, volvieron a llamar al hombre que habia sido ciego, y dijeronle: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador. 25 Entonces el respondio, y dijo: Si es pecador, no [lo] se: una cosa se, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Y volvieronle a decir: ?Que te hizo? ?Como te abrio los ojos? 27 Respondioles: Ya os [lo] he dicho, y no habeis atendido: ?por que [lo] quereis otra vez oir? ?Quereis tambien vosotros haceros sus discipulos? 28 Y le ultrajaron, y dijeron: Tu seas su discipulo: que nosotros discipulos de Moises somos. 29 Nosotros sabemos que a Moises hablo Dios: mas este no sabemos de donde es. 30 Respondio aquel hombre, y dijoles: Por cierto, maravillosa cosa es esta, que vosotros no sabeis de donde sea, y [a mi] me abrio los ojos. 31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a este oye. 32 Desde el siglo no fue oido, que abriese alguno los ojos de uno que nacio ciego. 33 Si este no fuera [venido] de Dios, no pudiera hacer nada. 34 Respondieron, y dijeronle: En pecados eres nacido todo: ?y tu nos ensenas? Y echaronle fuera. 35 Oyo Jesus que le habian echado fuera: y hallandole, dijole: ?Crees tu en el Hijo de Dios? 36 Respondio el, y dijo: ?Quien es, Senor, para que crea en el? 37 Y dijole Jesus: Y le has visto, y el que habla contigo, el es. 38 Y el dice: Creo, Senor. Y adorole. 39 Y dijo Jesus: Yo, para juicio he venido a este mundo, para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados. 40 Y [algunos] de los Fariseos que estaban con el oyeron esto, y dijeronle: Somos nosotros tambien ciegos? 41 Dijoles Jesus: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado; mas ahora porque decis: Vemos; por tanto vuestro pecado permanece. CAPITULO 10. 1 DE cierto, de cierto os digo [que] el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladron y robador. 2 Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca. 4 Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas: y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Mas al extrano no seguiran, antes huiran de el; porque no conocen la voz de los extranos. 6 Esta parabola les dijo Jesus; mas ellos no entendieron que era lo que les decia. 7 Volvioles pues Jesus a decir: De cierto, de cierto os digo, que yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mi vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta: el que por mi entrare, sera salvo; y entrara, y saldra, y hallara pastos. 10 El ladron no viene sino para hurtar, y matar, y destruir [las ovejas:] yo he venido para que tengan vida, y para que [la] tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por [sus] ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye; y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas. 13 Asi que el asalariado huye, porque es asalariado, y no tiene cuidado de las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis [ovejas,] las mias me conocen. 15 Como el Padre me conoce [a mi,] y yo conozco al Padre: y pongo mi vida por las ovejas. 16 Tambien tengo otras ovejas que no son de este redil: aquellas tambien me conviene traer, y oiran mi voz; y habra un rebano, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, mas yo la pongo de mi mismo; [porque] tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibi de mi Padre. 19 Y volvio a haber disension entre los Judios por estas palabras. 20 Y muchos de ellos decian: Demonio tiene, y esta fuera de si: ?^para que le ois? 21 Decian otros: Estas palabras no son de endemoniado: ?puede el demonio abrir los ojos de los ciegos? 22 Y se hacia la fiesta de la dedicacion en Jerusalem, y era invierno. 23 Y Jesus andaba en el templo por el portal de Salomon. 24 Y rodearonle los Judios, y dijeronle: ?Hasta cuando nos has de turbar el alma? Si tu eres el Cristo, dinos[lo] abiertamente. 25 Respondioles Jesus: Os [lo] he dicho, y no creeis: las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mi. 26 Mas vosotros no creeis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; 28 Y yo les doy vida eterna; y no pereceran para siempre, ni nadie las arrebatara de mi mano. 29 Mi Padre que me [las] dio, mayor que todos es: y nadie [las] puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre una cosa somos. 31 Entonces volvieron a tomar piedras los Judios para apedrearle. 32 Respondioles Jesus: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ?por cual obra de esas me apedreais? 33 Respondieronle los Judios, diciendo: Por buena obra no te apedreamos sino por la blasfemia; y porque tu, siendo hombre, te haces Dios. 34 Respondioles Jesus: ?No esta escrito en vuestra ley: Yo dije: Dioses sois? 35 Si dijo dioses a aquellos, a los cuales fue hecha palabra de Dios, y la escritura no puede ser quebrantada: 36 ?A [mi a] quien el Padre santifico, y envio al mundo, vosotros decis: Tu blasfemas; porque dije: Hijo de Dios soy? 37 Si no hago obras de mi Padre, no me creais. 38 Mas si [las] hago, aunque a mi no creais, creed a las obras, para que conozcais y creais que el Padre esta en mi, y yo en el Padre. 39 Y procuraban otra vez prenderle; mas el se salio de sus manos. 40 Y volviose tras el Jordan, a aquel lugar donde primero habia estado bautizando Juan, y estuvose alli. 41 Y muchos venian a el, y decian: Juan a la verdad ninguna senal hizo; mas todo lo que Juan dijo de este era verdad. 42 Y muchos creyeron alli en el. CAPITULO 11. 1 ESTABA entonces enfermo uno [llamado] Lazaro, de Bethania, la aldea de Maria y de Marta su hermana. 2 (Y Maria, cuyo hermano Lazaro estaba enfermo, era la que ungio al Senor con ungueento, y limpio sus pies con sus cabellos.) 3 Enviaron pues sus hermanas a el, diciendo: Senor, he aqui, el que amas esta enfermo. 4 Y oyendo[lo] Jesus, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesus a Marta, y a su hermana, y a Lazaro. 6 Como oyo, pues, que estaba enfermo, quedose aun dos dias en aquel lugar donde estaba. 7 Luego, despues de esto, dijo a [sus] discipulos: Vamos a Judea otra vez. 8 Dicenle los discipulos: Rabi, ahora procuraban los Judios apedrearte; ?y otra vez vas alla? 9 Respondio Jesus: ?No tiene el dia doce horas? El que anduviere de dia, no tropieza; porque ve la luz de este mundo. 10 Mas el que anduviere de noche tropieza: porque no hay luz en el. 11 Dicho esto, diceles despues: Lazaro nuestro amigo duerme; mas voy a despertarle del sueno. 12 Dijeron entonces sus discipulos: Senor, si duerme, salvo estara. 13 Mas [esto] decia Jesus de la muerte de el; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueno. 14 Entonces, pues, Jesus les dijo claramente: Lazaro es muerto: 15 Y huelgome por vosotros, que yo no haya estado alli, para que creais. Mas vamos a el. 16 Dijo entonces Tomas, el que se dice el Didimo, a sus condiscipulos: Vamos tambien nosotros, para que muramos con el. 17 Vino pues Jesus, y hallo que habia ya cuatro dias [que estaba] en el sepulcro, 18 Y Bethania estaba cerca de Jerusalem como quince estadios^. 19 Y muchos de los Judios habian venido a Marta y a Maria, a consolarlas de su hermano. 20 Entonces Marta, como oyo que Jesus venia, salio a encontrarle; mas Maria se estuvo en casa. 21 Y Marta dijo a Jesus: Senor, si hubieses estado aqui, mi hermano no fuera muerto. 22 Mas tambien se ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dara Dios. 23 Dicele Jesus: Resucitara tu hermano. 24 Marta le dice: Yo se que resucitara en la resurreccion en el dia postrero. 25 Dicele Jesus: Yo soy la resurreccion y la vida: el que cree en mi, aun que este muerto, vivira. 26 Y todo aquel que vive, y cree en mi, no morira eternamente. ?Crees esto? 27 Dicele: Si, Senor, yo he creido que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. 28 Y esto dicho, fuese, y llamo en secreto a Maria su hermana, diciendo: El maestro esta aqui, y te llama. 29 Ella, como [lo] oyo, levantase prestamente, y viene a el. 30 (Que aun no habia llegado Jesus a la aldea, mas estaba en aquel lugar donde Marta le habia encontrado.) 31 Entonces los Judios que estaban en casa con ella, y la consolaban, como vieron que Maria se habia levantado prestamente, y habia salido, siguieronla, diciendo: Va al sepulcro a llorar alli. 32 Mas Maria como vino donde estaba Jesus, viendole, derribose a sus pies diciendole: Senor, si hubieras estado aqui, no fuera muerto mi hermano. 33 Jesus entonces, como la vio llorando, y a los Judios que habian venido juntamente con ella llorando, se conmovio en espiritu, y turbose. 34 Y dijo: ?Donde le pusisteis? Dicenle: Senor, ven, y ve[lo.] 35 [Y] lloro Jesus. 36 Dijeron entonces los Judios: Mirad como le amaba. 37 Y algunos de ellos dijeron: ?No podia este, que abrio los ojos del ciego, hacer que este no muriera? 38 Y Jesus conmoviendose otra vez en si mismo, vino al sepulcro: era una cueva, la cual tenia una piedra encima. 39 Dice Jesus: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que se habia muerto le dice: Senor, hiede ya; que es de cuatro dias. 40 Jesus le dice: ?No te he dicho que si creyeres, veras la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde el muerto habia sido puesto: y Jesus, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oido. 42 Que yo sabia que siempre me oyes; mas por causa de la compania que esta alrededor, [lo] dije, para que crean que tu me has enviado. 43 Y habiendo dicho estas cosas, clamo a gran voz: Lazaro, ven fuera. 44 Y el que habia estado muerto, salio, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Diceles Jesus: Desatadle, y dejadle ir. 45 Entonces muchos de los Judios que habian venido a Maria, y habian visto lo que habia hecho Jesus, creyeron en el. 46 Mas algunos de ellos fueron a los Fariseos, y dijeronles lo que Jesus habia hecho. 47 Entonces los pontifices, y los Fariseos juntaron concilio; y decian: ?Que hacemos? porque este hombre hace muchas senales. 48 Si le dejamos asi, todos creeran en el; y vendran los Romanos, y quitaran nuestro lugar y la nacion. 49 Y Caifas, uno de ellos, sumo pontifice de aquel ano, les dijo: Vosotros no sabeis nada; 50 Ni pensais que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nacion se pierda. 51 Mas esto no lo dijo de si mismo; sino que, como era el sumo pontifice de aquel ano, profetizo que Jesus habia de morir por la nacion; 52 Y no solamente por aquella nacion, mas tambien para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados. 53 Asi que desde aquel dia consultaban juntos de matarle. 54 Por tanto Jesus ya no andaba manifiestamente entre los Judios; mas fuese de alli a la tierra que esta junto al desierto, a una ciudad que se llama Ephraim: y estabase alli con sus discipulos. 55 Y la Pascua de los Judios estaba cerca: y muchos subieron de aquella tierra a Jerusalem antes de la Pascua, para purificarse. 56 Y buscaban a Jesus, y hablaban los unos con los otros estando en el templo: ?Que os parece, que no vendra a la fiesta? 57 Y los pontifices y los Fariseos habian dado mandamiento, que, si alguno supiese donde estuviera, [lo] manifestase para que le prendiesen: CAPITULO 12. 1 Y JESUS, seis dias antes de la Pascua, vino a Bethania, donde estaba Lazaro que habia sido muerto, al cual [Jesus] habia resucitado de los muertos. 2 E hicieronle alli una cena; y Marta servia, y Lazaro era uno de los que estaban sentados a la mesa juntamente con el. 3 Entonces Maria tomo una libra de ungueento de nardo liquido de mucho precio, y ungio los pies de Jesus, y limpio sus pies con sus cabellos: y la casa se lleno del olor del ungueento. 4 Y dijo uno de sus discipulos, Judas Iscariote, [hijo] de Simon, el que le habia de entregar: 5 ?Por que no se ha vendido este ungueento por trescientos dineros, y se dio a los pobres? 6 Mas dijo esto, no por el cuidado que el tenia de los pobres, sino porque era ladron, y tenia la bolsa, y traia lo que se echaba [en ella.] 7 Entonces Jesus dijo: Dejala: para el dia de mi sepultura ha guardado esto. 8 Porque a los pobres siempre los teneis con vosotros, mas a mi no siempre me teneis. 9 Entonces mucha gente de los Judios entendio que el estaba alli: y vinieron no solamente por causa de Jesus, mas tambien por ver a Lazaro, al cual habia resucitado de los muertos. 10 Consultaron asimismo los principes de los sacerdotes, de matar tambien a Lazaro: 11 Porque muchos de los Judios iban y creian en Jesus por causa de el. 12 El siguiente dia mucha gente que habia venido al dia de la fiesta, como oyeron que Jesus venia a Jerusalem, 13 Tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Senor, el Rey de Israel. 14 Y hallo Jesus un asnillo, y se sento sobre el, como esta escrito: 15 No temas, hija de Sion; he aqui tu Rey viene sentado sobre un pollino de asna. 16 Estas cosas no las entendieron sus discipulos de primero: empero cuando Jesus fue glorificado, entonces se acordaron que estas cosas estaban escritas de el, y que le hicieron estas cosas. 17 Y la gente que estaba con el, daba testimonio de cuando llamo a Lazaro del sepulcro, y le resucito de los muertos. 18 Por lo cual tambien habia venido la gente a recibirle; porque habia oido que el habia hecho esta senal. 19 Mas los Fariseos dijeron entre si: ?Veis que nada aprovechais? he aqui que el mundo se va tras de el. 20 Y habia ciertos Griegos de los que habian subido a adorar en el dia de la fiesta. 21 Estos, pues se llegaron a Felipe, que era de Bethsaida de Galilea, y rogaronle, diciendo: Senor, queriamos ver a Jesus. 22 Vino Felipe, y dijolo a Andres: Andres entonces, y Felipe, [lo] dicen a Jesus. 23 Entonces Jesus les respondio, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado. 24 De cierto, de cierto os digo que si el grano de trigo no cae en la tierra, y muere, el solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva. 25 El que ama su vida, la perdera; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardara. 26 Si alguno me sirve, sigame; y donde yo estuviere, alli tambien estara mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrara. 27 Ahora esta turbada mi alma: ?y que dire? Padre, salvame de esta hora: mas por esto he venido en esta hora. 28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y [le] he glorificado, y [le] glorificare otra vez. 29 Y la gente que estaba presente, y [la] habia oido, decia que habia sido trueno; otros decian: Angel le ha hablado. 30 Respondio Jesus, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por causa de vosotros. 31 Ahora es el juicio de este mundo: ahora el principe de este mundo sera echado fuera. 32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traere a mi mismo. 33 Y esto decia dando a entender de que muerte habia de morir. 34 Respondiole la gente: Nosotros hemos oido de la ley: Que el Cristo permanece para siempre: ?Como pues dices tu: Conviene que el Hijo del hombre sea levantado? ?Quien es este Hijo del hombre? 35 Entonces Jesus les dice: Aun por un poco estara la luz entre vosotros: andad entre tanto que teneis luz, porque no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe donde va. 36 Entre tanto que teneis la luz, creed en la luz, para que seais hijos de luz. Estas cosas hablo Jesus, y fuese, y escondiose de ellos. 37 Empero habiendo hecho delante de ellos tantas senales, no creian en el: 38 Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaias: Senor, ?quien ha creido a nuestro dicho, ?y el brazo del Senor a quien es revelado? 39 Por esto no podian creer, porque otra vez dijo Isaias: 40 Cego los ojos de ellos, y endurecio su corazon; porque no vean con los ojos, y entiendan de corazon, y se conviertan, y yo los sane. 41 Estas cosas dijo Isaias, cuando vio su gloria, y hablo de el. 42 Con todo eso aun de los principes muchos creyeron en el; mas por causa de los Fariseos no [lo] confesaban, por no ser echados de la sinagoga. 43 Porque amaban mas la gloria de los hombres que la gloria de Dios. 44 Mas Jesus clamo y dijo: El que cree en mi, no cree en mi, sino en el que me envio. 45 Y el que me ve, ve al que me envio. 46 Yo [la] luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mi, no permanezca en tinieblas. 47 Y el que oyere mis palabras, y no [las] creyere, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgara en el dia postrero. 49 Porque yo no he hablado de mi mismo: mas el Padre que me envio, el me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50 Y se que su mandamiento es vida eterna: asi que lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, asi hablo. CAPITULO 13. 1 ANTES de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesus que su hora habia venido para que pasase de este mundo al Padre, como habia amado a los suyos, que estaban en el mundo, amolos hasta el fin. 2 Y la cena acabada, como el diablo ya habia metido en el corazon de Judas, [hijo] de Simon, Iscariote, que le entregase, 3 Sabiendo Jesus que el Padre le habia dado todas las cosas en las manos, y que habia salido de Dios, y a Dios iba, 4 Levantase de la cena, y quitase su ropa, y tomando una toalla, cinose. 5 Y luego puso agua en un lebrillo, y comenzo a lavar los pies de los discipulos, y a limpiar[los] con la toalla con que estaba cenido. 6 Entonces vino a Simon Pedro, y Pedro le dice: Senor, ?tu me lavas los pies? 7 Respondio Jesus, y dijole: Lo que yo hago, tu no entiendes ahora; mas [lo] entenderas despues. 8 Dicele Pedro: No me lavaras los pies jamas. Respondiole Jesus: Si no te lavare, no tendras parte conmigo. 9 Dicele Simon Pedro: Senor, no solo mis pies, mas aun las manos, y la cabeza. 10 Dicele Jesus: El que esta lavado, no necesita sino que lave los pies, mas esta todo limpio. Y vosotros limpios estais, aunque no todos. 11 Porque sabia quien le habia de entregar; por eso dijo: No estais limpios todos. 12 Asi que, despues que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviendose a sentar a la mesa, dijoles: ?Sabeis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamais Maestro y Senor; y decis bien, porque [lo] soy: 14 Pues si yo, el Senor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambien debeis lavar los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambien hagais. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su senor; ni el apostol es mayor que el que le envio. 17 Si sabeis estas cosas, bienaventurados sereis, si las hiciereis. 18 No hablo de todos vosotros; yo se los que he elegido: mas para que se cumpla la escritura: El que come pan conmigo, levanto contra mi su calcanar. 19 Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creais que yo soy. 20 De cierto, de cierto os digo [que] el que recibe al que yo enviare, a mi recibe; y el que a mi recibe, recibe al que me envio. 21 Como hubo dicho Jesus esto, fue conmovido^ en el espiritu, y protesto, y dijo: De cierto, de cierto os digo que uno de vosotros me ha de entregar. 22 Entonces los discipulos mirabanse los unos a los otros, dudando de quien decia. 23 Y uno de sus discipulos, al cual Jesus amaba, estaba recostado en el seno de Jesus. 24 A este pues hizo senas Simon Pedro, para que preguntase quien era aquel de quien decia. 25 El entonces recostandose sobre el pecho de Jesus, dicele: Senor, ?quien es? 26 Respondio Jesus: Aquel es a quien yo diere el pan mojado: y mojando el pan, dio[le] a Judas Iscariote, [hijo] de Simon. 27 Y tras el bocado Satanas entro en el. Entonces Jesus le dice: Lo que haces, haz[lo] mas presto. 28 Mas ninguno de los que estaban a la mesa entendio a que proposito le dijo esto. 29 Porque los unos pensaban, porque Judas tenia la bolsa, que Jesus le decia: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o, que diese algo para los pobres. 30 Como el pues hubo tomado el bocado, luego salio; y era [ya] noche. 31 Entonces como el salio, dijo Jesus: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en el. 32 Si Dios es glorificado en el, Dios tambien le glorificara en si mismo; y luego le glorificara. 33 Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscareis; mas, como dije a los Judios: Donde yo voy, vosotros no podeis venir; asi digo a vosotros ahora. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os ameis unos a otros: como os he amado, que tambien [os] ameis los unos a los otros. 35 En esto conoceran todos que sois mis discipulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 36 Dicele Simon Pedro: Senor, ?adonde vas? Respondiole Jesus: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguiras despues. 37 Dicele Pedro: Senor, ?por que no te puedo seguir ahora? mi alma pondre por ti. 38 Respondiole Jesus: ?Tu alma pondras por mi? De cierto, de cierto te digo, [que] no cantara el gallo, sin que me hayas negado tres veces. CAPITULO 14. 1 NO se turbe vuestro corazon: creeis en Dios, creed tambien en mi. 2 En la casa de mi padre muchas moradas hay; de otra manera, os [lo] hubiera dicho: voy pues a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendre otra vez, y os tomare a mi mismo; para que donde yo estoy, vosotros tambien esteis. 4 Y sabeis a donde yo voy, y sabeis el camino. 5 Dicele Tomas: Senor, no sabemos adonde vas: ?como pues podemos saber el camino? 6 Jesus le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mi. 7 Si me conocieseis, tambien a mi Padre conocierais: y desde ahora le conoceis, y le habeis visto. 8 Dicele Felipe: Senor, muestranos al Padre, y nos basta. 9 Jesus le dice: ?Tanto tiempo [ha que] estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre. ?Como, pues, dices tu: Muestranos al Padre? 10 ?No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mi? Las palabras que yo os hablo, no [las] hablo de mi mismo: mas el Padre que esta en mi, el hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mi; de otra manera creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo [que] el que en mi cree, las obras que yo hago tambien el [las] hara, y mayores que estas hara; porque yo voy al Padre: 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto hare; para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo [lo] hare. 15 Si me amais, guardad mis mandamientos: 16 Y yo rogare al Padre, y os dara otro Consolador, para que este con vosotros para siempre; 17 Al Espiritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; mas vosotros le conoceis, porque esta con vosotros, y sera en vosotros. 18 No os dejare huerfanos: vendre a vosotros. 19 Aun un poquito, y el mundo no me vera mas; empero vosotros me vereis: porque yo vivo, y vosotros tambien vivireis. 20 En aquel dia vosotros conocereis que yo [estoy] en mi Padre, y vosotros en mi, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama: y el que me ama, sera amado de mi Padre, y yo le amare, y me manifestare a el. 22 Dicele Judas, no el Iscariote: Senor, ?que hay porque te hayas de manifestar a nosotros, y no al mundo? 23 Respondio Jesus, y dijole: El que me ama, mi palabra guardara; y mi Padre le amara, y vendremos a el, y haremos con el morada. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras: y la palabra que habeis oido no es mia, sino del Padre que me envio. 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espiritu Santo, al cual el Padre enviara en mi nombre, el os ensenara todas las cosas, y os recordara todas las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo [la] da, yo os [la] doy: no se turbe vuestro corazon, ni tenga miedo. 28 Habeis oido como yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozariais porque he dicho que voy al Padre: porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os [lo] he dicho antes que se haga, para que cuando se hiciere, creais. 30 Ya no hablare mucho con vosotros: porque viene el principe de este mundo; mas no tiene nada en mi. 31 Empero para que conozca el mundo que amo al Padre, y que como el Padre me dio el mandamiento, asi hago. Levantaos, vamos de aqui. CAPITULO 15. 1 YO soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pampano que en mi no lleva fruto, le quitara; y todo aquel que lleva fruto, le limpiara, para que lleve mas fruto. 3 Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. 4 Estad en mi, y yo [estare] en vosotros. Como el pampano no puede llevar fruto de si mismo, si no estuviere en la vid, asi ni vosotros, si no estuviereis en mi. 5 Yo soy la vid, vosotros los pampanos: el que esta en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto: (porque sin mi nada podeis hacer.) 6 El que en mi no estuviere, sera echado fuera como [mal] pampano, y se secara: y los cogen, y [los] echan en el fuego, y arden. 7 Si estuviereis en mi, y mis palabras estuvieren en vosotros, todo lo que quisiereis pedireis, y os sera hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, [en] que lleveis mucho fruto, y seais [asi] mis discipulos. 9 Como el Padre me amo, tambien yo os he amado: estad en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, estareis en mi amor; como yo tambien he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo este en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos a los otros, como [yo] os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. 15 Ya no os dire siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su senor: mas os he dicho amigos, porque todas las cosas que oi de mi Padre, os he hecho notorias. 16 No me elegisteis vosotros [a mi,] mas yo os elegi a vosotros; y os he puesto para que vayais y lleveis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, [el] os lo de. 17 Esto os mando: Que os ameis los unos a los otros. 18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mi me aborrecio antes que a vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaria lo suyo: mas porque no sois del mundo, antes yo os elegi del mundo, por eso os aborrece el mundo. 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su senor. Si a mi me han perseguido, tambien a vosotros perseguiran; si han guardado mi palabra, tambien guardaran la vuestra. 21 Mas todo esto os haran por causa de mi nombre; porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrian pecado; mas ahora no tienen excusa de su pecado. 23 El que me aborrece, tambien a mi Padre aborrece. 24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningun otro ha hecho, no tendrian pecado; mas ahora, y [las] han visto, y me aborrecen a mi, y a mi Padre. 25 Mas para que se cumpla la palabra que esta escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron. 26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviare del Padre, el Espiritu de verdad, el cual procede del Padre, el dara testimonio de mi. 27 Y vosotros dareis testimonio, porque estais conmigo desde el principio. CAPITULO 16. 1 ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandaliceis. 2 Os echaran de las sinagogas: y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensara que hace servicio a Dios. 3 Y estas cosas os haran, porque no conocen al Padre ni a mi. 4 Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis que yo os lo habia dicho: esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 5 Mas ahora voy al que me envio, y ninguno de vosotros me pregunta: ?Adonde vas? 6 Antes porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazon. 7 Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya; porque si yo no fuese, el Consolador no vendria a vosotros: mas si yo fuere os le enviare. 8 Y cuando el viniere, redargueira al mundo de pecado, y de justicia, y de juicio: 9 De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mi: 10 Y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me vereis mas: 11 Y de juicio, por cuanto el principe de este mundo [ya] es juzgado. 12 Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no [las] podeis llevar, 13 Pero cuando viniere aquel Espiritu de verdad, el os guiara a toda verdad; porque no hablara de si mismo, sino que hablara todo lo que oyere; y os hara saber las cosas que han de venir. 14 El me glorificara, porque tomara de lo mio, y os [lo] hara saber. 15 Todo lo que tiene el Padre, mio es: por eso dije que tomara de lo mio, y os [lo] hare saber. 16 Un poquito, y no me vereis: y otra vez un poquito, y me vereis: porque yo voy al Padre. 17 Entonces dijeron [algunos] de sus discipulos unos a otros: ?Que es esto que nos dice: Un poquito, y no me vereis: y otra vez un poquito y me vereis; y, porque yo voy al Padre? 18 Decian pues: ?Que es esto que dice: Un poquito? No entendemos lo que habla. 19 Y conocio Jesus que le querian preguntar, y dijoles: ?Preguntais entre vosotros de esto que dije, Un poquito, y no me vereis; y otra vez un poquito, y me vereis? 20 De cierto, de cierto os digo que vosotros llorareis y lamentareis, y el mundo se alegrara: empero aunque vosotros estareis tristes, vuestra tristeza se tornara en gozo. 21 La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas despues que ha parido un nino, ya no se acuerda de la apretura, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. 22 Tambien, pues, vosotros ahora a la verdad teneis tristeza: mas otra vez os vere, y se gozara vuestro corazon, y nadie quitara de vosotros vuestro gozo. 23 Y aquel dia no me preguntareis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os [lo] dara. 24 Hasta ahora nada habeis pedido en mi nombre: pedid, y recibireis, para que vuestro gozo sea cumplido. 25 Estas cosas os he hablado en proverbios: mas viene la hora cuando ya no os hablare por proverbios, sino que claramente os anunciare de mi Padre. 26 Aquel dia pedireis en mi nombre; y no os digo, que yo rogare al Padre por vosotros: 27 Porque el misino Padre os ama, por cuanto vosotros me amasteis, y habeis creido que yo sali de Dios. 28 Sali del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. 29 Dicenle sus discipulos: He aqui ahora hablas claramente, y ningun proverbio dices. 30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios. 31 Respondioles Jesus: ?Ahora creeis? 32 He aqui la hora viene, y ha venido que sereis esparcidos cada uno por su parte, y me dejareis solo: mas no estoy solo, porque el Padre esta conmigo. 33 Estas cosas os he hablado para que en mi tengais paz: en el mundo tendreis apretura; mas confiad, yo he vencido a mundo. CAPITULO 17. 1 ESTAS cosas hablo Jesus y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora es llegada; glorifica a tu Hijo; para que tambien tu Hijo te glorifique a ti: 2 Como le has dado la potestad de toda carne, para que de vida eterna a todos los que le diste. 3 Esta empero es la vida eterna: Que te conozcan solo Dios verdadero, y a Jesu-Cristo, al cual has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorificame tu cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese. 6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti. 8 Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos [las] recibieron, y han conocido verdaderamente que sali de ti, y han creido que tu me enviaste. 9 Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque tuyos son. 10 Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas: y he sido glorificado en ellas. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos estan en el mundo, y yo a ti vengo. Padre santo, a los que me has dado, guardalos por tu nombre, para que sean una cosa, como tambien nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guarde y ninguno de ellos se perdio, sino el hijo de perdicion, para que la escritura se cumpliese. 13 Mas ahora vengo a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en si mismos. 14 Yo les he dado tu palabra, y el mundo los aborrecio; porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santificalos en tu verdad: tu palabra es [la] verdad. 18 Como tu me enviaste al mundo, tambien yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mi mismo; para que tambien ellos sean santificados en verdad. 20 Mas no ruego solamente por estos, sino tambien por los que han de creer en mi por la palabra de ellos; 21 Para que todos sean una cosa: como tu, oh Padre, en mi, y yo en ti, que tambien ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tu me enviaste. 22 Y yo, la gloria que me diste, les he dado; para que sean una cosa, como tambien nosotros somos una cosa. 23 Yo en ellos, y tu en mi, para que sean consumadamente una cosa, que el mundo conozca que tu me enviaste, que los has amado, como tambien a mi me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos esten tambien conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitucion del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido: mas yo te he conocido, y estos han conocido que tu me enviaste. 26 Y yo les he manifestado tu nombre, y manifestare[lo aun;] para que el amor, con que me has amado, este en ellos, y yo en ellos. CAPITULO 18. 1 COMO Jesus hubo dicho estas cosas, saliose con sus discipulos tras el arroyo de Cedron, donde estaba un huerto, en el cual entro Jesus, y sus discipulos. 2 Y tambien Judas, el que le entregaba, sabia aquel lugar, porque muchas veces Jesus se juntaba alli con sus discipulos. 3 Judas, pues, tomando una compania [de soldados,] y ministros de los pontifices y de los Fariseos, vino alli con linternas y antorchas, y con armas. 4 Empero Jesus, sabiendo todas las cosas que habian de venir sobre el, salio delante, y dijoles: ?A quien buscais? 5 Respondieronle: A Jesus Nazareno. Diceles Jesus: Yo soy. (Y estaba tambien con ellos Judas el que le entregaba.) 6 Y como les dijo: Yo soy, volvieron atras, y cayeron en tierra. 7 Volvioles, pues, a preguntar: ?A quien buscais? Y ellos dijeron: A Jesus Nazareno. 8 Respondio Jesus: [Ya] os he dicho que yo soy: pues si a mi buscais, dejad ir a estos: 9 Para que se cumpliese la palabra que habia dicho: De los que me diste, ninguno de ellos perdi. 10 Entonces Simon Pedro, que tenia espada, sacola, e hirio al siervo del pontifice, y le corto la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11 Jesus entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina: el vaso que el Padre me ha dado, ?no lo tengo de beber? 12 Entonces la compania [de los soldados] y el tribuno, y los ministros de los Judios, prendieron a Jesus, y le ataron. 13 Y llevaronle primeramente a Anas, porque era suegro de Caifas, el cual era pontifice de aquel ano. 14 Y era Caifas el que habia dado el consejo a los Judios: Que era necesario que un hombre muriese por el pueblo. 15 Y seguia a Jesus Simon Pedro, y otro discipulo: y aquel discipulo era conocido del pontifice, y entro con Jesus al atrio del pontifice. 16 Mas Pedro estaba fuera a la puerta: y salio aquel discipulo que era conocido del pontifice, y hablo a la portera y metio dentro a Pedro. 17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ?No eres tu tambien de los discipulos de este hombre? Dice el: No soy. 18 Y estaban en pie los siervos y los ministros que habian allegado las ascuas, porque hacia frio, y calentabanse; y estaba tambien con ellos Pedro en pie, calentandose. 19 Y el pontifice pregunto a Jesus [acerca] de sus discipulos, y de su doctrina. 20 Jesus le respondio: Yo manifiestamente he hablado al mundo; yo siempre he ensenado en la sinagoga y en el templo, donde se juntan todos los Judios; y nada he hablado en oculto. 21 ?Que me preguntas a mi? Pregunta a los que han oido, que les haya [yo] hablado: he aqui, esos saben lo que yo he dicho. 22 Y como el hubo dicho esto, uno de los criados que estaba alli dio una bofetada a Jesus, diciendo: ?Asi respondes al pontifice? 23 Respondiole Jesus: Si he hablado mal, da testimonio del mal: y si bien ?por que me hieres? 24 Y Anas le habia enviado atado a Caifas pontifice. 25 Estaba, pues, Pedro en pie calentandose; y dijeronle: ?No eres tu de sus discipulos? El nego, y dijo: No soy. 26 Uno de los siervos del pontifice, pariente de aquel a quien Pedro habia cortado la oreja, [le] dice: ?No te vi yo en el huerto con el? 2'7 Y nego Pedro otra vez: y luego el gallo canto. 28 Y llevaron a Jesus de Caifas al Pretorio; y era por la manana: y ellos no entraron en el Pretorio por no ser contaminados, sino que comiesen la Pascua. 29 Entonces salio Pilato a ellos fuera, y dijo: ?Que acusacion traeis contra este hombre? 30 Respondieron, y dijeronle: Si este no fuera malhechor, no te lo habriamos entregado. 31 Diceles entonces Pilato: Tomadle vosotros y juzgadle segun vuestra ley. Y los Judios le dijeron: A nosotros no es licito matar a nadie. 32 Para que se cumpliese el dicho de Jesus que habia dicho, dando a entender de que muerte habia de morir. 33 Asi que Pilato volvio a entrar en el Pretorio y llama a Jesus, y dijole: ?Eres tu el Rey de los Judios? 34 Respondiole Jesus: ?Dices tu esto de ti mismo, o te lo han dicho otro de mi? 35 Pilato respondio: ?Soy yo Judio? Tu gente, y los pontifices, te han entregado a mi: ?que has hecho? 36 Respondio Jesus: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearian para que [yo] no fuera entregado a los Judios; ahora, pues, mi reino no es de aqui. 37 Dijole entonces Pilato: ?Luego Rey eres tu? Respondio Jesus: Tu dices que yo soy Rey: yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es [de la parte] de la verdad, oye mi voz. 38 Dicele Pilato: ?Que cosa es verdad? Y como hubo dicho esto, salio otra vez a los Judios, y diceles: Yo no hallo en el algun crimen. 39 Empero vosotros teneis costumbre, que [yo] os suelte uno en la Pascua: ?quereis, pues, que os suelte al Rey de los Judios? 40 Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a este, sino a Barrabas. Y Barrabas era ladron. CAPITULO 19. 1 ASI que entonces tomo Pilato a Jesus, y azoto[le.] 2 Y los soldados entretejieron de espinas una corona, y pusieron[la] sobre su cabeza, y le vistieron de una ropa de grana, 3 Y decian: iSalve, Rey de los Judios! Y dabanle de bofetadas. 4 Entonces Pilato salio otra vez fuera, y dijoles: He aqui os le traigo fuera para que entendais que ningun crimen hallo en el. 5 Y salio Jesus fuera llevando la corona de espinas, y la ropa de grana. Y diceles [Pilato:] He aqui el hombre. 6 Y como le vieron los principes de los sacerdotes, y los servidores, dieron voces diciendo: Crucificale, crucificale. Diceles Pilato: Tomadle vosotros, y crucificadle, porque yo no hallo en el crimen. 7 Respondieronle los Judios: Nosotros tenemos ley, y segun nuestra ley debe morir, porque se hizo Hijo de Dios. 8 Y como Pilato oyo esta palabra, tuvo mas miedo; 9 Y entro otra vez en el Pretorio, y dijo a Jesus: ?De donde eres tu? Mas Jesus no le dio respuesta. 10 Entonces dicele Pilato: ?A mi no me hablas? ?no sabes que tengo potestad para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte? 11 Respondio Jesus: Ninguna potestad tendrias contra mi, si [esto] no te fuese dado de arriba: por tanto el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. 12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle; mas los Judios daban voces, diciendo: Si a este sueltas, no eres amigo de Cesar. Cualquiera que se hace rey, a Cesar contradice. 13 Entonces Pilato oyendo este dicho llevo fuera a Jesus, y se sento en el tribunal, en el lugar que se dice Lithostrotos, y en Hebreo, Gabbatha. 14 Y era la vispera de la Pascua, y como la hora de sexta; entonces dijo a los Judios: He aqui vuestro Rey. 15 Mas ellos dieron voces: Quita, quita, crucificale. Diceles Pilato: ?A vuestro rey he de crucificar? Respondieron los pontifices: No tenemos rey sino a Cesar. 16 Asi que entonces se lo entrego para que fuese crucificado: y tomaron a Jesus, y le llevaron. 17 Y llevando su cruz, salio al lugar que se dice de la Calavera, y en Hebreo, Golgotha; 18 Donde le crucificaron, y con el otros dos, uno a cada lado, y Jesus en medio. 19 Y escribio tambien Pilato un titulo, que puso encima de la cruz: y el escrito era: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDIOS. 20 Y muchos de los Judios leyeron este titulo: porque el lugar donde estaba crucificado Jesus, era cerca de la ciudad: y estaba escrito en Hebreo, en Griego y en Latin. 21 Y decian a Pilato los pontifices de los Judios: No escribas, Rey de los Judios; sino que el dijo: Rey soy de los Judios. 22 Respondio Pilato: Lo que he escrito, he escrito. 23 Y como los soldados hubieron crucificado a Jesus, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, (para cada soldado una parte), y la tunica: mas la tunica era sin costura, toda tejida desde arriba. 24 Y dijeron entre ellos: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella de quien sera. Para que se cumpliese la escritura que dice: Partieron para si mis vestidos, y sobre mi^ vestidura echaron suertes. Y los soldados hicieron esto. 25 Y estaban junto a la cruz de Jesus su madre, y la hermana de su madre, Maria [mujer] de Cleofas, y Maria Magdalena. 26 Y como vio Jesus a la madre, y al discipulo que el amaba, que estaba presente, dice a su madre: Mujer, he ahi tu hijo. 27 Despues dice al discipulo: He ahi tu madre. Y desde aquella hora el discipulo la recibio consigo. 28 Despues de esto, sabiendo Jesus que todas las cosas eran ya cumplidas, para que la escritura se cumpliese, dijo: Sed tengo. 29 Y estaba [alli] un vaso lleno de vinagre. Entonces ellos hinchieron una esponja de vinagre, y rodeada a un hisopo se la llegaron a la boca: 30 Y como Jesus tomo el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, dio el espiritu. 31 Entonces los Judios, por cuanto era la vispera [de la Pascua,] para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el Sabado, pues era el gran dia del Sabado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados. 32 Y vinieron los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que habia sido crucificado con el. 33 Mas cuando vinieron a Jesus, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas: 34 Empero uno de los soldados le abrio el costado con una lanza, y luego salio sangre y agua. 35 Y el que [lo] vio, da testimonio, y su testimonio es verdadero: y el sabe que dice verdad, para que vosotros tambien creais. 36 Porque estas cosas fueron hechas, para que se cumpliese la escritura: Hueso no quebrantareis de el. 37 Y tambien otra escritura dice: Miraran [a aquel] al cual traspasaron. 38 Despues de estas cosas, Jose de Arimatea, el cual era discipulo de Jesus, mas secreto, por miedo de los Judios, rogo a Pilato que pudiera quitar el cuerpo de Jesus: y permitio[selo] Pilato. Entonces vino, y quito el cuerpo de Jesus. 39 Y vino tambien Nicodemo, el que antes habia venido a Jesus de noche, trayendo un compuesto de mirra y de aloes, como cien libras. 40 Tomaron pues el cuerpo de Jesus, y envolvieronle en lienzos con especias, como es costumbre de los Judios sepultar. 41 Y en aquel lugar, donde habia sido crucificado, habia un huerto, y en el huerto, un sepulcro nuevo en el cual aun no habia sido puesto alguno. 42 Alli, pues, por causa de la vispera [de la Pascua] de los Judios, porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesus. CAPITULO 20. 1 Y EL primer [dia] de la semana, Maria Magdalena vino de manana, siendo aun oscuro, al sepulcro, y vio la piedra quitada del sepulcro. 2 Entonces corrio, y vino a Simon Pedro, y al otro discipulo, al cual amaba Jesus, y diceles: Han llevado al Senor del sepulcro, y no sabemos donde le han puesto. 3 Y salio Pedro, y el otro discipulo, y vinieron al sepulcro. 4 Y corrian los dos juntos, mas el otro discipulo corrio mas presto que Pedro, y llego primero al sepulcro. 5 Y bajandose [a mirar,] vio los lienzos echados; mas no entro. 6 Llego luego Simon Pedro siguiendole, y entro en el sepulcro, y vio los lienzos echados; 7 Y el sudario que habia estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte. 8 Y entonces entro tambien el otro discipulo, que habia venido primero al monumento, y vio, y creyo. 9 Porque aun no sabian la escritura: Que era necesario que el resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discipulos a los suyos. 11 Empero Maria estaba fuera llorando junto al sepulcro; y estando llorando, bajose [a mirar] el sepulcro. 12 Y vio dos angeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesus habia sido puesto. 13 Y dijeronle: Mujer, ?por que lloras? Diceles: Porque se han llevado a mi Senor, y no se donde le han puesto. 14 Y como hubo dicho esto, volviose atras, y vio a Jesus que estaba [alli;] mas no sabia que era Jesus. 15 Dicele Jesus: Mujer, ?por que lloras? ?a quien buscas? Ella, pensando que era el hortelano, dijole: Senor, si tu le has llevado, dime donde le has puesto, y yo lo llevare. 16 Dicele Jesus: Maria. Volviendose ella, dicele: Raboni, que quiere decir, Maestro. 17 Dicele Jesus: No me toques, porque aun no he subido a mi Padre: mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre, y a vuestro Padre, y a mi Dios, y a vuestro Dios. 18 Fue Maria Magdalena dando las nuevas a los discipulos que habia visto al Senor, y le habia dicho estas cosas. 19 Y como fue tarde aquel dia, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas, donde los discipulos estaban juntos, por miedo de los Judios, vino Jesus, y pusose en medio, y dijoles: Paz a vosotros. 20 Y como hubo dicho esto, mostroles las manos y el costado. Y los discipulos se gozaron viendo al Senor. 21 Entonces les dijo Jesus otra vez; Paz a vosotros: como me envio el Padre, asi tambien yo os envio. 22 Y como hubo dicho esto, soplo, y dijoles: Tomad el Espiritu Santo: 23 A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: a quienes los retuviereis, seran retenidos. 24 Empero Tomas, uno de los doce, que se dice el Didimo, no estaba con ellos cuando Jesus vino. 25 Dijeronle, pues, los otros discipulos: Al Senor hemos visto. Y el les dijo: Si no viere en sus manos la senal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creere. 26 Y ocho dias despues estaban otra vez sus discipulos dentro, y con ellos Tomas: vino Jesus, las puertas cerradas, y pusose en medio, y dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dice a Tomas: Mete tu dedo aqui, y ve mis manos; y alarga aca tu mano y mete[la] en mi costado: y no seas incredulo, sino fiel. 28 Entonces Tomas respondio, y dicele: Senor mio, y Dios mio. 29 Dicele Jesus: Porque me has visto, oh Tomas, creiste: bienaventurados los que no vieron, y creyeron. 30 Y tambien hizo Jesus muchas otras senales en presencia de sus discipulos, que no estan escritas en este libro. 31 Estas empero son escritas para que creais que Jesus es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengais vida en su nombre. CAPITULO 21. 1 DESPUES se manifesto Jesus otra vez a sus discipulos a la mar de Tiberias; y manifestose de esta manera. 2 Estaban juntos Simon Pedro y Tomas, llamado el Didimo, y Natanael, el que [era] de Cana de Galilea, y los [hijos] de Zebedeo, y otros dos de sus discipulos. 3 Diceles Simon: A pescar voy. Dicenle: Vamos nosotros tambien contigo. Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada. 4 Y venida la manana, Jesus se puso a la ribera: mas los discipulos no entendieron que era Jesus. 5 Y dijoles: Mozos ?teneis algo de comer? Respondieronle: No. 6 Y el les dice: Echad la red a la mano derecha del barco, y hallareis. Entonces echaron, y no la podian en ninguna manera sacar, por la multitud de los peces. 7 Entonces aquel discipulo, al cual amaba Jesus, dijo a Pedro: El Senor es. Y Simon Pedro, como oyo que era el Senor, cinose la ropa, porque estaba desnudo, y echose a la mar. 8 Y los otros discipulos vinieron con el barco (porque no estaban lejos de tierra sino como doscientos codos), trayendo la red de peces. 9 Y como descendieron a tierra, vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. 10 Diceles Jesus: Traed de los peces que cogisteis ahora. 11 Subio Simon Pedro, y trajo la red a tierra, llena de grandes peces, ciento y cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompio. 12 Diceles Jesus: Venid, comed. Y ninguno de sus discipulos osaba preguntarle: ?Tu, quien eres? sabiendo que era el Senor. 13 Viene pues Jesus, y toma el pan, y dales; y asimismo del pez. 14 Esta [era] ya la tercera vez que Jesus se manifesto a sus discipulos, habiendo resucitado de los muertos. 15 Y cuando hubieron comido, Jesus dijo a Simon Pedro: Simon, [hijo] de Jonas, ?me amas mas que estos? Dicele: Si, Senor: tu sabes que te amo. Dicele: Apacienta mis corderos. 16 Vuelvele a decir la segunda vez: Simon, [hijo] de Jonas, ?me amas? Respondele: Si, Senor: tu sabes que te amo. Dicele: Apacienta mis ovejas. 17 Dicele la tercera vez: Simon, [hijo] de Jonas, ?me amas? Entristeciose Pedro de que le dijese la tercera vez: ?Me amas? Y dicele: Senor, tu sabes todas las cosas; tu sabes que te amo. Dicele Jesus: Apacienta mis ovejas. 18 De cierto, de cierto te digo [que] cuando eras mas mozo, te cenias, e ibas donde querias: mas cuando ya fueres viejo, extenderas tus manos, y te cenira otro, y te llevara adonde no quieras. 19 Y esto dijo, dando a entender con que muerte habia de glorificar a Dios. Y dicho esto, dicele: Sigueme. 20 Volviendose Pedro, ve a aquel discipulo al cual amaba Jesus, que seguia, el que tambien se habia recostado a su pecho en la cena, y [le] habia dicho: Senor ?quien es el que te ha de entregar? 21 Asi que Pedro vio a este, dice a Jesus: Senor, ?y este, que? 22 Dicele Jesus: Si quiero que el quede hasta que [yo] venga, ?que [se te da] a ti? Sigueme tu. 23 Salio entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discipulo no habia de morir. Mas Jesus no le dijo: No morira; sino: Si quiero que el quede hasta que [yo] venga, ?que a ti? 24 Este es aquel discipulo que da testimonio de estas cosas, y escribio estas cosas: y sabemos que su testimonio es verdadero. 25 Y hay tambien otras muchas cosas que hizo Jesus, que si se escribiesen cada una por si, ni aun en el mundo pienso que cabrian los libros que se habrian de escribir. Amen. LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES. CAPITULO 1. 1 EN el primer tratado, oh Teofilo, he hablado de todas las cosas que Jesus comenzo a hacer, y a ensenar, 2 Hasta el dia en que, habiendo dado mandamientos por el Espiritu Santo a los apostoles que escogio, fue recibido arriba: 3 A los cuales, despues de haber padecido, se presento vivo con muchas pruebas indubitables, apareciendoles por cuarenta dias, y hablando[les] del reino de Dios. 4 Y estando juntos, les mando que no se fuesen de Jerusalem, sino que esperasen la promesa del Padre, que oisteis, [dijo,] de mi. 5 Porque Juan a la verdad bautizo con agua, mas vosotros sereis bautizados con el Espiritu Santo no muchos dias despues de estos. 6 Entonces los que se habian juntado le preguntaron, diciendo: Senor, ?restituiras el reino a Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad: 8 Mas recibireis la virtud del Espiritu Santo que vendra sobre vosotros, y me sereis testigos en Jerusalem, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo ultimo de la tierra. 9 Y habiendo dicho estas cosas, viendolo ellos, fue alzado; y una nube le recibio, [y le quito] de sus ojos. 10 Y estando con los ojos puestos en el cielo entretanto que el iba, he aqui dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; 11 Los cuales tambien les dijeron: Varones Galileos, ?que estais mirando al cielo? este mismo Jesus que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, asi vendra como le habeis visto ir al cielo. 12 Entonces se volvieron a Jerusalem del monte que se llama del Olivar, el cual esta cerca de Jerusalem camino de un Sabado. 13 Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro, y Jacobo y Juan, y Andres, Felipe, y Tomas, Bartolome, y Mateo, Jacobo [hijo] de Alfeo, y Simon Zelotes, y Judas [hermano] de Jacobo. 14 Todos estos perseveraban unanimes en oracion y ruego, con las mujeres, y con Maria la madre de Jesus, y con sus hermanos. 15 Y en aquellos dias Pedro, levantandose en medio de los hermanos, dijo (y era la compania junta como de ciento y veinte en numero): 16 Varones hermanos, convino que se cumpliese la escritura, la cual dijo antes el Espiritu Santo por la boca de David, de Judas, que fue guia de los que prendieron a Jesus. 17 El cual era contado con nosotros, y tenia suerte en este ministerio. 18 Este pues adquirio un campo del salario de [su] iniquidad; y colgandose, revento por medio, y todas sus entranas se derramaron. 19 Y fue notorio a todos los moradores de Jerusalem: de tal manera que aquel campo es llamado en su propia lengua, Aceldama, que es, Campo de sangre. 20 Porque esta escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitacion, y no haya quien more en ella: y tome otro su obispado. 21 Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Senor Jesus entro y salio entre nosotros, 22 Comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el dia en que fue recibido arriba de [entre] nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurreccion. 23 Y senalaron a dos: a Jose, llamado Barsabas, que tenia por sobrenombre Justo, y a Matias. 24 Y orando, dijeron. Tu, Senor, que conoces los corazones de todos, muestra cual escoges de estos dos. 25 Para que tome el oficio de este ministerio, y del apostolado, del cual cayo Judas por transgresion, para irse a su lugar. 26 Y les echaron suertes, y cayo la suerte sobre Matias; y fue contado con los once apostoles. CAPITULO 2. 1 COMO se cumplieron los dias de Pentecostes, estaban todos unanimes juntos: 2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corria, el cual hinchio toda la casa donde estaban sentados. 3 Y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, que se asento sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos de Espiritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el Espiritu les daba que hablasen. 5 (Moraban entonces en Jerusalem Judios, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo). 6 Y hecho este estruendo, juntose la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oia hablar su propia lengua. 7 Y estaban atonitos, y maravillados, diciendo: He aqui, ?no son Galileos todos estos que hablan? 8 ?Como, pues, les oimos nosotros [hablar] cada uno en nuestra lengua en que somos nacidos? 9 Partos, y Medos, y Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, y en Capadocia, en el Ponto, y en Asia, 10 En Phrygia y en Pamphylia, en Egipto y en las partes de Africa que esta de la otra parte de Cirene, y Romanos extranjeros, Judios, y convertidos, 11 Cretenses, y Arabes, les oimos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atonitos y perplejos, diciendo los unos a los otros: ?Que quiere ser esto? 13 Mas otros burlandose decian: Que estan llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniendose en pie con los once, alzo su voz, y habloles diciendo: Varones Judios, y todos los que habitais en Jerusalem, esto os sea notorio, y oid mis palabras: 15 Porque estos no estan borrachos como vosotros pensais, siendo la hora tercia del dia. 16 Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel: 17 Y sera en los postreros dias, (dice Dios) derramare de mi Espiritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizaran; y vuestros mancebos veran visiones, y vuestros viejos sonaran suenos: 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos dias derramare de mi Espiritu; y profetizaran. 19 Y dare prodigios arriba en el cielo, y senales abajo en la tierra, sangre y fuego, y vapor de humo. 20 El sol se volvera en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el dia del Senor grande y manifiesto. 21 Y sera que todo aquel que invocare el nombre del Senor, sera salvo. 22 Varones Israelitas, oid estas palabras: Jesus Nazareno, varon aprobado de Dios entre vosotros en maravillas y prodigios, y senales, que Dios hizo por el en medio de vosotros, como tambien vosotros sabeis, 23 A este, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, [vosotros] prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificandole: 24 Al cual Dios levanto, sueltos los dolores de la muerte; por cuanto era imposible ser detenido de ella. 25 Porque David dice de el: Veia al Senor siempre delante de mi: porque esta a mi diestra, no sere conmovido. 26 Por lo cual mi corazon se alegro, y gozose mi lengua; y aun mi carne descansara en esperanza: 27 Que no dejaras mi alma en el infierno, ni daras a tu santo que vea corrupcion. 28 Hicisteme notorios los caminos de la vida; me henchiras de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murio y fue sepultado, y su sepulcro esta con nosotros hasta el dia de hoy. 30 Empero siendo profeta, y sabiendo que con juramento le habia Dios jurado, que del fruto de su lomo, cuanto a la carne, levantaria al Cristo que se sentaria sobre su trono, 31 Viendolo antes, hablo de la resurreccion de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupcion. 32 A este Jesus resucito Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Asi que levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espiritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y ois. 34 Porque David no subio a los cielos; empero el dice: Dijo el Senor a mi Senor, Sientate a mi diestra, 35 Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa pues ciertisimamente toda la casa de Israel, que a este Jesus, que vosotros crucificasteis, Dios ha hecho Senor y Cristo. 37 Entonces oido [esto,] fueron compungidos de corazon, y dijeron a Pedro, y a los otros apostoles: Varones hermanos, ?que haremos? 38 Y Pedro les dice: Arrepentios, y bauticese cada uno de vosotros en el nombre de Jesu-Cristo para perdon de los pecados; y recibireis el don del Espiritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que estan lejos; [para] cuantos el Senor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generacion. 41 Asi que los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron anadidas [a la iglesia] aquel dia como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apostoles, y en la comunion, y en el partimiento del pan, y en las oraciones. 43 Y toda persona tenia temor; y muchas maravillas y senales eran hechas por los apostoles. 44 Y todos los que creian estaban juntos; y tenian todas las cosas comunes. 45 Y vendian las posesiones y las haciendas, y repartianlas a todos, como cada uno habia menester. 46 Y perseverando unanimes cada dia en el templo, y partiendo el pan en las casas, comian juntos con alegria y con sencillez de corazon. 47 Alabando a Dios y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Senor anadia cada dia a la iglesia los que habian de ser salvos. CAPITULO 3. 1 PEDRO y Juan subian juntos al templo a la hora de oracion, la de nona. 2 Y un hombre, que era cojo desde el vientre de su madre, era traido, al cual ponian cada dia a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Este como vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, rogaba que le diesen limosna. 4 Y Pedro con Juan, fijando los ojos en el, dijo: mira a nosotros. 5 Entonces el estuvo atento a ellos, esperando recibir de ellos algo. 6 Y Pedro dijo: Ni tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: En el nombre de Jesu-Cristo de Nazaret, levantate y anda. 7 Y tomandole por la mano derecha, le levanto: y luego fueron afirmados sus pies y tobillos; 8 Y saltando, se puso en pie, y anduvo, y entro con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio andar, y alabar a Dios. 10 Y conocian que el era el que se sentaba a la limosna a la puerta del templo la Hermosa: y fueron llenos de asombro y de espanto por lo que le habia acontecido. 11 Y teniendo a Pedro y a Juan el cojo que habia sanado, todo el pueblo concurrio a ellos al portico que se llama de Salomon, atonitos. 12 Y viendo [esto] Pedro, respondio al pueblo: Varones Israelitas, ?por que os maravillais de esto? o ?por que poneis los ojos en nosotros como si con nuestra virtud o piedad hubiesemos hecho andar a este? 13 El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesus; al cual vosotros entregasteis, y negasteis delante de Pilato, juzgando el que habia de ser suelto. 14 Mas vosotros al Santo y al Justo negasteis, y pedisteis que se os diese un homicida; 15 Y matasteis al Autor de la vida: al cual Dios ha resucitado de los muertos, de lo que nosotros somos testigos. 16 Y en la fe de su nombre, a este que vosotros veis y conoceis ha confirmado su nombre: y la fe que por el es, ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. 17 Mas ahora, hermanos, se que por ignorancia lo habeis hecho, como tambien vuestros principes. 18 Empero Dios ha cumplido asi lo que habia antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo habia de padecer. 19 Asi que arrepentios, y convertios, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendran los tiempos del refrigerio de la presencia del Senor. 20 Y enviara a Jesu-Cristo, que os fue antes anunciado: 21 Al cual de cierto es menester que el cielo tenga hasta los tiempos de la restauracion de todas las cosas, que hablo Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde el siglo, 22 Porque Moises dijo a los padres: El Senor vuestro Dios os levantara profeta de vuestros hermanos como yo; a el oireis en todas las cosas que os hablare. 23 Y sera, [que] cualquiera alma que no oyere a aquel profeta, sera desarraigada del pueblo. 24 Y todos los profetas desde Samuel, y en adelante todos los que han hablado, han anunciado estos dias. 25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios concerto con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente seran benditas todas las familias de la tierra. 26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, le envio para que os bendijese, a fin que cada uno se convierta de su maldad. CAPITULO 4. 1 Y HABLANDO ellos al pueblo, sobrevinieron los sacerdotes, y el magistrado del templo, y los Saduceos, 2 Resentidos de que ensenasen al pueblo, y anunciasen en Jesus la resurreccion de los muertos. 3 Y les echaron mano, y los pusieron en la carcel hasta el dia siguiente; porque era ya tarde. 4 Mas muchos de los que habian oido la palabra creyeron; y fue el numero de los varones como cinco mil. 5 Y acontecio al dia siguiente^, que se juntaron en Jerusalem los principes de ellos, y los ancianos, y los escribas, 6 Y Anas, principe de los sacerdotes y Caifas, y Juan, y Alejandro, y todos los que eran del linaje sacerdotal: 7 Y haciendolos presentar en medio les preguntaron: ?Con que potestad, o en que nombre habeis hecho vosotros esto, 8 Entonces Pedro, lleno de Espiritu Santo, les dijo: Principes del pueblo, y ancianos de Israel, 9 Pues que somos hoy demandados acerca del beneficio [hecho] a un hombre enfermo, de que manera este haya sido sanado; 10 Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesu-Cristo de Nazaret, el que vosotros crucificasteis, y Dios le resucito de los muertos, por el [mismo] este hombre esta en vuestra presencia sano. 11 Este es la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza del angulo. 12 Y en ningun otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. 13 Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocian que habian estado con Jesus. 14 Y viendo al hombre que habia sido sanado, que estaba con ellos, no podian decir nada en contra. 15 Mas les mandaron que se saliesen fuera del concilio; y conferian entre si, 16 Diciendo: Que hemos de hacer a estos hombres? porque de cierto senal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalem, y no [lo] podemos negar. 17 Todavia, porque no se divulgue mas por el pueblo, amenacemosles que no hablen de aqui adelante a hombre ninguno en este nombre. 18 Y llamandolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni ensenasen en el nombre de Jesus. 19 Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios: 20 Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oido. 21 Ellos entonces los despacharon amenazandoles, no hallando ningun modo de castigarles, por causa del pueblo: porque todos glorificaban a Dios de lo que habia sido hecho. 22 Porque el hombre en quien habia sido hecho este milagro de sanidad, era de mas de cuarenta anos. 23 Y sueltos [ellos,] vinieron a los suyos, y contaron todo lo que los principes de los sacerdotes y los ancianos les habian dicho. 24 Y ellos, habiendolo oido, alzaron unanimes la voz a Dios, y dijeron. Senor, tu [eres] el Dios, que hiciste el cielo y la tierra, la mar, y todo lo que en ellos [hay:] 25 Que por la boca de David tu siervo dijiste: ?Por que han bramado las gentes, y los pueblos han pensado cosas vanas? 26 Asistieron los reyes de la tierra, y los principes se juntaron en uno contra el Senor, y contra su Cristo. 27 Porque verdaderamente se juntaron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesus, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los Gentiles y los pueblos de Israel, 28 Para hacer lo que tu mano y tu consejo habian antes determinado que habia de ser hecho. 29 Y ahora, Senor, mira sus amenazas, y da a tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra: 30 Que extiendas tu mano a que sanidades y milagros y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesus. 31 Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados temblo; y todos fueron llenos de Espiritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza. 32 Y de la multitud de los que habian creido era un corazon y un alma; y ninguno decia ser suyo algo de lo que poseia, mas todas las cosas les eran comunes. 33 Y los apostoles daban testimonio de la resurreccion del Senor Jesus con gran esfuerzo: y gran gracia era en todos ellos; 34 Que ningun necesitado habia entre ellos; porque todos los que poseian heredades o casas, vendiendolas, traian el precio de lo vendido, 357 Y lo ponian a los pies de los apostoles, y era repartido a cada uno segun que habia menester. 36 Entonces Jose, que fue llamado de los apostoles por sobrenombre Bernabe, (que es, interpretado, Hijo de consolacion,) Levita, [y] natural de Cipro, 37 Como tuviese una heredad, [la] vendio, y trajo el precio, y puso[lo] a los pies de los apostoles. CAPITULO 5. 1 MAS un varon llamado Ananias, con Safira su mujer, vendio una posesion, 2 Y defraudo del precio, sabiendo[lo] tambien su mujer; y trayendo una parte, puso[la] a los pies de los apostoles. 3 Y dijo Pedro: Ananias, ?Por que ha llenado Satanas tu corazon a que mintieses al Espiritu Santo, y defraudases del precio de la heredad? 4 Reteniendola ?no se te quedaba a ti? y vendida, ?no estaba [el precio] en tu potestad? ?Por que pusiste esto en tu corazon? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Entonces Ananias, oyendo estas palabras, cayo, y espiro. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantandose los mancebos le tomaron; y sacando[lo,] sepultaron[le.] 7 Y pasado espacio como de tres horas, sucedio que entro su mujer, no sabiendo lo que habia acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime: ?vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Si, en tanto. 9 Y Pedro le dijo: ?Por que os concertasteis para tentar al Espiritu del Senor? He aqui a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacaran [a sepultar.] 10 Y luego cayo a los pies de el, y espiro: y entrados los mancebos, la hallaron^ muerta; y [la] sacaron, y [la] sepultaron junto a su marido. 11 Y vino un gran temor en toda la iglesia y en todos los que oyeron estas cosas. 12 Y por las manos de los apostoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; (y estaban todos unanimes en el portico de Salomon: 13 Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. 14 Y los que creian en el Senor se aumentaban mas, gran numero asi de hombres como de mujeres:) 15 Tanto que echaban los enfermos por las calles, y [los] ponian en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos. 16 Y aun de las ciudades vecinas concurria multitud a Jerusalem, trayendo enfermos, y atormentados de espiritus inmundos, los cuales todos eran curados. 17 Entonces levantandose el principe de los sacerdotes, y todos los que estaban con el, que es la secta de los Saduceos, se llenaron de zelo, 18 Y echaron mano a los apostoles, y pusieronlos en la carcel publica. 19 Mas el angel del Senor, abriendo de noche las puertas de la carcel, y sacandoles, dijo: 20 Id, y estando en el templo, hablad al pueblo todas las palabras de esta vida. 21 Y oido que hubieron [esto,] entraron de manana en el templo, y ensenaban. Entretanto viniendo el principe de los sacerdotes, y los que eran con el, convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la carcel para que fuesen traidos. 22 Mas como llegaron los ministros, y no les hallaron en la carcel, volvieron, y dieron aviso, 23 Diciendo: Por cierto la carcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas que estaban delante de las puertas, mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro. 24 Y cuando oyeron estas palabras el pontifice y el magistrado del templo, y los principes de los sacerdotes, dudaban en que vendria a parar aquello. 25 Pero viniendo uno, dioles [esta] noticia: He aqui los varones que echasteis en la carcel, estan en el templo, y ensenan al pueblo. 26 Entonces fue el magistrado con los ministros, y trajoles sin violencia, porque temian del pueblo ser apedreados. 27 Y como los trajeron, [los] presentaron en el concilio; y el principe de los sacerdotes les pregunto, 28 Diciendo: ?No os denunciamos estrechamente, que no ensenaseis en este nombre, y he aqui habeis llenado a Jerusalem de vuestra doctrina, y quereis echar sobre nosotros la sangre de este hombre. 29 Y respondiendo Pedro y los apostoles, dijeron: Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres. 30 El Dios de nuestros padres levanto a Jesus, al cual vosotros matasteis colgandole en un madero. 31 A este ha Dios ensalzado con su diestra por Principe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remision de pecados. 32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y tambien el Espiritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen. 33 Ellos oyendo [esto] reganaban, y consultaban matarles. 34 Entonces levantandose en el concilio un Fariseo, llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerable a todo el pueblo, mando que sacasen fuera un poco a los apostoles; 35 Y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habeis de hacer. 36 Porque antes de estos dias se levanto [un] Teudas, diciendo que era alguien; al que se agrego un numero de hombres, como cuatrocientos; el cual fue matado, y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos a nada. 37 Despues de este se levanto Judas el Galileo en los dias del empadronamiento, y llevo mucho pueblo tras si. Perecio tambien aquel, y todos los que consintieron con el fueron derramados. 38 Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadles; porque si este consejo, o esta obra es de los hombres, se desvanecera; 39 Mas si es de Dios, no la podreis deshacer: [mirad] no seais tal vez hallados resistiendo a Dios. 40 Y convinieron con el: y llamando a los apostoles, despues de azotados, [les] intimaron que no hablasen en el nombre de Jesus, y soltaronlos. 41 Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el nombre de [Jesus.] 42 Y todos los dias, en el templo. y por las casas, no cesaban de ensenar y predicar a Jesu-Cristo. CAPITULO 6. 1 EN aquellos dias, creciendo el numero de los discipulos, hubo murmuracion de los Griegos contra los Hebreos; de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano. 2 Asi que los doce convocaron la multitud de los discipulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos a las mesas. 3 Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de Espiritu Santo y de sabiduria, los cuales pongamos en esta obra. 4 Y nosotros persistiremos en la oracion y en el ministerio de la palabra. 5 Y plugo el parecer a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varon lleno de fe y de Espiritu Santo, y a Felipe, y a Procoro, y a Nicanor y a Timon, y a Parmenas, y a Nicolas, proselito de Antioquia. 6 A estos presentaron delante de los apostoles, los cuales orando les pusieron las manos encima. 7 Y crecia la palabra del Senor, y el numero de los discipulos se multiplicaba mucho en Jerusalem: tambien una gran multitud de los sacerdotes obedecia a la fe. 8 Empero Esteban, lleno de gracia y de potencia, hacia prodigios y milagros grandes en el pueblo. 9 Levantaronse entonces unos de la sinagoga que se llama de los Libertinos, y Cireneos, y Alejandrinos, y de los de Cilicia, y de Asia, disputando con Esteban. 10 Mas no podian resistir a la sabiduria y al espiritu con que hablaba. 11 Entonces sobornaron a unos que dijesen que le habian oido hablar palabras blasfemas contra Moises y Dios. 12 Y conmovieron al pueblo, y a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron y trajeron al concilio. 13 Y pusieron testigos falsos que dijesen: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y la ley. 14 Porque le hemos oido decir, que este Jesus de Nazaret destruira este lugar, y mudara las ordenanzas que nos dio Moises. 15 Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, puestos los ojos en el, vieron su rostro como el rostro de un angel. CAPITULO 7. 1 EL principe de los sacerdotes dijo entonces: ?Es esto asi? 2 Y el dijo: Varones hermanos, y padres, oid: El Dios de la gloria aparecio a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Charan, 3 Y le dijo: Sal de tu tierra, y de tu parentela, y ven a la tierra que te mostrare. 4 Entonces salio de la tierra de los Caldeos, y habito en Charan: y de alli, muerto su padre, le traspaso a esta tierra, en la cual vosotros habitais ahora. 5 Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie: mas le prometio que se la daria en posesion, y a su simiente despues de el, no teniendo aun hijo. 6 Y hablole Dios asi: Que su simiente seria extranjera en tierra ajena, y que los reducirian a servidumbre, y maltratarian por cuatrocientos anos. 7 Mas yo juzgare, dijo Dios, la nacion a la cual seran siervos: y despues de esto saldran, y me serviran en este lugar. 8 Y diole el pacto de la circuncision: y asi [Abraham] engendro a Isaac, y le circuncido al octavo dia; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. 9 Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a Jose para Egipto; mas Dios era con el, 10 Y le libro de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduria en la presencia de Pharaon, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa. 11 Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto, y de Chanaan, y grande tribulacion: y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Y como oyese Jacob que habia trigo en Egipto, envio a nuestros padres la primera vez. 13 Y en la segunda Jose fue conocido de sus hermanos, y fue sabido de Pharaon el linaje de Jose. 14 Y enviando Jose, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en [numero de] setenta y cinco personas. 15 Asi descendio Jacob a Egipto, donde murio el y nuestros padres; 16 Los cuales fueron trasladados a Sichem, y puestos en el sepulcro que compro Abraham a precio de dinero de los hijos de Hemor, [padre] de Sichem. 17 Mas como se acercaba el tiempo de la promesa la cual Dios prometio a Abraham, el pueblo crecio y multiplicose en Egipto, 18 Hasta que se levanto otro rey en Egipto que no conocia a Jose. 19 Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrato a nuestros padres, a fin de que pusiesen a peligro [de muerte] sus ninos, para que cesase la generacion. 20 En aquel mismo tiempo nacio Moises, y fue agradable a Dios: y fue criado tres meses en casa de su padre. 21 Mas siendo puesto al peligro, la hija de Pharaon le tomo, y le crio como a hijo suyo. 22 Y fue ensenado Moises en toda la sabiduria de los Egipcios; y era poderoso en sus dichos y hechos. 23 Y cuando hubo cumplido la edad de cuarenta anos, le vino voluntad de visitar a sus hermanos los hijos de Israel. 24 Y como vio a uno que era injuriado, defendiole, e hiriendo al Egipcio, vengo al injuriado. 25 Pues el pensaba que sus hermanos entendian que Dios les habia de dar salud por su mano: mas ellos no [lo] habian entendido. 26 Y al dia siguiente rinendo ellos, se les mostro, y les metia en paz, diciendo: Varones hermanos sois, ?por que os injuriais los unos a los otros? 27 Entonces el que injuriaba a su projimo, le rempujo diciendo: ?Quien te ha puesto por principe y juez sobre nosotros? 28 ?Quieres tu matarme, como mataste ayer al Egipcio? 29 A esta palabra Moises huyo: y se hizo extranjero en tierra de Madian, donde engendro dos hijos. 30 Y cumplidos cuarenta anos, un angel le aparecio en el desierto del monte Sina en fuego de llama de una zarza. 31 Entonces Moises mirando, se maravillo de la vision; y llegandose para considerar, fue hecha a el voz del Senor: 32 Yo [soy] el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y^ el Dios de Jacob. Mas Moises, temeroso, no osaba mirar. 33 Y le dijo el Senor: Quita los zapatos de tus pies, porque el lugar en que estas, es tierra santa. 34 He visto, he visto la afliccion de mi pueblo que esta en Egipto, y he oido el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues ven, te enviare a Egipto. 35 A este Moises, al cual habian rehusado, diciendo: ?Quien te ha puesto por principe y juez? a este envio Dios por principe y redentor con la mano del angel que le aparecio en la zarza. 36 Este los saco, habiendo hecho prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta anos. 37 Este es el Moises, el cual dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantara el Senor Dios vuestro, de vuestros hermanos, como yo; a el oireis. 38 Este es aquel que estuvo en la congregacion en el desierto con el angel que le hablaba en el monte Sina, y con nuestros padres; y recibio las palabras de vida para darnos: 39 Al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes [le] desecharon, y se apartaron de corazon a Egipto, 40 Diciendo a Aaron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moises, que nos saco de tierra de Egipto, no sabemos que le ha acontecido. 41 Y entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificios al idolo, y en las obras de sus manos se holgaron, 42 Y Dios se aparto y los entrego que sirviesen al ejercito del cielo, como esta escrito en el libro de los profetas: ?Me ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta anos, casa de Israel? 43 Antes trajisteis el tabernaculo de Moloch, y la estrella de vuestro dios Remfan, figuras que os hicisteis para adorarlas: os trasportare pues mas alla de Babilonia. 44 Tuvieron nuestros padres el tabernaculo del Testimonio en el desierto como habia [Dios] ordenado, hablando a Moises que le hiciese segun la forma que habia visto. 45 El cual recibido, metieron tambien nuestros padres con Josue en la posesion de los Gentiles, que Dios echo de la presencia de nuestros padres, hasta los dias de David: 46 El cual hallo gracia delante de Dios, y pidio hallar tabernaculo para el Dios de Jacob. 47 Mas Salomon le edifico casa. 48 Si bien el Altisimo no habita en templos hechos de mano, como el profeta dice: 49 El cielo [es] mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ?Que casa me edificareis? dice el Senor: o ?cual [sera] el lugar de mi reposo? 50 ?No hizo mi mano todas estas cosas? 51 Duros de cerviz, e incircuncisos de corazon y de oidos; vosotros resistis siempre al Espiritu Santo: como vuestros padres, [asi] tambien vosotros. 53 ?A cual de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron a los que antes anunciaron la venida del Justo, del cual vosotros ahora habeis sido entregadores y matadores: 53 Que recibisteis la ley por disposicion de angeles, y no [la] guardasteis. 54 Y oyendo estas cosas, reganaban de sus corazones, y crujian los dientes contra el. 55 Mas el estando lleno de Espiritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesus que estaba a la diestra de Dios. 56 Y dijo: He aqui, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre que esta a la diestra de Dios. 57 Entonces dando grandes voces, se taparon sus oidos, y arremetieron unanimes contra el. 58 Y echandolo fuera de la ciudad, [le] apedreaban: y los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un mancebo que se llamaba Saulo. 59 Y apedrearon a Esteban, invocando el, y diciendo: Senor Jesus, recibe mi espiritu. 60 Y puesto de rodillas, clamo a gran voz: Senor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmio [en el Senor.] CAPITULO 8. 1 Y SAULO consentia en su muerte. Y en aquel dia se hizo una grande persecucion en la iglesia que [estaba] en Jerusalem; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apostoles. 2 Y llevaron [a enterrar] a Esteban varones piadosos, e hicieron gran llanto sobre el. 3 Entonces Saulo asolaba la iglesia entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, [los] entregaba en la carcel. 4 Mas los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando la palabra. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6 Y las gentes escuchaban atentamente unanimes las cosas que decia Felipe, oyendo y viendo las senales que hacia. 7 Porque de muchos que tenian espiritus inmundos, salian [estos] dando grandes voces: y muchos paraliticos y cojos eran sanados. 8 Asi que habia gran gozo en aquella ciudad. 9 Y habia un hombre llamado Simon, el cual habia sido antes magico en aquella ciudad, y enganado la gente de Samaria diciendose ser algun grande, 10 Al cual oian todos atentamente desde el mas pequeno hasta el mas grande, diciendo: Este es la grande virtud de Dios. 11 Y le estaban atentos, porque con sus artes magicas los habia embelesado mucho tiempo. 12 Mas cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesu-Cristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13 El mismo Simon creyo tambien entonces, y bautizandose se llego a Felipe; y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacian, estaba atonito. 14 Y los apostoles que estaban en Jerusalem, habiendo oido que Samaria habia recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan: 15 Los cuales venidos, oraron por ellos para que recibiesen el Espiritu Santo. 16 (Porque aun no habia descendido sobre alguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesus.) 17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espiritu Santo. 18 Y como vio Simon que por la imposicion de las manos de los apostoles se daba el Espiritu Santo, les ofrecio dinero, 19 Diciendo: Dadme tambien a mi esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espiritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero. 21 No tienes tu parte ni suerte en este negocio: porque tu corazon no es recta delante de Dios. 22 Arrepientete pues de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizas te sera perdonado el pensamiento de tu corazon. 23 Porque en hiel de amargura y en prision de maldad veo que estas. 24 Respondiendo entonces Simon, dijo: Rogad vosotros por mi al Senor, que ninguna cosa de estas, que habeis dicho, venga sobre mi. 25 Y ellos habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaron el Evangelio. 26 Empero el angel del Senor hablo a Felipe, diciendo: Levantate y ve hacia la Mediodia, al camino que desciende de Jerusalem a Gaza, la cual es desierta. 27 Entonces el se levanto, y fue: y he aqui un Etiope, eunuco, gobernador de Candace, reina de los Etiopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y habia venido a adorar a Jerusalem, 28 Se volvia, sentado en su carro, y leyendo el profeta Isaias. 29 Y el Espiritu dijo a Felipe: Llegate y juntate a este carro. 30 Y acudiendo Felipe, le oyo que leia al profeta Isaias; y dijo Mas ?entiendes lo que lees? 31 Y el dijo: ?Y como podre, si alguno no me ensenare? y rogo a Felipe que subiese, y se sentase con el. 32 Y el lugar de la escritura que leia, era este: Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que le trasquila, asi no abrio su boca. 33 En su humillacion su juicio fue quitado: mas su generacion, ?quien la contara? porque es quitada de la tierra su vida. 34 Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Ruegote ?de quien el profeta dice esto? ?de si, o de otro alguno? 35 Entonces Felipe abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anuncio el Evangelio de Jesus. 36 Y yendo por el camino llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aqui agua; ?que impide que yo sea bautizado? 37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazon, bien puedes: Y respondiendo dijo: Creo que Jesu-Cristo es el Hijo de Dios. 38 Y mando parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y bautizole. 39 Y como subieron del agua, el Espiritu del Senor arrebato a Felipe, y no le vio mas el eunuco: y se fue por su camino gozoso. 40 Felipe empero se hallo en Azoto: y pasando anunciaba el Evangelio en todas las ciudades, hasta que llego a Cesarea. CAPITULO 9. 1 Y SAULO, respirando aun amenazas y muerte contra los discipulos del Senor, vino al principe de los sacerdotes, 2 Y demando de el letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallase algunos hombres o mujeres de esta secta, los trajese presos a Jerusalem. 3 Y yendo por el camino, acontecio que llegando cerca de Damasco, subitamente le cerco un resplandor de luz del cielo. 4 Y cayendo en tierra, oyo una voz que le decia: Saulo, Saulo, ?por que me persigues? 5 Y el dijo: ?Quien eres, Senor, Y el dijo: Yo soy Jesus a quien tu persigues: dura cosa te es dar coces contra el aguijon. 6 El temblando y temeroso dijo: Senor, ?que quieres que haga? Y el Senor le dice: Levantate y entra en la ciudad, y se te dira lo que te conviene hacer. 7 Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atonitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie. 8 Entonces Saulo se levanto de tierra, y abriendo los ojos no veia a nadie: asi que llevandole por la mano, metieronle en Damasco, 9 Donde estuvo tres dias sin ver; y no comio, ni bebio. 10 Habia entonces un discipulo en Damasco, llamado Ananias; al cual el Senor dijo en vision: Ananias. Y el respondio: Heme aqui, Senor. 11 Y el Senor le [dijo:] Levantate, y ve a la calle, que se llama la Derecha, y busca en casa de Judas a [uno] llamado Saulo, de Tarso: porque he aqui el ora; 12 Y ha visto en vision un varon llamado Ananias, que entra, y le pone la mano encima para que reciba la vista. 13 Entonces Ananias respondio: Senor, he oido a muchos acerca de este hombre, cuantos males ha hecho a tus santos en Jerusalem. 14 Y aun aqui tiene facultad de los principes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu nombre. 15 Y le dijo el Senor: Ve; porque instrumento escogido me es este, para que lleve mi nombre en presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel. 16 Porque yo le mostrare cuanto le sea menester que padezca por mi nombre. 17 Ananias entonces fue, y entro en la casa; y poniendole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Senor Jesus, que te aparecio en el camino por donde venias, me ha enviado para que recibas la vista, y seas lleno de Espiritu Santo. 18 Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibio al punto la vista: y levantandose fue bautizado. 19 Y como comio fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos dias con los discipulos que estaban en Damasco. 20 Y luego en las sinagogas predicaba a Cristo, [diciendo] que este era el Hijo de Dios. 21 Y todos los que [le] oian estaban atonitos, y decian: ?No es este el que asolaba en Jerusalem a los que invocaban este nombre, y a eso vino aca, para llevarlos presos a los principes de los sacerdotes? 22 Empero Saulo mucho mas se esforzaba, y confundia a los Judios que moraban en Damasco, afirmando que este es el Cristo. 23 Y como pasaron muchos dias, los Judios hicieron entre si consejo de matarle. 24 Mas las asechanzas de ellos fueron entendidas de Saulo: y ellos guardaban las puertas de dia y de noche para matarle. 25 Entonces los discipulos, tomandole de noche, [le] bajaron por el muro [metido] en una espuerta. 26 Y como [Saulo] vino a Jerusalem tentaba de juntarse con los discipulos mas todos tenian miedo de el, no creyendo que era discipulo. 27 Entonces Bernabe, tomandole, [le] trajo a los apostoles; y contoles como habia visto al Senor en el camino, y que le habia hablado, y como en Damasco habia hablado confiadamente en el nombre de Jesus. 28 Y entraba y salia con ellos en Jerusalem. 29 Y hablaba confiadamente en el nombre del Senor, y disputaba con los Griegos; mas ellos procuraban matarle. 30 Lo cual como los hermanos entendieron, le acompanaron hasta Cesarea y le enviaron a Tarso. 31 Las iglesias entonces tenian paz por toda Judea, y Galilea, y Samaria, y eran edificadas andando en el temor del Senor; y con consuelo del Espiritu Santo eran multiplicadas. 32 Y acontecio que Pedro, andandolos a todos, vino tambien a los santos que habitaban en Lidda. 33 Y hallo alli a uno que se llamaba Eneas, que hacia ocho anos que estaba en cama, que era paralitico. 34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesu-Cristo te sana: levantate, y hazte tu cama. Y luego se levanto. 35 Y vieronle todos los que habitaban en Lidda y en Sarona, los cuales se convirtieron al Senor. 36 Entonces en Joppe habia una discipula llamada Tabita, que si lo declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras, y de limosnas que hacia. 37 Y acontecio en aquellos dias que enfermando, murio; a la cual, despues de lavada, pusieron en una sala. 38 Y como Lidda estaba cerca de Joppe, los discipulos, oyendo que Pedro estaba alli, le enviaron dos hombres rogandole: No te detengas en venir hasta nosotros. 39 Pedro entonces levantandose, fue con ellos: y llegado que hubo, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando, y mostrandole las tunicas y los vestidos que Dorcas hacia, cuando estaba con ellas. 40 Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oro, y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levantate. Y ella abrio los ojos, y viendo a Pedro, incorporose. 41 Y el le dio la mano, y levantola: entonces llamando los santos y las viudas, la presento viva. 42 Esto fue notorio por toda Joppe: y creyeron muchos en el Senor. 43 Y acontecio que se quedo muchos dias en Joppe, en casa de un cierto Simon. curtidor. CAPITULO 10. 1 HABIA un varon en Cesarea, llamado Cornelio, centurion de la compania que se llamaba la Italiana, 2 Pio, y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacia muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. 3 Este vio en vision manifiestamente como a la hora nona del dia, que un angel de Dios entraba a el, y le decia: Cornelio. 4 Y el, puestos en el los ojos, espantado, dijo ?Que es, Senor? Y dijole: Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria a la presencia de Dios. 5 Envia pues ahora hombres a Joppe y haz venir a un Simon, que tiene por sobrenombre Pedro. 6 Este posa en casa de un Simon, curtidor, que tiene su casa junta a la mar: el te dira lo que te conviene hacer. 7 E ido el angel que hablaba con Cornelio, llama dos de sus criados, y un devoto soldado de los que le asistian: 8 A los cuales, despues de haberselo contado todo, les envio a Joppe. 9 Y el dia siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subio a la azotea a orar, cerca de la hora de sexta. 10 Y acontecio que le vino una grande hambre, y quiso comer: pero mientras [se lo] disponian, sobrevinole un extasi, 11 Y vio el cielo abierto, y que descendia un vaso, como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos, era bajado a la tierra; 12 En el cual habia de todos los animales cuadrupedos de la tierra, y reptiles^, y aves del cielo. 13 Y le vino una voz: Levantate, Pedro, mata y come. 14 Entonces Pedro dijo: Senor, no; porque ninguna cosa comun e inmunda he comido jamas. 15 Y volvio la voz hacia el la segunda vez: Lo que Dios limpio no [lo] llamas tu comun. 16 Y esto fue hecho por tres veces; y el vaso volvio a ser recogido en el cielo. 17 Y estando Pedro dudando dentro de si, que seria la vision que habia visto, he aqui los hombres que habian sido enviados por Cornelio, que preguntando por la casa de Simon, llegaron a la puerta. 18 Y llamando, preguntaron si un Simon, que tenia por sobrenombre Pedro, posaba alli. 19 Y estando Pedro pensando en la vision, le dijo el Espiritu: He aqui tres hombres te buscan. 20 Levantate pues, y desciende, y no dudes ir con ellos; porque yo los he enviado. 21 Entonces Pedro descendiendo a los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aqui, yo soy el que buscais: ?que [es] la causa por que habeis venido? 22 Y ellos dijeron: Cornelio, el centurion, varon justo, y temeroso de Dios, y que tiene testimonio de toda la nacion de los Judios, ha recibido respuesta por un santo angel, de hacerte venir a su casa, y oir de ti palabras. 23 Entonces metiendoles dentro, los hospedo: y al dia siguiente levantandose se fue con ellos; y le acompanaron algunos de los hermanos de Joppe. 24 Y al otro dia entraron en Cesarea. Y Cornelio les estaba esperando, habiendo llamado sus parientes y los amigos mas familiares. 25 Y como Pedro entro, salio Cornelio a recibirle; y derribandose a sus pies, adoro. 26 Mas Pedro le levanto, diciendo: Levantate: yo mismo tambien soy hombre. 27 Y hablando con el, entro, y hallo a muchos que se habian juntado. 28 Y les dijo: Vosotros sabeis que es abominable a un varon Judio juntarse o llegarse a extranjero; mas me ha mostrado Dios, que a ningun hombre llame comun o inmundo. 29 Por lo cual llamado, he venido sin dudar. Asi que pregunto, ?por que causa me habeis hecho venir? 30 Entonces Cornelio dijo: Cuatro dias ha que a esta hora yo estaba ayuno; ya la hora de nona estando orando en mi casa, he aqui un varon se puso delante de mi en vestido resplandeciente, 31 Y dijo: Cornelio, tu oracion es oida, y tus limosnas han venido en memoria en la presencia de Dios. 32 Envia pues a Joppe, y haz venir a un Simon, que tiene por sobrenombre Pedro; este posa en casa de Simon, un curtidor, junto a la mar, el cual venido te hablara. 33 Asi que, luego envie a ti; y tu has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aqui en la presencia de Dios para oir todo lo que Dios te ha mandado. 34 Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepcion de personas, 35 Sino que de cualquier nacion, que le teme y obra justicia, se agrada. 36 Envio palabra [Dios] a los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesu- Cristo: este es el Senor de todos. 37 Vosotros sabeis lo que fue divulgado por toda Judea, comenzando desde Galilea, despues del bautismo que Juan predico, 38 [Cuanto] a Jesus de Nazaret; como le ungio Dios de Espiritu Santo y de potencia: el cual anduvo haciendo bienes, y sanando todos los oprimidos del diablo: porque Dios era con el. 39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea, y en Jerusalem; al cual mataron colgandole en un madero. 40 A este levanto Dios al tercer dia, e hizo que apareciese manifiesto, 41 No a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios antes habia ordenado, [es a saber,] a nosotros, que comimos y bebimos con el, despues que resucito de los muertos. 42 Y nos mando que predicasemos al pueblo, y testificasemos: Que el es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 A este dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en el creyeren, recibiran perdon de pecados por su nombre. 44 Estando aun hablando Pedro estas palabras, el Espiritu Santo cayo sobre todos los que oian el sermon. 45 Y se espantaron los fieles que eran de la circuncision que habian venido con Pedro, de que tambien sobre los Gentiles se derramase el don del Espiritu Santo. 46 Porque los oian que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. Entonces respondio Pedro: 47 ?Puede alguno impedir el agua para que no sean bautizados estos que han recibido el Espiritu Santo tambien como nosotros? 48 Y les mando bautizar en el nombre del Senor Jesus. Entonces le rogaron que se quedase [con ellos] por algunos dias. CAPITULO 11. 1 Y OYERON los apostoles y los hermanos que estaban en Judea, que tambien los Gentiles habian recibido la palabra de Dios. 2 Y como Pedro subio a Jerusalem, contendian contra el los que eran de la circuncision, 3 Diciendo: ?Por que has entrado a hombres incircuncisos, y has comido con ellos? 4 Entonces comenzando Pedro, les declaro por orden [lo pasado,] diciendo: 5 Estaba yo en la ciudad de Joppe orando, y vi en rapto de entendimiento una vision; un vaso, como un gran lienzo, que descendia, que por los cuatro cabos era abajado del cielo, y venia hasta mi: 6 En el cual como puse los ojos, considere y vi animales terrestres de cuatro pies, y fieras, y reptiles, y aves del cielo. 7 Y oi una voz que me decia: Levantate, Pedro; mata y come. 8 Y dije: Senor, no; porque ninguna cosa comun ni inmunda entro jamas en mi boca. 9 Entonces la voz me respondio del cielo segunda vez: Lo que Dios limpio no [lo] llamas tu comun. 10 Y esto fue hecho por tres veces: y volvio todo a ser tomado arriba en el cielo. 11 Y he aqui que luego sobrevinieron tres hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mi de Cesarea. 12 Y el Espiritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Y vinieron tambien conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varon, 13 El cual nos conto como habia visto un angel en su casa, que se paro, y le dijo: Envia a Joppe, y haz venir a un Simon que tiene por sobrenombre Pedro; 14 El cual te hablara palabras por las cuales seras salvo tu, y toda tu casa. 15 Y como comence a hablar, cayo el Espiritu Santo sobre ellos, tambien como sobre nosotros al principio. 16 Entonces me acorde del dicho del Senor, como dijo: Juan ciertamente bautizo en agua, mas vosotros sereis bautizados en Espiritu Santo. 17 Asi que, si Dios les dio el mismo don tambien como a nosotros que hemos creido en el Senor Jesu-Cristo, ?quien era yo que pudiese estorbar a Dios? 18 Entonces, oidas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: De manera que tambien a los Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida. 19 Y los que habian sido esparcidos por causa de la tribulacion que sobrevino en tiempo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Cipro, y Antioquia, no hablando a nadie la palabra, sino a solos los Judios. 20 Y de ellos habia unos varones Ciprios y Cirenenses, los cuales como entraron en Antioquia, hablaron a los Griegos, anunciando el Evangelio del Senor Jesus. 21 Y la mano del Senor era con ellos; y creyendo gran numero [de gente,] se convirtio al Senor. 22 Y llego la fama de estas cosas a oidos de la iglesia que estaba en Jerusalem; y enviaron a Bernabe que fuese hasta Antioquia. 23 El cual, como llego, y vio la gracia de Dios, regocijose, y exhorto a todos que permaneciesen en el proposito del corazon en el Senor. 24 Porque era varon bueno y lleno de Espiritu Santo y de fe: y mucha compania fue agregada al Senor. 25 Despues partio Bernabe a Tarso a buscar a Saulo; y hallado, le trajo a Antioquia. 26 Y conversaron todo un ano alli con la iglesia y ensenaron mucha gente; y los discipulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquia. 27 Y en aquellos dias descendieron de Jerusalem profetas a Antioquia. 28 Y levantandose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por Espiritu, que habia de haber una grande hambre en toda la redondez de las tierras; la cual tambien hubo en tiempo de Claudio. 29 Entonces los discipulos, cada uno conforme a lo que tenia, determinaron enviar subsidio a los hermanos que habitaban en Judea. 30 Lo cual asimismo hicieron, enviando[lo] a los ancianos por mano de Bernabe y de Saulo. CAPITULO 12. 1 EN el mismo tiempo el rey Herodes echo mano a maltratar algunos de la iglesia. 2 Y mato a cuchillo a Jacobo, hermano de Juan: 3 Y viendo que habia agradado a los Judios, paso adelante para prender tambien a Pedro. Eran entonces los dias de los azimos. 4 Y habiendole preso, puso[lo] en la carcel, entregandole a cuatro cuaterniones de soldados que le guardasen; queriendo sacarle al pueblo despues de la Pascua. 5 Asi que, Pedro era guardado en la carcel; y la iglesia hacia oracion a Dios sin cesar por el. 6 Y cuando Herodes le habia de sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, preso con dos cadenas: y los guardas delante de la puerta que guardaban la carcel. 7 Y he aqui el angel del Senor sobrevino, y una luz resplandecio en la carcel; e hiriendo a Pedro en el lado, le desperto diciendo: Levantate prestamente. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 Y le dijo el angel: Cinete, y atate tus sandalias. Y lo hizo asi. Y le dijo: Rodeate tu ropa, y sigueme. 9 Y saliendo, le seguia, y no sabia que era verdad lo que hacia el angel; mas pensaba que veia vision. 10 Y como pasaron la primera y la segunda guarda, vinieron a la puerta de hierro, que va a la ciudad, la cual se les abrio de suyo: y salidos, pasaron una calle; y luego el angel se aparto de el. 11 Entonces Pedro, volviendo en si, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Senor ha enviado su angel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo el pueblo de los Judios que me esperaba. 12 Y habiendo considerado [esto,] llego a casa de Maria la madre de Juan, el que tenia por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban juntos orando. 13 Y tocando Pedro a la puerta del patio, salio una muchacha, para escuchar, llamada Rhode: 14 La cual, como conocio la voz de Pedro, de gozo no abrio el postigo, sino corriendo dentro, dio nueva que Pedro estaba al postigo. 15 Y ellos le dijeron: Estas loca: mas ella afirmaba que asi era. Entonces ellos decian: Su angel es. 16 Mas Pedro perseveraba en llamar: y cuando abrieron, vieronle, y se espantaron. 17 Mas el haciendoles senal con la mano que callasen, les conto como el Senor le habia sacado de la carcel, y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salio, y partio a otro lugar. 18 Luego que fue de dia, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre que se habia hecho de Pedro. 19 Mas Herodes, como le busco, y no le hallo, hecha inquisicion de los guardas, los mando llevar. Despues descendiendo de Judea a Cesarea, se quedo [alli.] 20 Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro, y los de Sidon: mas ellos vinieron concordes a el, y sobornado Blasto, que era el camarero del rey, pedian paz: porque las tierras de ellos eran abastecidas por las del rey. 21 Y un dia senalado, Herodes vestido de ropa real, se sento en el tribunal, y arengoles. 22 Y el pueblo aclamaba: Voz de Dios, y no de hombre. 23 Y luego el angel del Senor le hirio, por cuanto no dio la gloria a Dios; y espiro comido de gusanos. 24 Mas la palabra del Senor crecia, y era multiplicada. 25 Y Bernabe y Saulo volvieron de Jerusalem cumplido su servicio, tomando tambien consigo a Juan, el que tenia por sobrenombre Marcos. CAPITULO 13. 1 HABIA entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y doctores; Bernabe, y Simon el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manahen, que habia sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2 Ministrando pues estos al Senor, y ayunando, dijo el Espiritu Santo: Apartadme a Bernabe y a Saulo para la obra para la cual los he llamado. 3 Entonces habiendo ayunado, y orado, y puestoles las manos encima, despidieron[les.] 4 Y ellos, enviados asi por el Espiritu Santo, descendieron a Seleucia; y de alli navegaron a Cipro. 5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judios: y tenian tambien a Juan en el ministerio. 6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafo, hallaron un hombre mago, falso profeta Judio, llamado Barjesus: 7 El cual estaba con el proconsul Sergio Paulo, varon prudente. Este, llamando a Bernabe y a Saulo, deseaba oir la palabra de Dios. 8 Mas les resistia Elimas el encantador, (que asi se interpreta su nombre), procurando apartar de la fe al proconsul. 9 Entonces Saulo, que tambien [es] Pablo, lleno del Espiritu Santo, poniendo en el los ojos, 10 Dijo: Oh, lleno de todo engano y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ?no cesaras de trastornar los caminos rectos del Senor? 11 Ahora, pues, he aqui, la mano del Senor [es] contra ti, y seras ciego, que no veas el sol por tiempo. Y luego cayeron en el oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese por la mano. 12 Entonces el proconsul, viendo lo que habia sido hecho, creyo, maravillado de la doctrina del Senor. 13 Y partidos de Pafo, Pablo y sus companeros arribaron a Perge de Pamphylia: entonces Juan, apartandose de ellos, se volvio a Jerusalem. 14 Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquia de Pisidia, y entrando en la sinagoga un dia de Sabado, sentaronse. 15 Y despues de la leccion de la ley y de los profetas, los principes de la sinagoga enviaron a ellos diciendo: Varones hermanos, si teneis alguna palabra de exhortacion para el pueblo, hablad. 16 Entonces Pablo, levantandose, hecha senal de silencio con la mano, dice: Varones Israelitas, y los que temeis a Dios, oid. 17 El Dios del pueblo de Israel escogio a nuestros padres, y ensalzo el pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los saco de ella. 18 Y por tiempo como de cuarenta anos soporto sus costumbres en el desierto: 19 Y destruyendo siete naciones en la tierra de Chanaan, les repartio por suerte la tierra de ellas. 20 Y despues, como por cuatrocientos y cincuenta anos, dio los jueces hasta el profeta Samuel. 21 Y entonces demandaron rey; y les dio Dios a Saul, hijo de Cis, varon de la tribu de Benjamin, por cuarenta anos. 22 Y quitado aquel, levantoles por rey a David, al que dio tambien testimonio, diciendo: He hallado a David, [hijo] de Jesse, varon conforme a mi corazon, el cual hara todo lo que yo quiero. 23 De la simiente de este, Dios, conforme a la promesa, levanto a Jesus por Salvador a Israel; 24 Predicando Juan delante de la faz de su venida el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. 25 Mas como Juan cumpliese su carrera, dijo: ?Quien pensais que soy? No soy yo: mas he aqui viene tras mi [aquel] cuyo calzado de los pies no soy digno de desatar. 26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salud. 27 Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus principes, no conociendo a este, y las voces de los profetas que se leen todos los Sabados, condenando[le las] cumplieron. 28 Y sin hallar [en el] causa de muerte, pidieron a Pilato que le matasen. 29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de el estaban escritas, quitando[le] del madero, [le] pusieron en el sepulcro. 30 Mas Dios le levanto de los muertos: 31 Y el fue visto por muchos dias de los que habian subido juntamente con el de Galilea a Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo. 32 Y nosotros tambien os anunciamos el Evangelio de aquella promesa que fue hecha a los padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesus; 33 Como tambien en el salmo segundo esta escrito: Mi Hijo eres tu, yo te engendre hoy. 34 Y que le levanto de los muertos para nunca mas volver a corrupcion, asi [lo] dijo: Os dare las misericordias fieles de David. 35 Por eso dice tambien en otro [lugar:] No permitiras que tu Santo vea corrupcion. 36 Porque a la verdad David, habiendo servido en su edad a la voluntad de Dios, durmio, y fue juntado con sus padres, y vio corrupcion. 37 Mas aquel que Dios levanto, no vio corrupcion. 38 Seaos pues notorio, varones hermanos, que por este os es anunciada remision de pecados: 39 Y de todo lo que por la ley de Moises no pudisteis ser justificados, en este es justificado todo aquel que creyere. 40 Mirad pues que no venga sobre vosotros lo que esta dicho en los profetas: 41 Mirad, oh menospreciadores, y entonteceos, y desvaneceos: porque yo obro una obra en vuestros dias, obra que no creereis, si alguien os la contare. 42 Y salidos de la sinagoga de los Judios, los Gentiles les rogaron que el Sabado siguiente les hablasen estas palabras. 43 Y despedida la congregacion, muchos de los Judios y de los religiosos proselitos siguieron a Pablo y a Bernabe: los cuales hablandoles, les persuadian que permaneciesen en la gracia de Dios. 44 Y el Sabado siguiente se junto casi toda la ciudad a oir la palabra de Dios. 45 Mas los Judios, visto el gentio, llenaronse de zelo, y se oponian a lo que Pablo decia, contradiciendo y blasfemando. 46 Entonces Pablo y Bernabe, usando de libertad, dijeron: A vosotros a la verdad era menester que se os hablase la palabra de Dios; mas pues que la desechais, y os juzgais indignos de la vida eterna, he aqui nos volvemos a los Gentiles. 47 Porque asi nos ha mandado el Senor: Te he puesto para luz de los Gentiles, para que seas salud hasta lo postrero de la tierra. 48 Y los Gentiles oyendo esto, fueron gozosos, y glorificaban la palabra del Senor; y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. 49 Y la palabra del Senor era sembrada por toda aquella provincia. 50 Mas los Judios concitaron mujeres pias y honestas, y a los principales de la ciudad, y levantaron persecucion contra Pablo y Bernabe, y los echaron de sus terminos. 51 Ellos entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, se vinieron a Iconio. 52 Y los discipulos estaban llenos de gozo, y de Espiritu Santo. CAPITULO 14. 1 Y ACONTECIO en Iconio, que entrados juntamente en la sinagoga de los Judios, hablaron de tal manera que creyo una grande multitud de Judios, y asimismo de Griegos. 2 Mas los Judios que fueron incredulos, incitaron y corrompieron los animos de los Gentiles contra los hermanos. 3 Con todo eso se detuvieron [alli] mucho tiempo confiados en el Senor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que senales y milagros fuesen hechos por las manos de ellos. 4 Mas el vulgo de la ciudad estaba dividido; y unos eran con los Judios, y otros con los apostoles. 5 Y haciendo impetu los Judios y los Gentiles, juntamente con sus principes para afrentar[los] y apedrearlos, 6 Habiendo[lo] entendido, huyeronse a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y por toda la tierra alrededor. 7 Y alli predicaban el Evangelio. 8 Y un hombre de Listra, impotente de los pies, estaba sentado cojo desde el vientre de su madre, que jamas habia andado. 9 Este oyo hablar a Pablo, el cual como puso los ojos en el, y vio que tenia fe para ser sano, 10 Dijo a gran voz: Levantate derecho sobre tus pies. Y [el] salto, y anduvo. 11 Entonces las gentes, visto lo que Pablo habia hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua Licaonica: Dioses semejantes a hombres han descendido a nosotros. 12 Y a Bernabe llamaban Jupiter; y a Pablo, Mercurio, porque era el que llevaba la palabra. 13 Y el sacerdote de Jupiter que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, queria con el pueblo sacrificar. 14 [Lo cual] como oyeron los apostoles Bernabe y Pablo, rotas sus ropas, se lanzaron al gentio, dando voces, 15 Y diciendo; Varones, ?por que haceis esto? Nosotros tambien somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtais al Dios vivo, que hizo el cielo, y la tierra, y la mar, y todo lo que esta en ellos: 16 El cual en las edades pasadas ha dejado a todas las gentes andar en sus caminos; 17 Si bien no se deja a si mismo sin testimonio, haciendo bien, dandoos lluvias del cielo, y tiempos fructiferos, y hinchiendo de mantenimiento y de alegria nuestros corazones. 18 Y diciendo estas cosas, apenas apaciguaron el pueblo para que no les ofreciesen sacrificio. 19 Entonces sobrevinieron unos Judios de Antioquia y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, [le] sacaron fuera de la ciudad, pensando que [ya] estaba muerto. 20 Mas rodeandole los discipulos, se levanto, y entro en la ciudad, y un dia despues partio con Bernabe a Derbe. 21 Y como hubieron anunciado el Evangelio a aquella ciudad, y ensenado a muchos, volvieron a Listra y a Iconio, y a Antioquia. 22 Confirmando los animos de los discipulos, exhortandoles a que permaneciesen en la fe, y [ensenandoles] que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. 23 Y habiendoles constituido ancianos en cada una de las iglesias, y habiendo orado con ayunos, les encomendaron al Senor en el cual habian creido. 24 Y pasando por Pisidia vinieron a Pamphylia. 25 Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. 26 Y de alli navegaron a Antioquia, donde habian sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habian acabado. 27 Y habiendo llegado, y reunido la iglesia, relataron cuan grandes cosas habia Dios hecho con ellos, y como habia abierto a los Gentiles la puerta de la fe. 28 Y se quedaron alli mucho tiempo con los discipulos. CAPITULO 15. 1 ENTONCES algunos que venian de Judea ensenaban a los hermanos: Que si no os circuncidais, conforme al rito de Moises, no podeis ser salvos. 2 Asi que suscitada una disension y contienda no pequena a Pablo y a Bernabe contra ellos, determinaron que subiesen Pablo y Bernabe a Jerusalem, y algunos otros de ellos, a los apostoles y a los ancianos sobre esta cuestion. 3 Ellos, pues habiendo sido acompanados de la iglesia [al salir,] pasaron por la Fenicia y Samaria, contando la conversion de los Gentiles, y daban gran gozo a todos los hermanos. 4 Y llegados a Jerusalem, fueron recibidos de la iglesia, y de los apostoles, y de los ancianos: y refirieron todas las cosas que Dios habla hecho con ellos. 5 Mas algunos de la secta de los Fariseos, que habian creido, se levantaron diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandar[les] que guarden la ley de Moises. 6 Y se juntaron los apostoles y los ancianos para conocer de este negocio. 7 Y habiendo habido grande contienda, levantandose Pedro, les dijo: Varones hermanos, vosotros sabeis como ya hace algun tiempo que Dios escogio que los Gentiles oyesen por mi boca la palabra del Evangelio, y creyesen. 8 Y Dios, que conoce los corazones les dio testimonio, dandoles el Espiritu Santo tambien como a nosotros: 9 Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe sus corazones. 10 Ahora pues, ?por que tentais a Dios poniendo yugo sobre la cerviz de los discipulos, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? 11 Antes por la gracia del Senor Jesus creemos que seremos salvos, como tambien ellos. 12 Entonces toda la multitud callo, y oyeron a Bernabe y a Pablo que contaban cuan grandes maravillas y senales Dios habia hecho por ellos entre los Gentiles. 13 Y despues que hubieron callado, Jacobo respondio diciendo: Varones hermanos, oidme. 14 Simon ha contado como Dios primero visito a los Gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. 15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como esta escrito: 16 Despues de esto volvere, y restaurare la habitacion de David que estaba caida, y reparare sus ruinas, y la volvere a levantar; 17 Para que el resto de los hombres busque al Senor, y todos los Gentiles sobre los cuales es llamado mi nombre, dice el Senor, que hace estas cosas. 18 Conocidas son a Dios desde el siglo todas sus obras. 19 Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Dios, no han de ser inquietados; 20 Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los idolos, y de fornicacion, y de ahogado, y de sangre. 21 Porque Moises desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leido cada Sabado. 22 Entonces parecio bien a los apostoles, y a los ancianos con toda la iglesia, elegir varones de ellos, y enviar[los] a Antioquia con Pablo, y Bernabe; a Judas, que tenia por sobrenombre Barsabas, y a Silas, varones principales entre los hermanos; 23 Y escribir por mano de ellos [asi:] los apostoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de los Gentiles, que estan en Antioquia, y en Siria, y en Cilicia, salud: 24 Por cuanto hemos oido que algunos, que han salido de nosotros, os han inquietado con palabras, trastornando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, a los cuales no mandamos; 25 Nos ha parecido, congregados en uno, elegir varones, y enviarles a vosotros con nuestros amados Bernabe y Pablo, 26 Hombres que han expuesto sus vidas por el nombre de nuestro Senor Jesu- Cristo. 27 Asi que, enviamos a Judas, y a Silas, los cuales tambien por palabra [os] haran saber lo mismo. 28 Que ha parecido bien al Espiritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga mas que estas cosas necesarias: 29 Que os abstengais de cosas sacrificadas a idolos, y de sangre, y de ahogado, y de fornicacion; de las cuales cosas si os guardareis, bien hareis. Pasadlo bien. 30 Ellos entonces enviados, descendieron a Antioquia, y juntando la multitud, dieron la carta. 31 La cual, como leyeron, fueron gozosos de la consolacion. 32 Judas tambien y Silas, como ellos tambien eran profetas, consolaron y confirmaron los hermanos con abundancia de palabra. 33 Y pasando [alli] algun tiempo, fueron enviados de los hermanos a los apostoles en paz. 34 Mas a Silas parecio bien de quedarse alli. 35 Y Pablo y Bernabe se estaban en Antioquia ensenando la palabra del Senor, y anunciando el Evangelio con otros muchos. 36 Y despues de algunos dias Pablo dijo a Bernabe: Volvamos a visitar los hermanos por todas las ciudades en las cuales hemos anunciado la palabra del Senor, como estan. 37 Y Bernabe queria que tomasen consigo a Juan, el que tenia por sobrenombre Marcos; 38 Mas a Pablo no le parecia bien llevar consigo al que se habia apartado de ellos desde Pamphylia, y no habia ido con ellos a la obra. 39 Y hubo tal contencion entre ellos, que se apartaron el uno del otro; y Bernabe tomando a Marcos, navego a Cipro, 40 Y Pablo escogiendo a Silas, partio encomendado de los hermanos a la gracia del Senor. 41 Y anduvo la Siria y la Cilicia confirmando las iglesias. CAPITULO 16. 1 DESPUES llego a Derbe, y a Listra: y he aqui, estaba alli un discipulo, llamado Timoteo, hijo de una mujer Judia fiel, mas de padre Griego: 2 De este daban buen testimonio los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. 3 Este quiso Pablo que fuese con el; y tomando[le,] le circuncido por causa de los Judios que estaban en aquellos lugares; porque todos sabian que su padre era Griego. 4 Y como pasaban por las ciudades, les daban que guardasen los decretos que habian sido determinados por los apostoles y los ancianos que estaban en Jerusalem. 5 Asi que, las iglesias eran confirmadas en fe, y eran aumentadas en numero cada dia. 6 Y pasando a Phrygia, y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espiritu Santo hablar la palabra en Asia. 7 Y como vinieron a Misia, tentaron de ir a Bitinia; mas el Espiritu no les dejo [ir.] 8 Y pasando a Misia, descendieron a Troas. 9 Y fue mostrado a Pablo de noche una vision: Un varon Macedonio se puso delante, rogandole, y diciendo: Pasa a Macedonia, y ayudanos. 10 Y como vio la vision, luego procuramos partir a Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciasemos el Evangelio. 11 Partidos pues de Troas, vinimos camino derecho a Samotracia, y el dia siguiente a Napoles: 12 Y de alli a Filipos, que es la primera ciudad de la parte de Macedonia, [y] una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos dias. 13 Y un dia de Sabado salimos de la puerta junto al rio, donde solia ser la oracion; y sentandonos hablamos a las mujeres que se habian juntado. 14 Entonces una mujer, llamada Lidia, que vendia purpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazon de la cual abrio el Senor para que estuviese atenta a lo que Pablo decia. 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, [nos] rogo, diciendo: Si habeis juzgado que yo sea fiel al Senor, entrad en mi casa, y posad: y constrinionos. 16 Y acontecio, que yendo nosotros a la oracion, una muchacha que tenia espiritu pitonico, nos salio al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo, y a nosotros, daba voces diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud. 18 Y esto hacia por muchos dias: mas desagradando a Pablo, se volvio, y dijo al espiritu; Te mando, en el nombre de Jesu-Cristo, que salgas de ella. Y salio en la misma hora. 19 Y viendo sus amos que habia salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, al magistrado. 20 Y presentandolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo Judios, alborotan nuestra ciudad. 21 Y predican ritos, los cuales no nos es licito recibir ni hacer, pues somos Romanos. 22 Y agolpose el pueblo contra ellos; y los magistrados rompiendoles sus ropas, [los] mandaron azotar con varas. 23 Y despues que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la carcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia. 24 El cual recibido este mandamiento, los metio en la carcel de mas adentro, y les apreto los pies en el cepo. 25 Mas a media noche orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los que estaban presos los oian. 26 Entonces fue hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la carcel se movian; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos se soltaron. 27 Y despertado el carcelero, como vio abiertas las puertas de la carcel, sacando la espada se queria matar, pensando que los presos se habian huido. 28 Mas Pablo clamo a gran voz diciendo: No te hagas ningun mal; que todos estamos aqui. 29 El entonces pidiendo luz, entro dentro, y temblando, derribose a los pies de Pablo y de Silas; 30 Y sacandoles fuera, les dice: Senores: ?Que es menester que yo haga para ser salvo? 31 Y ellos [le] dijeron: Cree en el Senor Jesu-Cristo, y seras salvo tu, y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Senor, y a todos los que estaban en su casa. 33 Y tomandolos en aquella misma hora de la noche, les lava los azotes; y se bautizo luego el, y todos los suyos. 34 Y llevandolos a su casa, les puso la mesa; y se gozo de que con toda su casa habia creido a Dios. 35 Y como fue de dia, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir a aquellos hombres. 36 Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: los magistrados han enviado [a decir] que seais sueltos: asi que ahora salid, e id en paz. 37 Entonces Pablo les dijo: Azotados publicamente, sin ser condenados, siendo hombres Romanos, nos echaron en la carcel; ?y ahora nos echan encubiertamente? No de cierto, sino vengan ellos y saquennos. 38 Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras: y tuvieron miedo, oido que eran Romanos. 39 Y viniendo les rogaron; y sacandolos, les pidieron que saliesen de la ciudad. 40 Entonces salidos de la carcel, entraron en [casa de] Lidia; y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se salieron. CAPITULO 17. 1 Y PASANDO por Anfipolis y Apolonia, llegaron a Tesalonica, donde estaba la sinagoga de Judios. 2 Y Pablo, como acostumbraba, entro a ellos, y por tres Sabados disputo con ellos de las escrituras, 3 Declarando y proponiendo, que convenia que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesus (el cual yo os anuncio, [decia el]) este era el Cristo. 4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los Griegos religiosos grande multitud, y mujeres nobles no pocos. 5 Entonces los Judios que eran incredulos, teniendo zelos, tomaron consigo a algunos ociosos, malos hombres, y juntando compania, alborotaron la ciudad; y acometiendo la casa de Jason procuraban sacarlos al pueblo. 6 Mas no hallandolos, trajeron a Jason, y a algunos hermanos a los gobernadores de la ciudad, dando voces: Estos que alborotan el mundo, tambien han venido aca; 7 A los cuales Jason ha recibido: y todos estos hacen contra los decretos de Cesar, diciendo que hay otro rey, Jesus. 8 Y alborotaron el pueblo y a los gobernadores de la ciudad, oyendo estas cosas. 9 Mas recibida satisfaccion de Jason y de los demas, los soltaron. 10 Entonces los hermanos luego de noche enviaron a Pablo y a Silas a Berea; los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los Judios. 11 Y fueron estos mas nobles que los que [estaban] en Tesalonica, pues recibieron la palabra con toda solicitud escudrinando cada dia las escrituras, si estas cosas eran asi. 12 Asi que creyeron muchos de ellos; y mujeres Griegas de distincion, y no pocos hombres. 13 Mas como entendieron los Judios de Tesalonica que tambien en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron, y tambien alli tumultuaron el pueblo. 14 Empero luego los hermanos enviaron a Pablo que fuese como a la mar; y Silas y Timoteo se quedaron alli. 15 Y los que habian tomado a cargo a Pablo, le llevaron hasta Atenas; y tomando encargo [de el] para Silas y Timoteo, que viniesen a el lo mas presto que pudiesen, partieron. 16 Y esperandolos Pablo en Atenas su espiritu se deshacia en el, viendo la ciudad dada a idolatria. 17 Asi que disputaba en la sinagoga con los Judios y religiosos; y en la plaza cada dia con los que le ocurrian. 18 Y algunos filosofos de los Epicureos y de los Estoicos disputaban con el; y unos decian: ?Que quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba a Jesus, y la resurreccion. 19 Y tomandole, le trajeron al Areopago, diciendo: ?Podremos saber que sea esta nueva doctrina que dices? 20 Porque pones en nuestros oidos unas nuevas cosas: queremos pues saber que quiere ser esto. 21 Entonces todos los Atenienses, y los huespedes extranjeros, en ninguna otra cosa entendian sino, o en decir, o en oir alguna cosa nueva. 22 Estando pues Pablo en medio del Areopago, dijo: Varones Atenienses, en todo os veo como mas supersticiosos. 23 Porque pasando y mirando vuestros santuarios, halle tambien un altar en el cual estaba esta inscripcion: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquel pues, que vosotros honrais sin conocerle, a este os anuncio yo. 24 El Dios que hizo el mundo, y todas las cosas que en el [hay,] ese, como sea Senor del cielo, y de la tierra, no habita en templos hechos de manos, 25 Ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo: pues el da a todos vida y respiracion, y todas las cosas. 26 Y de una sangre ha hecho [venir] todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra y [les] ha prefijado el orden de los tiempos, y los terminos de la habitacion de ellos; 27 Para que buscasen a Dios, si en alguna manera palpando le hallan; aunque cierto no esta lejos de cada uno de nosotros: 28 Porque en el vivimos, y nos movemos, y somos; como tambien algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de este somos tambien. 29 Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante a oro, o a plata, o a piedra, o a escultura de artificio, o de imaginacion de hombres. 30 Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos lugares que se arrepientan: 31 Por cuanto ha establecido un dia, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia por aquel varon al cual determino, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. 32 Y asi que oyeron la resurreccion de los muertos, unos se burlaban, y otros decian: Te oiremos acerca de esto otra vez. 33 Y asi Pablo se salio de en medio de ellos. 34 Mas algunos creyeron juntandose con el; entre los cuales tambien [fue] Dionisio el del Areopago, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos. CAPITULO 18. 1 PASADAS estas cosas, Pablo partio de Atenas, y vino a Corinto. 2 Y hallando a un Judio llamado Aquila, natural del Ponto, que hacia poco que habia venido de Italia, y a Priscila su mujer, (porque Claudio habla mandado que todos los Judios saliesen de Roma) se vino a ellos: 3 Y porque era de su oficio, poso con ellos, y trabajaba: porque el oficio de ellos era hacer tiendas. 4 Y disputaba en la sinagoga, todos los Sabados, y persuadia a Judios, y a Griegos. 5 Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba constrenido del espiritu, testificando a los Judios que Jesus [era] el Cristo. 6 Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre [sea] sobre vuestra cabeza: yo, limpio; desde ahora me ire a los Gentiles. 7 Y partiendo de alli, entro en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la casa del cual estaba junto a la sinagoga. 8 Y Crispo, el preposito de la sinagoga, creyo al Senor con toda su casa: y muchos de los Corintios oyendo, creian, y eran bautizados. 9 Entonces el Senor dijo de noche en vision a Pablo: No temas, sino habla, y no calles. 10 Porque yo estoy contigo, y ninguno te podra hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. 11 Y se detuvo [alli] un ano y seis meses, ensenandoles la palabra de Dios: 12 Y siendo Galion proconsul de Achaia, los Judios se levantaron de comun acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal, 13 Diciendo: Que este persuade a los hombres honrar a Dios contra la ley. 14 Y comenzando Pablo a abrir la boca, Galion dijo a los Judios: Si fuera algun agravio, o algun crimen enorme, oh Judios, conforme a derecho yo os tolerara; 15 Mas si son cuestiones de palabras y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros, yo no quiero ser juez de estas cosas. 16 Y les echo del tribunal. 17 Entonces todos los Griegos tomando a Sostenes, preposito de la sinagoga, le herian delante del tribunal: y a Galion nada se le daba de ello. 18 Mas Pablo habiendose detenido aun [alli] muchos dias, despues se despidio de los hermanos, y navego a Siria, y con el Priscila y Aquila, habiendose trasquilado la cabeza en Cenchreas, porque tenia voto. 19 Y llego a Efeso, y los dejo alli: y el entrando en la sinagoga, disputo con los Judios. 20 Los cuales le rogaban que se quedase con ellos por mas tiempo; mas no accedio, 21 Sino que se despidio de ellos, diciendo: Es menester que en todo caso tenga la fiesta que viene en Jerusalem: otra vez volvere a vosotros, queriendo Dios. Y partio de Efeso. 22 Y habiendo arribado a Cesarea, subio [a Jerusalem;] y despues de saludar a la iglesia, descendio a Antioquia. 23 Y habiendo estado [alli] algun tiempo, partio, andando por orden la provincia de Galacia, y la Phrygia, confirmando a todos los discipulos. 24 Llego entonces a Efeso un Judio, llamado Apolos, natural de Alejandria, varon elocuente, poderoso en las escrituras. 25 Este era instruido en el camino del Senor, y, ferviente de espiritu, hablaba y ensenaba diligentemente las cosas que son del Senor, ensenado solamente en el bautismo de Juan. 26 Y comenzo a hablar confiadamente en la sinagoga; al cual como oyeron Priscila, y Aquila, le tomaron y le declararon mas particularmente el camino de Dios. 27 Y queriendo el pasar a Achaia, los hermanos exhortados escribieron a los discipulos que le recibiesen; y venido el, aprovecho mucho por la gracia a los que habian creido. 28 Porque con gran vehemencia convencia publicamente a los Judios, mostrando por las escrituras que Jesus era el Cristo. CAPITULO 19. 1 Y ACONTECIO que entretanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino a Efeso, donde hallando ciertos discipulos, 2 Dijoles: ?Habeis recibido el Espiritu Santo despues que creisteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oido si hay Espiritu Santo. 3 Entonces dijo: ?En que pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4 Y dijo Pablo: Juan bautizo con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que habla de venir despues de el; es a saber, en Jesus el Cristo. 5 Oido que hubieron [esto,] fueron bautizados en el nombre del Senor Jesus. 6 Y como Pablo les puso las manos encima, vino sobre ellos el Espiritu Santo, y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Y eran en todos como unos doce hombres. 8 Y entrando el dentro de la sinagoga, hablaba libremente por espacio de tres meses, disputando y persuadiendo del reino de Dios. 9 Mas endureciendose algunos, y no creyendo, maldiciendo el camino [del Senor] delante de la multitud, apartandose de ellos, separo los discipulos, disputando cada dia en la escuela de un cierto Tiranno. 10 Y esto fue por espacio de dos anos; de manera que todos los que habitaban en Asia, Judios, y Griegos, oyeron la palabra del Senor. 11 Y hacia Dios singulares maravillas por manos de Pablo: 12 De tal manera que aun se llevaban sobre los enfermos los sudarios y los panuelos de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espiritus salian de ellos. 13 Y algunos de los Judios exorcistas vagabundos tentaron a invocar el nombre del Senor Jesus sobre los que tenian espiritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesus, el que Pablo predica. 14 Y habia unos siete hijos de un Sceva Judio, principe de los sacerdotes, que hacian esto. 15 Y respondiendo el espiritu malo, dijo: A Jesus conozco, y se [quien es] Pablo; mas vosotros, ?quien sois? 16 Y el hombre, en quien estaba el espiritu malo, saltando en ellos, y ensenoreandose de ellos, pudo mas que ellos de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. 17 Y esto fue notorio a todos, asi Judios como Griegos, los que habitaban en Efeso; y cayo temor sobre todos ellos, y era ensalzado el nombre del Senor Jesus. 18 Y muchos de los que habian creido venian confesando, y dando cuenta de sus hechos. 19 Asimismo muchos de los que habian practicado vanas artes, trajeron los libros, y los quemaron delante de todos; y echada cuenta del precio de ellos, hallaron [ser] cincuenta mil denarios. 20 Asi crecia poderosamente la palabra del Senor, y prevalecia. 21 Y acabadas estas cosas, propusose Pablo en espiritu partir a Jerusalem, despues de andada Macedonia y Achaia, diciendo: Despues que hubiere estado alla, me sera menester ver tambien a Roma. 22 Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo, y Erasto, el se estuvo por algun tiempo en Asia. 23 Entonces hubo un alboroto no pequeno acerca del camino [del Senor.] 24 Porque un platero, llamado Demetrio, el cual hacia de plata templecillos de Diana, daba a los artifices no poca ganancia; 25 A los cuales, reunidos con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, [ya] sabeis que de este oficio tenemos ganancia: 26 Y veis y ois que este Pablo, no solamente en Efeso, sino muchas gentes de casi toda el Asia ha apartado con persuasion, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos. 27 Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino tambien que el templo de la grande diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo. 28 Oidas estas cosas, llenaronse de ira, y dieron alarido, diciendo: Grande Diana de los Efesios. 29 Y la ciudad se lleno de confusion, y unanimes se arrojaron al teatro, arrebatando a Gayo, y a Aristarco, Macedonios, companeros de Pablo. 30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discipulos no le dejaron. 31 Tambien algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron a el rogando que no se presentase en el teatro. 32 Y otros gritaban otra cosa; porque la concurrencia estaba confusa, y los mas no sabian por que se habian juntado. 33 Y sacaron de entre la multitud a Alejandro, empujandole los Judios. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, queria dar razon al pueblo. 34 Mas como conocieron que era Judio, fue hecha una voz de todos que gritaron casi por dos horas: Grande Diana de los Efesios. 35 Entonces el escribano, apaciguado que hubo la gente, dijo: Varones Efesios, ?y quien hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es honradora de la grande diosa Diana, y de la [imagen] venida de Jupiter? 36 Asi que, pues esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigueeis, y que nada hagais temerariamente: 37 Pues habeis traido a estos hombres sin ser sacrilegos, ni blasfemadores de vuestra diosa. 38 Que si Demetrio y los oficiales que estan con el, tienen negocio con alguno, audiencias se hacen, y proconsules hay; acusense los unos a los otros. 39 Y si demandais alguna otra cosa, en legitima asamblea se puede decidir: 40 Porque peligro hay de que seamos argueidos de sedicion por hoy; no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razon de este concurso. Y habiendo dicho esto, despidio la concurrencia. CAPITULO 20. 1 Y DESPUES que ceso el alboroto llamando Pablo los discipulos, habiendoles exhortado y abrazado, se despidio, y partio para ir a Macedonia. 2 Y andado que hubo aquellas partes y exhortadoles con abundancia de palabra, vino a Grecia: 3 [Donde] despues de haber estado tres meses, y habiendo de navegar a Siria, le fueron puestas asechanzas por los Judios; y asi tomo consejo de volverse por Macedonia. 4 Y le acompanaron hasta Asia Sopater, Bereense; y Tesalonicenses, Aristarco, y Segundo; y Gayo de Derbe, y Timoteo; y Asianos, Tichico, y Trofimo. 5 Estos yendo delante, nos esperaron en Troas. 6 Y nosotros, pasados los dias de los panes sin levadura, navegamos de Filipos, y vinimos a ellos a Troas en cinco dias, donde estuvimos siete dias. 7 Y el [dia] primero de la semana, juntos los discipulos a partir el pan, Pablo les ensenaba, habiendo de partir al dia siguiente; y alargo el discurso hasta la media noche. 8 Y habia muchas lamparas en el aposento alto donde estaban juntos. 9 Y un mancebo llamado Euticho, que estaba sentado en una ventana, tomado de un sueno profundo, como Pablo disputaba largamente, postrado del sueno, cayo desde el tercer piso abajo, y fue alzado muerto. 10 Entonces descendio Pablo, y derribose sobre el, y abrazandole, dijo: No os alboroteis, que su alma esta en el. 11 Despues subiendo, y partiendo el pan, y gustando, hablo largamente hasta el alba, y asi partio. 12 Y llevaron al mozo vivo, y fueron consolados no poco. 13 Y nosotros, subiendo en el navio navegamos a Ason, para recibir de alli a Pablo; porque asi habia determinado venir por tierra. 14 Y como se junto con nosotros en Ason, tomandole vinimos a Mitilene. 15 Y navegando de alli, al [dia] siguiente llegamos delante de Chio, y al otro [dia] tomamos puerto en Samo: y habiendo reposado en Trogilio, al [dia] siguiente llegamos a Mileto. 16 Porque Pablo se habia propuesto pasar adelante de Efeso, por no detenerse en Asia: porque se apresuraba por hacer el dia de Pentecostes, si le fuese posible, en Jerusalem. 17 Y enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. 18 Y cuando vinieron a el, les dijo: Vosotros sabeis como, desde el primer dia que entre en Asia, he estado con vosotros por todo el tiempo, 19 Sirviendo al Senor con toda humildad, y con lagrimas, y tentaciones, que me han venido por las asechanzas de los Judios: 20 Como nada que [os] fuese util, he rehuido de anunciaros, y ensenaros publicamente, y por las casas, 21 Testificando a los Judios y a los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Senor Jesu-Cristo. 22 Y ahora he aqui, ligado yo en mi espiritu, voy a Jerusalem sin saber lo que alla me ha de acontecer: 23 Mas que el Espiritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo, que prisiones y tribulaciones me esperan. 24 Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mi mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibi del Senor Jesus, para dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios. 25 Y ahora he aqui yo se, que ninguno de todos vosotros, por quien he pasado predicando el reino de Dios, vera mas mi rostro. 26 Por tanto yo os protesto el dia de hoy, que yo soy limpio de la sangre de todos: 27 Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. 28 Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebano en que el Espiritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Senor, la cual gano por su sangre. 29 Porque yo se, que despues de mi partida entraran en [medio de] vosotros graves lobos que no perdonaran al ganado. 30 Y de vosotros mismos se levantaran hombres, que hablen cosas perversas, para llevar discipulos tras si. 31 Por tanto velad, acordandoos que por tres anos, de noche y de dia, no he cesado de amonestar con lagrimas a cada uno. 32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia; el cual es poderoso para sobreedificar, y daros heredad con todos los santificados. 33 La plata, o el oro, o el vestido, de nadie he codiciado. 34 Antes vosotros sabeis que para lo que me ha sido necesario, y a los que estan conmigo, estas manos me han servido. 35 [En] todo os he ensenado, que trabajando asi, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Senor Jesus, el cual dijo: Bienaventurada cosa es dar antes que recibir. 36 Y como hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oro con todos ellos. 37 Entonces hubo un gran lloro de todos; y derribandose sobre el cuello de Pablo, le besaban, 38 Doliendose en gran manera por la palabra que dijo, que no habian de ver mas su rostro. Y le acompanaron al navio. CAPITULO 21. 1 Y HABIENDO partido de ellos, navegamos y vinimos camino derecho a Coos, y el dia siguiente a Rhodas, y de alli a Patara. 2 Y hallando un barco que pasaba a Fenice, nos embarcamos, y partimos. 3 Y como avistamos a Cipro, dejandola a mano izquierda, navegamos a Siria, y vinimos a Tiro; porque el barco habia de descargar alli su carga. 4 Y nos quedamos alli siete dias, hallados los discipulos, los cuales decian a Pablo por Espiritu, que no subiese a Jerusalem. 5 Y cumplidos aquellos dias nos partimos, acompanandonos todos con [sus] mujeres e hijos hasta fuera de la ciudad: y puestos de rodillas en la ribera, oramos. 6 Y abrazandonos los unos a los otros, subimos al barco, y ellos se volvieron a sus casas. 7 Y nosotros, cumplida la navegacion, vinimos de Tiro a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un dia. 8 Y otro dia, partidos, (Pablo y los que con el estabamos) vinimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, el cual era [uno] de los siete, posamos con el. 9 Y este tenia cuatro hijas doncellas, que profetizaban. 10 Y parando nosotros [alli] por muchos dias, descendio de Judea un profeta llamado Agabo; 11 Y venido a nosotros, tomo el cinto de Pablo, y atandose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espiritu Santo: Asi ataran los Judios en Jerusalem al varon, cuyo es este cinto, y [le] entregaran en manos de los Gentiles. 12 Lo cual como oimos, le rogamos nosotros, y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalem. 13 Entonces Pablo respondio: ?Que haceis llorando y afligiendome el corazon? porque yo no solo estoy presto a ser atado, mas aun a morir en Jerusalem por el nombre del Senor Jesus. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hagase la voluntad del Senor. 15 Y despues de estos dias, apercibidos, subimos a Jerusalem. 16 Y vinieron tambien con nosotros de Cesarea algunos de los discipulos, trayendo consigo a un Mnason Ciprio, discipulo antiguo, con el cual posasemos. 17 Y cuando llegamos a Jerusalem, los hermanos nos recibieron de buena voluntad. 18 Y al dia siguiente Pablo entro con nosotros a Jacobo, y todos los ancianos se juntaron. 19 A los cuales, como los hubo saludado, conto por menudo lo que Dios habia hecho entre los Gentiles por su ministerio. 20 Y ellos como [lo] oyeron, glorificaron a Dios; y le dijeron: Ya ves, hermano, cuantos millares de Judios hay que han creido; y todos son celadores de la ley. 21 Mas fueron informados acerca de ti, que ensenas a apartarse de Moises a todos los Judios que estan entre los Gentiles, diciendo[les] que no han de circuncidar los hijos, ni andar segun la costumbre. 22 ?Que hay pues? La multitud se reunira de cierto; porque oiran que has venido. 23 Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen voto sobre si: 24 Tomando a estos contigo, purificate con ellos, y gasta con ellos para que rasuren [sus] cabezas, y todos entiendan que no hay nada de lo que fueron informados acerca de ti; sino que tu tambien andas guardando la ley. 25 Empero cuanto a los que de los Gentiles han creido, nosotros hemos escrito haberse acordado que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo que fuere sacrificado a los idolos, y de sangre, y de ahogado, y de fornicacion. 26 Entonces Pablo tomo consigo aquellos hombres, y al siguiente dia, habiendose purificado con ellos, entro en el templo, para anunciar [se proponian] el cumplimiento de los dias de la purificacion, hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos. 27 Y cuando estaban para acabarse los siete dias, unos Judios de Asia, como le vieron en el templo, alborotaron todo el pueblo, y le echaron mano, 28 Dando voces: Varones Israelitas ayudad: este es el hombre que por todas partes ensena a todos contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y ademas de esto ha metido Gentiles en el templo, y ha contaminado este lugar santo. 29 (Porque antes habian visto con el en la ciudad a Trofimo, Efesio, al cual pensaban que Pablo habia metido en el templo.) 30 Asi que, toda la ciudad se alboroto y agolpose el pueblo; y tomando a Pablo, hicieronle salir fuera del templo, y luego las puertas fueron cerradas. 31 Y procurando ellos matarle, fue dado aviso al tribuno de la compania que toda la ciudad de Jerusalem estaba alborotada; 32 El cual tomando luego soldados y centuriones, corrio a ellos. Y ellos como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo. 33 Entonces llegando el tribuno, le prendio, y [le] mando atar con dos cadenas: y pregunto quien era, y que habia hecho. 34 Y entre la multitud unos gritaban una cosa, y otros otra: y como no podia entender nada de cierto a causa del alboroto, le mando llevar a la fortaleza. 35 Y como llego a las gradas, acontecio que fue llevado [a cuestas] de los soldados a causa de la violencia del pueblo. 36 Porque multitud de pueblo venia detras gritando: Matale. 37 Y como comenzaron a meter a Pablo en la fortaleza, dice al tribuno: Me sera licito hablarte algo? Y el dijo: ?Griego sabes? 38 ?^No eres tu aquel Egipcio que levantaste una sedicion antes de estos dias, y sacaste al desierto cuatro mil hombres salteadores? 39 Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre Judio, ciudadano de Tarso, ciudad no oscura de Cilicia: empero ruegote que me permitas que hable al pueblo. 40 Y como el se lo permitio, Pablo estando en pie en las gradas, hizo senal con la mano al pueblo; y hecho grande silencio, hablo en lengua Hebrea, diciendo: CAPITULO 22. 1 VARONES hermanos, y padres, oid la razon que ahora os doy. 2 (Y como oyeron que les hablaba en lengua Hebrea, guardaron mas silencio.) Y dijo: 3 Yo de cierto soy Judio, nacido en Tarso de Cilicia, mas criado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, ensenado conforme [a] la verdad de la ley de la patria, zeloso de Dios, como todos vosotros sois hoy. 4 Que he perseguido este camino hasta la muerte, prendiendo, y entregando en carceles hombres y mujeres: 5 Como tambien el principe de los sacerdotes me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales tambien tomando letras a los hermanos, iba a Damasco, para traer presos a Jerusalem aun a los que estuviesen alli, para que fuesen castigados. 6 Mas acontecio que yendo yo, y llegando cerca de Damasco, como a medio dia, de repente me rodeo mucha luz del cielo; 7 Y cai en el suelo, y oi una voz que me decia: Saulo, Saulo, ?por que me persigues? 8 Yo entonces respondi: ?Quien eres, Senor? Y me dijo: Yo soy Jesus de Nazaret, a quien tu persigues. 9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron: mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo. 10 Y dije: ?Que hare, Senor? Y el Senor me dijo: Levantate, y ve a Damasco, y alli te sera dicho todo lo que te esta senalado hacer. 11 Y como yo no viese por causa de la claridad de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, vine a Damasco. 12 Entonces un Ananias varon pio conforme a la ley, que tenia buen testimonio de todos los Judios que [alli] moraban, 13 Viniendo a mi, y acercandose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le mire. 14 Y el dijo: El Dios de nuestros padres te ha predestinado, para que conocieses su voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la voz de su boca. 15 Porque has de ser testigo suyo a todos los hombres de lo que has visto y oido. 16 Ahora pues, ?por que te detienes? Levantate, y bautizate, y lava tus pecados, invocando su nombre. 17 Y me acontecio, vuelto a Jerusalem, que orando en el templo, fui arrebatado fuera de mi, 18 Y le vi que me decia: Date priesa, y sal prestamente fuera de Jerusalem; porque no recibiran tu testimonio de mi. 19 Y yo dije: Senor, ellos saben que yo encerraba en carcel, y heria por las sinagogas a los que creian en ti. 20 Y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo tambien estaba presente, y consentia a su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. 21 Y me dijo: Ve, porque yo te tengo que enviar lejos a los Gentiles. 22 Y le oyeron hasta esta palabra: entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a un tal hombre, porque no conviene que viva. 23 Y dando ellos voces, y arrojando [sus] ropas, y echando polvo al aire, 24 Mando el tribuno que le llevasen a la fortaleza, y ordeno que fuese examinado con azotes, para saber por que causa clamaban asi contra el. 25 Y como le ataron con correas, Pablo dijo al centurion que estaba presente: ?Os es licito azotar a un hombre Romano, sin ser condenado? 26 Y como el centurion oyo [esto,] fue y dio aviso al tribuno, diciendo: ?Que has de hacer? porque este hombre es Romano. 27 Y viniendo el tribuno, le dijo: Dime, ?eres tu Romano? Y el dijo: Si. 28 Y respondio el tribuno: Yo con grande suma alcance esta ciudadania. Entonces Pablo dijo: Y aun yo soy nacido. 29 Asi que, luego se apartaron de el los que le habian de atormentar: y aun el tribuno tambien tuvo temor, entendido que era Romano, por haberlo atado. 30 Y al dia siguiente, queriendo saber de cierto la causa por que era acusado de los Judios, le solto de las prisiones, y mando venir a los principes de los sacerdotes, Y a todo su concilio; y sacando a Pablo, le presento delante de ellos. CAPITULO 23. 1 ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el dia de hoy. 2 El principe de los sacerdotes, Ananias, mando entonces a los que estaban delante de el que le hiriesen en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo: Herirte ha Dios, pared blanqueada: ?y estas tu sentado para juzgarme conforme a la ley, y contra la ley me mandas herir? 4 Y los que estaban presentes dijeron: ?Al sumo sacerdote de Dios maldices? 5 Y Pablo dijo: No sabia, hermanos, que era el sumo sacerdote; que escrito esta: Al principe de tu pueblo no maldeciras. 6 Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de Fariseos, clamo en el concilio: Varones hermanos, yo Fariseo soy, hijo de Fariseo: de la esperanza y de la resurreccion de los muertos soy yo juzgado. 7 Y como hubo dicho esto, fue hecha disension entre los Fariseos y los Saduceos; y la multitud fue dividida. 8 (Porque los Saduceos dicen que no hay resurreccion, ni angel, ni espiritu; mas los Fariseos confiesan ambas cosas.) 9 Y levantose un gran clamor: y levantandose los escribas de la parte de los Fariseos, contendian diciendo: Ningun mal hallamos en este hombre; que si espiritu le ha hablado, o angel, no resistamos a Dios. 10 Y habiendo grande disension, el tribuno teniendo temor que Pablo no fuese despedazado de ellos, mando venir [la compania de] soldados, y arrebatarle de en medio de ellos, y llevarle a la fortaleza. 11 Y la noche siguiente, presentandosele el Senor, le dijo: Confia, Pablo; que como has testificado de mi en Jerusalem, asi es menester testifiques tambien en Roma. 12 Y venido el dia, algunos de los Judios se juntaron, y prometieron bajo de maldicion, diciendo que ni comerian ni beberian hasta que hubiesen muerto a Pablo. 13 Y eran mas de cuarenta los que habian hecho esta conjuracion; 14 Los cuales se fueron a los principes de los sacerdotes y los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto debajo de maldicion, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos muerto a Pablo. 15 Ahora pues vosotros con el concilio requerid al tribuno que le saque manana a vosotros, como que quereis entender de el alguna cosa mas cierta, y nosotros, antes que el llegue, estaremos aparejados para matarle. 16 Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, fue y entro en la fortaleza, y dio aviso a Pablo. 17 Y Pablo llamando a uno de los centuriones, dice: Lleva a este mancebo al tribuno; porque tiene cierto aviso que darle. 18 El entonces tomandole, le llevo al tribuno, y dijo: El preso Pablo llamandome, me rogo que trajese a ti este mancebo, que tiene algo que hablarte. 19 Y el tribuno tomandole de la mano, y retirandose aparte, [le] pregunto: ?Que es lo que tienes que decirme? 20 Y el dijo: Los Judios han concertado rogarte que manana saques a Pablo al concilio, como que han de inquirir de el alguna cosa mas cierta. 21 Mas tu no los creas; porque mas de cuarenta hombres de ellos le asechan, los cuales han hecho voto, debajo de maldicion, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora estan apercibidos esperando tu promesa. 22 Entonces el tribuno despidio al mancebo, mandando[le] que a nadie dijese que le habia dado aviso de esto. 23 Y llamados dos centuriones, [les] mando que apercibiesen para la hora tercia de la noche doscientos soldados, que fuesen hasta Cesarea, y setenta de a caballo, y doscientos lanceros; 24 Y que aparejasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Felix el presidente. 25 Y escribio una carta en estos terminos: 26 Claudio Lisias al excelentisimo gobernador Felix, Salud. 27 A este hombre, aprehendido de los Judios, y que iban ellos a matar, libre yo acudiendo con la tropa, habiendo entendido que era Romano. 28 Y queriendo saber la causa por que le acusaban, le lleve al concilio de ellos. 29 Y halle que le acusaban de [algunas] cuestiones de la ley de ellos, y que ningun crimen tenia digno de muerte, o de prision. 30 Mas siendome dado aviso de asechanzas que le habian aparejado los Judios, luego al punto [le] he enviado a ti, e intime tambien a los acusadores que traten delante de ti lo que [tienen] contra el. Pasalo bien. 31 Y los soldados, tomando a Pablo, como les era mandado, llevaronle de noche a Antipatris. 32 Y al dia siguiente dejando a los de a caballo que fuesen con el, se volvieron a la fortaleza. 33 Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron tambien a Pablo delante de el. 34 Y el gobernador leida la carta, pregunto de que provincia era; y entendiendo que de Cilicia, 35 Te oire, dijo, cuando vinieren tambien tus acusadores. Y mando que le guardasen en el Pretorio de Herodes. CAPITULO 24. 1 Y CINCO dias despues descendio el sumo sacerdote, Ananias, con algunos de los ancianos, y un cierto Tertulo, orador; y parecieron delante del gobernador contra Pablo. 2 Y citado que fue, Tertulo comenzo a acusar diciendo: Como por causa tuya vivamos en grande paz, y muchas cosas sean bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia, 3 Siempre y en todo lugar [lo] recibimos con todo hacimiento de gracias, oh excelente Felix. 4 Empero por no impedirte mas largamente, ruegote que nos oigas brevemente conforme a tu equidad. 5 Porque hemos hallado que este hombre [es] pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los Judios por todo el mundo, y principe de la secta de los Nazarenos. 6 El cual tambien tento a violar el templo; y prendiendole le quisimos juzgar conforme a nuestra ley. 7 Mas interviniendo el tribuno Lisias con grande violencia [le] quito de nuestras manos, 8 Mandando a sus acusadores que viniesen a ti: del cual, tu mismo juzgando, podras entender todas estas cosas de que le acusamos. 9 Y contendian tambien los Judios diciendo ser asi estas cosas. 10 Entonces Pablo, haciendole el gobernador senal que hablase, respondio: Porque se que muchos anos ha que eres gobernador de esta nacion, con buen animo satisfare por mi: 11 Que tu puedes entender que no ha mas de doce dias que subi a adorar a Jerusalem. 12 Y ni me hallaron en el templo disputando con ninguno, ni haciendo concurso de multitud, ni en sinagogas, ni en la ciudad; 13 Ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan. 14 Esto empero te confieso, que conforme a aquel camino que llaman herejia, asi sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas estan escritas; 15 Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurreccion de los muertos, asi de justos como injustos, la cual tambien ellos esperan. 16 Y por esto procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres. 17 Mas pasados muchos anos, vine a hacer limosnas a mi nacion, y ofrendas, 18 Cuando me hallaron purificado en el templo, (no con multitud ni con alboroto,) unos Judios de Asia; 19 Los cuales debieran comparecer delante de ti, y acusar[me,] si contra mi tenian algo. 20 O digan estos mismos si hallaron en mi alguna cosa mal hecha, cuando yo estuve en el concilio, 21 Sino sea que, estando entre ellos, prorrumpi en alta voz: Acerca de la resurreccion de los muertos soy hay juzgado de vosotros. 22 Entonces Felix, oidas estas cosas estando bien informado de esta secta les puso dilacion, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabare de conocer de vuestro negocio. 23 Y mando al centurion que Pablo fuese guardado, y aliviado [de las prisiones,] y que no vedase a ninguno de sus familiares servirle, o venir a el. 24 Y algunos^ dias despues, viniendo Felix con Drusila su mujer, la cual era Judia, llamo a Pablo, y oyo de el la fe que es en Jesu-Cristo. 25 Y disertando el de la justicia, y de la continencia, y del juicio venidero, espantado Felix, respondio: Ahora vete; mas en teniendo oportunidad te llamare: 26 Esperando tambien con esto, que de parte de Pablo le serian dados dineros, porque le soltase; por lo cual haciendole venir muchas veces, hablaba con el. 27 Mas al cabo de dos anos recibio Felix por sucesor a Porcio Festo; y queriendo Felix ganar la gracia de los Judios, dejo preso a Pablo. CAPITULO 25. 1 FESTO pues, entrado en la provincia, tres dias despues subio de Cesarea a Jerusalem. 2 Y vinieron a el los principes de los sacerdotes y los principales de los Judios contra Pablo; y le rogaron, 3 Pidiendo gracia contra el, que le hiciese traer a Jerusalem, poniendo [ellos] asechanzas para matarle en el camino. 4 Mas Festo respondio que Pablo estaba guardado en Cesarea, y que el mismo partiria presto. 5 Los que de vosotros pueden, dijo, desciendan juntamente; y si hay algun crimen en este varon, acusenle. 6 Y deteniendose entre ellos no mas de ocho o diez dias, venido a Cesarea, el siguiente dia se sento en el tribunal, y mando que Pablo fuese traido. 7 El cual venido, le rodearon los Judios que habian venido de Jerusalem, poniendo contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podian probar, 8 Alegando el por su parte: Ni contra la ley de los Judios, ni contra el templo, ni contra Cesar he pecado en algo. 9 Mas Festo, queriendo congraciarse con los Judios, respondiendo a Pablo dijo: ?Quieres subir a Jerusalem, y alla ser juzgado de estas cosas delante de mi? 10 Y Pablo dijo: Ante el tribunal de Cesar estoy, donde conviene que sea juzgado. A los Judios no he hecho injuria ninguna, como tu sabes muy bien. 11 Porque si alguna injuria, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso morir; mas si nada hay de las cosas de que estos me acusan, nadie puede darme a ellos: a Cesar apelo. 12 Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondio: ?A Cesar has apelado? a Cesar iras. 13 Y pasados algunos dias, el rey Agripa y Bernice vinieron a Cesarea a saludar a Festo. 14 Y como estuvieron alli muchos dias, Festo declaro la causa de Pablo al rey, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Felix, 15 Sobre el cual, cuando fui a Jerusalem vinieron [a mi] los principes de los sacerdotes y los ancianos de los Judios pidiendo condenacion contra el: 16 A los cuales respondi no ser costumbre de los Romanos dar alguno a la muerte, antes que el que es acusado tenga presentes [sus] acusadores, y haya lugar de defenderse de la acusacion. 17 Asi que habiendo venido juntos aca, sin ninguna dilacion al dia siguiente, sentado en el tribunal, mande traer al hombre; 18 Y estando presentes los acusadores, ningun cargo produjeron de los que yo sospechaba: 19 Solamente tenian contra el ciertas cuestiones acerca de su supersticion, y de un cierto Jesus difunto, el cual Pablo afirmaba que estaba vivo. 20 Y yo, dudando en cuestion semejante, dije si queria ir a Jerusalem, y alla ser juzgado de estas cosas. 21 Mas apelando Pablo a ser guardado al conocimiento de Augusto, mande que le guardasen, hasta que le envie a Cesar. 22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo tambien quisiera oir a [ese] hombre. Y el dijo: Manana le oiras. 23 Y al otro dia, viniendo Agripa y Bernice con mucho aparato, y entrado en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandado de Festo fue traido Pablo. 24 Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estais aqui juntos con nosotros, veis a este, por el cual toda la multitud de los Judios me ha demandado en Jerusalem, y aqui, dando voces que no conviene que viva mas. 25 Mas yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y el mismo apelando a Augusto, he determinado enviarle: 26 Del cual no tengo cosa cierta que escriba al senor; por lo que le he sacado a vosotros, y mayormente a ti, oh rey Agripa, para que hecha informacion, tenga [yo] que escribir. 27 Porque fuera de razon me parece enviar un preso, y no informar de las causas. CAPITULO 26. 1 ENTONCES Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzo a responder por si, [diciendo:] 2 Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los Judios, oh rey Agripa, me tengo por dichoso de que haya hay de defenderme delante de ti, 3 Mayormente sabiendo tu todas las costumbres y cuestiones que hay entre los Judios; por lo cual te ruego que me oigas con paciencia. 4 Mi vida pues, desde la mocedad, la cual desde el principio fue en mi nacion en Jerusalem, todos los Judios la saben; 5 los cuales tienen ya conocido, que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la mas perfecta secta de nuestra religion he vivido Fariseo. 6 Y ahora por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado en juicio. 7 A la cual [promesa] nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de dia y de noche, esperan que han de llegar. Por la cual esperanza, oh rey Agripa, soy acusado de los Judios; 8 iQue! ?Juzgase cosa increible entre vosotros que Dios resucite los muertos? 9 Yo ciertamente habia pensado deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesus de Nazaret: 10 Lo cual tambien hice en Jerusalem; y yo encerre en carceles a muchos de los santos, recibida potestad de los principes de los sacerdotes, y cuando eran matados, yo di mi voto. 11 Y muchas veces, castigandoles por todas las sinagogas, [les] force a blasfemar; y enfurecido sobre manera contra ellos, [los] persegui hasta en las ciudades extranas. 12 En lo cual [ocupado,] yendo a Damasco con potestad y comision de los principes de los sacerdotes, 13 En mitad del dia, oh rey, vi en el camino una luz del cielo, que sobrepujaba el resplandor del sol, la cual me rodeo, y a los que iban conmigo. 14 Y habiendo caido todos nosotros en tierra, oi una voz que, me hablaba, y decia en lengua hebraica: Saulo, Saulo, ?por que me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones. 15 Yo entonces dije: ?Quien eres, Senor? Y el Senor dijo: Yo soy Jesus, a quien tu persigues. 16 Mas levantate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que aparecere a ti; 17 Librandote del pueblo y de los Gentiles, a los cuales ahora te envio, 18 Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanas a Dios, para que reciban por la fe, que es en mi, remision de pecados, y suerte entre los santificados 19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la vision celestial: 20 Antes anuncie primeramente a los que estan en Damasco, y Jerusalem, y por toda la tierra de Judea, y a los Gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. 21 Por causa de esto los Judios, tomandome en el templo, tentaron matarme. 22 Mas ayudado del auxilio de Dios, persevero hasta el dia de hoy, dando testimonio a chicos y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moises dijeron que habian de venir; 23 Que Cristo habia de padecer, y [ser] el primero de la resurreccion de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los Gentiles. 24 Y diciendo el estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estas loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco. 25 Mas el dijo: No estoy loco, excelente Festo, sino que hablo palabras de verdad y de templanza. 26 Porque el rey sabe estas cosas, delante del cual tambien hablo confiadamente. Porque no pienso que ignora nada de esto; que no ha sido esto hecho en [algun] rincon. 27 ?Crees, rey Agripa, a los profetas? Yo se que crees. 28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser Cristiano. 29 Y Pablo dijo: i^Pluguiese a Dios que por poco o por mucho, no solamente tu, mas tambien todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones! 30 Y como hubo dicho estas cosas, se levanto el rey, y el presidente, y Bernice, y los que se habian sentado con ellos. 31 Y como se retiraron aparte, hablaban los unos a los otros, diciendo: Ninguna^ cosa digna ni de muerte, ni de prision, hace este hombre. 32 Y Agripa dijo a Festo: Podia este hombre ser suelto, si no hubiera apelado a Cesar. CAPITULO 27. 1 MAS como fue determinado que habiamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurion, llamado Julio, de la compania Augusta. 2 Asi que embarcandonos en una nave Adrumentina, partimos, estando con nosotros Aristarco, Macedonio de Tesalonica, para navegar junto a los lugares de Asia. 3 Y otro dia llegamos a Sidon; y Julio tratando a Pablo humanamente, permitiole que fuese a los amigos para ser de ellos asistido. 4 Y haciendonos a la vela de alli, navegamos bajo de Cipro; porque los vientos eran contrarios. 5 Y habiendo pasado la mar de Cilicia y Pamphylia, arribamos a Mira, [ciudad] de Licia. 6 Y hallando alli el centurion una nave Alejandrina, que navegaba a Italia, nos puso en ella. 7 Y navegando muchos dias despacio, y habiendo apenas llegado delante de Gnido, no dejandonos el viento, navegamos bajo de Creta junto a Salmon. 8 Y costeandola dificilmente, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. 9 Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegacion, porque ya era pasado el ayuno. Pablo amonestaba, 10 Diciendoles: Varones, veo que con trabajo y mucho dano, no solo de la cargazon y de la nave, mas aun de nuestras personas, habra de ser la navegacion. 11 Mas el centurion creia mas al piloto y al patron de la nave, que a lo que Pablo decia. 12 Y no habiendo puerto comodo para invernar, muchos acordaron pasar aun de alli, por si pudiesen arribar a Fenice a invernar [alli, que es] un puerto de Creta que mira al Abrego y al Poniente. 13 Y soplando el austro, pareciendoles que ya tenian lo que deseaban, alzando [velas] iban cerca la costa de Creta. 14 Mas no mucho despues dio en ella un viento repentino que se llama Euroclidon. 15 Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo resistir contra el viento, [la] dejamos, [y] eramos llevados. 16 Y habiendo corrido a sotavento de una pequena isla que se llama Clauda, apenas pudimos ganar el esquife: 17 El cual tomado, usaban de remedios cinendo la nave; y teniendo temor que no diesen en la Sirte, abajadas las velas eran asi llevados. 18 Mas siendo atormentados de una vehemente tempestad, el siguiente dia alijaron. 19 Y al tercer dia nosotros con nuestras manos arrojamos los aparejos de la nave. 20 Y no pareciendo sol ni estrellas por muchos dias, y viniendo una tempestad no pequena, ya era perdida toda la esperanza de nuestra salud. 21 Entonces Pablo, habiendo ya mucho que no comiamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oido, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y dano. 22 Mas ahora os amonesto que tengais buen animo; porque ninguna perdida habra de persona de vosotros, sino solamente de la nave. 23 Porque esta noche ha estado conmigo el angel del Dios, del cual yo soy, y al cual sirvo, 24 Diciendo: Pablo, no temas: es menester que seas presentado delante de Cesar; y he aqui, Dios te ha dado a todos los que navegan contigo. 25 Por tanto, oh varones, tened buen animo; porque yo confio en Dios que sera asi como me ha sido dicho, 26 Si bien es menester que demos en una isla. 27 Y venida la decima cuarta noche, y siendo llevados por el [mar] Adriatico, los marineros a la media noche sospecharon que estaban cerca de alguna tierra; 28 Y echando la sonda, hallaron veinte brazos; y pasando un poco mas adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazos. 29 Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciese de dia. 30 Entonces procurando los marineros huir de la nave, echado que hubieron el esquife a la mar, aparentando como que querian largar las anclas de proa, 31 Pablo dijo al centurion y a los soldados: Si estos no quedan en la nave, vosotros no podeis salvaros. 32 Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y dejaronle perder. 33 Y hasta que comenzo a ser de dia, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimo cuarto dia que esperais y permaneceis ayunos, no comiendo nada. 34 Por tanto os ruego que comais por vuestra salud: que ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecera. 35 Y habiendo dicho esto, tomando el pan, hizo gracias a Dios en presencia de todos: y partiendo, comenzo a comer. 36 Entonces todos teniendo ya mejor animo, comieron ellos tambien. 37 Y eramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis. 38 Y satisfechos de comida, aliviaban la nave, echando el grano a la mar. 39 Y como se hizo de dia, no conocian la tierra: mas veian un golfo, que tenia orilla, al cual acordaron echar, si pudiesen, la nave. 40 Cortando pues las anclas, las dejaron en la mar, largando tambien las ataduras de los gobernalles; y alzada la vela mayor al viento, ibanse a la orilla. 41 Mas dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa hincada, estaba sin moverse, y la popa se abria con la fuerza de la mar. 42 Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen los presos, porque ninguno se fugase nadando. 43 Mas el centurion, queriendo salvar a Pablo, estorbo este acuerdo, y mando que los que pudiesen nadar, se echasen los primeros, y saliesen a tierra: 44 Y los demas, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y asi acontecio que todos se salvaron [saliendo] a tierra. CAPITULO 28. 1 Y CUANDO escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita. 2 Y los barbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que venia, y del frio. 3 Entonces habiendo Pablo recogido algunos sarmientos, y puesto[los] en el fuego, una vibora huyendo del calor, le acometio a la mano. 4 Y como los barbaros vieron la vibora colgando de su mano, decian los unos a los otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado de la mar, la justicia no deja vivir. 5 Mas el, sacudiendo la vibora en el fuego, ningun mal padecio. 6 Empero ellos estaban esperando cuando se habia de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningun mal le venia, mudados, decian que era un dios. 7 En aquellos lugares habia heredades del principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibio, y hospedo tres dias humanamente. 8 Y acontecio que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de camaras; al cual Pablo entro [a ver,] y despues de haber orado, le puso las manos encima, y le sano. 9 Y esto hecho, tambien los otros que en la isla tenian enfermedades, llegaban, y eran sanados: 10 los cuales tambien nos honraron con muchos obsequios; y cuando partimos nos cargaron de las cosas necesarias. 11 Asi que, pasados tres meses, navegamos en una nave Alejandrina, que habia invernado en la isla, la cual tenia por ensena a Castor y Polux. 12 Y llegados a Siracusa, estuvimos [alli] tres dias. 13 De alli costeando alrededor, vinimos a Regio; y otro dia despues soplando el austro vinimos al segundo dia a Puteolos; 14 Donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que quedasemos con ellos siete dias, y luego vinimos a Roma, 15 De donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron a recibir hasta la plaza de Apio, y las Tres Tabernas: a los cuales como Pablo vio, dio gracias a Dios, y tomo aliento. 16 Y como llegamos a Roma, el centurion entrego los presos al prefecto de los ejercitos: mas a Pablo fue permitido estar por si, con un soldado que le guardase. 17 Y acontecio que tres dias despues, Pablo convoco los principales de los Judios; a los cuales, luego que estuvieron juntos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni los ritos de la patria, he sido entregado preso desde Jerusalem en manos de los Romanos; 18 Los cuales, habiendome examinado, me querian soltar, por no haber en mi ninguna causa de muerte. 19 Mas contradiciendo los Judios, fui forzado a apelar a Cesar; no que tenga de que acusar a mi nacion. 20 Asi que, por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena. 21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante a ti de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algun mal de ti. 22 Mas queriamos oir de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha. 23 Y habiendole senalado un dia, vinieron a el muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el reino de Dios, persuadiendoles lo concerniente a Jesus por la ley de Moises, y por los profetas, desde la manana hasta la tarde. 24 Y algunos asentian a lo que se decia, mas algunos no creian. 25 Y como fueron entre si discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espiritu Santo por el profeta Isaias a nuestros padres, 26 Diciendo: Ve a este pueblo, y di[les:] De oido oireis, y no entendereis; y viendo vereis, y no percibireis: 27 Porque el corazon de este pueblo se ha engrosado, y de los oidos oyeron pesadamente, y sus ojos taparon; porque no vean con los ojos, y oigan con los oidos, y entiendan de corazon, y se conviertan, y yo los sane. 28 Seaos pues notorio que a los Gentiles es enviada esta salud de Dios; y ellos oiran: 29 Y habiendo dicho esto, los Judios se salieron teniendo entre si gran contienda. 30 Pablo empero quedo dos anos enteros en su casa de alquiler; y recibia a todos los que a el venian, 31 Predicando el reino de Dios, y ensenando lo que es del Senor Jesu-Cristo, con toda libertad, sin impedimento. LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS. CAPITULO 1. 1 PABLO, siervo de Jesu-Cristo, llamado apostol, apartado para el Evangelio de Dios, 2 El cual habia antes prometido por sus profetas en las santas escrituras, 3 Acerca de su Hijo Jesu-Cristo Senor nuestro, que fue hecho de la simiente de David segun la carne, 4 El cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, segun el Espiritu de santidad, por la resurreccion de los muertos, de Jesu-Cristo Senor nuestro. 5 Por el cual recibimos la gracia y el apostolado para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre, 6 Entre las cuales sois tambien vosotros llamados de Jesu-Cristo: 7 A todos los que estais en Roma, amados de Dios, llamados santos; Gracia y paz tengais de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu-Cristo. 8 Primeramente, doy gracias a mi Dios por Jesu-Cristo acerca de todos vosotros, de que vuestra fe es predicada en todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, al cual sirvo en mi espiritu en el Evangelio de su Hijo, que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones, 10 Rogando, si al fin algun tiempo haya de tener por la voluntad de Dios prospero viaje para ir a vosotros. 11 Porque os deseo ver para repartir con vosotros algun don espiritual, para confirmaros; 12 Es a saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la comun fe vuestra y juntamente mia. 13 Mas no quiero, hermanos, que ignoreis, que muchas veces me he propuesto ir a vosotros, (empero hasta ahora he sido estorbado), para tener tambien entre vosotros algun fruto, como entre los demas Gentiles. 14 A Griegos y a barbaros, a sabios y a no sabios soy deudor. 15 Asi que, cuanto a mi, presto estoy a anunciar el Evangelio tambien a vosotros que estais en Roma. 16 Porque no me avergueenzo del Evangelio de Cristo, porque es potencia de Dios para [dar] salud a todo aquel que cree; al Judio primeramente, y tambien al Griego. 17 Porque en el la justicia de Dios se descubre de fe en fe, como esta escrito: Mas el justo vivira por la fe. 18 Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con injusticia: 19 Porque lo que de Dios se conoce, a ellos es manifiesto; porque Dios se [lo] manifesto: 20 Porque las cosas invisibles de el, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creacion del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables: 21 Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazon de ellos fue entenebrecido. 22 Diciendose ser sabios, se hicieron fatuos, 23 Y trocaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes. 24 Por lo cual tambien Dios los entrego a inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre si mismos: 25 Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo a las criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por siglos. Amen. 26 Por esto Dios los entrego a afectos vergonzosos; pues aun sus mujeres mudaron el natural uso en el uso que es contra naturaleza: 27 Y del mismo modo, tambien los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en si mismos la recompensa que convino a su extravio. 28 Y como a ellos no les parecio tener a Dios en [su] noticia, Dios [tambien] los entrego a una mente depravada, para hacer lo que no conviene, 29 Estando atestados de toda iniquidad, de fornicacion, de malicia, de avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de enganos, de malignidades; 30 Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a [sus] padres, 31 Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia: 32 Que habiendo entendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, mas aun consienten a los que las hacen. CAPITULO 2. 1 POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas: porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque lo mismo haces tu que juzgas [a los otros.] 2 Mas sabemos que el juicio de Dios es segun verdad contra los que hacen tales cosas. 3 ?Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, y haces las mismas, que tu escaparas del juicio de Dios? 4 ?O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guia a arrepentimiento? 5 Mas por tu dureza, y por tu corazon no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el dia de la ira y de la manifestacion del justo juicio de Dios: 6 El cual pagara a cada uno conforme a sus obras; 7 A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra, e inmortalidad, la vida eterna 8 Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia, enojo e ira. 9 Tribulacion y angustia [sera] sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judio primeramente, y tambien el Griego: 10 Mas gloria, y honra, y paz a cualquiera que obra el bien; al Judio primeramente, y tambien al Griego: 11 Porque no hay acepcion de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley tambien pereceran; y todos los que en la ley pecaron, por la ley seran juzgados; 13 (Porque no los oidores de la ley [son] justos para con Dios, mas los hacedores de la ley seran justificados. 14 Porque los Gentiles que no tienen la ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan la ley, ellos son ley a si mismos: 15 Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusandose y tambien excusandose sus pensamientos unos con otros;) 16 En el dia que juzgara el Senor lo encubierto de los hombres, conforme a mi Evangelio, por Jesu-Cristo. 17 He aqui, tu tienes el sobrenombre de Judio, y estas reposado en la ley, y te glorias en Dios, 18 Y sabes [su] voluntad, y apruebas lo mejor, instruido por la ley; 19 Y confias que eres guia de los ciegos, luz de los que [estan] en tinieblas, 20 Ensenador de los que no saben, maestro de ninos, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley. 21 Tu, pues, que ensenas a otro, ?no te ensenas a ti mismo? Tu, que predicas que no se ha de hurtar, ?hurtas? 22 Tu, que dices que no se ha de adulterar, ?adulteras? Tu, que abominas los idolos, ?cometes sacrilegio? 23 Tu, que te jactas de la ley, ?con infraccion de la ley deshonras a Dios? 24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles, como esta escrito. 25 La circuncision en verdad aprovecha, si guardares la ley, mas si eres rebelde a la ley, tu circuncision es hecha incircuncision. 26 De manera que si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ?no sera tenida su incircuncision por circuncision? 27 Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley te juzgara a ti, que con la letra y con la circuncision eres rebelde a la ley. 28 Porque no es Judio el que [lo es] en manifiesto; ni la circuncision [es la] que es en manifiesto, en la carne: 29 Mas [es] Judio el que [lo es] en lo interior; y la circuncision [es la] del corazon, en espiritu, no en letra; la alabanza del cual no [viene] de los hombres, sino de Dios. CAPITULO 3. 1 ?QUE, pues, tiene mas el Judio? ?o que aprovecha la circuncision? 2 Mucho en todas maneras: Lo primero ciertamente, Que la palabra de Dios les ha sido confiada. 3 Porque ?que si algunos de ellos han sido incredulos? ?La incredulidad de ellos habra [por eso] hecho vana la verdad de Dios? 4 En ninguna manera, antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como esta escrito: Para que seas justificado en tus dichos, y venzas cuando de ti se juzgare. 5 Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ?que diremos? ?Sera [por eso] injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.) 6 En ninguna manera: de otra suerte como juzgaria Dios al mundo? 7 Empero si la verdad de Dios, por mi mentira, crecio a gloria suya, ?por que aun asi yo soy juzgado como pecador? 8 ?Y [por que] no [decir,] (como somos blasfemados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes, la condenacion de los cuales es justo? 9 ?Que pues? ?somos mejores [que ellos?] En ninguna manera: porque ya hemos acusado a Judios y a Gentiles, que todos estan debajo de pecado. 10 Como esta escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12 Todos se apartaron, a una fueron hechos inutiles: no hay quien haga lo bueno; no hay ni aun uno. 13 Sepulcro abierto [es] su garganta; con sus lenguas tratan enganosamente; veneno de aspides [esta] debajo de sus labios; 14 Cuya boca esta llena de maledicencia, y de amargura: 15 Sus pies [son] ligeros a derramar sangre. 16 Quebrantamiento y desventura [hay] en sus caminos: 17 Y camino de paz no conocieron. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. 19 Empero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que estan en la ley [lo] dice; para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios: 20 Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificara delante de el; porque por la ley [es] el conocimiento del pecado. 21 Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas. 22 La justicia, [digo,] de Dios, por la fe de Jesu-Cristo, para todos y sobre todos los que creen en el; porque no hay diferencia: 23 Por cuanto todos pecaron, y estan destituidos de la gloria de Dios; 24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redencion que es en Cristo Jesus: 25 Al cual Dios ha propuesto en propiciacion por la fe en su sangre, para manifestacion de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo: para que el [solo] sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesus. 27 ?Donde, pues, [esta] la jactancia? Es excluida: ?Por cual ley? ?De las obras? No: mas por la ley de la fe. 28 Asi que, concluimos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley. 29 [?Es Dios] solamente Dios de los Judios? ?No [es] tambien [Dios] de los Gentiles? Cierto, tambien de los Gentiles. 30 Porque un Dios [es de todos,] el cual justificara por la fe la circuncision, y por medio de la fe la incircuncision. 31 ?Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley. CAPITULO 4. 1 ?QUE, pues, diremos que hallo Abraham nuestro padre segun la carne? 2 Que si Abraham fue justificado por las obras, tiene de que gloriarse; mas no para con Dios. 3 Porque, ?que dice la escritura? Y creyo Abraham a Dios, y le fue atribuido a justicia. 4 Empero al que obra, no se le cuenta el salario por merced, sino por deuda. 5 Mas al que no obra, pero cree en aquel que justifica al impio, la fe le es contada por justicia. 6 Como tambien David dice ser bienaventurado el hombre al cual Dios atribuye justicia sin obras, 7 [Diciendo:] Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. 8 Bienaventurado el varon al cual el Senor no imputo pecado. 9 ?[Es] pues esta bienaventuranza [solamente] en la circuncision, o tambien en la incircuncision? porque decimos que a Abraham fue contada la fe por justicia. 10 ?Como pues [le] fue contada? ?en la circuncision, o en la incircuncision? no en la circuncision, sino en la incircuncision. 11 Y recibio la circuncision por senal, por sello de la justicia de la fe que [tuvo] en la incircuncision, para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, para que tambien a ellos les sea contado por justicia; 12 Y padre de la circuncision, no solamente a los que son de la circuncision mas tambien a los que siguen las pisadas de la fe que fue en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. 13 Porque no por la ley [fue dada] la promesa a Abraham, o a su simiente, que seria heredero del mundo; sino por la justicia de la fe. 14 Porque si los que [son] de la ley, son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa. 15 Porque la ley obra ira: porque donde no hay ley, tampoco [hay] transgresion. 16 Por tanto [es] por la fe, para que [sea] por gracia; para que la promesa sea firme a toda simiente, [es a saber,] no solamente al que [es] de la ley, mas tambien al que [es] de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros, 17 (Como esta escrito: Que por padre de muchas gentes te he puesto,) delante de Dios al cual creyo; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como las que son. 18 El creyo, en esperanza contra esperanza, para venir a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que [le] habia sido dicho: Asi sera tu simiente. 19 Y no se enflaquecio en la fe, ni considero su cuerpo ya muerto, (siendo ya de casi cien anos) ni la matriz muerta de Sara. 20 Tampoco en la promesa de Dios dudo con desconfianza; antes fue esforzado en fe, dando gloria a Dios, 21 Plenamente convencido de que todo lo que habia prometido, era tambien poderoso para hacerlo. 22 Por lo cual tambien le fue atribuido a justicia. 23 Y no solamente por el fue escrito que le haya sido [asi] imputado; 24 Sino tambien por nosotros a quienes sera imputado, [esto es,] a los que creemos en el que levanto de los muertos a Jesus Senor nuestro: 25 El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificacion, CAPITULO 5. 1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Senor Jesu-Cristo: 2 Por el cual tambien tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos [firmes,] y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no solo [esto,] mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulacion produce paciencia; 4 Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza. 5 Y la esperanza no avergueenza; porque el amor de Dios esta derramado en nuestros corazones por el Espiritu Santo que nos es dado. 6 Porque Cristo, cuando aun eramos flacos, a su tiempo murio por los impios. 7 Ciertamente apenas muere alguno por un justo: con todo podra ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aun pecadores, Cristo murio por nosotros: 9 Luego mucho mas ahora, justificados en su sangre, por el seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho mas, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no solo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por el Senor nuestro, Jesu- Cristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliacion. 12 De consiguiente [vino la reconciliacion por uno,] asi como el pecado entro en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte asi paso a todos los hombres, pues que todos pecaron. 13 Porque hasta la ley el pecado estaba en el mundo; pero no se imputaba el pecado no habiendo ley. 14 No obstante reino la muerte desde Adam hasta Moises aun en los que no pecaron a la manera de la rebelion de Adam; el cual es figura del que habia de venir. 15 Mas no como el delito, tal fue el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho mas abundo la gracia de Dios a los muchos, y el don por la gracia de un hombre Jesu-Cristo. 16 Ni tampoco de la manera que por un pecado, asi tambien el don: porque el juicio a la verdad [vino] de un [pecado] para condenacion, mas la gracia [vino] de muchos delitos para justificacion. 17 Porque si por un delito reino la muerte por uno, mucho mas reinaran en vida por un Jesu-Cristo los que reciben la abundancia de la gracia, y del don de la justicia. 18 Asi que, de la manera que por un delito [vino la culpa] a todos los hombres para condenacion, asi por una justicia [vino la gracia] a todos los hombres para justificacion de vida. 19 Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, asi por la obediencia de uno los muchos seran constituidos justos. 20 La ley empero entro para que el pecado creciese; mas cuando el pecado crecio, sobrepujo la gracia: 21 Para que de la manera que el pecado reino para muerte, asi tambien la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesu-Cristo Senor nuestro. CAPITULO 6. 1 PUES que diremos? ?Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca? 2 En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ?como viviremos aun en el? 3 ?O no sabeis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesus, somos bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con el a muerte por el bautismo para que como Cristo resucito de los muertos por la gloria del Padre, asi tambien nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si fuimos plantados juntamente [en el] a la semejanza de su muerte, asi tambien [lo] seremos [a la] de su resurreccion: 6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con [el,] para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin que no sirvamos mas al pecado. 7 Porque el que es muerto, justificado es del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que tambien viviremos con el: 9 Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no se ensenoreara mas de el. 10 Porque el haber muerto, al pecado murio una vez; mas el vivir, a Dios vive. 11 Asi tambien vosotros, pensad que de cierto estais muertos al pecado mas vivos a Dios en Cristo Jesus, Senor nuestro. 12 No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, para obedecerle en sus concupiscencias. 13 Ni tampoco presenteis vuestros miembros al pecado por instrumentos de iniquidad: antes presentaos a Dios como vivos de los muertos, y vuestros miembros a Dios por instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se ensenoreara de vosotros; pues no estais bajo la ley, sino bajo la gracia. 15 ?Pues que? ?Pecaremos, porque no estamos bajo de la ley, sino bajo de la gracia? En ninguna manera. 16 ?No sabeis que a quien os prestais vosotros mismos por siervos para obedecer[le,] sois siervos de aquel a quien obedeceis, o del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? 17 Empero gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habeis obedecido de corazon aquella forma de doctrina a la cual sois entregados; 18 Y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia. 19 Humana cosa digo por la flaqueza de vuestra carne: Que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros a servir a la inmundicia y a la iniquidad, asi ahora para santidad presenteis vuestros miembros a servir a la justicia. 20 Porque cuando fuisteis siervos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21 ?Que fruto pues teniais de aquellas cosas, de las cuales ahora os avergonzais? porque el fin de ellas [es] muerte. 22 Mas ahora librados del pecado, y hechos siervos a Dios, teneis por vuestro fruto la santificacion, y por fin la vida eterna. 23 Porque la paga del pecado [es] muerte; mas la dadiva de Dios [es] vida eterna en Cristo Jesus, Senor nuestro. CAPITULO 7. 1 ?IGNORAIS, hermanos, (porque hablo con los que saben la ley), que la ley [solamente] se ensenorea del hombre entre tanto que vive? 2 Porque la mujer que esta sujeta a marido, mientras el marido vive esta obligada a la ley; mas muerto el marido, libre es de la ley del marido. 3 Asi que, viviendo el marido, se llamara adultera, si fuere de otro varon; mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera que no sera adultera si fuere de otro marido. 4 Asi tambien vosotros, hermanos mios, estais muertos a la ley por el cuerpo de Cristo, para que seais de otro [a saber,] del que resucito de los muertos, a fin de que fructifiquemos a Dios: 5 Porque mientras estabamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando para muerte. 6 Mas ahora estamos libres de la ley habiendo muerto [aquella] en la cual estabamos detenidos, para que sirvamos en novedad de espiritu, y no en vejez de letra. 7 ?Que pues diremos? ?La ley [es] pecado? En ninguna manera. Empero yo no conoci el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciaras. 8 Entonces el pecado, tomando ocasion, obro en mi por el mandamiento toda concupiscencia: porque sin la ley el pecado [estaba] muerto. 9 Asi que, yo sin la ley vivia por algun tiempo: mas venido el mandamiento, el pecado revivio, y yo mori. 10 Y halle que el mandamiento [intimado] para vida, [para mi] era mortal. 11 Porque el pecado, tomando ocasion, me engano por el mandamiento, y por el [me] mato, 12 De manera que la ley a la verdad [es] santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno. 13 ?Luego lo que es bueno, a mi me es hecho muerte? No, sino que el pecado para mostrarse pecado, por lo bueno me obro la muerte, haciendose pecado sobremanera pecante por el mandamiento. 14 Porque [ya] sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido sujecion del pecado. 15 Porque lo que hago, no [lo] entiendo; ni el [bien] que quiero hago; antes lo que aborrezco, aquello hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley [es] buena: 17 De manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mi. 18 Y yo se que en mi (es a saber, en mi carne), no mora el bien: porque tengo el querer: mas efectuar el bien, no lo alcanzo. 19 Porque no hago el bien que quiero; mas el mal que no quiero, este hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en mi. 21 Asi que queriendo yo hacer el bien, hallo [esta] ley, Que el mal esta en mi. 22 Porque segun el hombre interior me deleito en la ley de Dios; 23 Mas veo otra ley en mis miembros que se rebela contra la ley de mi espiritu, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que esta en mis miembros. 24 iMiserable hombre de mi! ?Quien me librara del cuerpo de esta muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesu-Cristo Senor nuestro. Asi que yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. CAPITULO 8. 1 AHORA pues ninguna condenacion [hay] para los que estan en Cristo Jesus, los que no andan conforme a la carne, mas conforme al Espiritu. 2 Porque la ley del Espiritu de vida en Cristo Jesus me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era debil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condeno al pecado en la carne; 4 Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, mas conforme al Espiritu. 5 Porque los que viven conforme a la carne, de las cosas que son de la carne se ocupan; mas los que conforme al Espiritu, de las cosas del Espiritu. 6 Porque la intencion de la carne [es] muerte; mas la intencion del Espiritu, vida y paz. 7 Por cuanto la intencion de la carne [es] enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Asi que, los que estan en la carne, no pueden agradar a Dios. 9 Mas vosotros no estais en la carne, sino en el Espiritu; si es que el Espiritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espiritu de Cristo, el tal no es de el. 10 Empero si Cristo [esta] en vosotros, el cuerpo a la verdad [esta] muerto a causa del pecado; mas el Espiritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espiritu de aquel que levanto de los muertos a Jesus, mora en vosotros, el que levanto a Cristo de los muertos, vivificara tambien vuestros cuerpos mortales por su Espiritu que mora en vosotros. 12 Asi que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne. 13 Porque si viviereis conforme a la carne, morireis; mas si por el Espiritu mortificareis las obras de la carne, vivireis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espiritu de Dios, los tales son hijos de Dios. 15 Porque no habeis recibido el espiritu de servidumbre para [estar] otra vez en temor; mas habeis recibido el Espiritu de adopcion, por el cual clamamos Abba. Padre. 16 Porque el mismo Espiritu da testimonio a nuestro espiritu que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, tambien herederos, herederos de Dios, y coherederos de Cristo: si empero padecemos juntamente [con el,] para que juntamente [con el] seamos glorificados. 18 Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. 19 Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestacion de los hijos de Dios: 20 Porque las criaturas sujetas fueron a vanidad, no de grado, mas por causa del que [las] sujeto con esperanza, 21 Que tambien las mismas criaturas seran libradas de la servidumbre de corrupcion en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque [ya] sabemos, que todas las criaturas gimen a una, y a una estan de parto hasta ahora. 23 Y no solo [ellas,] mas tambien nosotros mismos que tenemos las primicias del Espiritu, nosotros tambien gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopcion, [es a saber,] la redencion de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza somos salvos: mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ?a que esperarlo? 25 Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos. 26 Y asimismo tambien el Espiritu ayuda nuestra flaqueza; porque que hemos de pedir como conviene, no [lo] sabemos; sino que el mismo Espiritu pide por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudrina los corazones sabe cual es el intento del Espiritu, [es a saber,] que conforme a Dios demanda por los santos. 28 Y [ya] sabemos, que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, [es a saber,] a los que conforme al proposito son llamados. 29 Porque a los que antes conocio, tambien predestino para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que el sea el primogenito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestino, a estos tambien llamo y a los que llamo, a estos tambien justifico; y a los que justifico, a estos tambien glorifico. 31 ?Pues que diremos a esto? Si Dios [es] por nosotros, ?quien [sera] contra nosotros? 32 El que aun a su propio Hijo no perdono, antes le entrego por todos nosotros, ?como no nos dara tambien con el todas las cosas? 33 ?Quien acusara a los escogidos de Dios? Dios [es] el que [los] justifica. 34 ?Quien es el que [los] condenara? Cristo [es] el que murio; mas aun, el que tambien resucito, quien ademas esta a la diestra de Dios, el que tambien intercede por nosotros. 35 ?Quien nos apartara del amor de Cristo? Tribulacion? o angustia? o persecucion? o hambre? o desnudez? o peligro? o cuchillo? 36 (Como esta escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: somos estimados como ovejas de matadero.) 37 Antes en todas estas cosas hacemos mas que vencer por medio de aquel que nos amo. 38 Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni angeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, 39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podra apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesus, Senor nuestro. CAPITULO 9. 1 VERDAD digo en Cristo, no miento, dandome testimonio mi conciencia en el Espiritu Santo, 2 Que tengo gran tristeza, y continuo dolor en mi corazon. 3 Porque deseara yo mismo ser apartado de Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes segun la carne: 4 Que son Israelitas, de los cuales es la adopcion, y la gloria, y el pacto, y la data de la ley, y el culto, y las promesas; 5 Cuyos [son] los padres, y de los cuales es Cristo segun la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por siglos. Amen. 6 No empero que la palabra de Dios haya faltado: porque no todos los que [son] de Israel son Israelitas; 7 Ni por ser simiente de Abraham, [son] todos hijos; mas: En Isaac te sera llamada simiente. 8 Quiere decir: No los que [son] hijos de la carne, estos [son] los hijos de Dios: mas los que [son] hijos de la promesa, [estos] son contados en la generacion. 9 Porque la palabra de la promesa es esta: Como en este tiempo vendre, y tendra Sara un hijo. 10 Y no solo [esto,] mas tambien Rebeca concibiendo de uno, de Isaac nuestro padre; 11 (Porque no siendo aun nacidos, ni habiendo hecho aun ni bien ni mal, para que el proposito de Dios conforme a la eleccion, no por las obras, sino por el que llama, permaneciese;) 12 Le fue dicho que el mayor serviria al menor: 13 Como esta escrito: A Jacob ame, mas a Esau aborreci. 14 ?Pues que diremos? ?Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Mas a Moises dice: Tendre misericordia del que tendre misericordia, y me compadecere del que me compadecere. 16 Asi que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17 Porque la escritura dice de Pharaon: Que para esto mismo te he levantado [es a saber,] para mostrar en ti mi potencia, y que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18 De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere endurece. 19 Me diras pues: ?Por que pues se enoja? porque ?quien resistira a su voluntad? 20 Mas antes, oh hombre, ?quien eres tu, para que alterques con Dios? Dira el vaso de barro al que le labro: ?Por que me has hecho tal? 21 O ?no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergueenza? 22 ?Y que, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soporto con mucha mansedumbre los vasos de ira, preparados para muerte: 23 Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, [mostrolas] para con los vasos de misericordia que el ha preparado para gloria; 24 Los cuales tambien ha llamado, [es a saber,] a nosotros, no solo de los Judios, mas tambien de los Gentiles? 25 Como tambien en Oseas dice: Llamare al que no era mi pueblo, pueblo mio; y a la no amada, amada. 26 Y sera, que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no [sois] pueblo mio, alli seran llamados hijos del Dios viviente. 27 Tambien Isaias clama tocante a Israel: Si fuere el numero de los hijos de Israel como la arena de la mar, las reliquias seran salvas: 28 Porque palabra consumadora y abreviadora en justicia: porque palabra abreviada hara el Senor sobre la tierra. 29 Y como antes dijo Isaias: Si el Senor de los ejercitos no nos hubiera dejado simiente, como Sodoma habriamos venido a ser, y a Gomorra fueramos semejantes. 30 ?Pues que diremos? Que los Gentiles que no seguian justicia, han alcanzado la justicia; es a saber, la justicia que es por la fe. 31 Mas Israel que seguia la ley de justicia, no ha llegado a la ley de la justicia. 32 ?Por que? Porque no por fe, mas como por las obras de la ley: por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 Como esta escrito: He aqui, pongo en Sion piedra de tropiezo, y piedra de caida; y todo aquel que creyere en ella, no sera avergonzado. CAPITULO 10. 1 HERMANOS, ciertamente la voluntad de mi corazon y [mi] oracion a Dios sobre Israel, es para salud. 2 Porque yo les doy testimonio que tienen zelo de Dios, mas no conforme a ciencia. 3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios. 4 Porque el fin de la ley [es] Cristo, para justicia a todo aquel que cree. 5 Porque Moises describe la justicia que es por la ley; Que el hombre que hiciere estas cosas, vivira por ellas. 6 Mas [de] la justicia que es por la fe dice asi: No digas en tu corazon: ?Quien subira al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo.) 7 O ?Quien descendera al abismo? (esto es, para volver a traer a Cristo de los muertos.) 8 Mas ?que dice? Cercana esta la palabra, en tu boca, y en tu corazon. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos; 9 Que si confesares con tu boca al Senor Jesus, y creyeres en tu corazon que Dios le levanto de los muertos, seras salvo. 10 Porque con el corazon se cree para justicia; mas con la boca se hace confesion para salud. 11 Porque la escritura dice: Todo aquel que en el creyere, no sera avergonzado. 12 Porque no hay diferencia de Judio y de Griego: porque el mismo [que es] Senor de todos, rico es para con todos los que le invocan. 13 Porque todo aquel que invocare el nombre del Senor sera salvo. 14 ?Como pues invocaran a aquel en el cual no han creido? Y ?como creeran [a aquel] de quien no han oido? Y ?como oiran sin [haber] quien [les] predique? 15 Y ?como predicaran si no fueren enviados? Como esta escrito: iCuan hermosos [son] los pies de los que anuncian el Evangelio de la paz, de los que anuncian el Evangelio de los bienes! 16 Mas no todos obedecen al Evangelio; pues Isaias dice: Senor, ?quien ha creido a nuestro anuncio? 17 Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios. 18 Mas digo [yo:] ?No han oido? Antes bien por toda la tierra ha salido la fama de ellos, y hasta los cabos de la redondez de la tierra las palabras de ellos. 19 Mas digo: ?No ha conocido [esto] Israel? Primeramente Moises dice: Yo os provocare a zelos con gente que no es [mia;] con gente insensata os provocare a ira. 20 E Isaias determinadamente dice: Fui hallado de los que no me buscaban; manifesteme a los que no preguntaban por mi. 21 Mas acerca de Israel dice: Todo el dia extendi mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. CAPITULO 11. 1 DIGO pues: ?Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque tambien yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamin. 2 No ha desechado Dios a su pueblo al cual antes conocio. O ?no sabeis que dice de Elias la escritura? como hablando con Dios [dice] contra Israel: 3 Senor, a tus profetas han muerto y tus altares han derruido; y yo he quedado solo, y procuran matarme. 4 Mas ?que le dice la divina respuesta? He dejado para mi siete mil hombres que no han doblado la rodilla delante de Baal. 5 Asi tambien aun en este tiempo han quedado reliquias por la eleccion graciosa [de Dios.] 6 Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. 7 ?Que pues? Lo que buscaba Israel aquello no ha alcanzado; mas la eleccion lo ha alcanzado: y los demas fueron endurecidos, 8 Como esta escrito: Dioles Dios espiritu de remordimiento, ojos con que no y vean, y oidos con que no oigan, hasta el dia de hoy. 9 Y David dice: Seales vuelta su mesa en lazo, y en red, y en tropezadero, y en paga: 10 Sus ojos sean oscurecidos para que no vean, y agobiales siempre el espinazo. 11 Digo pues: ?Han tropezado que cayesen [para siempre?] En ninguna manera; mas por el tropiezo de ellos [vino] la salud a los Gentiles, para que [por estos] fuesen provocados a zelos. 12 Y si la falta de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos la riqueza de los Gentiles, ?cuanto mas [lo sera] el henchimiento de ellos, 13 Porque a vosotros digo, Gentiles: por cuanto pues yo soy apostol de los Gentiles, mi ministerio honro, 14 [Por] si en alguna manera provocase a zelos a mi carne, e hiciese salvos algunos de ellos. 15 Porque si el extranamiento de ellos [es] la reconciliacion del mundo, ?que [sera] el recibimiento [de ellos,] sino vida de los muertos, 16 Y si el primer fruto [es] santo, tambien [lo sera] el todo; y si la raiz [es] santa, tambien [lo seran] las ramas. 17 Que si algunas de las ramas fueron quebradas y tu, siendo acebuche, has sido ingerido en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raiz y de la grosura de la oliva, 18 No te jactes contra las ramas; y si te jactas, [sabe que] no sustentas tu a la raiz, sino la raiz a ti. 19 Pues las ramas, diras, fueron quebradas, para que yo fuese ingerido. 20 Bien; por [su] incredulidad fueron quebradas, mas tu por la fe estas en pie. No te ensoberbezcas, antes teme, 21 Que si Dios no perdono a las ramas naturales, a ti [tampoco] no perdone. 22 Mira pues la bondad, y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron, mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad, pues [de otra manera] tu tambien seras cortado. 23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, seran ingeridos; que poderoso es Dios para volverlos a ingerir. 24 Porque si tu eres cortado del natural acebuche, y contra natura fuiste ingerido en la buena oliva, ?cuanto mas estos que son las [ramas] naturales, seran ingeridos en su oliva, 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoreis este misterio, para que no seais acerca de vosotros mismos arrogantes; [y es,] que el endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los Gentiles. 26 Y luego todo Israel sera salvo como esta escrito: Vendra de Sion el Libertador, que quitara de Jacob la impiedad: 27 Y este [sera] mi pacto a ellos, cuando quitare sus pecados. 28 Asi que, cuanto al Evangelio, [son] enemigos por causa de vosotros: mas cuanto a la eleccion, [son] muy amados por causa de los padres. 29 Porque sin arrepentimiento [son] las mercedes y la vocacion de Dios. 30 Porque como tambien vosotros en algun tiempo no creisteis a Dios, mas ahora habeis alcanzado misericordia por [ocasion de] la incredulidad de ellos; 31 Asi tambien estos ahora no han creido, para que, por [ocasion de] la misericordia para con vosotros, ellos tambien alcancen misericordia. 32 Porque Dios encerro a todos en incredulidad, para tener misericordia de todos. 33 iOh profundidad de las riquezas de la sabiduria y de la ciencia de Dios! iCuan incomprensibles [son] sus juicios e inescrutables sus caminos! 34 Porque ?quien entendio la mente del Senor, o ?quien fue su consejero? 35 O ?quien le dio a el primero, para que le sea pagado? 36 Porque de el, y por el, y en el, [son] todas las cosas. A el [sea] gloria por siglos. Amen. CAPITULO 12. 1 ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presenteis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, [que es] vuestro racional culto. 2 Y no os conformeis a este siglo; mas reformaos por la renovacion de vuestro entendimiento, para que experimenteis cual [sea] la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3 Digo pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que esta entre vosotros, que no tenga mas alto concepto [de si] que el que debe tener, sino que piense [de si] con templanza, conforme a la medida de fe que Dios repartio a cada uno. 4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, empero todos los miembros no tienen la misma operacion, 5 Asi muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos, miembros los unos de los otros. 6 De manera que teniendo diferentes dones segun la gracia que nos es dada si [el de] profecia, [usese] conforme a la medida de la fe; 7 O si ministerio, en servir; o el que ensena, en doctrina; 8 El que exhorta, en exhortar; el que reparte, [hagalo] en simplicidad; el que preside, con solicitud, el que hace misericordia, con alegria. 9 El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, llegandoos a lo bueno: 10 Amandoos los unos a los otros con caridad fraternal; previniendoos con honra los unos a los otros; 11 En el cuidado no perezosos, ardientes en espiritu, sirviendo al Senor; 12 Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulacion; constantes en la oracion; 13 Comunicando a las necesidades de los santos; siguiendo la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen: bendecid, y no maldigais. 15 Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran. 16 Unanimes entre vosotros: no altivos; mas acomodandoos a los humildes. No seais sabios en vuestra opinion. 17 No pagueis a nadie mal por mal: procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si se puede hacer, cuanto esta en vosotros, tened paz con todos los hombres. 19 No os vengueis vosotros mismos amados [mios;] antes dad lugar a la ira porque escrito esta: Mia es la venganza, yo pagare, dice el Senor. 20 Asi que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, si tuviere sed, dale de beber; que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal. CAPITULO 13. 1 TODA alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son de Dios son ordenadas. 2 Asi que, el que se opone a la potestad, a la ordenacion de Dios resiste; y los que resisten, el os mismos ganan condenacion para si. 3 Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ?Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendras alabanza de ella: 4 Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme; porque no en vano lleva el cuchillo, porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo. 5 Por lo cual es necesario que [le] esteis sujetos, no solamente por la ira, mas aun por la conciencia. 6 Porque por esto [les] pagais tambien los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo. 7 Pagad a todos lo que debeis: al que tributo, tributo; al que pecho, pecho, al que temor, temor; al que honra, honra. 8 No debais a nadie nada, sino amaros unos a otros: porque el que ama al projimo, cumplio la ley. 9 Porque: No adulteraras; no mataras; no hartaras; no diras falso testimonio; no codiciaras: y si [hay] algun otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amaras a tu projimo como a ti mismo. 10 La caridad no hace mal al projimo: asi que, el cumplimiento de la ley [es] la caridad. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que [es] ya hora de levantarnos del sueno; porque ahora nos esta mas cerca nuestra salud que cuando creimos. 12 La noche ha pasado, y ha llegado el dia: echemos pues las obras de las tinieblas, y vistamonos las armas de luz. 13 Andemos, como de dia, honestamente: no en glotonerias, y borracheras; no en lechos y disoluciones; no en pendencias y envidia; 14 Mas vestios del Senor Jesu-Cristo, y no hagais caso de la carne en [sus] deseos. CAPITULO 14. 1 RECIBID al flaco en la fe, [y] no para contiendas de disputas. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro [que es] debil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado. 4 ?Tu, quien eres, que juzgas el siervo ajeno? para su senor esta en pie, o cae: mas se afirmara, que poderoso es el Senor para afirmarle. 5 Uno hace diferencia entre dia y dia; otro juzga [iguales] todos los dias. Cada uno este asegurado en su animo. 6 El que hace caso del dia, hace[lo] para el Senor; y el que no hace caso del dia, no lo hace [asimismo] para el Senor. El que come, come para el Senor, porque da gracias a Dios: y el que no come, no come para el Senor, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para si; y ninguno muere para si. 8 Que si vivimos, para el Senor vivimos; y si morimos, para el Senor morimos. Asi que, o que vivamos, o que muramos, del Senor somos. 9 Porque Cristo para esto murio, y resucito, y volvio a vivir, para ser Senor asi de los muertos como de los que viven. 10 Mas tu ?por que juzgas a tu hermano? O tu tambien ?por que menosprecias a tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo. 11 Porque escrito esta: Vivo yo, dice el Senor, que a mi se doblara toda rodilla, y toda lengua confesara a Dios. 12 De manera que cada uno de nosotros dara a Dios razon de si. 13 Asi que, no juzguemos mas los unos de los otros; antes bien juzgad de no poner tropiezo o escandalo al hermano. 14 Yo se, y confio en el Senor Jesus que de suyo nada [hay] inmundo: mas a aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para el [es] inmunda. 15 Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme a la caridad. No arruines con tu comida a aquel por el cual Cristo murio. 16 No sea pues blasfemado vuestro bien: 17 Que el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, y paz, y gozo por el Espiritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y [es] acepto a los hombres. 19 Asi que, sigamos lo que hace a la paz, y a la edificacion de los unos a los otros. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad [son] limpias: mas malo [es] al hombre que come con escandalo. 21 Bueno [es] no comer carne, ni beber vino, ni [nada] en que tu hermano tropiece o se ofenda, o sea debilitado. 22 ?Tienes tu fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a si mismo con lo que aprueba. 23 Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no [comio] por fe: y todo lo que no [procede] de fe, es pecado. CAPITULO 15. 1 ASI que, los que somos mas firmes debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos. 2 Cada uno de nosotros agrade a [su] projimo en bien, a edificacion. 3 Porque Cristo no se agrado a si mismo; antes bien, como esta escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mi. 4 Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra ensenanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolacion de las escrituras, tengamos esperanza. 5 Mas el Dios de la paciencia y de la consolacion os de que entre vosotros seais unanimes segun Cristo Jesus; 6 Para que concordes, a una boca glorifiqueis al Dios y Padre de nuestro Senor Jesu-Cristo. 7 Por tanto sobre llevaos los unos a los otros, como tambien Cristo nos sobrellevo para gloria de Dios. 8 Digo pues: Que Cristo Jesus fue ministro de la circuncision, por la verdad de Dios, para confirmar las promesas [hechas] a los padres. 9 Empero que los Gentiles glorifiquen a Dios por la misericordia, como esta escrito: Por tanto yo te confesare entre los Gentiles, y cantare a tu nombre. 10 Y otra vez dice: Alegraos, Gentiles, con su pueblo. 11 Y otra vez: Alabad al Senor, todos los Gentiles, y magnificadle, todos los pueblos. 12 Y otra vez dice Isaias: Estara la raiz de Jesse, y el que se levantara a regir los Gentiles; los Gentiles esperaran en el. 13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo; para que abundeis en esperanza por la virtud del Espiritu Santo. 14 Empero cierto estoy yo de vosotros, hermanos mios, que aun vosotros mismos estais llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podais amonestaros los unos a los otros. 15 Mas os he escrito, hermanos, en parte resueltamente, como amonestandoos por la gracia que de Dios me es dada, 16 Para ser ministro de Jesu-Cristo a los Gentiles, ministrando el Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los Gentiles sea agradable, santificada por el Espiritu Santo. 17 Tengo pues de que gloriarme en Cristo Jesus en lo que mira a Dios. 18 Porque no osaria hablar alguna cosa que Cristo no haya hecho por mi, para la obediencia de los Gentiles, con la palabra y con las obras, 19 Con potencia de milagros y prodigios en virtud del Espiritu de Dios: de manera que desde Jerusalem, y por los alrededores hasta Ilyrico, he llenado [todo] del Evangelio de Cristo. 20 Y de esta manera me esforce a predicar el Evangelio, no donde [antes] Cristo fuese nombrado, por no edificar sobre ajeno fundamento; 21 Sino como esta escrito: A los que no fue anunciado de el, veran: y los que no oyeron, entenderan. 22 Por lo cual aun he sido impedido muchas veces de venir a vosotros. 23 Mas ahora no teniendo mas lugar en estas regiones, y deseando ir a vosotros muchos anos ha, 24 Cuando partiere para Espana, ire a vosotros; porque espero que pasando os vere, y que sere llevado de vosotros alla: si empero antes hubiere gozado de vosotros. 25 Mas ahora parto para Jerusalem a ministrar a los santos. 26 Porque Macedonia y Achaia tuvieron por bien hacer una colecta para los pobres de los santos que estan en Jerusalem. 27 Porque les parecio bueno, y son deudores a ellos: porque si los Gentiles han sido hechos participantes de sus [bienes] espirituales, deben tambien [ellos] servirles en los carnales. 28 Asi que, cuando hubiere concluido esto, y les hubiere consignado este fruto, pasare por vosotros a Espana. 29 Y se que cuando llegue a vosotros, llegare con abundancia de la bendicion del Evangelio de Cristo. 30 Ruegoos empero, hermanos, por el Senor nuestro Jesu-Cristo, y por la caridad del Espiritu, que me ayudeis con oraciones por mi a Dios, 31 Que sea librado de los rebeldes que estan en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalem sea acepta; 32 Para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. 33 Y el Dios de paz [sea] con todos vosotros. Amen. CAPITULO 16. 1 ENCOMIENDOOS empero a Febe nuestra hermana, la cual es diaconisa de la iglesia que esta en Cenchreas: 2 Que la recibais en el Senor, como es digno a los santos, y le ayudeis en cualquiera cosa en que os hubiere menester: porque ella ha ayudado a muchos, y a mi mismo. 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis coadjutores en Cristo Jesus; 4 (Que pusieron sus cuellos por mi vida: a los cuales no doy gracias yo solo, mas aun todas las iglesias de los Gentiles.) 5 Asimismo a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mio, que es las primicias de Achaia en Cristo. 6 Saludad a Maria, la cual ha trabajado mucho con vosotros. 7 Saludad a Andronico y a Junia, mis parientes y mis companeros en la cautividad; los que son insignes entre los apostoles, los cuales tambien fueron antes de mi en Cristo. 8 Saludad a Amplias, amado mio en el Senor. 9 Saludad a Urbano, nuestro ayudador en Cristo Jesus, y a Stachis, amado mio. 10 Saludad a Apeles, probado en Cristo. Saludad a los que son de Aristobulo. 11 Saludad a Herodion, mi pariente. Saludad a los que son de [la casa de] Narciso, los que estan en el Senor. 12 Saludad a Trifena, y a Trifosa las cuales trabajan en el Senor. Saludad a Persida amada, la cual ha trabajado mucho en el Senor. 13 Saludad a Rufo, escogido en el Senor, y a su madre y mia. 14 Saludad a Asincrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes, y a los hermanos que estan con ellos. 15 Saludad a Filologo, y a Julia, a Nereo, y a su hermana; y a Olimpas, y a todos los santos que [estan] con ellos. 16 Saludaos los unos a los otros con osculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo. 17 Y os ruego, hermanos, que mireis los que causan disensiones y escandalos fuera de la doctrina que vosotros habeis aprendido; y apartaos de ellos. 18 Porque los tales no sirven al Senor nuestro Jesu-Cristo, sino a sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones enganan los corazones de los simples. 19 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos: asi que, me gozo de vosotros; mas quiero que seais sabios en el bien, y simples en el mal: 20 Y el Dios de paz quebrantara presto a Satanas debajo de vuestros pies. La gracia del Senor nuestro Jesu-Cristo [sea] con vosotros. 21 Os saludan Timoteo, mi coadjutor, y Lucio, y Jason, y Sosipater, mis parientes. 22 Yo Tercio, que escribi la epistola, os saludo en el Senor. 23 Saludaos Gayo, mi huesped, y de toda la iglesia. Saludaos Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto. 24 La gracia del Senor nuestro Jesu-Cristo [sea] con todos vosotros. Amen. 25 Y al que puede confirmaros segun mi Evangelio, y la predicacion de Jesu- Cristo, segun la revelacion del misterio encubierto desde tiempos eternos, 26 Mas manifestado ahora , y por las escrituras de los profetas, segun el mandamiento del Dios Eterno, declarado a todas las gentes para que obedezcan a la fe; 27 A el, solo Dios sabio, [sea] gloria por Jesu-Cristo para siempre. Amen. Fue escrita de Corinto a los Romanos, [enviada] por [medio de] Febe, diaconisa de la iglesia de Cenchreas. LA PRIMERA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS. CAPITULO 1. 1 PABLO, llamado [a ser] apostol de Jesu-Cristo por la voluntad de Dios, y Sostenes el hermano, 2 A la iglesia de Dios que esta en Corinto, santificados en Cristo Jesus, llamados santos, y a todos los que invocan el nombre de nuestro Senor Jesu- Cristo en cualquier lugar, [Senor] de ellos y nuestro: 3 Gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu-Cristo. 4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesus; 5 Que en todas las cosas sois enriquecidos en el, en toda lengua y en toda ciencia; 6 Asi como el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros: 7 De tal manera que nada os falte en ningun don, esperando la manifestacion de nuestro Senor Jesu-Cristo: 8 El cual tambien os confirmara hasta el fin, [para que seais] sin falta en el dia de nuestro Senor Jesu-Cristo: 9 Fiel [es] Dios, por el cual sois llamados a la participacion de su Hijo Jesu-Cristo nuestro Senor. 10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Senor Jesu-Cristo, que hableis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seais perfectamente unidos en una misma mente, y en un mismo parecer. 11 Porque me ha sido declarado de vosotros, hermanos mios, por los [que son] de Cloe, que hay entre vosotros contiendas; 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas;. y yo de Cristo. 13 ?Esta dividido Cristo? ?Fue crucificado Pablo por vosotros? o habeis sido bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a [mi] Dios, que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo; 15 Para que ninguno diga que habeis sido bautizados en mi nombre. 16 Y tambien bautice la familia de Estefanas: mas no se si he bautizado a algun otro. 17 Porque no me envio Cristo a bautizar; sino a predicar el Evangelio: no en sabiduria de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo. 18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; mas a los que se salvan, [es a saber,] a nosotros, es potencia de Dios. 19 Porque esta escrito: Destruire la sabiduria de los sabios, y desechare la inteligencia de los entendidos. 20 ?Que es del sabio? ?Que del escriba? ?Que del escudrinador de este siglo? ?No ha enloquecido Dios la sabiduria del mundo? 21 Porque por no haber el mundo conocido en la sabiduria de Dios a Dios por sabiduria, agrado a Dios salvar los creyentes por la locura de la predicacion. 22 Porque los Judios piden senales, y los Griegos buscan sabiduria: 23 Mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, [que es] a los Judios ciertamente tropezadero, y a los Gentiles locura: 24 Empero a los llamados, asi Judios como Griegos, Cristo potencia de Dios, y sabiduria de Dios. 25 Porque lo loco de Dios es mas sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es mas fuerte que los hombres. 26 Porque mirad, hermanos, vuestra vocacion, que no sois muchos sabios segun la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles: 27 Antes lo necio del mundo escogio Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo escogio Dios, para avergonzar lo fuerte; 28 Y lo vil del mundo, y lo menospreciado escogio Dios; [y] lo que no es, para deshacer lo que es: 29 Para que ninguna carne se jacte en su presencia. 30 Mas de el sois vosotros en Cristo Jesus, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduria, y justificacion, y santificacion, y redencion: 31 Para que, como esta escrito: El que se gloria, gloriese en el Senor. CAPITULO 2. 1 ASI que, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con altivez de palabra, o de sabiduria, a anunciaros el testimonio de Cristo. 2 Porque no me propuse saber algo entre vosotros, sino a Jesu-Cristo, y a este crucificado. 3 Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor: 4 Y ni mi palabra ni mi predicacion [fue] con palabras persuasivas de humana sabiduria, mas con demostracion del Espiritu y de poder; 5 Para que vuestra fe no este fundada en sabiduria de hombres, mas en poder de Dios. 6 Empero hablamos sabiduria entre perfectos; y sabiduria, no de este siglo, ni de los principes de este siglo, que se deshacen: 7 Mas hablamos sabiduria de Dios en misterio, la [sabiduria] oculta, la cual Dios predestino antes de los siglos para nuestra gloria: 8 La que ninguno de los principes de este siglo conocio; porque si [la] hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Senor de gloria: 9 Antes, como esta escrito: Cosas que ojo no vio, ni oreja oyo, ni han subido en corazon de hombre, [son] las que ha Dios preparado para aquellos que le aman. 10 Empero Dios nos [lo] revelo a nosotros por [su] Espiritu: porque el Espiritu todo lo escudrina, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ?quien de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espiritu del [mismo] hombre que esta en el? Asi tampoco nadie conocio las cosas [que son] de Dios, sino el Espiritu de Dios. 12 Y nosotros hemos recibido, no el espiritu del mundo, sino el Espiritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado: 13 Lo cual tambien hablamos, no con doctas palabras de humana sabiduria, mas con doctrina del Espiritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Mas el hombre animal no percibe las cosas [que son] del Espiritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente. 15 Empero el espiritual juzga todas las cosas; mas el no es juzgado de nadie. 16 Porque ?quien conocio la mente del Senor? ?Quien le instruyo? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. CAPITULO 3. 1 DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a ninos en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no [os di] vianda: porque aun no podiais, ni aun podeis ahora; 3 Porque todavia sois carnales: pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y disensiones, ?no sois carnales, y andais como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolos; ?no sois carnales? 5 ?Que pues es Pablo? y ?que [es] Apolos? Ministros por los cuales habeis creido; y [eso] segun que a cada uno ha concedido el Senor. 6 Yo plante, Apolos rego; mas Dios ha dado el crecimiento. 7 Asi que ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa: aunque cada uno recibira su recompensa conforme a su labor. 9 Porque [nosotros] coadjutores somos de Dios: [y vosotros] labranza de Dios sois, edificio de Dios sois. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, [yo] como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima: empero cada uno vea como sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que esta puesto, el cual es Jesu-Cristo. 12 Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 La obra de cada uno sera manifestada; porque el dia la declarara: porque por el fuego sera manifestada, y la obra de cada uno cual sea, el fuego hara la prueba. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifico, recibira recompensa. 15 Si la obra de alguno fuere quemada, sera perdida: el empero sera salvo, mas asi como [escapado] por fuego. 16 ?No sabeis que sois templo de Dios, y que el Espiritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruira al tal; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 18 Nadie se engane a si mismo; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hagase simple, para ser [de veras] sabio. 19 Porque la sabiduria de este mundo es necedad para con Dios: pues escrito esta: El que prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Senor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21 Asi que ninguno se glorie en los hombres; porque todo es vuestro; 22 Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo porvenir; todo es vuestro: 23 Y vosotros de Cristo; y Cristo de Dios. CAPITULO 4. 1 TENGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. 2 Mas ahora se requiere en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel. 3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, [o de cualquier] juicio humano; y ni aun yo me juzgo. 4 Porque aunque de nada tengo [mala] conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga el Senor es. 5 Asi que no juzgueis nada antes de tiempo, hasta que venga el Senor, el cual tambien aclarara lo oculto de las tinieblas, y manifestara los intentos de los corazones; y entonces cada uno tendra de Dios la alabanza. 6 Esto empero, hermanos, he pasado por ejemplo en mi y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendais a no saber mas de lo que esta escrito, hinchandoos por causa de otro el uno contra el otro. 7 Porque ?quien te distingue? o ?que tienes que no hayas recibido? Y si [lo] recibiste, ?de que te glories como si no hubieras recibido? 8 Ya estais hartos, ya estais ricos; sin nosotros reinais [ya;] y ojala reineis, para que nosotros reinemos tambien juntamente con vosotros. 9 Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros los apostoles por los postreros, como a sentenciados a muerte: porque somos hechos espectaculo al mundo, y a los angeles, y a los hombres. 10 Nosotros necios por amor de Cristo, y vosotros prudentes en Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles. 11 Hasta esta hora hambreamos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos, 12 Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos, padecemos persecucion, y sufrimos, 13 Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido a ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora. 14 No escribo esto para avergonzaros; mas amonestoos como a mis hijos amados. 15 Porque aunque tengais diez mil ayos en Cristo, no [tendreis] muchos padres; que en Cristo Jesus yo os engendre por el Evangelio. 16 Por tanto os ruego que me imiteis. 17 Por lo cual os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado, y fiel en el Senor, el cual os amonestara de mis caminos cuales sean en Cristo, de la manera que enseno en todas partes, en todas las iglesias. 18 Mas algunos estan envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir a vosotros, 19 Empero ire presto a vosotros, si el Senor quisiere; y entendere, no las palabras de los que [asi] andan hinchados, sino la virtud. 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud. 21 ?Que quereis? ?ire a vosotros con vara, o con caridad, y espiritu de mansedumbre? CAPITULO 5. 1 DE cierto se oye [que hay] entre vosotros fornicacion, y tal fornicacion cual ni aun se nombra entre los Gentiles, tanto que alguno tenga la mujer de [su] padre. 2 Y vosotros estais hinchados, y no mas bien tuvisteis duelo, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra. 3 Y ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espiritu, ya como presente he juzgado al que esto asi ha cometido: 4 En el nombre del Senor nuestro Jesu-Cristo, juntados vosotros y mi espiritu, con la facultad de nuestro Senor Jesu-Cristo, 5 El tal sea entregado a Satanas para muerte de la carne, porque el espiritu sea salvo en el dia del Senor Jesus. 6 No [es] buena vuestra jactancia. ?No sabeis que un poco de levadura leuda toda la mesa? 7 Limpiad pues la vieja levadura para que seais nueva mesa, como sois sin levadura: porque nuestra Pascua, [que es] Cristo, fue sacrificada por nosotros, 8 Asi que hagamos fiesta, no en la vieja levadura ni en la levadura de malicia, y de maldad; sino en azimos de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito por carta, que no os envolvais con los fornicarios: 10 No absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idolatras; pues en tal caso os seria menester salir del mundo, 11 Mas ahora os he escrito, que no os envolvais [es a saber,] que si alguno llamandose hermano fuere fornicario, o avaro, o idolatra, o maldiciente, o borracho, o ladron; con el tal ni aun comais. 12 Porque ?que me va a mi en juzgar a los que estan fuera? ?no juzgais vosotros a los que estan dentro? 13 Porque a los que estan fuera, Dios juzgara. Quitad [pues] a ese malo de entre vosotros mismos. CAPITULO 6. 1 ?OSA alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 O ?no sabeis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ?sois indignos de juzgar [en] cosas muy pequenas? 3 O ?no sabeis que hemos de juzgar a los angeles? ?cuanto mas las cosas de^ este siglo? 4 Por tanto si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, poned para juzgar[las] a los que son de menor estima en la iglesia. 5 Para avergonzaros lo digo. ?Pues que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos? 6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles? 7 Asi que, por cierto es ya una falta en vosotros, que tengais pleitos entre vosotros mismos. ?Por que no sufris antes la injuria? ?por que no [sufris] antes ser defraudados? 8 Empero vosotros haceis la injuria, y defraudais; y esto a los hermanos. 9 ?No sabeis que los injustos no poseeran el reino de Dios? No erreis, que ni los fornicarios ni los idolatras, ni los adulteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores heredaran el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos: mas [ya] sois lavados, mas [ya] sois santificados, mas [ya] sois justificados en el nombre del Senor Jesus, y por el Espiritu de nuestro Dios. 12 Todas las cosas me son licitas, mas no todas convienen: todas las cosas me son licitas, mas yo no me metere debajo de potestad de nada. 13 Las viandas [son] para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y a el y a ellas deshara Dios: mas el cuerpo no [es] para la fornicacion, sino para el Senor; y el Senor para el cuerpo. 14 Y Dios que levanto al Senor, tambien a nosotros nos levantara con su poder. 15 ?No sabeis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ?Quitare pues los miembros de Cristo, y [los] hare miembros de una ramera? Lejos sea. 16 O ?no sabeis que el que se junta con una ramera, es hecho [con ella] un cuerpo? porque seran, dice, los dos en una carne. 17 Empero el que se junta con el Senor, un espiritu es. 18 Huid la fornicacion. Cualquier [otro] pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 O ?ignorais que vuestro cuerpo es templo del Espiritu Santo, [el cual esta] en vosotros, el cual teneis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo, y en vuestro espiritu, los cuales son de Dios. CAPITULO 7. 1 CUANTO a las cosas de que me escribisteis: bien [seria] al hombre no tocar mujer. 2 Mas a causa de las fornicaciones cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido. 3 El marido pague a la mujer la debida benevolencia; y asimismo la mujer al marido. 4 La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido: e igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os defraudeis el uno al otro, a no ser por algun tiempo, de [mutuo] consentimiento, para ocuparos en la oracion; y volved a juntaros en uno, porque no os tiente Satanas a causa de vuestra incontinencia. 6 Mas esto digo por permision, no por mandamiento. 7 Quisiera mas bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad asi, y otro asi. 8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les es si se quedaren como yo. 9 Y si no tienen don de continencia, casense; que mejor es casarse que quemarse. 10 Mas a los que estan juntos en matrimonio denuncio, no yo, sino el Senor: Que la mujer no se aparte del marido, 11 Y si se apartare, que se quede sin casar o reconciliese con [su] marido: y que el marido no despida a [su] mujer. 12 Y a los demas yo digo, no el Senor: Si algun hermano tiene mujer infiel, y ella consiente en habitar con el, no la despida. 13 Y la mujer que tiene marido infiel, y el consiente en habitar con ella, no lo deje. 14 Porque el marido infiel es santificado en la mujer [fiel,] y la mujer infiel en el marido [fiel:] pues de otra manera vuestros hijos serian inmundos; empero ahora son santos. 15 Pero si el infiel se aparta, apartese; que no es el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante [caso:] mas a paz nos llamo Dios. 16 Porque ?de donde sabes, oh mujer, si quiza haras salvo a [tu] marido? o ?de donde sabes, oh marido, si quiza haras salva a [tu] mujer? 17 Empero cada uno como el Senor [le] repartio, y como Dios llamo a cada uno, asi ande: y asi enseno en todas las iglesias. 18 ?Es llamado alguno circuncidado? quedese circunciso: ?es llamado alguno incircuncidado? que no se circuncide. 19 La circuncision nada es, y la incircuncision nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios. 20 Cada uno en la vocacion en que fue llamado, en ella se quede. 21 ?Eres llamado [siendo] siervo? no se te de cuidado: mas tambien si puedes hacerte libre, procuralo mas. 22 Porque el que en el Senor es llamado, [siendo] siervo, liberto es del Senor: asimismo tambien el que es llamado [siendo] libre, siervo es de Cristo. 23 Por precio sois comprados; no os hagais siervos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en esto se quede para con Dios. 25 Empero de las virgenes no tengo mandamiento del Senor; mas doy [mi] parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Senor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia, que bueno es al hombre estarse asi. 27 ?Estas ligado a mujer? no procures soltarte. ?Estas suelto de mujer? no procures mujer. 28 Mas tambien si tomares mujer, no pecaste; y si la doncella se casare, no peco: pero afliccion de carne tendran los tales: mas yo os dejo. 29 Esto empero digo, hermanos, que el tiempo es corto: lo que resta es, que los que tienen mujeres sean como los que no las tienen; 30 Y los que lloran, como los que no lloran; y los que se huelgan, como los que no se huelgan; y los que compran, como los que no poseen; 31 Y los que usan de este mundo, como los que no usan: porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera pues que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que [son] del Senor, como ha de agradar al Senor. 33 Empero el que se caso tiene cuidado de las cosas que son del mundo, como ha de agradar a [su] mujer. 34 Hay [asimismo] diferencia entre la casada y la doncella: la doncella tiene cuidado de las cosas del Senor, para ser santa asi en el cuerpo como en el espiritu: mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, como ha de agradar a [su] marido. 35 Esto empero digo para vuestro provecho, no para echaros lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os llegueis al Senor. 36 Mas si a alguno parece cosa fea en su virgen, que pase ya de edad, y que asi conviene que se haga, haga lo que quisiere; no peca, casense. 37 Pero el que esta firme en su corazon, y no tiene necesidad, sino que tiene libertad de su voluntad, y determino en su corazon esto, acerca de guardar su virgen, bien hace. 38 Asi que el que [la] da en casamiento bien hace; y el que no [la] da en casamiento, hace mejor. 39 La mujer [casada] esta atada a la ley, mientras vive su marido. mas si su marido muriere, libre es: casase con quien quisiere, con tal que sea en el Senor. 40 Empero mas venturosa sera si se quedare asi, segun mi consejo; y pienso que tambien yo tengo Espiritu de Dios. CAPITULO 8. 1 Y POR lo que hace a lo sacrificado a los idolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia hincha, mas la caridad edifica. 2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aun no sabe nada como debe saber. 3 Mas si alguno ama a Dios, el tal es conocido de el. 4 Acerca pues de las viandas que son sacrificadas a los idolos, sabemos que el idolo nada es en el mundo, y que no hay mas de un Dios. 5 Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, o en el cielo, o en la tierra, (como hay muchos dioses y muchos senores,) 6 Nosotros empero no tenemos mas de un Dios, el Padre, del cual [son] todas las cosas, y nosotros en el: y un Senor, Jesu-Cristo, por el cual [son] todas las cosas, y nosotros por el. 7 Mas no en todos [hay] esta ciencia: porque algunos con conciencia del idolo hasta aqui, comen como sacrificado a idolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada. 8 Si bien la vianda no nos hace mas aceptos a Dios: porque ni que comamos, seremos mas ricos; ni que no comamos, seremos mas pobres. 9 Mas mirad que esta vuestra libertad no sea tropezadero a los que son flacos. 10 Porque si te ve alguno, a ti que tienes [esta] ciencia, que estas sentado a la mesa en el lugar de los idolos, ?la conciencia de aquel que es flaco, no sera adelantada a comer de lo sacrificado a los idolos? 11 Y por tu ciencia se perdera el hermano flaco, por el cual Cristo murio? 12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecais. 13 Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasion de caer, jamas comere carne por no escandalizar a mi hermano. CAPITULO 9. 1 ?NO soy apostol? ?no soy libre? ?no he visto a Jesus el Senor nuestro? ?no sois vosotros mi obra en el Senor? 2 Si a los otros no soy apostol, a vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Senor. 3 Esta es mi respuesta a los que me preguntan: 4 Que, ?no tenemos potestad de comer y de beber? 5 ?O no tenemos potestad de traer [con nosotros] una hermana mujer tambien como los otros apostoles, y los hermanos del Senor, y Cephas? 6 ?O solo yo y Bernabe no tenemos potestad de no trabajar? 7 ?Quien jamas peleo a sus expensas? ?Quien planta vina, y no come de su fruto? o ?quien apacienta el ganado, y no come de la leche del ganado? 8 ?Digo esto [solamente] segun los hombres? ?No dice esto tambien la ley? 9 Porque en la ley de Moises esta escrito: No pondras bozal al buey que trilla. ?Tiene Dios cuidado de los bueyes? 10 ?O dice[lo] enteramente por nosotros? Pues por nosotros esta escrito: porque con esperanza ha de arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto. 11 Si nosotros os sembramos lo espiritual, [?sera] gran cosa si segaremos [de] lo vuestro carnal? 12 Si otros tienen en vosotros esta potestad, ?no mas bien nosotros? Mas no hemos usado de esta potestad: antes lo sufrimos todo por no poner ningun obstaculo al Evangelio de Cristo. 13 ?No sabeis que los que trabajan en el santuario, comen del santuario, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Asi tambien ordeno el Senor a los que anuncian el Evangelio, que vivan del Evangelio. 15 Mas yo de nada de esto me aproveche: ni tampoco he escrito esto para que se haga asi conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana [esta] mi gloria. 16 Pues bien que anuncio el Evangelio, no tengo por que gloriarme [de eso;] porque me es impuesta necesidad; y iay de mi si no anunciare el Evangelio! 17 Por lo cual si lo hago de voluntad premio tendre; mas si por fuerza, la dispensacion me ha sido encargada. 18 ?Cual pues es mi merced? Que predicando el Evangelio, ponga el Evangelio de Cristo de balde, para no usar mal de mi potestad en el Evangelio. 19 Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos por ganar a mas. 20 Heme hecho a los Judios como Judio, por ganar a los Judios: a los que estan sujetos a la ley, como sujeto a la ley, por ganar a los que estan sujetos a la ley; 21 A los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo,) por ganar a los que estaban sin ley. 22 Me he hecho a los flacos flaco, por ganar a los flacos: a todos me he hecho todo, para que de todo punto salve a algunos. 23 Y esto hago por causa del Evangelio, por hacerme juntamente participante de el. 24 ?O no sabeis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred de tal manera que [le] obtengais. 25 Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros incorruptible. 26 Asi que yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire: 21 Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado. CAPITULO 10. 1 PORQUE no quiero, hermanos, que ignoreis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron la mar. 2 Y todos en Moises fueron bautizados en la nube y en la mar; 3 Y todos comieron la misma vianda espiritual. 4 Y todos bebieron la misma bebida espiritual: (porque bebian de la piedra espiritual que los seguia; y la piedra era Cristo.) 5 Mas de muchos de ellos no se agrado Dios; por lo cual fueron postrados en el desierto. 6 Empero estas cosas fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seais honradores de idolos como algunos de ellos, segun esta escrito: Sentose el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron [muertos] en un dia veinte y tres mil. 9 Ni tentemos a Cristo, como tambien algunos de ellos [lo] tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmureis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron en figura, y son escritas para nuestra admonicion, en quienes los fines de los siglos han parado. 12 Asi que, el que pienso estar [firme,] mire no caiga. 13 No os ha tomado tentacion, sino humana: mas fiel [es] Dios, que no os dejara ser tentados mas de lo que podeis [llevar;] antes dara tambien juntamente con la tentacion la salida, para que podais aguantar. 14 Por tanto, amados mios, huid de la idolatria. 15 Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16 La copa de bendicion que bendecimos, ?no es la comunion de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ?no es la comunion del cuerpo de Cristo? 17 Porque un pan, [es que] muchos somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel un pan. 18 Mirad a Israel segun la carne: los que comen de los sacrificios ?no son participes con el altar? 19 ?Que pues digo? ?Que el idolo es algo? ?o que sea algo lo que es sacrificado a los idolos? 20 Antes [digo] que lo que los Gentiles sacrifican, a los demonios [lo] sacrifican, y no a Dios: y no querria que vosotros fueseis participes con los demonios. 21 No podeis beber la copa del Senor, y la copa de los demonios: no podeis ser participes de la mesa del Senor, y de la mesa de los demonios. 22 ?O provocaremos a celo al Senor? ?Somos mas fuertes que el? 23 Todo me es licito, mas no todo conviene: todo me es licito, mas no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio [bien,] sino el del otro. 25 De todo lo que se vende en la carniceria, comed sin preguntar nada por causa de la conciencia: 26 Porque del Senor es la tierra y lo que la hinche. 27 Y si algun infiel os llama, y quereis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. 28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los idolos, no [lo] comais por causa de aquel que lo declaro, y por causa de la conciencia : porque del Senor es la tierra, y lo que la hinche: 29 La conciencia digo, no tuya, sino del otro. Pues ?por que ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia? 30 Y si yo con agradecimiento participo, ?por que he de ser blasfemado por lo que doy gracias? 31 Si pues comeis, o bebeis, o haceis otra cosa, haced[lo] todo a gloria de Dios. 32 Sed sin ofensa a Judios y a Gentiles, y a la iglesia de Dios. 33 Como tambien yo en todas las cosas complazco a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos. CAPITULO 11. 1 SED imitadores de mi, asi como yo de Cristo. 2 Y os alabo, hermanos que en todo os acordais de mi, y reteneis las instrucciones [mias] de la manera que os ensene. 3 Mas quiero que sepais, que Cristo es la cabeza de todo varon; y el varon [es] la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo. 4 Todo varon que ora, o profetiza, cubierta la cabeza, afrenta a su cabeza. 5 Mas toda mujer que ora, o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta a su cabeza, porque lo mismo es que si se rayese. 6 Porque si la mujer no se cubre, trasquilese tambien: y si es deshonesto a la mujer trasquilarse o raerse, cubrase. 7 Porque el varon no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varon. 8 Porque el varon no es de la mujer, sino la mujer del varon. 9 Porque tampoco el varon fue criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varon. 10 Por lo cual la mujer debe tener [senal de] potestad sobre [su] cabeza por causa de los angeles. 11 Mas ni el varon sin la mujer, ni la mujer sin el varon, en el Senor. 12 Porque como la mujer [es] del varon, asi tambien el varon [es] por la mujer; empero todo de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos: ?es honesto orar la mujer a Dios no cubierta? 14 La misma naturaleza ?no os ensena que al hombre sea deshonesto criar cabello? 15 Por el contrario, a la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo eso si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 17 Esto empero [os] denuncio, que no alabo, que no por mejor, sino por peor os juntais. 18 Porque lo primero, cuando os juntais en la^ iglesia, oigo que hay entre vosotros disensiones; y en parte lo creo. 19 Porque preciso es que haya entre vosotros aun herejias, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros. 20 Cuando pues os juntais en uno, [esto] no es comer la Cena del Senor; 21 Porque cada uno toma antes para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro esta embriagado. 22 Pues que, ?no teneis casas en que comais y bebais? ?O menospreciais la iglesia de Dios, y avergonzais a los que no tienen? ?Que os dire? ?Os alabare? En esto no os alabo. 23 Porque yo recibi del Senor lo que tambien os he ensenado: Que el Senor Jesus, la noche que fue entregado, tomo pan; 24 Y habiendo dado gracias, [lo] partio, y dijo: Tomad, comed: Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido: haced esto en memoria de mi. 25 Asimismo [tomo] tambien la copa despues de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: haced esto todas las veces que bebiereis en memoria de mi. 26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Senor anunciais hasta que venga. 27 De manera que cualquiera que comiere este pan, o bebiere esta copa del Senor indignamente, sera culpado del cuerpo y de la sangre del Senor. 28 Por tanto pruebese cada uno a si mismo, y coma asi de aquel pan, y beba de aquella copa. 29 Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para si, no discerniendo el cuerpo del Senor. 30 Por lo cual [hay] muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. 31 Que si nos examinasemos a nosotros mismos, cierto no seriamos juzgados. 32 Mas siendo juzgados, somos castigados del Senor, para que no seamos condenados con el mundo. 33 Asi que, hermanos mios, cuando os juntais a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere hambre, coma en su casa; porque no os junteis para juicio. Las demas cosas ordenare cuando llegare. CAPITULO 12. 1 Y ACERCA de los [dones] espirituales, no quiero, hermanos, que ignoreis. 2 Sabeis que cuando erais Gentiles ibais, como erais llevados, a los idolos mudos. 3 Por tanto os hago saber, que nadie que hable por Espiritu de Dios, llama anatema a Jesus, y [que] nadie puede llamar a Jesus Senor, sino por Espiritu Santo. 4 Empero hay repartimientos de dones; mas el mismo Espiritu [es.] 5 Y hay repartimientos de ministerios; mas el mismo Senor [es.] 6 Y hay repartimientos de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos. 7 Empero a cada uno le es dada manifestacion del Espiritu para provecho. 8 Porque a la verdad a este es dado por el Espiritu palabra de sabiduria; a otro, palabra de ciencia segun el mismo Espiritu; 9 A otro, fe por el mismo Espiritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espiritu; 10 A otro, operaciones de milagros; y a otro, profecia; y a otro, discrecion de espiritus; y a otro, generos de lenguas; y a otro, interpretacion de lenguas. 11 Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espiritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere. 12 Porque de la manera que el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, asi tambien Cristo. 13 Porque por un Espiritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judios o Griegos, ora siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espiritu. 14 Pues ni tampoco el cuerpo es un miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ?por eso no sera del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo: ?por eso no sera del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo [fuese] ojo ?donde [estaria] el oido? si todo [fuese] oido, ?donde [estaria] el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos [por si] en el cuerpo, como quiso. 19 Que si todos fueran un miembro, ?donde [estuviera] el cuerpo? 20 Mas ahora muchos miembros [son] a la verdad, empero un cuerpo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te he menester: ni asimismo la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes, mucho mas los miembros del cuerpo que parecen mas flacos, son necesarios; 23 Y aquellos del cuerpo que estimamos ser mas viles, a estos vestimos mas honrosamente; y los que en nosotros [son] menos honestos, tienen mas compostura. 24 Porque los que en nosotros [son] mas honestos, no tienen necesidad [de eso:] mas Dios ordeno el cuerpo dando mas abundante honor al que le faltaba; 25 Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se interesen los unos por los otros. 26 Por manera que si un miembro padece, todos los miembros a una se duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros a una se gozan. 27 Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte. 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apostoles, luego profetas, lo tercero, doctores: luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, generos de lenguas. 29 ?[Son] todos apostoles? ?[son] todos profetas? ?todos doctores? ?todos facultades? 30 ?Tienen todos dones de sanidad? ?hablan todos lenguas? ?interpretan todos? 31 Empero procurad los mejores dones: mas aun, yo os muestro un camino mas excelente. CAPITULO 13. 1 SI yo hablase lenguas humanas y angelicas, y no tengo caridad, vengo a ser [como] metal que resuena, o cimbalo que retine. 2 Y si tuviese profecia, y entendiese todos los misterios, y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer [a pobres;] y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada [me] sirve. 4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sin razon, no se ensancha, 5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; 6 No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad: 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad nunca deja de ser: mas las profecias se han de acabar, y cesaran las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos. 10 Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte sera quitado. 11 Cuando yo era nino, hablaba como nino, pensaba como nino, juzgaba como nino; mas cuando ya fui hombre hecho, deje lo que era de nino. 12 Ahora vemos por espejo, en oscuridad; mas entonces [veremos] cara a cara: ahora conozco en parte; mas entonces conocere como soy conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad; estas tres cosas; empero la mayor de ellas [es] la caridad. CAPITULO 14. 1 SEGUID la caridad; y procurad los [dones] espirituales: mas sobre todo que profeticeis. 2 Porque el que habla en lenguas, no habla a los hombres, sino a Dios; porque nadie le entiende, aunque en espiritu hable misterios. 3 Mas el que profetiza, habla a los hombres, [para] edificacion, y exhortacion, y consolacion. 4 El que habla lengua [extrana,] a si mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica a la iglesia. 5 Asi que quisiera que todos vosotros hablaseis lenguas; empero mas [quisiera] que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla lenguas, si tambien no interpretare, para que la iglesia tome edificacion. 6 Ahora pues, hermanos, si yo fuere a vosotros hablando lenguas, que os aprovechare, si no os hablare o con revelacion, o con ciencia, o con profecia, o con doctrina? 7 Ciertamente si las cosas inanimadas que hacen sonidos, como la flauta o la vihuela, si no dieren distincion de voces, ?como se sabra lo que se tane con la flauta, o con la vihuela? 8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ?quien se apercibira a la batalla? 9 Asi tambien vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significante, ?como se entendera lo que se dice? porque hablareis al aire. 10 Tantos generos de voces, (por ejemplo,) hay en el mundo; y nada hay mudo; 11 Mas si [yo] ignorare el valor de la voz, sere barbaro al que habla, y el que habla [sera] barbaro para mi. 12 Asi tambien vosotros; pues que anhelais espirituales [dones,] procurad ser excelentes para la edificacion de la iglesia. 13 Por lo cual el que habla lengua [extrana,] pida que [la] interprete. 14 Porque si yo orare en lengua [desconocida,] mi espiritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto. 15 ?Que pues? Orare con el espiritu, mas orare tambien con entendimiento: cantare con el espiritu, mas cantare tambien con entendimiento. 16 Porque si bendijeres con el espiritu, el que ocupa lugar de un mero particular, ?como dira Amen a tu accion de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17 Porque tu, a la verdad, bien haces gracias; mas el otro no es edificado. 18 Doy gracias a Dios que hablo lenguas mas que todos vosotros: 19 Pero en la iglesia [mas] quiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que ensene tambien a los otros, que diez mil palabras en lengua [desconocida.] 20 Hermanos, no seais ninos en el sentido, sino sed ninos en la malicia; empero perfectos en el sentido. 21 En la ley esta escrito: En otras lenguas y en otros labios hablare a este pueblo; y ni aun asi me oiran, dice el Senor. 22 Asi que las lenguas por senal son no a los fieles, sino a los infieles: mas la profecia no [se da] a los infieles, sino a los fieles. 23 De manera que si toda la iglesia se juntare en uno y todos hablan lenguas, y entran indoctos, o infieles, ?no diran que estais locos? 24 Mas si todos profetizan, y entra algun infiel o indocto, de todos es convencido, de todos es juzgado; 25 Lo oculto de su corazon se hace manifiesto: y asi postrandose sobre el rostro, adorara a Dios, declarando que verdaderamente Dios esta en vosotros. 26 ?Que hay, pues, hermanos? Cuando os juntais, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelacion, tiene interpretacion: hagase todo para edificacion. 27 Si hablare alguno en lengua [extrana, sea esto] por dos, o a lo mas tres, y por turno; mas uno interprete. 28 Y si no hubiere interprete, calle en la iglesia; y hable a si mismo, y a Dios. 29 Asimismo los profetas hablen dos o tres, y los demas juzguen. 30 Y si a otro que estuviere sentado, fuere revelado, calle el primero. 31 Porque podeis todos profetizar uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32 Y los espiritus de los que profetizaren, sujetense a los profetas: 33 Porque Dios no es [Dios] de disension, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos. 34 Vuestras mujeres callen en las congregaciones: porque no les es permitido hablar, sino que esten sujetas, como tambien la ley dice. 35 Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque deshonesta cosa es hablar una mujer en la congregacion. 36 Que ?ha salido de vosotros la palabra de Dios? o ?a vosotros solos ha llegado? 37 Si alguno, a su parecer, es profeta, o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Senor. 38 Mas el que ignora, ignore. 39 Asi que, hermanos procurad profetizar; y no impidais el hablar lenguas. 40 Empero hagase todo decentemente y con orden. CAPITULO 15. 1 ADEMAS os declaro, hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual tambien recibisteis, en el cual tambien perseverais; 2 Por el cual asimismo, si reteneis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creisteis en vano. 3 Porque primeramente os he ensenado lo que asimismo recibi: Que Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las escrituras; 4 Y que fue sepultado, y que resucito al tercer dia, conforme a las escrituras; 5 Y que aparecio a Cephas, y despues a los doce. 6 Despues aparecio a mas de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aun, y otros son muertos. 7 Despues aparecio a Jacobo; despues a todos los apostoles. 8 Y el postrero de todos, como a un abortivo, me aparecio a mi. 9 Porque yo soy el mas pequeno de los apostoles, que no soy digno de ser llamado apostol, porque persegui la iglesia de Dios. 10 Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado mas que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que [fue] conmigo. 11 Porque, o [sea] yo, o [sean] ellos, asi predicamos, y asi habeis creido. 12 Y si Cristo es predicado que resucito de los muertos, ?como dicen algunos entre vosotros que no hay resurreccion de muertos? 13 Porque si no hay resurreccion de muertos, Cristo tampoco resucito. 14 Y si Cristo no resucito, vana [es] entonces nuestra predicacion, vana [es] tambien vuestra fe. 15 Y aun somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios, que el haya levantado a Cristo, al cual no levanto, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucito. 17 Y si Cristo no resucito, vuestra fe es vana; aun estais en vuestros pecados. 18 Entonces tambien los que durmieron en Cristo son perdidos. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los mas miserables somos de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte [entro] por un hombre, tambien por un hombre la resurreccion de los muertos. 22 Porque asi como en Adam todos mueren, asi tambien en Cristo todos seran vivificados. 23 Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregara el reino a Dios y al Padre, cuando habra quitado todo imperio, y toda potencia, y potestad. 25 Porque es menester que el reine, hasta poner todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo [que] sera deshecho, [sera] la muerte. 27 Porque todas las cosas sujeto debajo^ de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a el, claro esta exceptuado aquel que sujeto a el todas las cosas. 28 Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces tambien el mismo Hijo se sujetara al que le sujeto a el todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos. 29 De otro modo ?que haran los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ?Por que, pues, se bautizan por los muertos? 30 Y ?por que nosotros peligramos a toda hora? 31 Si, por la gloria que en orden a vosotros tengo en Cristo Jesus, Senor nuestro, cada dia muero. 32 Si como hombre batalle en Efeso contra las bestias, ?que me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que manana moriremos. 33 No erreis: Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34 Velad debidamente, y no pequeis; porque algunos no conocen a Dios: para vergueenza vuestra hablo. 35 Mas dira alguno: ?Como resucitaran los muertos? ?Con que cuerpo vendran, 36 Necio, lo que tu siembras, no se vivifica, si no muriere [antes.] 37 Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, o de otro [grano:] 38 Mas Dios le da el cuerpo como quiso, y a cada simiente su propio cuerpo. 39 Toda carne no [es] la misma carne; mas una carne ciertamente [es] la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves. 40 Y cuerpos [hay] celestiales, y cuerpos terrestres: mas ciertamente una [es] la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres. 41 Otra [es] la gloria del sol, y otra la gloria de la tuna, y otra la gloria de las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria. 42 Asi tambien [es] la resurreccion de los muertos. Se siembra en corrupcion; se levantara en incorrupcion: 43 Se siembra en vergueenza; se levantara con gloria; se siembra en flaqueza; se levantara con potencia: 44 Se siembra cuerpo animal; resucitara espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45 Asi tambien esta escrito: Fue hecho el primer hombre Adam en anima viviente; el postrer Adam, en Espiritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre [es] de la tierra, terreno: el segundo hombre, [que es] el Senor, [es] del cielo. 48 Cual el terreno, tales tambien los terrenos; y cual el celestial, tales tambien los celestiales. 49 Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos tambien la imagen del celestial. 50 Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupcion hereda la incorrupcion. 51 He aqui, os digo un misterio. Todos ciertamente no dormiremos; mas todos seremos trasformados, 52 En un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta: porque sera tocada la trompeta, y los muertos seran levantados sin corrupcion; y nosotros seremos trasformados. 53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupcion, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupcion y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuara la palabra que esta escrita: Sorbida es la muerte con victoria. 55 ?Donde [esta,] oh muerte, tu aguijon? ?Donde, oh sepulcro, tu victoria? 56 Ya que el aguijon de la muerte [es] el pecado, y la potencia del pecado, la ley. 51 Mas a Dios gracias, que nos da la victoria por el Senor nuestro Jesu- Cristo. 58 Asi que, hermanos mios amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Senor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Senor no es vano. CAPITULO 16. 1 CUANTO a la colecta [que se hace] para los santos, haced vosotros tambien de la manera que ordene en las iglesias de Galacia. 2 Cada primer [dia] de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando [yo] llegare, no se hagan entonces colectas: 3 Y cuando habre llegado, los que aprobareis por cartas, a estos enviare que lleven vuestro beneficio a Jerusalem. 4 Y si fuere digno el negocio que yo tambien vaya, iran conmigo. 5 Y a vosotros ire, cuando hubiere pasado a Macedonia; porque a Macedonia tengo de pasar: 6 Y podra ser que me quede con vosotros, o invernare tambien, para que vosotros me lleveis adonde hubiere de ir. 7 Porque no os quiero ahora ver de paso; porque espero estar con vosotros algun tiempo, si el Senor [lo] permitiere. 8 Empero estare en Efeso hasta Pentecostes. 9 Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz: y muchos [son] los adversarios. 10 Y si llegare Timoteo, mirad que este con vosotros seguramente; porque la obra del Senor hace, tambien como yo. 11 Por tanto nadie le tenga en poco; antes llevadlo en paz, para que venga a mi: porque lo espero con los hermanos. 12 Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuese a vosotros con los hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora: pero ira cuando tuviere oportunidad. 13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad. 15 Y os ruego hermanos, (ya sabeis que la casa de Estefanas es las primicias de Achaia, y que se han dedicado al ministerio de los santos,) 16 Que vosotros os sujeteis a los tales, y a todos los que ayudan, y trabajan. 17 Huelgome de la venida de Estefanas, y de Fortunato, y de Achaico; porque estos suplieron lo que a vosotros faltaba. 18 Porque recrearon mi espiritu y el vuestro. Reconoced pues a los tales. 19 Las iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Senor Aquila y Priscila, con la iglesia que esta en su casa. 20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con osculo santo. 21 La salutacion de mi, Pablo, de mi mano. 22 El que no amare al Senor Jesu-Cristo, sea Anatema: Maran-atha. 23 La gracia del Senor Jesu-Cristo [sea] con vosotros. 24 Mi amor en Cristo Jesus [sea] con todos vosotros. Amen. La primera a los Corintios fue enviada de Filipos con Estefanas, y Fortunato, y Achaico, y Timoteo. LA SEGUNDA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS. CAPITULO 1. 1 PABLO, apostol de Jesu-Cristo por la voluntad de Dios, y Timoteo el hermano, a la iglesia de Dios que esta en Corinto, juntamente con todos los santos que estan por toda la Achaia. 2 Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu-Cristo. 3 Bendito [sea] el Dios y Padre del Senor Jesu-Cristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolacion, 4 El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos tambien nosotros consolar a los que estan en cualquiera angustia, con la consolacion con que nosotros somos consolados de Dios. 5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo asi abunda tambien por el [mismo] Cristo nuestra consolacion. 6 Mas si somos atribulados, [es] por vuestra consolacion y salud, la cual es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros tambien padecemos: o si somos consolados, [es] por vuestra consolacion y salud; 7 Y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois companeros de las aflicciones, asi tambien [lo sereis] de la consolacion. 8 Porque hermanos, no queremos que ignoreis de nuestra tribulacion que nos fue hecha en Asia; que sobre manera fuimos cargados sobre [nuestras] fuerzas, de tal manera que estuviesemos en duda de la vida. 9 Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta los muertos: 10 El cual nos libro, y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librara; 11 Ayudandonos tambien vosotros con oracion por nosotros, para que por la merced [hecha] a nos por respeto de muchos, por muchos [tambien] sean hechas gracias por nosotros. 12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduria carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy mas con vosotros. 13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leeis, o tambien conoceis; y espero que aun hasta el fin [las] conocereis: 14 Como tambien en parte habeis conocido que somos vuestra gloria, asi como tambien vosotros la nuestra, para el dia del Senor Jesus. 15 Y con esta confianza quise primero ir a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia; 16 Y por vosotros pasar a Macedonia, y de Macedonia venir otra vez a vosotros, y ser vuelto de vosotros a Judea. 17 Asi que pretendiendo esto, ?use quiza de liviandad? o lo que pienso [hacer,] ?pienso[lo] segun la carne, para que haya en mi Si y No? 18 Antes Dios fiel [sabe] que nuestra palabra para con vosotros no es Si y No. 19 Porque el Hijo de Dios, Jesu-Cristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mi, y Silvano, y Timoteo, no ha sido Si y No; mas ha sido Si en el. 20 Porque todas las promesas de Dios [son] en el Si, y en el Amen por nosotros a gloria de Dios. 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungio, [es] Dios; 22 El cual tambien nos ha sellado, y dado la prenda del Espiritu en nuestros corazones. 23 Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he pasado todavia a Corinto. 24 No que nos ensenoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estais firmes. CAPITULO 2. 1 ESTO pues determine para conmigo, no venir otra vez a vosotros con tristeza. 2 Porque si yo os contristo, ?quien sera luego el que me alegrara, sino aquel a quien yo contristare? 3 Y esto mismo os escribi, porque cuando llegare no tenga tristeza sobre tristeza de los que me debiera gozar: confiando en vosotros todos que mi gozo es [el] de todos vosotros. 4 Porque por la mucha tribulacion y angustia del corazon os escribi con muchas lagrimas; no para que fueseis contristados, mas para que supieseis cuanto mas amor tengo para con vosotros. 5 Que si alguno [me] contristo, no me contristo a mi, sino en parte; por no cargaros a todos vosotros. 6 Bastele al tal esta reprension [hecha] de muchos. 7 Asi que, al contrario, vosotros mas bien lo perdoneis y consoleis, porque no sea el tal consumido de demasiada tristeza. 8 Por lo cual os ruego que confirmeis el amor para con el. 9 Porque tambien por este fin [os] escribi, para tener experiencia de vosotros si sois obedientes en todo. 10 Y al que vosotros perdonareis, yo tambien: porque tambien yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros [lo he hecho] en persona de Cristo; 11 Porque no seamos enganados de Satanas: pues no ignoramos sus maquinaciones. 12 Cuando vine a Troas para el Evangelio de Cristo, aunque me fue abierta puerta en el Senor, 13 No tuve reposo en mi espiritu, por no haber hallado a Tito mi hermano: asi despidiendome de ellos, parti para Macedonia. 14 Mas a Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesus, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar. 15 Porque para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden. 16 A estos ciertamente olor de muerte para muerte: y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas ?quien es suficiente? 17 Porque no somos, como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios, antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo. CAPITULO 3. 1 COMENZAMOS otra vez a alabarnos a nosotros mismos? ?o tenemos necesidad, como algunos, de letras de recomendacion para vosotros, o de recomendacion de vosotros? 2 Nuestras letras sois vosotros, escritas en nuestros corazones, sabidas y leidas de todos los hombres; 3 Siendo manifiesto que sois letra de Cristo administrada de nosotros, y escrita no con tinta, mas con el Espiritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazon. 4 Y tal confianza tenemos por Cristo para con Dios: 5 No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia [es] de Dios; 6 El cual asimismo nos hizo [que fuesemos] ministros suficientes del nuevo pacto: no de la letra, mas del espiritu; porque la letra mata, mas el espiritu vivifica. 7 Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de Moises, a causa de la gloria de su rostro, la cual habia de perecer, 8 ?Como no sera mas bien con gloria el ministerio del Espiritu? 9 Porque si el ministerio de condenacion fue [con] gloria, mucho mas abundara en gloria el ministerio de justicia. 10 Porque aun lo que fue [tan] glorioso, no es glorioso en esta parte, en comparacion de la excelente gloria. 11 Porque si lo que perece [tuvo] gloria, mucho mas [sera] en gloria lo que permanece. 12 Asi que teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza. 13 Y no como Moises, [que] ponia un velo sobre su faz, para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que habia de ser abolido. 14 Empero los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el dia de hoy [les] queda el mismo velo no descubierto en la leccion del antiguo testamento, el cual por Cristo es quitado. 15 Y aun hasta el dia de hoy, cuando Moises es leido, el velo esta puesto sobre el corazon de ellos. 16 Mas cuando se convirtieren al Senor, el velo se quitara. 17 Porque el Senor es el Espiritu: y donde [hay] aquel Espiritu del Senor, alli [hay] libertad. 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Senor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espiritu del Senor. CAPITULO 4. 1 POR lo cual teniendo [nosotros] esta administracion segun la misericordia que hemos alcanzado, no desmayamos; 2 Antes quitamos los escondrijos de vergueenza, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por manifestacion de verdad encomendandonos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios. 3 Que si nuestro Evangelio esta aun encubierto, entre los que se pierden esta encubierto: 4 En los cuales el dios de este siglo cego los entendimientos de los incredulos, para que no les resplandezca la lumbre del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesu-Cristo el Senor; y nosotros vuestros siervos por Jesus. 6 Porque Dios, que mando que de las tinieblas resplandeciese la luz, [es el] que resplandecio en nuestros corazones, para iluminacion del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo. 7 Tenemos empero este tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea de Dios, y no de nosotros: 8 [Estando] atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; 9 Perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos; 10 Llevando siempre por todas partes la muerte de Jesus en el cuerpo para que tambien la vida de Jesus sea manifestada en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por Jesus, para que tambien la vida de Jesus sea manifestada en nuestra carne mortal. 12 De manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida. 13 Empero teniendo el mismo espiritu de fe, conforme a lo que esta escrito: Crei, por lo cual tambien hable: nosotros tambien creemos, por lo cual tambien hablamos; 14 Estando ciertos que el que levanto al Senor Jesus, a nosotros tambien nos levantara por Jesus, y nos pondra con vosotros. 15 Porque todas [estas] cosas [padecemos] por vosotros, para que abundando la gracia por muchos, en el hacimiento de gracias sobreabunde a gloria de Dios. 16 Por tanto no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de dia en dia. 17 Porque lo que al presente es momentaneo y leve de nuestra tribulacion, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria; 18 No mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven: porque las cosas que se ven, [son] temporales; mas las que no se ven, [son] eternas. CAPITULO 5. 1 PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de [esta] nuestra habitacion se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. 2 Y por esto tambien gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra habitacion celestial; 3 Puesto que en verdad habremos sido hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en [este] tabernaculo, gemimos agravados; porque no quisieramos ser desnudados, sino sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo, [es] Dios; el cual nos ha dado la prenda del Espiritu. 6 Asi que [vivimos] confiados siempre y sabiendo, que entretanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos [ausentes] del Senor. 7 (Porque por fe andamos, no por vista.) 8 Mas confiamos, y mas quisieramos partir del cuerpo, y estar presentes al Senor. 9 Por tanto procuramos tambien, o ausentes, o presentes, serle agradables: 10 Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba segun lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora [sea] bueno o malo: 11 Estando pues poseidos del temor del Senor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos manifiestos: y espero que tambien en vuestras conciencias somos manifiestos. 12 No nos encomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasion de gloriaros por nosotros, para que tengais [que responder] contra los que se glorian en las apariencias, y no en el corazon. 13 Porque si loqueamos, [es] para Dios; y si estamos en seso, [es] para vosotros. 14 Porque el amor de Cristo nos constrine, pensando esto; Que si uno murio por todos, luego todos son muertos: 15 Y por todos murio Cristo, para que los que viven, ya no vivan para si, mas para aquel que murio y resucito por ellos. 16 De manera que nosotros de aqui adelante a nadie conocemos segun la carne: y aun si a Cristo conocimos segun la carne, empero ahora ya no [le] conocemos. 17 De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura [es:] las cosas viejas pasaron; he aqui todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto [viene] de Dios, el cual nos reconcilio a si por Cristo; y nos dio el ministerio de la reconciliacion. 19 Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a si, no imputandoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliacion. 20 Asi que somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios [os] rogase por medio nuestro: [os] rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conocio pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuesemos hechos justicia de Dios en el. CAPITULO 6. 1 Y ASI [nosotros, como] ayudadores juntamente [con el, os] exhortamos tambien a que no recibais en vano la gracia de Dios, 2 (Porque dice: En tiempo aceptable te he oido, y en dia de salud te he socorrido: he aqui ahora el tiempo aceptable; he aqui ahora el dia de salud.) 3 No dando a nadie ningun escandalo, porque el ministerio [nuestro] no sea vituperado: 4 Antes habiendonos en todas cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, 5 En azotes, en carceles, en alborotos, en trabajos, en vigilias, en ayunos, 6 En castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espiritu Santo, en amor no fingido, 7 En palabra de verdad, en potencia de Dios, en armas de justicia a diestro y a siniestro, 8 Por honra y por deshonra, por infamia y por buena fama; como enganadores, mas hombres de verdad, 9 Como ignorados, mas conocidos; como muriendo, mas he aqui vivimos; como castigados, mas no muertos; 10 Como doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyendolo todo. 11 Nuestra boca esta abierta a vosotros, oh Corintios; nuestro corazon es ensanchado. 12 No estais estrechos en nosotros; mas estais estrechos en vuestras [propias] entranas. 13 Pues para corresponder al propio modo, (como a hijos hablo,) ensanchaos tambien vosotros. 14 No os junteis en yugo con los infieles, porque ?que compania tiene la justicia con la injusticia? y ?que comunion la luz con las tinieblas, 15 Y ?que concordia Cristo con Belial? o ?que parte el fiel con el infiel? 16 Y ?que concierto el templo de Dios con los idolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitare y andare en ellos; y sere el Dios de ellos, y ellos seran mi pueblo. 17 Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Senor; y no toqueis lo inmundo; y yo os recibire, 18 Y sere a vosotros Padre, y vosotros me sereis a mi hijos e hijas, dice el Senor Todopoderoso. CAPITULO 7. 1 ASI que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiemonos de toda inmundicia de carne y de espiritu, perfeccionando la santificacion en temor de Dios. 2 Admitidnos: a nadie hemos injuriado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos enganado. 3 No para condenar[os lo] digo; que ya he dicho antes que estais en nuestros corazones, para morir y para vivir juntamente [con vosotros.] 4 Mucha confianza tengo de vosotros, tengo de vosotros mucha gloria; lleno estoy de consolacion, sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. 5 Porque aun cuando vinimos a Macedonia, ningun reposo tuvo nuestra carne; antes en todo fuimos atribulados: de fuera cuestiones, de dentro temores. 6 Mas Dios, que consuela los humildes, nos consolo con la venida de Tito: 7 Y no solo con su venida, sino tambien con la consolacion con que el fue consolado acerca de vosotros, haciendonos saber vuestro deseo grande, vuestro lloro, vuestro celo por mi, para que asi me gozase mas. 8 Porque aunque os contriste por carta, no me arrepiento, bien que me arrepenti; porque veo que aquella carta, aunque por [algun] tiempo os contristo, 9 Ahora me gozo, no porque hayais sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habeis sido contristados segun Dios, para que ninguna perdida padecieseis por nuestra parte. 10 Porque el dolor que es segun Dios obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo, obra muerte. 11 Porque he aqui, esto mismo que segun Dios fuisteis contristados, cuanta solicitud ha obrado en vosotros, y aun defensa, y aun enojo, y aun temor, mas gran deseo, y aun celo, y ademas vindicacion. En todo os habeis mostrado limpios en el negocio. 12 Asi que, aunque os escribi, no [fue] por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padecio, mas para que os fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. 13 Por tanto tomamos consolacion de vuestra consolacion: empero mucho mas nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espiritu de todos vosotros. 14 Pues si algo me he gloriado para con el de vosotros, no he sido avergonzado; antes como todo lo que habiamos dicho de vosotros [era] con verdad, asi tambien nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera. 15 Y sus entranas son mas abundantes para con vosotros cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, [y] de como lo recibisteis con temor y temblor. 16 Me gozo de que en todo estoy confiado de vosotros. CAPITULO 8. 1 ASIMISMO, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios, que ha sido dada a las iglesias de Macedonia: 2 Que en grande prueba de tribulacion la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su bondad. 3 Pues de su grado [han dado] conforme a [sus] fuerzas, yo testifico, y aun sobre [sus] fuerzas; 4 Pidiendonos con muchos ruegos, que aceptasemos la gracia y la comunicacion del servicio para los santos. 5 Y no como [lo] esperabamos, mas aun a si mismos se dieron primeramente al Senor, y a nosotros por la voluntad de Dios. 6 De manera que exhortamos a Tito que como comenzo antes, asi tambien acabe esta gracia entre vosotros tambien. 7 Por tanto, como en todo abundais, en fe, y en palabra, y [en] ciencia, y en toda solicitud, y [en] vuestro amor para con nosotros, que tambien abundeis en esta gracia. 8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba por la eficacia de otros, la sinceridad tambien de la caridad vuestra. 9 Porque ya sabeis la gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 10 Y en esto doy [mi] consejo: porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no solo a hacerlo, mas aun a querer lo desde el ano pasado. 11 Ahora pues, llevad tambien a cabo el hecho: para que como [estuvisteis] prontos a querer, asi tambien [lo esteis] en cumplir conforme a lo que teneis. 12 Porque si primero hay la voluntad pronto, sera acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene. 13 Porque no [se hace esto] para que haya para otros desahogo, y para vosotros apretura; 14 Sino para que en este tiempo, con igualdad, vuestra abundancia supla la falta de ellos, para que tambien la abundancia de ellos supla vuestra falta; porque haya igualdad, 15 Como esta escrito: El que [recogio] mucho, no tuvo mas; y el que poco, no tuvo menos. 16 Empero gracias a Dios que dio la misma solicitud por vosotros en el corazon de Tito. 17 Pues a la verdad recibio la exhortacion; mas estando tambien muy solicito, de su voluntad partio para vosotros. 18 Y enviamos juntamente con el al hermano, cuya alabanza en el Evangelio [es] por todas las iglesias. 19 Y no solo [esto,] mas tambien fue ordenado por las iglesias el companero de nuestra peregrinacion para [llevar] esta gracia, que es administrada de nosotros para gloria del mismo Senor, y [para servir] vuestro pronto animo, 20 Evitando que nadie nos vitupere en esta abundancia que ministramos: 21 Procurando las cosas honestas, no solo delante del Senor, mas aun delante de los hombres. 22 Enviamos tambien con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces hemos experimentado diligente; mas ahora mucho mas con la mucha confianza que [tenemos] en vosotros. 23 Ora en orden a Tito, mi companero y coadjutor para con vosotros, o [acerca de] nuestros hermanos, los mensajeros [son] de las iglesias, [y] la gloria de Cristo. 24 Mostrad pues para con ellos a la faz de las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestra gloria acerca de vosotros. CAPITULO 9. 1 PORQUE cuanto a la suministracion para los santos, por demas me es escribiros; 2 Pues conozco vuestro pronto animo, del cual me glorio yo entre los de Macedonia, que Achaia esta apercibida desde el ano pasado; y vuestro ejemplo ha estimulado a muchos. 3 Mas he enviado los hermanos, porque nuestra gloria de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho, esteis apercibidos: 4 No sea que, si vinieren conmigo Macedonios, y os hallaren desapercibidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de este firme gloriarnos. 5 Por tanto tuve por cosa necesaria exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros, y apresten primero vuestra bendicion antes prometida, para que este aparejada como [de] bendicion, y no como [de] mezquindad. 6 Esto empero [digo:] El que siembra escasamente, tambien segara escasamente; y el que siembra en bendiciones, en bendiciones tambien segara. 7 Cada uno [de] como propuso en su corazon: no con tristeza, o por necesidad porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin que, teniendo siempre en todas [cosas] todo lo que basta, abundeis para toda buena obra: 9 (Como esta escrito: Derramo; dio a los pobres: su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da simiente al que siembra, tambien dara pan para comer, y multiplicara vuestra sementera, y aumentara los crecimientos de los frutos de vuestra justicia;) 11 Para que esteis enriquecidos en todo para toda bondad, la cual obra por nosotros hacimiento de gracias a Dios. 12 Porque la suministracion de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino tambien abunda en muchos hacimientos de gracias a Dios: 13 Que por la experiencia de esta suministracion glorifican a Dios por la obediencia que profesais al Evangelio de Cristo, y por la bondad de contribuir para ellos y para todos: 14 Asimismo por la oracion de ellos a favor vuestro, los cuales os quieren a causa de la eminente gracia de Dios en vosotros. 15 Gracias [sean dadas] a Dios por su don inefable. CAPITULO 10. 1 EMPERO, yo Pablo os ruego por la mansedumbre y modestia de Cristo ([yo] que presente ciertamente [soy] bajo entre vosotros; mas ausente soy confiado con vosotros:) 2 Ruego, pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que estoy en animo de ser resuelto para con algunos, que nos tienen como si anduviesemos segun la carne. 3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos segun la carne: 4 Porque las armas de nuestra milicia no [son] carnales; sino poderosas en Dios para la destruccion de fortalezas; 5 Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento a la obediencia de Cristo; 6 Y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida. 7 ?Mirais las cosas segun la apariencia? Si alguno esta confiado en si mismo que es de Cristo, esto tambien piense por si mismo, que como el [es] de Cristo, asi tambien nosotros [somos] de Cristo. 8 Porque aunque me glorie aun un poco de nuestra potestad, (la cual el Senor nos dio para edificacion, y no para vuestra destruccion,) no me avergonzare. 9 [Digolo] porque no parezca como que os [quiero] espantar por cartas. 10 Porque a la verdad, dicen, las cartas [son] graves y fuertes; mas la presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable. 11 Esto piense el tal, que cuales somos en la palabra por cartas, estando ausentes, tales [seremos] tambien en hechos, estando presentes. 12 Porque no osamos entremeternos o compararnos con algunos que se alaban a si mismos: mas [ellos,] midiendose a si mismos por si mismos, y comparandose consigo mismos, no son juiciosos. 13 Nosotros empero no nos gloriaremos fuera de [nuestra] medida, sino conforme a la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartio, para llegar aun hasta vosotros. 14 Porque no nos extendemos sobre [nuestra medida,] como si no llegasemos hasta vosotros; porque tambien hasta vosotros hemos llegado en el Evangelio de Cristo: 15 No gloriandonos fuera de [nuestra] medida en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros conforme a nuestra regla, 16 Y que anunciaremos el Evangelio en los [lugares] mas alla de vosotros, sin [entrar en] la medida de otro para gloriarnos en lo que [ya] estaba aparejado. 17 Mas el que se gloria, gloriese en el Senor. 18 Porque no el que se alaba a si mismo, el tal es aprobado; mas aquel a quien Dios alaba. CAPITULO 11. 1 OJALA toleraseis un poco mi locura; empero toleradme. 2 Pues que os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un marido, para presentaros [como] una virgen pura a Cristo. 3 Mas temo que como la serpiente engano a Eva con su astucia, sean corrompidos asi vuestros sentidos en alguna manera, [y caigan] de la simplicidad que es en Cristo. 4 Porque si el que viene, predicare otro Cristo que el que hemos predicado, o recibiereis otro espiritu del que habeis recibido, u otro evangelio del que habeis aceptado, [lo] sufrierais bien. 5 [Cuanto a mi,] cierto pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apostoles. 6 Porque aunque [soy] basto en palabra, empero no en la ciencia; mas en todo somos ya del todo manifiestos a vosotros. 7 ?Peque yo humillandome a mi mismo, para que vosotros fueseis ensalzados, porque os he predicado el Evangelio de Dios de balde? 8 He despojado las otras iglesias, recibiendo salario para ministraros a vosotros. 9 Y estando con vosotros, y teniendo necesidad, a ninguno [de vosotros] fui carga: porque lo que me faltaba, suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia: y en todo me guarde de seros gravoso, y me guardare. 10 Es la verdad de Cristo en mi, que esta gloria no me sera cerrada en las partes de Achaia. 11 ?Por que? [es] porque no os amo? Dios lo sabe. 12 Mas lo que hago, hare aun para cortar la ocasion de aquellos que la desean, a fin que en aquello que se glorian, sean hallados semejantes a nosotros. 13 Porque estos [son] falsos apostoles, obreros fraudulentos, transfigurandose en apostoles de Cristo. 14 Y no [es] maravilla; porque el mismo Satanas se transfigura en angel de luz. 15 Asi que no [es] mucho, si tambien sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin sera conforme a sus obras. 16 Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como a loco, para que aun me glorie yo un poquito. 17 Lo que hablo, no lo hablo segun el Senor, sino como en locura, con esta confianza de gloria. 18 Pues que muchos se glorian segun la carne, tambien yo me gloriare. 19 Porque de buena gana tolerais los necios, siendo vosotros sabios: 20 Porque tolerais si alguno os pone en servidumbre, si alguno [os] devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara. 21 Digolo cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiesemos sido flacos. Empero en lo que otro tuviere osadia (hablo con locura) tambien yo tengo osadia. 22 ?Son Hebreos? yo tambien. ?Son Israelitas? yo tambien. ?Son simiente de Abraham? tambien yo. 23 ?Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) yo mas: en trabajos mas abundante; en azotes sin medida; en carceles, mas; en muertes, muchas veces. 24 De los Judios cinco veces he recibido cuarenta [azotes] menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un dia he estado en lo profundo [de la mar.] 26 En caminos muchas veces; peligros de rios, peligros de ladrones, peligros de los de [mi] nacion, peligros de los Gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en la mar, peligros entre falsos hermanos; 27 En trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frio y en desnudez; 28 Sin [otras] cosas ademas, lo que sobre mi se agolpa cada dia, la solicitud de todas las iglesias. 29 ?Quien enferma, y [yo] no enfermo? ?Quien se escandaliza, y yo no me quemo? 30 Si es menester gloriarse, me gloriare yo de lo que es de mi flaqueza. 31 El Dios y Padre del Senor nuestro Jesu-Cristo, que es bendito por siglos, sabe que no miento: 32 En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los Damascenos para prenderme: 33 Y fui descolgado del muro en un seron por una ventana, y escape de sus manos. CAPITULO 12. 1 CIERTO no me es conveniente gloriarme; mas vendre a las visiones y a las revelaciones del Senor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce anos (si en el cuerpo, no [lo] se; si fuera del cuerpo, no [lo] se; Dios [lo] sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y conozco tal hombre, (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no [lo] se: Dios [lo] sabe,) 4 Que fue arrebatado al paraiso, donde oyo palabras secretas que el hombre no puede decir. 5 De este tal me gloriare: mas de mi mismo nada me gloriare, sino en mis flaquezas. 6 Por lo cual si quisiere gloriarme, no sere insensato; porque dire verdad: empero [lo] dejo, porque nadie piense de mi mas de lo que en mi ve, u oye de mi. 7 Y porque la grandeza de las revelaciones no me levante descomedidamente, me es dado un aguijon en mi carne, un mensajero de Satanas, que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. 8 Por lo cual tres veces he rogado al Senor que se quite de mi. 9 Y me ha dicho: Bastate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto de buena gana me gloriare mas bien en mis flaquezas, porque habite en mi la potencia de Cristo. 10 Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo: porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso. 11 Heme hecho un necio en gloriarme: vosotros me constrenisteis; pues yo habia de ser alabado de vosotros: porque en nada he sido menos que los sumos apostoles, aunque soy nada. 12 Con todo esto las senales de apostol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, en senales, y en prodigios, y en maravillas. 13 Porque ?que hay en que habeis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme esta injuria. 14 He aqui estoy aparejado para ir a vosotros la tercera vez, y no os sere gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. 15 Empero yo de muy buena gana despendere y sere despendido por vuestras almas, aunque amandoos mas, sea amado menos. 16 Mas sea asi, yo no os he agravado; sino que, como soy astuto, os he tomado por engano. 17 ?Acaso os he enganado por alguno de los que he enviado a vosotros? 18 Rogue a Tito, y envie con [el] al hermano. ?Os engano quiza Tito? ?no hemos procedido con el mismo espiritu, y por las mismas pisadas? 19 ?Pensais aun que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios, en Cristo hablamos: mas todo, muy amados, por vuestra edificacion. 20 Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no quereis; que [haya] entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, elaciones, bandos; 21 Que cuando volviere, me humille Dios entre vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes habran pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia, y fornicacion, y deshonestidad que han cometido. CAPITULO 13. 1 ESTA tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistira todo negocio. 2 He dicho antes, y ahora digo otra vez como presente; y ahora ausente lo escribo a los que antes pecaron, y a todos los demas; que si voy otra vez, no perdonare: 3 Pues buscais una prueba de Cristo que habla en mi, el cual no es flaco para con vosotros, antes es poderoso en vosotros. 4 Porque aunque fue crucificado por flaqueza, empero vive por potencia de Dios. Pues tambien nosotros somos flacos con el, mas viviremos con el por la potencia de Dios para con vosotros. 5 Examinaos a vosotros mismos si estais en fe; probaos a vosotros mismos. ?No os conoceis a vosotros mismos, que Jesu-Cristo esta en vosotros? si ya no sois reprobados. 6 Mas espero que conocereis que nosotros no somos reprobados. 7 Y oramos a Dios que ninguna cosa mala hagais; no para que nosotros seamos hallados aprobados, mas para que vosotros hagais lo que es bueno, aunque nosotros seamos como reprobados. 8 Porque ninguna cosa podemos contra la verdad, sino por la verdad. 9 Por lo cual nos gozamos que seamos nosotros flacos, y que vosotros esteis fuertes; y aun deseamos vuestra perfeccion. 10 Por tanto [os] escribo esto ausente por no tratar presente con [mas] dureza, conforme a la potestad que el Senor me ha dado para edificacion, y no para destruccion. 11 Resta hermanos, que tengais gozo; seais perfectos, tengais consolacion, sintais una misma cosa, tengais paz; y el Dios de paz y de caridad sera con vosotros. 12 Saludaos los unos a los otros con osculo santo. Todos los santos os saludan. 13 La gracia del Senor Jesu-Cristo y el amor de Dios, y la participacion del Espiritu Santo sea con vosotros todos. Amen. La segunda [epistola] a los Corintios fue enviada de Filipos de Macedonia con Tito y Lucas. LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS GALATAS. CAPITULO 1. 1 PABLO apostol, no de los hombres, ni por hombre, mas por Jesu-Cristo, y por Dios el Padre, que lo resucito de los muertos, 2 Y todos los hermanos que estan conmigo, a las iglesias de Galacia: 3 Gracia [sea] a vosotros, y paz de Dios el Padre, y de nuestro Senor Jesu- Cristo 4 El cual se dio a si mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro; 5 Al cual [es] la gloria por siglos de siglos. Amen. 6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayais traspasado del que os llamo a la gracia de Cristo, a otro evangelio; 7 No que hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el Evangelio de Cristo. 8 Mas aun si nosotros, o un angel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, tambien ahora decimos otra vez: si alguno os anunciare otro evangelio del que habeis recibido, sea anatema. 10 Porque ?persuado yo ahora a hombres o a Dios? ?o busco de agradar a hombres? Cierto que si todavia agradara a los hombres, no seria siervo de Cristo. 11 Mas os hago saber, hermanos, que el Evangelio que [os] ha sido anunciado por mi, no es segun hombre. 12 Pues ni yo lo recibi, ni [lo] aprendi de hombre, sino por revelacion de Jesu-Cristo. 13 Porque ya habeis oido acerca de mi conducta otro tiempo en el Judaismo: que perseguia sobremanera la iglesia de Dios, y la destruia; 14 Y aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis iguales en mi nacion, siendo muy mas celador [que todos] de las tradiciones de mis padres. 15 Mas cuando plugo a Dios, que me aparto desde el vientre de mi madre, y [me] llamo por su gracia, 16 Revelar a su Hijo en mi, para que le predicase entre los Gentiles, luego no conferi con carne y sangre; 17 Ni fui a Jerusalem a los que eran apostoles antes que yo; sino que me fui a la Arabia, y volvi de nuevo a Damasco. 18 Despues, pasados tres anos, fui a Jerusalem a ver a Pedro, y estuve con el quince dias. 19 Mas a ningun otro de los apostoles vi, sino a Jacobo el hermano del Senor. 20 Y [en] esto que os escribo, he aqui delante de Dios, no miento. 21 Despues fui a las partes de Siria y de Cilicia. 22 Y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo. 23 Solamente habian oido [acerca de mi:] Aquel que en otro tiempo nos perseguia, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruia. 24 Y glorificaban a Dios en mi. CAPITULO 2. 1 DESPUES, pasados catorce anos, fui otra vez a Jerusalem juntamente con Bernabe, tomando tambien conmigo a Tito. 2 Empero fui por revelacion, y comuniqueles el Evangelio que predico entre los Gentiles; mas particularmente a los que parecian ser algo, por no correr en vano, o haber corrido. 3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, siendo Griego, fue compelido a circuncidarse: 4 Y [eso] por causa de los falsos hermanos, que se entraban secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesus, para ponernos en servidumbre; 5 A los cuales ni aun por una hora cedimos sujetandonos, para que la verdad del Evangelio permaneciese con vosotros. 6 Empero de aquellos que parecian ser algo, (cuales hayan sido algun tiempo, no tengo que ver; Dios no acepta apariencia de hombre;) a mi ciertamente los que parecian [ser] algo, nada me dieron. 7 Antes por el contrario, como vieron que el Evangelio de la incircuncision me era encargado, como a Pedro el de la circuncision, 8 (Porque el que hizo por Pedro para el apostolado de la circuncision, hizo tambien por mi para con los Gentiles.) 9 Y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo, y Cephas, y Juan, que parecian ser las columnas, nos dieron las diestras de compania a mi y a Bernabe, para que nosotros [predicasemos] a los Gentiles, y ellos a la circuncision. 10 Solamente [nos pidieron] que nos acordasemos de los pobres; lo mismo que fui tambien solicito en hacer. 11 Empero viniendo Pedro a Antioquia, le resisti en la cara, porque era de condenar. 12 Porque antes que viniesen unos [de parte] de Jacobo, comia con los Gentiles; mas despues que vinieron, se retraia y apartaba teniendo miedo de los que eran de la circuncision. 13 Y a su disimulacion consentian tambien los otros Judios; de tal manera que aun Bernabe fue tambien llevado [de ellos] en su simulacion. 14 Mas cuando vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tu, siendo Judio, vives como los Gentiles y no como Judio, ?por que constrines a los Gentiles a judaizar? 15 Nosotros Judios naturales, y no pecadores de los Gentiles, 16 Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesu-Cristo, nosotros tambien hemos creido en Jesu-Cristo, para que fuesemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne sera justificada. 17 Y si buscando nosotros ser justificados en Cristo, tambien nosotros somos hallados pecadores, ?[es] por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. 18 Porque si las cosas que destrui, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19 Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo; no ya yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, [lo] vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo, y se entrego a si mismo por mi. 21 No desecho la gracia de Dios. Porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demas murio Cristo. CAPITULO 3. 1 OH Galatas insensatos! ?quien os fascino, para no obedecer a la verdad, ante cuyos ojos Jesu-Cristo fue ya descrito [como] crucificado entre vosotros? 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ?Recibisteis el Espiritu por las obras de la ley, o por el oir de la fe? 3 ?Tan necios sois? ?Habiendo comenzado por el Espiritu, ahora os perfeccionais por la carne? 4 ?Tantas cosas habeis padecido en vano? si empero en vano. 5 Aquel, pues, que os daba el Espiritu; y obraba maravillas entre vosotros, ?[hacialo] por las obras de la ley, o por el oir de la fe? 6 Como Abraham creyo a Dios, y le fue imputado a justicia. 7 Sabeis por tanto que los que son de fe, los tales son hijos de Abraham. 8 Y viendo antes la escritura, que Dios por la fe habia de justificar los Gentiles, evangelizo antes a Abraham, [diciendo:] En ti seran benditas todas las naciones. 9 Luego los de la fe son [los] benditos con el creyente Abraham. 10 Porque todos los que son de las obras de la ley, estan bajo de maldicion. Porque escrito esta: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que estan escritas en el libro de la ley para hacerlas. 11 Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivira. 12 La ley tambien no es de la fe, sino: El hombre que los hiciere, vivira en ellos. 13 Cristo nos redimio de la maldicion de la ley, hecho por nosotros maldicion; (porque esta escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero:) 14 Para que la bendicion de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesus; para que por la fe recibamos la promesa del Espiritu. 15 Hermanos, hablo como hombre: Aunque un pacto [sea] de hombre, con todo [siendo] confirmado, nadie [lo] cancela, o le anade. 16 A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos, sino como de uno. Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fue hecha cuatrocientos y treinta anos despues, no lo abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no [sera] por la promesa; empero Dios por la promesa hizo la donacion a Abraham. 19 ?Pues de que [sirve] la ley? Fue puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; ordenada [aquella] por los angeles en la mano de un mediador. 20 Y el mediador no es de uno, pero Dios es uno. 21 Luego ?la ley [es] contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. 22 Mas encerro la escritura todo debajo de pecado, para que la promesa fuese dada a los creyentes por la fe de Jesu-Cristo. 23 Empero antes que viniese la fe estabamos guardados debajo de la ley, encerrados para aquella fe que habia de ser descubierta. 24 De manera que la ley nuestro ayo fue para [llevarnos] a Cristo, para que fuesemos justificados por la fe. 25 Mas venida la fe, ya no estamos debajo del ayo. 26 Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesus. 27 Porque todos los que habeis sido bautizados en Cristo, de Cristo estais vestidos. 28 No hay Judio, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varon, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesus. 29 Y si vosotros [sois] de Cristo, ciertamente la simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa los herederos. CAPITULO 4. 1 TAMBIEN digo: Entretanto que el heredero es nino, en nada difiere del siervo, aunque es senor de todo; 2 Mas esta debajo de tutores y curadores hasta el tiempo senalado por el padre. 3 Asi tambien nosotros, cuando eramos ninos, eramos siervos bajo los rudimentos del mundo. 4 Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envio su Hijo, hecho de mujer, hecho subdito a la ley, 5 Para que redimiese los que estaban debajo de la ley, a fin que recibiesemos la adopcion de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envio el Espiritu de su Hijo en vuestros corazones^, el cual clama: Abba, Padre: 7 Asi que ya no eres mas siervo, sino hijo; y si hijo, tambien heredero de Dios por Cristo. 8 Antes, en otro tiempo, no conociendo a Dios, serviais a los que por naturaleza no son dioses: 9 Mas ahora habiendo conocido a Dios, o mas bien, siendo conocidos de Dios, ?como os volveis de nuevo a los flacos y pobres rudimentos, en los cuales quereis volver a servir, 10 Guardais los dias, y los meses, y los tiempos, y los anos. 11 Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros. 12 Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo [soy] como vosotros: ningun agravio me habeis hecho. 13 Que vosotros sabeis que por flaqueza de carne os anuncie el Evangelio al principio: 14 Y no desechasteis ni menospreciasteis mi tentacion que [estaba] en mi carne antes me recibisteis como a un angel de Dios, como a Cristo Jesus. 15 ?Donde esta, pues, vuestra bienaventuranza? porque yo os doy testimonio, que si se pudiera [hacer,] os hubierais sacado vuestros ojos para darmelos. 16 ?Heme pues hecho vuestro enemigo, diciendoos la verdad? 17 Tienen celos de vosotros, [pero] no bien: antes, os quieren echar fuera para que vosotros los celeis a ellos. 18 Bueno [es] ser celosos en bien siempre; y no solamente cuando estoy presente con vosotros. 19 Hijitos mios, que vuelvo otra vez a estar de parto de vosotros, hasta que Cristo sea formado en vosotros, 20 Querria cierto estar ahora con vosotros, y mudar mi voz; porque estoy perplejo en cuanto a vosotros. 21 Decidme, los que quereis estar debajo de la ley, ?no habeis oido la ley? 22 Porque escrito esta que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, el otro de la libre. 23 Mas el de la sierva nacio segun la carne; pero el de la libre [nacio] por la promesa. 24 Las cuales cosas son dichas por alegoria: porque estas [mujeres] son los dos pactos; el uno ciertamente del monte Sina, el cual engendro para servidumbre, que es Agar. 25 Porque Agar o Sina es un monte de Arabia, el cual es conjunto a la que ahora es Jerusalem, la cual sirve con sus hijos. 26 Mas la Jerusalem de arriba libre es; la cual es la madre de todos nosotros. 27 Porque esta escrito: Alegrate, esteril que no pares; prorrumpe^ en [alabanzas] y clama, la que no estas de parto; porque mas son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido. 28 Asi que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. 29 Empero como entonces el que era engendrado segun la carne, perseguia al que [habia nacido] segun el Espiritu, asi tambien ahora. 30 Mas ?que dice la escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo: Porque no sera heredero el hijo de la sierva con el hijo de la libre. 31 De manera, hermanos, que no somos hijos de la sierva, mas de la libre. CAPITULO 5. 1 ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volvais otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre. 2 He aqui, yo Pablo os digo: que si os circuncidareis, Cristo no os aprovechara nada. 3 Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que esta obligado a hacer toda la ley. 4 Vacios sois de Cristo los que por la ley os justificais; de la gracia habeis caido. 5 Porque nosotros por el Espiritu esperamos la esperanza de la justicia por la fe. 6 Porque en Cristo Jesus ni la circuncision vale algo, ni la incircuncision; sino la fe que obra por la caridad. 7 Vosotros corriais bien: ?quien os embarazo para no obedecer a la verdad? 8 Esta persuasion no es de aquel que os llama. 9 Un poco de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confio de vosotros en el Senor, que ninguna otra cosa sentireis: mas el que os inquieta, llevara el juicio, quien quiera que el sea. 11 Y yo, hermanos, si aun predico la circuncision, ?por que padezco persecucion todavia? pues que quitado es el escandalo de la cruz. 12 Ojala fuesen tambien cortados los que os inquietan. 13 Porque vosotros, hermanos, a libertad habeis sido llamados: solamente que no [useis] la libertad como ocasion a la carne; sino servios por amor los unos a los otros. 14 Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amaras a tu projimo como a ti mismo. 15 Y si os mordeis y os comeis los unos a los otros, mirad que tambien no os consumais los unos a los otros. 16 Digo pues: Andad en el Espiritu, y no satisfagais la concupiscencia de la carne. 17 Porque la carne codicia contra el Espiritu, y el Espiritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagais lo que quisiereis. 18 Mas si sois guiados del Espiritu, no estais debajo de la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicacion, inmundicia, disolucion, 20 Idolatria, hechicerias, enemistades, pleitos, zelos, iras, contiendas, disensiones, herejias, 21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a estas: [de] las cuales os denuncio, como ya [os] he anunciado, que los que hacen tales cosas, no heredaran el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espiritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, 23 Mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley. 24 Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con sus afectos y concupiscencias. 25 Si vivimos en el Espiritu, andemos tambien en el Espiritu. 25 No seamos codiciosos de vana gloria, irritando los unos a los otros, envidiandose los unos a los otros. CAPITULO 6. 1 HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros [que sois] espirituales, restaurad al tal con el espiritu de mansedumbre; considerandote a ti mismo, para que tu no seas tambien tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid asi la ley de Cristo. 3 Porque el que estima de si que es algo, no siendo nada, a si mismo se engana. 4 Asi que cada uno examine su obra; y entonces tendra gloria solo respecto de si mismo, y no en otro. 5 Porque cada cual llevara su carga. 6 Y el que es ensenado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye. 7 No os enganeis: Dios no [puede] ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso tambien segara. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segara corrupcion; mas el que siembra para el Espiritu, del Espiritu segara vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubieremos desmayado. 10 Asi que entretanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos, y mayormente a los domesticos de la fe. 11 Mirad en cuan grandes letras os he escrito de mi mano. 12 Todos los que quieren agradar en la carne, estos os constrinen a que os circuncideis, solamente por no padecer persecucion por la cruz de Cristo. 13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seais circuncidados, para gloriarse en vuestra carne. 14 Mas lejos este de mi gloriarme, sino en la cruz de nuestro Senor Jesu- Cristo, por el cual el mundo me es crucificado a mi, y yo al mundo. 15 Porque en Cristo Jesus, ni la circuncision vale nada, ni la incircuncision, sino la nueva criatura. 16 Y todos los que anduvieren conforme a esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios. 17 De aqui adelante nadie me sea molesto: porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Senor Jesus. 18 Hermanos, la gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con vuestro espiritu. Amen. Enviada de Roma a los Galatas. LA EPISTOLA^ DEL APOSTOL SAN PABLO A^ LOS EFESIOS. CAPITULO 1. 1 PABLO, apostol de Jesu-Cristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesus, que estan en Efeso: 2 Gracia [sea] a vosotros, y paz de Dios Padre nuestro, y del Senor Jesu- Cristo. 3 Bendito el Dios y Padre del Senor nuestro Jesu-Cristo, el cual nos bendijo con toda bendicion espiritual en [lugares] celestiales en Cristo; 4 Segun nos escogio en el antes de la fundacion del mundo, para que fuesemos santos y sin mancha delante de el en amor; 5 Habiendonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesu-Cristo en si mismo, segun el puro afecto de su voluntad, 6 Para la alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el amado: 7 En el cual tenemos redencion por su sangre, la remision de pecados, por las riquezas de su gracia, 8 Que sobreabundo en nosotros en toda sabiduria e inteligencia; 9 Descubriendonos el misterio de su voluntad, segun su beneplacito, que se habia propuesto en si mismo, 10 De reunir todas las cosas en Cristo en la dispensacion del cumplimiento de los tiempos, asi las que [estan] en los cielos, como las que [estan] en la tierra: 11 En el [digo,] en quien asimismo tuvimos suerte, habiendo sido predestinados conforme al proposito del que hace todas las cosas segun el consejo de su voluntad, 12 Para que seamos para alabanza de su gloria nosotros, que antes esperamos en Cristo. 13 En el cual [esperasteis] tambien vosotros en oyendo la palabra de verdad el Evangelio de vuestra salud: en el cual tambien desde que creisteis, fuisteis sellados con el Espiritu Santo de la promesa, 14 Que es las arras de nuestra herencia, para [el dia de] la redencion de la posesion adquirida para alabanza de su gloria. 15 Por lo cual tambien yo, habiendo oido de vuestra fe en el Senor Jesus, y amor para con todos los santos, 16 No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones; 17 Que el Dios del Senor nuestro Jesu-Cristo, el Padre de gloria, os de espiritu de sabiduria y de revelacion para su conocimiento; 18 Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepais cual sea la esperanza de su vocacion, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 Y cual aquella supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, por la operacion de la potencia de su fortaleza, 20 La cual obro en Cristo, resucitandole de los muertos, y colocandole a su diestra en los cielos, 21 Sobre todo principado y potestad, y potencia, y senorio, y todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, mas aun en el venidero: 22 Y sometio todas las cosas debajo de sus pies, y diole por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 La cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que hinche todas las cosas en todo. CAPITULO 2. 1 Y [DE ella recibisteis] vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 En que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condicion de este mundo, conforme a [la voluntad] del principe de la potestad del aire, el espiritu que ahora obra en los hijos de desobediencia: 3 Entre los cuales todos nosotros tambien vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y eramos por naturaleza hijos de ira, tambien como los demas. 4 Empero Dios que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amo, 5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por [cuya] gracia sois salvos. 6 Y juntamente nos resucito, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesus, 7 Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en [su] bondad para con nosotros en Cristo Jesus. 8 Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, [pues es] don de Dios: 9 No por obras, para que nadie se glorie. 10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesus para buenas obras, las cuales Dios preparo para que anduviesemos en ellas. 11 Por tanto acordaos que en otro tiempo vosotros los Gentiles en la carne, que erais llamados incircuncision por la que se llama circuncision, hecha con mano en la carne; 12 Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la republica de Israel, y extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo: 13 Mas ahora en Cristo Jesus, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habeis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque el es nuestra paz que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separacion; 15 Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en si mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz, 16 Y reconciliar por [su] cruz con Dios a ambos en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17 Y vino, y anuncio la paz a vosotros que [estabais] lejos, y a los que [estaban] cerca: 18 Que por el los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espiritu al Padre. 19 Asi que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domesticos de Dios; 20 Edificados sobre el fundamento de los apostoles y profetas, siendo la principal piedra del angulo Jesu-Cristo mismo; 21 En el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para [ser] un templo santo en el Senor: 22 En el cual vosotros tambien sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espiritu. CAPITULO 3. 1 POR esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesus, por vosotros los Gentiles; 2 (Si es que habeis oido la dispensacion de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros: 3 [A saber,] que por revelacion me fue declarado el misterio, como antes he escrito en breve; 4 Leyendo lo cual podeis entender cual sea mi inteligencia en el misterio de Cristo: 5 El cual [misterio] en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apostoles y profetas en Espiritu: 6 Que los Gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de su promesa en Cristo por el Evangelio: 7 Del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado segun la operacion de su potencia. 8 A mi, que soy menos que el mas pequeno de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los Gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9 Y de aclarar a todos cual sea la dispensacion del misterio escondido desde los siglos en Dios, que crio todas las cosas [por Jesu-Cristo:] 10 Para que la multiforme sabiduria de Dios sea ahora notificada por la iglesia a los principados y potestades en los cielos, 11 Conforme a la determinacion eterna, que hizo en Cristo Jesus nuestro Senor: 12 En el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de el. 13 Por tanto pido que no desmayeis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.) 14 Por esta causa doblo mis rodillas al Padre de nuestro Senor Jesu-Cristo, 15 Del cual es nombrada toda la parentela en los cielos y en la tierra, 16 Que os de, conforme a las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espiritu; 17 Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor, 18 Podais bien comprender con todos los santos cual sea la anchura, y la longura, y la profundidad, y la altura; 19 Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seais llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros, 21 A el [sea] gloria en la iglesia, por Cristo Jesus, por todas edades, del siglo de los siglos. Amen. CAPITULO 4. 1 YO, pues, preso en el Senor, os ruego que andeis como es digno de la vocacion con que sois llamados; 2 Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor; 3 Solicitos a guardar la unidad del Espiritu en el vinculo de la paz. 4 Un cuerpo, y un Espiritu, como sois tambien llamados a una misma esperanza de vuestra vocacion: 5 Un Senor, una fe, un bautismo, 6 Un Dios y Padre de todos, el cual [es] sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros. 7 Empero a cada uno de nosotros es dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevo cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. 9 Y que subio, ?que es, sino que tambien habia descendido primero a las partes mas bajas de la tierra? 10 El que descendio, el mismo es el que tambien subio sobre todos los cielos, para cumplir todas las cosas: 11 Y el mismo dio unos, ciertamente apostoles; y otros, profetas; y otros evangelistas; y otros, pastores y doctores. 12 Para perfeccion de los santos, para la obra del ministerio, para edificacion del cuerpo de Cristo; 13 Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varon perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo. 14 Que ya no seamos ninos fluctuantes, y llevados por do quiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para enganar, emplean con astucia los artificios del error: 15 Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza [a saber,] Cristo; 16 Del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre si por todas las junturas de su alimento, [que recibe] segun la operacion, cada miembro conforme a su medida toma aumento de cuerpo edificandose en amor. 17 Esto pues digo y requiero en el Senor, que no andeis mas como los otros Gentiles, que andan en la vanidad de su sentido, 18 Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazon: 19 Los cuales despues que perdieron el sentido [de la conciencia,] se entregaron a la desvergueenza para cometer con avidez toda suerte de impureza. 20 Mas vosotros no habeis aprendido asi a Cristo: 21 Si empero lo habeis oido, y habeis sido por el ensenados, como la verdad esta en Jesus, 22 A que dejeis, cuanto a la pasada manera de vivir, el viejo hombre que esta viciado conforme a los deseos de error; 23 Y a renovaros en el espiritu de vuestra mente, 24 Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y en santidad de verdad. 25 Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su projimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, y no pequeis: no se ponga el sol sobre vuestro enojo; 27 Ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte mas; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de que dar al que padeciere necesidad. 29 Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca; sino la que sea buena para edificacion, para que de gracia a los oyentes. 30 Y no contristeis al Espiritu Santo de Dios, con el cual estais sellados para el dia de la redencion. 31 Toda amargura, y enojo, e ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: 32 Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonandoos los unos a los otros, como tambien Dios os perdono en Cristo. CAPITULO 5. 1 SED, pues, imitadores de Dios como hijos amados: 2 Y andad en amor, como tambien Cristo nos amo, y se entrego a si mismo por nosotros, [como] ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave. 3 Pero fornicacion y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros como conviene a santos: 4 Ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerias, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabeis esto, que ningun fornicario, o inmundo, o avaro, que [tambien] es servidor de idolos, tiene herencia en el reino de Cristo, y de Dios. 6 Nadie os engane con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7 No seais pues aparceros con ellos. 8 Porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora [sois] luz en el Senor: andad como hijos de luz, 9 (Porque el fruto del Espiritu [es] en toda bondad, y justicia, y verdad;) 10 Aprobando lo que es agradable al Senor. 11 Y no comuniqueis con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien redargueidlas. 12 Porque torpe cosa es aun hablar de lo que ellos hacen en oculto. 13 Mas todas las cosas cuando son redargueidas, son manifestadas por la luz porque lo que manifiesta todo, la luz es. 14 Por lo cual dice: Despiertate tu que duermes, y levantate de los muertos, y te alumbrara Cristo. 15 Mirad, pues, como andeis avisadamente; no como necios, mas como sabios, 16 Redimiendo el tiempo, porque los dias son malos. 17 Por tanto no seais imprudentes sino entendidos de cual sea la voluntad del Senor. 18 Y no os embriagueis de vino, en lo cual hay disolucion; mas sed llenos de Espiritu: 19 Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Senor en vuestros corazones: 20 Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Senor Jesu-Cristo; 21 Sujetados los unos a los otros en el temor de Dios. 22 Las casadas esten sujetas a sus propios maridos, como al Senor. 23 Porque el marido es cabeza de la mujer, asi como Cristo es cabeza de la iglesia; y el es el que da la salud al cuerpo. 24 Asi que como la iglesia esta sujeta a Cristo, asi tambien las casadas [lo esten] a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres asi como Cristo amo a la iglesia, y se entrego a si mismo por ella, 26 Para santificarla limpiandola en el lavacro del agua por la palabra, 27 Para presentarsela gloriosa para si, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. 28 Asi tambien los maridos deben amar a sus mujeres, como a sus [mismos] cuerpos. El que ama a su mujer, a si mismo ama. 29 Porque ninguno aborrecio jamas su propia carne; antes la sustenta y regala, como tambien Cristo a la iglesia. 30 Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos. 31 Por esto dejara el hombre a su padre y a su madre, y se allegara a su mujer, y seran dos en una carne. 32 Este misterio grande es: mas yo digo [esto] con respecto a Cristo y a la iglesia. 33 Cada uno empero de vosotros, de por si, ame tambien a su mujer como a si mismo; y la mujer reverencie a [su] marido. CAPITULO 6. 1 HIJOS, obedeced en el Senor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre, y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 Para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, Padres, no provoqueis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestacion del Senor. 5 Siervos, obedeced a [vuestros] amos segun la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazon, como a Cristo; 6 No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo haciendo de animo la voluntad de Dios; 7 Sirviendo con buena voluntad, como al Senor, y no a los hombres: 8 Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibira del Senor, sea siervo, o sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced a ellos lo mismo, dejando las amenazas; sabiendo que el Senor de ellos y vuestro esta en los cielos, y [que] no hay acepcion de personas con el. 10 Por lo demas, hermanos mios, confortaos en el Senor, y en la potencia de su fortaleza. 11 Vestios de toda la armadura de Dios, para que podais estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra senores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires. 13 Por tanto tomad toda la armadura de Dios, para que podais resistir en el dia malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. 14 Estad pues firmes, cenidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia; 15 Y calzados los pies con el apresto del Evangelio de paz; 16 Sobre todo tomando el escudo de la fe, con que podais apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espiritu, que es la palabra de Dios: 18 Orando en todo tiempo con toda deprecacion y suplica en el Espiritu, y velando en ello con toda instancia y suplicacion por todos los santos: 19 Y por mi, para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del Evangelio, 20 Por el cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de el, como debo hablar. 21 Mas para que tambien vosotros sepais mis negocios, y como lo paso, todo os lo hara saber Tichico, hermano amado, y fiel ministro en el Senor: 22 Al cual os he enviado para esto mismo, para que entendais lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones. 23 Paz [sea] a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre, y del Senor Jesu- Cristo. 24 Gracia [sea] con todos los que aman a nuestro Senor Jesu-Cristo en sinceridad. Amen. Escrita de Roma a los Efesios por Tichico. LA EPISTOLA^ DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES. CAPITULO 1. 1 PABLO y Timoteo, siervos de Jesu-Cristo, a todos los santos en Cristo Jesus, que estan en Filipos, con los obispos y diaconos: 2 Gracia [sea] a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu- Cristo. 3 Doy gracias a mi Dios en toda memoria de vosotros, 4 Siempre en todas mis oraciones haciendo oracion por todos vosotros con gozo, 5 Por vuestra comunion en el Evangelio, desde el primer dia hasta ahora; 6 Estando confiado de esto, que el que comenzo en vosotros la buena obra, la perfeccionara hasta el dia de Jesu-Cristo; 7 Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazon; y en mis prisiones^, y en la defensa, y confirmacion del Evangelio, sois todos vosotros companeros de mi gracia. 8 Porque Dios me es testigo de como os amo a todos vosotros en las entranas de Jesu-Cristo. 9 Y esto ruego, que vuestro amor abunde aun mas y mas en ciencia, y en todo conocimiento, 10 Para que discernais lo mejor; que seais sinceros y sin ofensa para el dia de Cristo; 11 Llenos de frutos de justicia, que son por Jesu-Cristo, a gloria y loor de Dios. 12 Y quiero, hermanos, que sepais que las cosas que me [han sucedido,] han redundado mas en provecho del Evangelio; 13 De manera que mis prisiones han sido celebres en Cristo en todo el Pretorio, y a todos los demas. 14 Y muchos de los hermanos en el Senor, tomando animo con mis prisiones, se atreven mucho mas a hablar la palabra sin temor. 15 Y algunos a la verdad, predican a Cristo por envidia y porfia; mas algunos tambien por buena voluntad. 16 Los unos anuncian a Cristo por contencion, no sinceramente, pensando anadir afliccion a mis prisiones: 17 Pero los otros por amor, sabiendo que soy puesto [en ellas] por la defensa del Evangelio. 18 ?Que pues? [Que] no obstante, en todas maneras, o por pretexto o por verdad, es anunciado Cristo; y en esto me huelgo, y aun me holgare. 19 Porque se que esto se me tornara a salud por vuestra oracion, y por la suministracion del Espiritu de Jesu-Cristo; 20 Conforme a mi mira y esperanza que en nada sere confundido; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora tambien sera engrandecido Cristo en mi cuerpo, o por vida, o por muerte. 21 Porque para mi el vivir [es] Cristo, y el morir [es] ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne, esto me [sera para] fruto de la obra, no se entonces que escoger; 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de ser desatado, y estar con Cristo; lo cual [es] mucho mejor: 24 Empero quedar en la carne es mas necesario por causa de vosotros. 25 Y confiado en esto se que quedare, que aun permanecere con todos vosotros, para provecho vuestro, y gozo de la fe; 26 Para que crezca vuestra gloria de mi en Cristo Jesus por mi venida otra vez a vosotros. 27 Solamente que converseis como es digno del Evangelio de Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que este ausente, oiga de vosotros que estais firmes en un mismo espiritu, unanimes combatiendo juntamente por la fe del Evangelio, 28 Y en nada intimidados de los que se oponen: que a ellos ciertamente es indicio de perdicion, mas a vosotros de salud, y esto de Dios. 29 Porque a vosotros es concedido por Cristo, no solo que creais en el, sino tambien que padezcais por el; 30 Teniendo el mismo conflicto que habeis visto en mi, y ahora ois [estar] en mi. CAPITULO 2. 1 POR tanto, si [hay en vosotros] alguna consolacion en Cristo; si algun refrigerio de amor; si alguna comunion del Espiritu; si algunas entranas y misericordias; 2 Cumplid mi gozo; que sintais lo mismo, teniendo el mismo amor, unanimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada [hagais] por contienda o por vana gloria; antes bien en humildad estimandoos inferiores los unos a los otros: 4 No mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual tambien a lo de los otros. 5 Haya pues en vosotros este sentir que [hubo] tambien en Cristo Jesus; 6 El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpacion ser igual a Dios: 7 Sin embargo se anonado a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 Y hallado en la condicion como hombre, se humillo a si mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios tambien le ensalzo a lo sumo, y diole un nombre que es sobre todo nombre; 10 Para que en el nombre de Jesus se doble toda rodilla de los [que estan] en los cielos, y de los [que] en la tierra, y de los [que] debajo de la tierra; 11 Y toda lengua confiese que Jesu-Cristo es el Senor, a la gloria de Dios Padre. 12 Por tanto, amados mios, como siempre habeis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho mas ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvacion con temor y temblor. 13 Porque Dios es el que en vosotros obra asi el querer como el hacer por su buena voluntad. 14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 Para que seais irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin culpa, en medio de la nacion maligna y perversa, entre los cuales resplandeceis como luminares en el mundo; 16 Reteniendo la palabra de vida, para que yo pueda gloriarme en el dia de Cristo, que no he corrido en vano ni trabajado en vano. 17 Y aun si soy derramado [en libacion] sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y congratulo por todos vosotros. 18 Y asimismo gozaos tambien vosotros, y regocijaos conmigo. 19 Mas espero en el Senor Jesus enviaros presto a Timoteo, para que yo tambien este de buen animo, entendido vuestro estado. 20 Porque a ninguno tengo tan unanime, y que con sincera aficion este solicito por vosotros. 21 Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesus. 22 Pero la experiencia de el habeis conocido, que como hijo a padre ha servido conmigo en el Evangelio. 23 Asi que a este espero enviaros, luego que yo viere como van mis negocios. 24 Y confio en el Senor que yo tambien ire presto [a vosotros.] 25 Mas tuve por cosa necesaria enviaros a Epafrodito, mi hermano, y colaborador y companero de milicia, y vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades. 26 Porque tenia gran deseo de [ver a] todos vosotros; y gravemente se angustio porque habiais oido que habia enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a la muerte: mas Dios tuvo misericordia de el; y no solamente de el, sino aun de mi, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. 28 Asi que le envio mas presto, para que viendole os volvais a gozar, y yo este con menos tristeza. 29 Recibidle pues en el Senor con todo gozo; y tened en estima a los tales: 30 Porque por la obra de Cristo estuvo cercano a la muerte, poniendo su vida para suplir vuestra falta en mi servicio. CAPITULO 3. 1 RESTA, hermanos, que os goceis en el Senor. A mi, a la verdad, no es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros [es] seguro. 2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos del cortamiento. 3 Porque nosotros somos la circuncision, los que servimos en Espiritu a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesus, no teniendo confianza en la carne. 4 Aunque yo tengo tambien de que confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de que confiar, en la carne, yo mas: 5 Circuncidado al octavo dia, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamin, Hebreo de Hebreos; cuanto a la ley, Fariseo; 6 Cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; cuanto a la justicia que es en la ley, [de vida] irreprensible. 7 Pero las cosas que para mi eran ganancias, helas reputado [como] perdidas por amor de Cristo. 8 Y ciertamente aun reputo todas las cosas [como] perdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesus, mi Senor, por amor del cual lo he perdido todo, y tengolo por estiercol, para ganar a Cristo, 9 Y ser hallado en el, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 A fin de conocerle, y la virtud de su resurreccion, y la participacion de sus padecimientos, en conformidad a su muerte, 11 Si en alguna manera llegase a la resurreccion de los muertos. 12 No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo [aquello] para lo cual fui tambien tomado de Cristo Jesus. 13 Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero [esta] una cosa [hago:] olvidando ciertamente lo que queda atras, y extendiendome a lo que esta delante, 14 Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocacion de Dios en Cristo Jesus. 15 Asi que todos los que somos perfectos, esto [mismo] sintamos: y si otra cosa sentis, esto tambien os revelara Dios. 16 Empero en aquello a que hemos llegado, vamos por la misma regla, [y] sintamos una misma cosa. 17 Hermanos, sed imitadores de mi; y mirad los que asi anduvieren, como nos teneis por ejemplo. 18 Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas voces, y aun ahora [lo] digo llorando, [que son] enemigos de la cruz de Cristo: 19 Cuyo fin [sera] perdicion, cuyo Dios [es] el vientre, y su gloria [sera] en confusion; que sienten lo terreno. 20 Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde tambien esperamos al Salvador, al Senor Jesu-Cristo; 21 El cual trasformara el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria: por la operacion con la cual puede tambien sujetar a si todas las cosas. CAPITULO 4. 1 ASI que, hermanos mios amados y deseados, gozo y corona mia, estad asi firmes en el Senor, [mis] amados. 2 A Euodias ruego, y a Syntyche exhorto, que sientan lo mismo en el Senor. 3 Asimismo te ruego tambien a ti, hermano companero, ayuda a las que trabajaron juntamente conmigo en el Evangelio, con Clemente tambien, y los demas mis colaboradores, cuyos nombres estan en el libro de la vida. 4 Gozaos en el Senor siempre: otra vez digo: Que os goceis. 5 Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Senor esta cerca. 6 Por nada esteis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oracion y ruego, con hacimiento de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesus. 8 Por lo demas, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que [es] de buen nombre; si [hay] virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis, y recibisteis, y oisteis, y visteis en mi, esto haced; y el Dios de paz sera con vosotros. 10 Mas en gran manera me goce en el Senor de que ya al fin ha reflorecido vuestro cuidado de mi; de lo cual aun estabais solicitos, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo en razon de indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. 12 Se estar humillado, y se tener abundancia: en todo y por todo estoy ensenado asi para hartura como para hambre, asi para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis que comunicasteis juntamente a mi tribulacion. 15 Y sabeis tambien vosotros, oh Filipenses, que al principio del Evangelio, cuando me parti de Macedonia, ninguna iglesia me comunico en razon de dar y de recibir, sino vosotros solos. 16 Porque aun a Tesalonica me enviasteis lo necesario una y dos veces. 17 No porque busque dadivas, mas busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Empero todo lo he recibido, y tengo abundancia: estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto [y] agradable a Dios. 19 Mi Dios pues suplira todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesus. 20 Al Dios, pues, y Padre nuestro [sea] gloria por siglos de siglos. Amen. 21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesus. Los hermanos que estan conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, y mayormente los que son de casa de Cesar. 23 La gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con todos vosotros. Amen. Escrita de Roma con Epafrodito. LA EPISTOLA^ DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS COLOSENSES. CAPITULO 1. 1 PABLO, apostol de Jesu-Cristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, 2 A los santos y hermanos fieles en Cristo que estan en Colosas: Gracia y paz a vosotros de Dios Padre nuestro, y del Senor Jesu-Cristo. 3 Damos gracias al Dios y Padre del Senor nuestro Jesu-Cristo, siempre orando por vosotros: 4 Habiendo oido vuestra fe en Cristo Jesus, y el amor [que teneis] a todos los santos, 5 A causa de la esperanza que os esta guardada en los cielos; de la cual habeis oido ya por la palabra verdadera del Evangelio: 6 El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica, y crece, como tambien en vosotros, desde el dia que oisteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, 7 Como [la] habeis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es un fiel ministro de Cristo a favor vuestro; 8 El cual tambien nos ha declarado vuestro amor en el Espiritu. 9 Por lo cual tambien nosotros, desde el dia que [lo] oimos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seais llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduria y espiritual inteligencia; 10 Para que andeis como es digno del Senor, agradando[le] en todo, fructificando^ en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: 11 Corroborados de toda fortaleza conforme a la potencia de su gloria para toda tolerancia y largura de animo con gozo; 12 Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz: 13 Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo: 14 En el cual tenemos redencion por su sangre, la remision de pecados: 15 El cual es la imagen del Dios invisible, el primogenito de toda criatura: 16 Porque por el fueron criadas todas las cosas que [estan] en los cielos, y que [estan] en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue criado por el y para el. 17 Y el es antes de todas las cosas, y por el todas las cosas subsisten: 18 Y el es la cabeza del cuerpo [que es] la iglesia; [el,] que es el principio, el primogenito de los muertos, para que en todo tenga el primado. 19 Por cuanto agrado [al Padre] que en el habitase toda plenitud, 20 Y por el reconciliar todas las cosas a si, pacificando por la sangre de su cruz, asi lo que [esta] en la tierra como lo que [esta] en los cielos. 21 A vosotros tambien, que erais en otro tiempo extranos y enemigos de animo en malas obras; empero ahora [os] ha reconciliado 22 En el cuerpo de su carne por medio de [su] muerte, para haceros santos y sin mancha, e irreprensibles delante de el: 23 Si empero permaneceis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habeis oido, el cual es predicado a toda criatura que esta debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro. 24 Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia: 25 De la cual soy hecho ministro, segun la dispensacion de Dios que me fue dada en orden a vosotros, para que cumpla la palabra de Dios; 26 [A saber,] el misterio que habia estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado a sus santos: 27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria: 28 El cual nosotros anunciamos, amonestando a todo hombre, y ensenando en toda sabiduria, para que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesus: 29 En lo cual aun trabajo, combatiendo segun la operacion de el, la cual obra en mi poderosamente. CAPITULO 2. 1 PORQUE quiero que sepais cuan gran solicitud tengo por vosotros, y [por] los [que estan] en Laodicea, y [por] todos los que nunca vieron mi rostro en carne, 2 Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento, para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; 3 En el cual estan escondidos todos los tesoros de sabiduria y conocimiento. 4 Y esto digo, para que nadie os engane con palabras persuasivas. 5 Porque aunque estoy ausente con el cuerpo, no obstante con el espiritu estoy con vosotros, gozandome y mirando vuestro concierto, y la firmeza de vuestra fe en Cristo. 6 Por tanto de la manera que habeis recibido al Senor Jesu-Cristo, andad en el: 7 Arraigados y sobreedificados en el, y confirmados en la fe, asi como [lo] habeis aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias. 8 Mirad que ninguno os engane por filosofias, y vanas sutilezas, segun las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no segun Cristo. 9 Porque en el habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente: 10 Y en el estais cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad: 11 En el cual tambien sois circuncidados de circuncision, no hecha con manos, con el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne en la circuncision de Cristo: 12 Sepultados juntamente con el en el bautismo, en el cual tambien resucitasteis con [el,] por la fe de la operacion de Dios que le levanto de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y [en] la incircuncision de vuestra carne, os vivifico juntamente con el, perdonandoos todos los pecados, 14 Rayendo la cedula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitandola de en medio y enclavandola en la cruz; 15 Y despojando los principados y las potestades, sacolos a la vergueenza en publico, triunfando de ellos en si mismo. 16 Por tanto nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de dia de fiesta, o de nueva luna, o de Sabados: 17 Lo cual es la sombra de lo [que estaba] por venir; mas el cuerpo [es] de Cristo. 18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los angeles, metiendose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne, 19 Y no teniendo la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, alimentado y conjunto por [sus] ligaduras y conjunturas, crece en aumento de Dios. 20 Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ?por que, como si vivieseis al mundo, os someteis a ordenanzas, 21 [Tales como] no manejes, ni gustes, ni aun toques, 22 (Las cuales cosas son todas para destruccion en el uso [mismo,]) en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres? 23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputacion de sabiduria en culto voluntario, y humildad, y en duro trato del cuerpo; no en alguna honra para el saciar de la carne. CAPITULO 3. 1 SI habeis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque muertos sois, y vuestra vida esta escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros tambien sereis manifestados con el en gloria. 5 Amortiguad, pues, vuestros miembros que estan sobre la tierra: fornicacion, inmundicia, molicie, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatria: 6 Por las cuales cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de rebelion; 7 En las cuales vosotros tambien anduvisteis en otro tiempo viviendo en ellas. 8 Mas ahora dejad tambien vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca. 9 No mintais los unos a los otros, habiendoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 Y revestidoos del nuevo, el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crio: 11 Donde no hay Griego, ni Judio, circuncision ni incircuncision, barbaro [ni] Scytha, siervo [ni] libre; mas Cristo [es el] todo, y en todos. 12 Vestios, pues, como escogidos de Dios, santos, y amados, de entranas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; 13 Sufriendoos los unos a los otros, y perdonandoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdono, asi tambien [hacedlo] vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas [vestios de] caridad, la cual es el vinculo de la perfeccion. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduria, ensenandoos y exhortandoos los unos a los otros con salmos e himnos, y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Senor. 17 Y todo lo que haceis, sea de palabra, o de hecho, [hacedlo] todo en el nombre del Senor Jesus, dando gracias al Dios y Padre por el. 18 Casadas, estad sujetas a [vuestros] maridos, como conviene en el Senor. 19 Maridos, amad a [vuestras] mujeres, y no seais desapacibles con ellas. 20 Hijos, obedeced a [vuestros] padres en todo; porque esto agrada al Senor. 21 Padres, no irriteis a vuestros hijos, porque no se hagan de poco animo. 22 Siervos, obedeced en todo a [vuestros] amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazon, temiendo a Dios: 23 Y todo lo que hagais hacedlo de animo, como al Senor, y no a los hombres: 24 Sabiendo que del Senor recibireis la compensacion de la herencia; porque al Senor Cristo servis. 25 Mas el que hace injuria, recibira la injuria que hiciere; que no hay acepcion de personas. CAPITULO 4. 1 AMOS, haced lo que es justo y derecho con [vuestros] siervos, sabiendo que tambien vosotros teneis Amo en los cielos. 2 Perseverad en oracion, velando en ella con hacimiento^ de gracias: 3 Orando tambien juntamente por nosotros, que el Senor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso, 4 Para que lo manifieste como me conviene hablar. 5 Andad en sabiduria para con los extranos, redimiendo el tiempo. 6 [Sea] vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepais como os conviene responder a cada uno. 7 Todos mis negocios os hara saber Tichico, hermano amado y fiel ministro, y consiervo en el Senor: 8 El cual os he enviado a esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones, 9 Con Onesimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que aca pasa os haran saber. 10 Aristarcho, mi companero en la prision, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabe, (acerca del cual habeis recibido mandamientos: si fuere a vosotros, recibidle;) 11 Y Jesus, el que se llama Justo; los cuales son de la circuncision. Estos solos [son] los que me ayudan en el reino de Dios, [y] me han sido consuelo. 12 Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solicito por vosotros en oraciones, que esteis [firmes,] perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere. 13 Porque le doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros, y por los [que estan] en Laodicea, y los [que] en Hierapolis. 14 Os saluda Lucas, el medico amado, y Demas. 15 Saludad a los hermanos [que estan] en Laodicea, y a Nimfas, y a la iglesia [que esta] en su casa, 16 Y cuando [esta] carta fuere leida entre vosotros, haced que tambien sea leida en la iglesia de los Laodicenses; y la [que es escrita] de Laodicea que la leais tambien vosotros. 17 Y decid a Archipo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido del Senor. 18 La salutacion de mi mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia [sea] con vosotros. Amen. Escrita de Roma a los Colosenses; [enviada] con Tichico y Onesimo. LA PRIMERA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES. CAPITULO 1. 1 PABLO, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, [que es] en Dios Padre, y en el Senor Jesu-Cristo. Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Senor Jesu-Cristo. 2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones; 3 Sin cesar acordandonos delante de Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor. y de la tolerancia de la esperanza del Senor nuestro Jesu-Cristo: 4 Sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra eleccion: 5 Por cuanto nuestro Evangelio no fue a vosotros en palabra solamente, mas tambien en potencia, y en Espiritu Santo, y en gran plenitud; como sabeis cuales fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 6 Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Senor, recibiendo la palabra con mucha tribulacion, con gozo del Espiritu Santo: 7 En tal manera que habeis sido ejemplo a todos los que han creido en Macedonia y en Achaia. 8 Porque de vosotros ha sido divulgada la palabra del Senor, no solo en Macedonia y en Achaia, mas aun en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido; de modo que no tenemos necesidad de hablar nada. 9 Porque ellos cuentan de nosotros cual entrada tuvimos a vosotros; y como os convertisteis de los idolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, 10 Y esperar a su Hijo de los cielos, al cual resucito de los muertos; a Jesus, el cual nos libro de la ira que ha de venir. CAPITULO 2. 1 PORQUE, hermanos, vosotros mismos sabeis que nuestra entrada a vosotros no fue vana: 2 Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabeis, tuvimos denuedo en Dios nuestro para anunciaros el Evangelio de Dios con gran combate. 3 Porque nuestra exhortacion no [fue] de error, ni de inmundicia, ni por engano; 4 Sino segun fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el Evangelio, asi hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones. 5 Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabeis, ni tocados de avaricia: Dios [es] testigo. 6 Ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros: aunque podiamos seros carga, como apostoles de Cristo. 7 Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cria, que regala a sus hijos: 8 Tan amadores de vosotros, que quisieramos entregaros no solo el Evangelio de Dios, mas aun nuestras propias almas; porque nos erais carisimos. 9 Porque ya, hermanos, os acordais de nuestro trabajo y fatiga: que trabajando de noche y de dia por no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el Evangelio de Dios. 10 Vosotros sois testigos, y Dios, de cuan santa, y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creisteis: 11 Asi como sabeis de que modo exhortabamos y consolabamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos, 12 Y os protestabamos que anduvieseis [como es] digno de Dios, que os llamo a su reino y gloria. 13 Por lo cual tambien nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido la palabra de Dios, que oisteis de nosotros, recibisteis no palabra de hombres, sino segun es en verdad, la palabra de Dios, el cual obra en vosotros los que creisteis. 14 Porque vosotros, hermanos, habeis sido imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesus, que estan en Judea; pues habeis padecido tambien vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nacion, como tambien ellos de los Judios: 15 Los cuales aun mataron al Senor Jesus y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16 Prohibiendonos hablar a los Gentiles, a fin de que se salven, para henchir [la medida de] sus pecados siempre: pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo. 17 Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazon, tanto mas procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro. 18 Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una vez y otra; mas Satanas nos embarazo. 19 Porque ?cual es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me glorie? ?No sois vosotros delante de nuestro Senor Jesu-Cristo en su venida? 20 Que vosotros sois nuestra gloria y gozo. CAPITULO 3. 1 POR lo cual no pudiendo esperar mas, acordamos quedarnos solos en Atenas. 2 Y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y colaborador nuestro en el Evangelio de Cristo, a confirmaros y exhortaros en vuestra fe, 3 Para que nadie se conmueva por estas tribulaciones; porque vosotros sabeis que nosotros somos puestos para esto. 4 Que aun estando con vosotros, os predeciamos que habiamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y [lo] sabeis. 5 Por lo cual tambien yo, no esperando mas, he enviado a reconocer vuestra fe, [temiendo] que no os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano. 6 Empero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciendonos saber vuestra fe y caridad, y que siempre teneis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como tambien nosotros a vosotros, 7 En ello, hermanos, recibimos consolacion de vosotros en toda nuestra necesidad y afliccion por causa de vuestra fe: 8 Porque ahora vivimos, si vosotros estais firmes en el Senor. 9 Por lo cual ?que hacimiento de gracias podremos dar a Dios por vosotros por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, 10 Orando de noche y de dia con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe? 11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Senor nuestro Jesu-Cristo, encamine nuestro viaje a vosotros. 12 Y a vosotros multiplique el Senor, y haga abundar el amor entre vosotros y para con todos, como [es] tambien de nosotros para con vosotros: 13 Para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre, para la venida de nuestro Senor Jesu-Cristo con todos sus santos. CAPITULO 4. 1 RESTA pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Senor Jesus, que de la manera que fuisteis ensenados de nosotros de como os conviene andar, y agradar a Dios, [asi] vayais creciendo. 2 Porque ya sabeis que mandamientos os dimos por el Senor Jesus. 3 Porque la voluntad de Dios es, vuestra santificacion; que os aparteis de fornicacion; 4 Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificacion y honor; 5 No con afecto de concupiscencia como los Gentiles que no conocen a Dios: 6 Que ninguno oprima, ni engane en nada a su hermano; porque el Senor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado: 7 Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificacion. 8 Asi que el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual tambien nos dio su Espiritu Santo. 9 Mas acerca de la caridad fraterna no habeis menester que os escriba; porque vosotros mismos habeis aprendido de Dios que os ameis los unos a los otros. 10 Y tambien lo haceis [asi] con todos los hermanos que estan por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundeis mas; 11 Y que procureis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obreis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado: 12 A fin que andeis honestamente para con los extranos, y no necesiteis de nada. 13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoreis acerca de los que duermen, que no os entristezcais como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesus murio y resucito, asi tambien traera Dios con el a los que durmieron en Jesus. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Senor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Senor, no seremos delanteros a los que durmieron. 16 Porque el mismo Senor con aclamacion, con voz de arcangel, y con trompeta de Dios, descendera del cielo; y los muertos en Cristo resucitaran primero: 17 Luego nosotros los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Senor en el aire, y asi estaremos siempre con el Senor. 18 Por tanto consolaos los unos a los otros en estas palabras. CAPITULO 5. 1 EMPERO acerca de los tiempos y de los momentos, no teneis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: 2 Porque vosotros sabeis bien, que el dia del Senor vendra asi como ladron de noche. 3 Que cuando diran, Paz y seguridad, entonces vendra sobre ellos destruccion de repente, como los dolores a la mujer prenada; y no escaparan. 4 Mas vosotros, hermanos, no estais en tinieblas, para que aquel dia os sobrecoja como ladron. 5 [Porque] todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del dia: no somos de la noche, ni de las tinieblas. 6 Por tanto, no durmamos como los demas; antes velemos y seamos sobrios. 7 Porque los que duermen, de noche duermen; y los que estan borrachos, de noche estan borrachos. 8 Mas nosotros, que somos [hijos] del dia, estemos sobrios, vestidos de cota de fe, y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo. 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Senor Jesu-Cristo; 10 El cual murio por nosotros, para que, o que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con el. 11 Por lo cual consolaos los unos a los otros; y edificaos los unos a los otros, asi como lo haceis. 12 Y os rogamos, hermanos, que reconozcais a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Senor, y os amonestan: 13 Y que los tengais en mucha estima por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros. 14 Tambien os rogamos, hermanos, que amonesteis a los que andan desordenadamente, que consoleis a los de poco animo, que soporteis a los flacos, que seais sufridos para con todos. 15 Mirad que ninguno de a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesus. 19 No apagueis el Espiritu. 20 No menosprecieis las profecias. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Apartaos de toda especie de mal. 23 Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espiritu, y alma, y cuerpo, sea guardado entero sin reprension para la venida de nuestro Senor Jesu-Cristo. 24 Fiel es el que os ha llamado; el cual tambien [lo] hara. 25 Hermanos, orad por nosotros. 26 Saludad a todos los hermanos en osculo santo. 27 Conjuroos por el Senor, que esta carta sea leida a todos los santos hermanos. 28 La gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con vosotros. Amen. La primera [epistola^] a los Tesalonicenses fue escrita de Atenas. LA SEGUNDA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES. CAPITULO 1. 1 PABLO, y Silvano, y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses [que es] en Dios nuestro Padre, y en el Senor Jesu-Cristo: 2 Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu-Cristo. 3 Debemos siempre dar gracias a Dios de vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de cada uno de todos vosotros abunda entre vosotros; 4 Tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufris: 5 Una demostracion del justo juicio de Dios, para que seais tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padeceis. 6 Porque [es] justo para con Dios pagar con tribulacion a los que os atribulan: 7 Y a vosotros, que sois atribulados, [dar] reposo con nosotros, cuando se manifestara el Senor Jesus del cielo con los angeles de su potencia, 8 Como llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio de nuestro Senor Jesu-Cristo; 9 Los cuales seran castigados de eterna perdicion por la presencia del Senor, y por la gloria de su potencia, 10 Cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y a hacerse admirable en aquel dia en todos los que creyeron: (por cuanto nuestro testimonio ha sido creido entre vosotros.) 11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de [su] vocacion, e hincha de bondad todo buen intento, y a [toda] obra de fe con potencia. 12 Para que el nombre de nuestro Senor Jesu-Cristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en el, por la gracia de nuestro Dios, y del Senor Jesu- Cristo. CAPITULO 2. 1 EMPERO os rogamos, hermanos, cuanto a la venida de nuestro Senor Jesu- Cristo, y nuestro recogimiento a el, 2 Que no os movais facilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbeis ni por espiritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el dia del Senor este cerca. 3 No os engane nadie en ninguna manera; porque [no vendra,] sin que venga antes la apostasia, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdicion, 4 Oponiendose, y levantandose contra todo lo que se llama Dios, o que se adore; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciendose parecer Dios. 5 ?No os acordais que, cuando estaba todavia con vosotros, os decia esto? 6 Y ahora vosotros sabeis lo que [le] impide, para que a su tiempo se manifieste. 7 Porque ya esta obrando el misterio de iniquidad: solamente [espera] hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide; 8 Y entonces sera manifestado aquel inicuo, al cual el Senor matara con el espiritu de su boca, y destruira con el resplandor de su venida: 9 [A aquel inicuo] cuyo advenimiento es segun operacion de Satanas, con grande potencia, y senales, y milagros mentirosos, 10 Y con todo engano de iniquidad [obrando] en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por tanto, pues, les envia Dios operacion de error, para que crean a la mentira; 12 Para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad. 13 Mas nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Senor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificacion del Espiritu y fe de la verdad: 14 A lo cual os llamo por nuestro Evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Senor Jesu-Cristo. 15 Asi que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habeis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. 16 Y el mismo Senor nuestro Jesu-Cristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amo, y [nos] dio consolacion eterna, y buena esperanza por gracia, 17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. CAPITULO 3. 1 RESTA, hermanos, que oreis por nosotros, que la palabra del Senor corra y sea glorificada asi como entre vosotros: 2 Y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe. 3 Mas fiel es el Senor, que os confirmara y guardara de mal. 4 Y tenemos confianza de vosotros en el Senor, que haceis y hareis lo que os hemos mandado. 5 Y el Senor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo. 6 Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Senor Jesu- Cristo, que os aparteis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros: 7 Porque vosotros mismos sabeis de que manera debeis imitarnos: porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros, 8 Ni comimos el pan de ninguno de balde; antes obrando con trabajo y fatiga de noche y de dia, por no ser gravosos a ninguno de vosotros. 9 No porque no tuviesemos potestad, sino por daros en nosotros un dechado, para que nos imitaseis. 10 Porque aun estando con vosotros os denunciamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oimos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear. 12 Y a los tales requerimos y rogamos por nuestro Senor Jesu-Cristo, que trabajando con reposo, coman su pan. 13 Y vosotros, hermanos, no os canseis de hacer bien. 14 Y si alguno no obedeciere a nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os junteis con el, para que se avergueence. 15 Mas no lo tengais como a enemigo; sino amonestadle como a hermano. 16 Y el mismo Senor de paz os de siempre paz en toda manera. El Senor [sea] con todos vosotros. 17 Salud de mi mano, Pablo; que es [mi] signo en toda carta [mia.] Asi escribo. 18 La gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con todos vosotros. Amen. La segunda [epistola] los Tesalonicenses fue escrita de Atenas. LA PRIMERA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A TIMOTEO. CAPITULO 1. 1 PABLO, apostol de Jesu-Cristo por la ordenacion de Dios nuestro Salvador, y del Senor Jesu-Cristo, nuestra esperanza; 2 A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesus nuestro Senor. 3 Como te rogue que te quedases en Efeso, cuando parti para Macedonia, para que requirieses a algunos que no ensenen diversa doctrina, 4 Ni presten atencion a fabulas y genealogias sin termino, que antes engendran cuestiones que la edificacion de Dios, que es por fe, [asi te encargo ahora.] 5 Pues el fin del mandamiento es la caridad [nacida] de corazon limpio y de buena conciencia, y de fe no fingida: 6 De lo cual distrayendose algunos, se apartaron a vanas platicas; 7 Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman. 8 Sabemos empero que la ley [es] buena, si alguno usa de ella legitimamente; 9 Conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos, y para los desobedientes, para los impios y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y perjuros; y si hay alguna otra cosa contraria a la sana doctrina, 11 Segun el Evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual a mi me ha sido encargado. 12 Y doy gracias al que me fortifico, a Cristo Jesus nuestro Senor, de que me tuvo por fiel, poniendome en el ministerio; 13 Habiendo sido antes blasfemo, y perseguidor, e injuriador: mas fui recibido a misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad. 14 Mas la gracia de nuestro Senor fue mas abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesus. 15 Palabra fiel, y digna de ser recibida de todos: Que Cristo Jesus vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero; 16 Mas por esto fui recibido a misericordia, para que Jesu-Cristo mostrase en mi el primero toda [su] clemencia, para ejemplo de los que habian de creer en el para vida eterna. 17 Por tanto al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios, [sea] honor y gloria por siglos de los siglos. Amen. 18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme a las profecias pasadas de ti, milites por ellas buena milicia; 19 Manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de si algunos, hicieron naufragio en la fe: 20 De los cuales [son] Hymeneo y Alejandro, que entregue a Satanas, para que aprendan a no blasfemar. CAPITULO 2. 1 AMONESTO, pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres; 2 Por los reyes, y por todos los que estan en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3 Porque esto [es] bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador: 4 El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque [hay] un Dios; asimismo un Mediador entre Dios y los hombres, Jesu- Cristo hombre; 6 El cual se dio a si mismo [en] precio del rescate por todos, [para] testimonio en sus tiempos: 7 De lo que yo soy puesto por predicador y apostol, (digo verdad en Cristo, no miento;) doctor de los Gentiles en fidelidad y verdad. 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda. 9 Asimismo tambien las mujeres, ataviandose en habito honesto, con vergueenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos, 10 Sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad. 11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujecion. 12 Porque no permito a la mujer ensenar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adam fue formado el primero; despues Eva. 14 Y Adam no fue enganado; sino la mujer, siendo seducida, vino a ser [envuelta] en transgresion. 15 Empero se salvara engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad, y santidad, y modestia. CAPITULO 3. 1 PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea. 2 Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una [sola] mujer, solicito, templado, compuesto, hospedador, apto para ensenar; 3 No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado; no litigioso, ajeno de avaricia: 4 Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujecion con toda honestidad; 5 (Porque el que no sabe gobernar su casa, ?como cuidara de la iglesia de Dios?) 6 No un neofito, porque, inflandose no caiga en juicio del diablo. 7 Tambien conviene que tenga buen testimonio de los extranos; porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo. 8 Los diaconos asimismo [deben ser] honestos, no bilinguees, no dados a mucho vino, no amadores de torpes ganancias; 9 Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y estos tambien sean antes probados; y asi ministren, si fueren sin crimen. 11 Las mujeres asimismo honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo. 12 Los diaconos sean maridos de una [sola] mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13 Porque los que bien ministraren, ganan para si buen grado, y mucha confianza en la fe que [es] en Cristo Jesus. 14 Esto te escribo con esperanza que ire presto a ti: 15 Y si no fuere tan presto, para que sepas como te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad. 16 Y sin contradiccion, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espiritu; ha sido visto de los angeles; ha sido predicado a los Gentiles; ha sido creido en el mundo; ha sido recibido en gloria. CAPITULO 4. 1 EMPERO el Espiritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostataran de la fe, escuchando a espiritus de error, y a doctrinas de demonios; 2 Que con hipocresia hablaran mentira, teniendo cauterizada la conciencia: 3 Que prohibiran casarse, [y mandaran] abstenerse de las viandas que Dios crio para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios crio [es] bueno, y nada hay que desechar, tomandose con hacimiento de gracias: 5 Porque por la palabra de Dios, y por la oracion es santificado. 6 Si esto propusieres a los hermanos, seras buen ministro de Jesu-Cristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado. 7 Mas las fabulas profanas y de viejas desecha y ejercitate para la piedad. 8 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera. 9 Palabra fiel [es] esta, y digna de ser recibida de todos. 10 Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 11 Esto manda y ensena. 12 Ninguno tenga en poco tu juventud; pero se ejemplo de los fieles en palabra, en conversacion, en caridad, en espiritu, en fe, en limpieza. 13 Entretanto que voy, ocupate en leer, en exhortar, en ensenar. 14 No descuides el don que esta en ti, que te es dado por profecia con la imposicion de las manos del presbiterio. 15 Medita estas cosas; ocupate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, a ti mismo salvaras y a los que te oyeren. CAPITULO 5. 1 NO reprendas al anciano, sino exhorta[le] como a padre: a los mas jovenes, como a hermanos; 2 A las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. 3 Honra a las viudas que en verdad son viudas. 4 Pero si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios. 5 Ahora la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente en suplicaciones y oraciones noche y dia. 6 Pero la que vive en delicias, viviendo esta muerta. 7 Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprension. 8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa la fe nego, y es peor que un infiel. 9 La viuda sea puesta en [especial] clase no menos que de sesenta anos: que haya sido esposa de un [solo] marido; 10 Que tenga testimonio en buenas obras; si crio [bien sus] hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra. 11 Pero viudas mas jovenes no admitas; porque despues de hacerse licenciosas contra Cristo, quieren casarse: 12 Condenadas ya, por haber falseado la primera fe. 13 Y aun tambien se acostumbran, [hechas] ociosas, a andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino tambien parleras y curiosas, hablando lo que no conviene. 14 Quiero, pues, que las que son jovenes se casen, crien hijos, gobiernen la casa; que ninguna ocasion den al adversario para maldecir. 15 Porque ya algunas han vuelto atras en pos de Satanas. 16 Si algun fiel o alguna fiel tiene viudas, mantengalas, y no sea gravada la iglesia; a fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son viudas. 17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra; mayormente los que trabajan en predicar y ensenar. 18 Porque la escritura dice: No embozaras al buey que trilla. Y: Digno [es] el obrero de su jornal. 19 Contra el anciano no recibas acusacion sino con dos o tres testigos. 20 A los que pecaren, reprendelos delante de todos, para que los otros tambien teman. 21 [Te] requiero delante de Dios y del Senor Jesu-Cristo, y de sus angeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinandote a la una parte. 22 No impongas de ligero las manos a alguno, ni comuniques en pecados ajenos: conservate en limpieza. 23 No bebas de aqui adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estomago, y de tus continuas enfermedades. 24 Los pecados de algunos hombres, antes que vengan [ellos] a juicio, son manifiestos; mas a otros les vienen despues. 25 Asimismo las buenas obras antes son manifiestas; y las que son de otra manera, no pueden esconderse. CAPITULO 6. 1 TODOS los que estan debajo del yugo de servidumbre, tengan a sus senores por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre del Senor y [su] doctrina. 2 Y los que tienen amos fieles, no [los] tengan en menos, por ser [sus] hermanos; antes sirvan[les] mejor, por cuanto son fieles y amados, [y] participes del beneficio. Esto ensena y exhorta. 3 Si alguno ensena otra cosa, y no asiente a las sanas palabras de nuestro Senor Jesu-Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 Es hinchado, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, 5 Porfias de hombres corruptos de entendimiento, y privados de la verdad, que tienen la piedad por granjeria: apartate de los tales. 6 Empero grande granjeria es la piedad con contentamiento. 7 Porque nada hemos traido a este mundo, [y] sin duda nada podremos sacar. 8 Asi que teniendo sustento, y con que cubrirnos, seamos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentacion y lazo, y en muchas codicias locas y danosas, que hunden a los hombres en perdicion y muerte. 10 Porque el amor del dinero es la raiz de todos los males; el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11 Mas tu, oh hombre de Dios, huye de estas cosas; y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesion delante de muchos testigos. 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesu- Cristo, que testifico la buena profesion delante de Poncio Pilato, 14 Que guardes el mandamiento sin macula, ni reprension, hasta la aparicion de nuestro Senor Jesu-Cristo; 15 La cual a su tiempo mostrara el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de reyes, y Senor de senores; 16 Quien solo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto, ni puede ver: al cual [sea] la honra y el imperio sempiterno. Amen. 17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos: 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen: 19 Atesorando para si buen fundamento para lo porvenir, que echen mano a la vida eterna. 20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas platicas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia: 21 La cual profesando algunos, fueron descaminados acerca de la fe. La gracia [sea] contigo. Amen. La primera [epistola] a Timoteo fue escrita de Laodicea, que es metropoli de la Phrygia Pacaciana. LA SEGUNDA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A TIMOTEO. CAPITULO 1. 1 PABLO, apostol de Jesu-Cristo por la voluntad de Dios, segun la promesa de la vida, que es en Cristo Jesus, 2 A Timoteo, amado hijo, gracia, misericordia, [y] paz de Dios el Padre, y de Jesu-Cristo nuestro Senor. 3 Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar tengo memoria de ti en mis oraciones noche y dia; 4 Deseando verte, acordandome de tus lagrimas, para ser lleno de gozo; 5 Trayendo a la memoria la fe no fingida que [habia] en ti, la cual residio primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy cierto que en ti tambien. 6 Por lo cual te aconsejo, que despiertes el don de Dios que esta en ti por la imposicion de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios el espiritu de temor, sino [el] de fortaleza, y de amor, y de templanza. 8 Por tanto no te avergueences del testimonio de nuestro Senor, ni de mi, preso [por amor] suyo; antes se participante de los trabajos del Evangelio, segun la virtud de Dios, 9 Que nos salvo y llamo con vocacion santa, no conforme a nuestras obras, mas segun el intento suyo, y [por la] gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesus antes de los tiempos de los siglos; 10 Mas ahora es manifestada por la aparicion de nuestro Salvador Jesu- Cristo, el cual quita la muerte, y saco a la luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio; 11 Del cual yo soy puesto predicador, y apostol, y maestro de los Gentiles. 12 Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergueenzo; porque^ yo se a quien he creido, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi deposito para aquel dia. 13 Reten la forma de las sanas palabras que de mi oiste, en la fe y amor que [es] en Cristo Jesus. 14 Guarda el buen deposito por el Espiritu Santo que habita en nosotros. 15 [Ya] sabes esto, que me han sido contrarios todos los que son en Asia; de los cuales son Figello, y Hermogenes. 16 De el Senor misericordia a la casa de Onesiforo; que muchas veces me refrigero, y no se avergonzo de mi cadena: 17 Antes estando el en Roma, me busco solicitamente, y [me] hallo. 18 Dele el Senor que halle misericordia cerca del Senor en aquel dia. Y cuanto [nos] ayudo en Efeso, tu lo sabes mejor. CAPITULO 2. 1 PUES tu, hijo mio, esfuerzate en la gracia que es en Cristo Jesus. 2 Y lo que has oido de mi entre muchos testigos, esto encarga a los hombres fieles que seran idoneos para ensenar tambien a otros. 3 Tu pues sufre trabajos como fiel soldado de Jesu-Cristo. 4 Ninguno que milita se embaraza en los negocios de la vida; a fin de agradar a aquel que lo tomo por soldado. 5 Y aun tambien el que lidia, no es coronado si no lidiare legitimamente. 6 El labrador para recibir los frutos, es menester que trabaje primero. 7 Considera lo que digo; y el Senor te de entendimiento en todo. 8 Acuerdate que Jesu-Cristo, [el cual fue] de la simiente de David, resucito de los muertos conforme a mi Evangelio; 9 En el que sufro trabajo, hasta las prisiones a modo de malhechor: mas la palabra de Dios no esta presa. 10 Por tanto todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos tambien consigan la salud que es en Cristo Jesus con gloria eterna. 11 [Es] palabra fiel: Que si somos muertos con el, tambien viviremos con el: 12 Si sufrimos, tambien reinaremos con el. Si negaremos, el tambien nos negara: 13 Si fueremos infieles, el permanece fiel: no se puede negar a si mismo. 14 Recuerda[les] esto, protestando delante del Senor que no contiendan en palabras, [lo cual] para nada aprovecha, [antes] trastorna a los oyentes. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, [como] obrero que no tiene de que avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad. 16 Mas evita profanas [y] vanas parlerias; porque muy adelante iran en la impiedad. 17 Y la palabra de ellos carcomera como gangrena; de los cuales es Hymeneo, y Fileto; 18 Que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurreccion es ya hecha, y trastornan la fe de algunos. 19 Pero el fundamento de Dios esta firme, teniendo este sello: Conoce el Senor los que son suyos; y: Apartese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 20 Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino tambien de madera y de barro; y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. 21 Asi que si alguno se limpiare de estas cosas, sera vaso para honra, santificado, y util para los usos del Senor, [y] aparejado para toda buena obra. 22 Huye tambien los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Senor de puro corazon. 23 Empero las cuestiones necias y sin sabiduria desecha, sabiendo que engendran contiendas. 21 Que el siervo del Senor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para ensenar, sufrido; 25 Que con mansedumbre corrija a los que se oponen; si quiza Dios les de que se arrepientan para conocer la verdad, 26 Y se zafen del lazo del diablo, en que estan cautivos a voluntad de el. CAPITULO 3. 1 ESTO tambien sepas, que en los postreros dias vendran tiempos peligrosos: 2 Que habra hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin santidad, 3 Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites mas que de Dios; 5 Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y a estos evita. 6 Porque de estos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; 7 Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y de la manera que Jannes y Jambres resistieron a Moises, asi tambien estos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, reprobos acerca de la fe. 9 Mas no prevaleceran; porque su insensatez sera manifiesta a todos, como tambien lo fue la de aquellos. 10 Pero tu has comprendido mi doctrina, instruccion, intento, fe, largura de animo, caridad, paciencia, 11 Persecuciones, aflicciones, cuales me sobrevinieron en Antioquia, en Iconio, en Listra; cuales persecuciones he sufrido, y de todas me ha librado el Senor. 12 Y tambien todos los que quieren vivir piamente en Cristo Jesus, padeceran persecucion. 13 Mas los malos hombres, y los enganadores, iran de mal en peor, enganando, y siendo enganados. 14 Empero persiste tu en lo que has aprendido, y te persuadiste, sabiendo de quien has aprendido; 15 Y que desde la ninez has sabido las sagradas escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesus. 16 Toda escritura inspirada divinamente, es util para ensenar, para redargueir, para corregir, para instituir en justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra. CAPITULO 4. 1 REQUIERO yo, pues, delante de Dios, y del Senor Jesu-Cristo, que ha de juzgar los vivos y los muertos en su manifestacion y en su reino, 2 Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo: redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendra tiempo cuando no sufriran la sana doctrina; antes, teniendo comezon de oir, se amontonaran maestros conforme a sus concupiscencias, 4 Y apartaran de la verdad el oido, y se volveran a las fabulas. 5 Pero tu vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio; 6 Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida esta cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demas, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dara el Senor, juez justo, en aquel dia; y no solo a mi, sino tambien a todos los que aman su venida. 9 Procura venir presto a mi: 10 Porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalonica; Crescente a Galacia; Tito a Dalmacia. 11 Lucas solo esta conmigo. Toma a Marcos, y traele contigo; porque me es util para el ministerio. 12 A Tichico envie a Efeso. 13 Trae cuando vinieres, el capote que deje en Troas en casa de Carpo; y los libros, mayormente los pergaminos. 14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males: el Senor le pague conforme a sus hechos. 15 Guardate tu tambien de el; que en grande manera ha resistido a nuestras palabras. 16 En mi primera defensa ninguno me ayudo; antes me desampararon todos: no les sea imputado. 17 Mas el Senor me ayudo, y me esforzo para que por mi fuese cumplida la predicacion, y todos los Gentiles la oyesen; y fui librado de la boca del leon. 18 Y el Senor me librara de toda obra mala, y me preservara para su reino celestial: al cual [sea] gloria por siglos de siglos. Amen. 19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesiforo. 20 Erasto se quedo en Corinto; y a Trofimo deje enfermo en Mileto. 21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, y Pudente, y Lino, y Claudia, y todos los hermanos. 22 El Senor Jesu-Cristo [sea] con tu espiritu. La gracia [sea] con vosotros. Amen. La segunda [epistola] a Timoteo, el cual fue el primer obispo ordenado en Efeso, fue escrita de Roma cuando Pablo fue presentado la segunda vez a Cesar Neron. LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A TITO. CAPITULO 1. 1 PABLO, siervo de Dios, y apostol de Jesu-Cristo segun la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es segun la piedad, 2 Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometio antes de los tiempos de los siglos, 3 Y manifesto a sus tiempos su palabra por [la] predicacion, que me es a mi encomendada por mandamiento de nuestro Salvador Dios; 4 A Tito, verdadero hijo en la comun fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Senor Jesu-Cristo Salvador nuestro. 5 Por esta causa te deje en Creta, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos por las villas, asi como yo te mande: 6 El que fuere sin crimen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles, que no esten acusados de disolucion , o contumaces. 7 Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias; 8 Sino hospedador, amador de lo bueno, templado, justo, santo, continente; 9 Retenedor de la fiel palabra que es conforme a la doctrina; para que tambien pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradijeren. 10 Porque hay aun muchos contumaces, habladores de vanidades, y enganadores de las almas, mayormente [los] que [son] de la circuncision. 11 A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, ensenando lo que no conviene, por torpe ganancia. 12 Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos. 13 Este testimonio es verdadero: por tanto reprendelos duramente, para que sean sanos en la fe; 14 No atendiendo a fabulas judaicas, y a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Todas las cosas son limpias a los limpios, mas a los contaminados e infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia estan contaminadas. 16 Profesanse conocer a Dios, mas con los hechos [lo] niegan; siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra. CAPITULO 2. 1 EMPERO tu habla lo que conviene a la sana doctrina: 2 Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. 3 Las viejas, asimismo, [se distingan] en un porte santo; no calumniadoras, no dadas a mucho vino, maestras de honestidad: 4 Que ensenen a las mujeres jovenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, 5 [A ser] templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas a sus maridos; porque la palabra de Dios no sea blasfemada. 6 Exhorta asimismo a los mancebos a que sean comedidos: 7 Mostrandote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina [haciendo ver] integridad, gravedad, 8 Palabra sana, e irreprensible; que el adversario se avergueence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros. 9 [Exhorta] a los siervos, a que sean sujetos a sus senores, que agraden en todo, no respondones; 10 No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios. 11 Porque la gracia de Dios que trae salvacion a todos los hombres, se manifesto, 12 Ensenandonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y piamente, 13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestacion gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesu-Cristo, 14 Que se dio a si mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para si un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie. CAPITULO 3. 1 AMONESTALES que se sujeten a los principes y potestades, que obedezcan, que esten prontos a toda buena obra; 2 Que a nadie infamen, que no sean pendencieros, [sino] modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. 3 Porque tambien eramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo a concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos a los otros: 4 Mas cuando se manifesto la bondad de Dios nuestro Salvador, y [su] amor para con los hombres, 5 No por obras de justicia que nosotros habiamos hecho, mas por su misericordia nos salvo por el lavacro de la regeneracion, y de la renovacion del Espiritu Santo; 6 El cual derramo en nosotros abundantemente por Jesu-Cristo, nuestro Salvador, 7 Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos segun la esperanza de la vida eterna. 8 Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes, para que los que creen a Dios procuren gobernarse en buenas obras. Estas cosas son buenas y utiles a los hombres. 9 Mas las cuestiones necias, y genealogias, y contenciones y debates acerca de la ley evita: porque son sin provecho y vanas. 10 Rehusa hombre hereje, despues de una y otra amonestacion; 11 Estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio. 12 Cuando enviare a ti a Artemas o a Tichico, procura venir a mi a Nicopolis; porque alli he determinado invernar. 13 A Zenas, doctor de la ley, y a Apolos envia delante, procurando que nada les falte. 14 Y aprendan asimismo los nuestros a gobernarse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean sin fruto. 15 Todos los que estan conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia [sea] con todos vosotros. Amen. A Tito, el cual fue el primer obispo ordenado a la iglesia de los Cretenses, escrita de Nicopolis de Macedonia. LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A FILEMON. 1 PABLO, prisionero de Jesu-Cristo, y el hermano Timoteo, a Filemon amado, y coadjutor nuestro; 2 Y a la amada Apphia, y a Archipo, companero de nuestra milicia, y a la iglesia [que esta] en tu casa: 3 Gracia a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Senor Jesu-Cristo. 4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, 5 Oyendo tu caridad, y la fe que tienes en el Senor Jesus, y para con todos los santos, 6 Para que la comunicacion de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que [esta] en vosotros por Cristo Jesus. 7 Porque tenemos gran gozo y consolacion de tu caridad, de que por ti, oh hermano, han sido recreadas las entranas de los santos. 8 Por lo cual, aunque tengo mucha resolucion en Cristo para mandarte lo que conviene, 9 Ruego[te] mas bien por amor, siendo tal cual [soy,] Pablo viejo, y aun ahora prisionero de Jesu-Cristo. 10 Ruegote por mi hijo Onesimo, que he engendrado en mis prisiones; 11 El cual en otro tiempo te fue inutil, mas ahora a ti y a mi [es] util: 12 El cual [te] vuelvo a enviar: tu, pues recibele como a mis entranas. 13 Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en las prisiones del Evangelio. 14 Mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario. 15 Porque acaso por esto se ha apartado de ti por [algun] tiempo; para que lo recibieses para siempre; 16 No ya como siervo, antes mas que siervo, [como] hermano amado, mayormente de mi, pero ?cuanto mas de ti, en la carne, y en el Senor? 17 Asi que, si me tienes por companero, recibele como a mi. 18 Y si en algo te dano, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo Pablo [lo] escribi de mi mano; yo [lo] pagare, por no decirte que aun a ti mismo te me debes demas. 20 Si, hermano, goceme yo de ti en el Senor; recrea mis entranas en el Senor. 21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que aun haras mas de lo que digo. 22 Y asimismo preparame tambien alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os tengo de ser concedido. 23 Te saludan Epafras, mi companero en la prision por Cristo Jesus, 24 Marcos , Aristarco , Demas, y Lucas, mis cooperadores. 25 La gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con vuestro espiritu. Amen. A Filemon fue enviada de Roma por Onesimo siervo. LA EPISTOLA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS HEBREOS. CAPITULO 1. 1 DIOS, habiendo hablado muchas veces, y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 En estos postreros dias nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyo heredero de todo, por el cual asimismo hizo el universo: 3 El cual, siendo el resplandor de gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgacion de nuestros pecados por si mismo, se sento a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 Hecho tanto mas excelente que los angeles, cuanto alcanzo por herencia mas excelente nombre que ellos. 5 Porque ?a cual de los angeles dijo [Dios] jamas: Mi Hijo eres tu, hoy yo te he engendrado? Y otra vez ?Yo sere a el Padre, y el me sera a mi Hijo? 6 Y otra vez, cuando introduce al Primogenito en la tierra, dice: Y adorenle todos los angeles de Dios. 7 Y ciertamente de los angeles dice: El que hace sus angeles espiritus, y a sus ministros llama de fuego: 8 Mas al Hijo: Tu trono, oh Dios, por siglo del siglo; vara de equidad la vara de tu reino: 9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; por lo cual te ungio Dios el Dios tuyo, con oleo de alegria mas que a tus companeros: 10 Y: Tu, oh Senor, en el principio fundaste la tierra; y los cielos son obras de tus manos: 11 Ellos pereceran mas tu eres permanente; y todos ellos se envejeceran como una vestidura. 12 Y como un vestido los envolveras, y seran mudados; empero tu eres el mismo, y tus anos no acabaran. 13 Pues ?a cual de los angeles dijo jamas: Sientate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? 14 ?No son todos espiritus administradores, enviados para servicio a favor de los que seran herederos de salud? CAPITULO 2. 1 POR tanto es menester que con mas diligencia atendamos a las cosas que hemos oido, porque no nos escurramos. 2 Porque si la palabra dicha por [el ministerio] de los angeles fue firme, y toda rebelion y desobediencia recibio justa paga de retribucion, 3 ?Como escaparemos nosotros, si tuvieremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado a ser publicada por el Senor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que [le] oyeron; 4 Testificando juntamente [con ellos] Dios con senales y milagros, y diversas maravillas, y repartimientos del Espiritu Santo segun su voluntad. 5 Porque no sujeto a los angeles el mundo venidero, del cual hablamos. 6 Testifico empero uno, en cierto lugar, diciendo: ?Que es el hombre que te acuerdas de el? ?o el hijo del hombre, que le visitas? 7 Tu le hiciste un poco menor que los angeles, coronastele de gloria y de honra, y pusistele sobre las obras de tus manos: 8 Todas las cosas sujetaste debajo de sus pies. Porque en cuanto le sujeto todas las cosas, nada dejo que no sea sujeto a el. Mas aun no vemos que todas las cosas le sean sujetas. 9 Empero vemos coronado de gloria y de honra, por el padecimiento de muerte, a aquel Jesus que es hecho un poco menor que los angeles, para que por gracia de Dios gustase la muerte por todos. 10 Porque convenia, que aquel por cuya causa [son] todas las cosas, y por el cual todas las cosas [subsisten,] habiendo de llevar a [su] gloria a muchos hijos, hiciese consumado por aflicciones al autor de la salud de ellos. 11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno [son] todos: por lo cual no se avergueenza de llamarlos hermanos, 12 Diciendo: Anunciare a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregacion te alabare. 13 Y otra vez: Yo confiare en el. Y otra vez: He aqui yo y los hijos que me dio Dios. 14 Asi que por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, el tambien participo de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenia el imperio de la muerte, es a saber, al diablo, 15 Y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Porque ciertamente no tomo a los angeles, sino a la simiente de Abraham tomo. 17 Por lo cual debia ser en todo semejante a los hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Pontifice en lo que es para con Dios, para expiar los pecados del pueblo. 18 Porque en cuanto el mismo padecio, siendo tentado, es poderoso para [tambien] socorrer a los que son tentados. CAPITULO 3. 1 POR tanto, hermanos santos, participantes de la vocacion celestial, considerad el Apostol y Pontifice de nuestra profesion, Cristo Jesus, 2 El cual es fiel al que le constituyo, como tambien [lo fue] Moises sobre toda su casa. 3 Porque de [tanto] mayor gloria que Moises este es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la fabrico. 4 Porque toda casa es edificada de alguno: mas el que crio todas las cosas, [es] Dios. 5 Y Moises a la verdad [fue] fiel sobre toda su casa, como criado, para testificar lo que se habia de decir: 6 Mas Cristo como Hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuvieremos firme la confianza y la gloria de la esperanza. 7 Por lo cual, (como dice el Espiritu Santo: Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcais vuestros corazones como en la provocacion, en el dia de la tentacion en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta anos. 10 A causa de lo cual me enemiste con esta generacion, y dije: Siempre divagan ellos de corazon, y no han conocido mis caminos. 11 Jure pues en mi ira: No entraran en mi reposo.) 12 Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazon malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo: 13 Antes exhortaos los unos a los otros cada dia, entretanto que se dice Hoy, porque ninguno de vosotros se endurezca con engano de pecado. 14 Porque participantes de Cristo somos hechos, con tal que conservemos firme hasta el fin el principio de nuestra confianza; 15 Entretanto que se dice: Si oyereis su voz hoy, no endurezcais vuestros corazones, como en la provocacion. 16 Porque algunos de los que habian salido de Egipto con Moises, habiendo oido, provocaron; aunque no todos. 17 Mas ?con cuales estuvo enojado cuarenta anos? ?no [fue] con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? 18 ?Y a quienes juro que no entrarian en su reposo, sino a aquellos que no obedecieron? 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. CAPITULO 4. 1 TEMAMOS, pues, que quedando aun la promesa de entrar en su reposo, aparezca alguno de vosotros haberse apartado. 2 Porque tambien a nosotros se nos ha evangelizado como a ellos; mas no les aprovecho el oir la palabra a los que [la] oyeron sin mezclar fe. 3 Empero entramos en el reposo los que hemos creido, de la manera que dijo: Como jure en mi ira, no entraran en mi reposo; aun acabadas las obras desde el principio del mundo. 4 Porque en un cierto lugar dijo asi del septimo dia: Y reposo Dios de todas sus obras en el septimo dia. 5 Y otra vez aqui: No entraran en mi reposo. 6 Asi que, pues que resta que algunos han de entrar en el, y aquellos a quienes primero fue anunciado no entraron por causa de desobediencia, 7 Determina otra vez un cierto dia diciendo por David: Hoy, despues de tanto tiempo; como esta dicho: Si oyereis su voz hoy, no endurezcais vuestros corazones. 8 Porque si Josue les hubiera dado el reposo, no hablaria despues de otro dia. 9 Por tanto queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, tambien el ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Procuremos, pues, de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia^. 12 Porque la palabra de Dios [es] viva y eficaz, y mas penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espiritu, y las coyunturas y tuetanos; y discierne los pensamientos y las intenciones del corazon. 13 Y no hay cosa criada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas [estan] desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 14 Por tanto teniendo un gran Pontifice, que penetro los cielos, Jesus el Hijo de Dios, retengamos [nuestra] profesion. 15 Porque no tenemos un Pontifice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo segun [nuestra] semejanza, [pero] sin pecado. 16 Lleguemonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro. CAPITULO 5. 1 PORQUE todo pontifice tomado de entre los hombres, es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios toca, para que ofrezca presentes y sacrificios por los pecados: 2 Que se pueda compadecer de los ignorantes y extraviados, pues que el tambien esta rodeado de flaqueza. 3 Y por causa de ella debe, como por si mismo, asi tambien por el pueblo, ofrecer por los pecados. 4 Ni nadie toma para si la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aaron. 5 Asi tambien Cristo no se glorifico a si mismo haciendose Pontifice, mas el que le dijo: Tu eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. 6 Como tambien dice en otro [lugar:] Tu [eres] Sacerdote eternamente, segun el orden de Melchisedech. 7 El cual en los dias de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lagrimas al que le podia librar de muerte, fue oido por [su] reverencial miedo. 8 Aunque era Hijo, por lo que padecio aprendio la obediencia; 9 Y consumado, vino a ser causa de eterna salud a todos los que le obedecen; 10 Nombrado de Dios Pontifice segun el orden de Melchisedech. 11 Del cual tenemos mucho que decir, y dificultoso de declarar, por cuanto sois flacos para oir. 12 Porque debiendo ser ya maestros [de otros,] a causa del tiempo, teneis necesidad de volver a ser ensenados cuales [sean] los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habeis llegado a ser [tales] que tengais necesidad de leche, y no de manjar solido. 13 Que cualquiera que participa de la leche, es inhabil para la palabra de la justicia, porque es nino; 14 Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen [ya] los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. CAPITULO 6. 1 POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo vamos adelante a la perfeccion; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios, 2 De la doctrina de bautismos, y de la imposicion de manos, y de la resurreccion de los muertos, y del juicio eterno: 3 Y esto haremos, a la verdad, si Dios [lo] permitiere. 4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados, y gustaron el don celestial, y fueron hechos participes del Espiritu Santo, 5 Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, 6 Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para si mismos al Hijo de Dios, y exponiendo[le] a vituperio. 7 Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce yerba provechosa a aquellos de los cuales es labrada, recibe bendicion de Dios. 8 Mas la que produce espinas y abrojos, [es] reprobada, y cercana de maldicion; cuyo fin [sera] el ser abrasada. 9 Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas, y mas cercanas a salud, aunque hablamos asi. 10 Porque Dios no [es] injusto, para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habeis mostrado a su nombre, habiendo asistido y asistiendo [aun] a los santos. 11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de [su] esperanza; 12 Que no os hagais perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredaran las promesas. 13 Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juro por si mismo, 14 Diciendo: De cierto te bendecire bendiciendo; y multiplicando, te multiplicare. 15 Y asi, esperando con largura de animo, alcanzo la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente por el mayor [que ellos] juran: y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmacion. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar mas abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales [es] imposible que Dios mienta, tengamos un fortisimo consuelo, los que nos acogemos a trabarnos de la esperanza propuesta: 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; 20 Donde entro por nosotros [nuestro] precursor Jesus, hecho Pontifice eternalmente segun el, orden de Melchisedech. CAPITULO 7. 1 PORQUE este Melchisedech, rey de Salem, sacerdote del Dios Altisimo, el cual salio a recibir a Abraham que volvia de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 Al cual asimismo dio Abraham los diezmos de todo, primeramente el se interpreta Rey de justicia; y luego tambien Rey de Salem, que es, Rey de paz: 3 Sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de dias, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4 Mirad pues cuan grande [fuera] este, al cual aun Abraham el patriarca dio diezmos de los despojos. 5 Y ciertamente los que de los hijos de Levi toman el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos segun la ley, es a saber, de sus hermanos, aunque tambien hayan salido de los lomos de Abraham. 6 Mas aquel cuya genealogia no es contada de ellos, tomo de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenia las promesas. 7 Y sin contradiccion alguna lo que es menos es bendecido de lo que es mas. 8 Y aqui ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas alli aquel del cual esta dado testimonio que vive. 9 Y, por decir asi, en Abraham fue diezmado tambien Levi, que recibe los diezmos; 10 Porque aun estaba [Levi] en los lomos de [su] padre cuando Melchisedech le salio al encuentro. 11 Pues si la perfeccion era por el sacerdocio Levitico (porque debajo de el recibio el pueblo la ley) ?que necesidad [habia] aun de que se levantase otro sacerdote segun el orden de Melchisedech, y que no fuese llamado segun el orden de Aaron? 12 Pues mudado el sacerdocio, necesario es que se haga tambien mudanza de la ley. 13 Porque [aquel] del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie asistio al altar. 14 Porque notorio [es] que el Senor nuestro nacio de la tribu de Juda, sobre cuya tribu nada hablo Moises tocante al sacerdocio. 15 Y aun mas manifiesto es, si a semejanza de Melchisedech se levanta otro sacerdote, 16 El cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino segun la virtud de vida indisoluble; 17 Pues [asi] da [Dios] testimonio [de ello:] Tu [eres] Sacerdote para siempre segun el orden de Melchisedech. 18 El mandamiento precedente cierto se abroga por su flaqueza e inutilidad: 19 Porque nada perfecciono la ley; mas [hizolo] la introduccion de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. 20 Y por cuanto no [fue] sin juramento; 21 (Porque los otros cierto sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas este, con juramento por el que le dijo: Juro el Senor, y no se arrepentira: Tu eres sacerdote eternamente segun el orden de Melchisedech:) 22 Tanto de mejor testamento es hecho fiador Jesus. 23 Y los otros cierto fueron muchos sacerdotes, en cuanto por la muerte no podian permanecer: 24 Mas este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable: 25 Por lo cual puede tambien salvar eternamente a los que por el se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal Pontifice nos convenia [tener:] santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho mas sublime que los cielos: 27 Que no tiene necesidad cada dia, como los [otros] sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego por los del pueblo: porque esto [lo] hizo una sola vez, ofreciendose a si mismo. 28 Porque la ley constituye sacerdotes hombres flacos; mas la palabra del juramento, despues de la ley, [constituye] al Hijo hecho perfecto para siempre. CAPITULO 8. 1 ASI que la suma acerca de lo dicho [es:] Tenemos tal Pontifice que se asento a la diestra del trono de la Majestad en los cielos; 2 Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernaculo que el Senor asento, y no el hombre. 3 Porque todo pontifice es puesto para ofrecer presentes y sacrificios; por lo cual [es] necesario que tambien este tuviese algo que ofrecer. 4 Asi que si estuviese sobre la tierra, ni aun seria sacerdote, habiendo aun los [otros] sacerdotes que ofrecen los presentes segun la ley; 5 Los cuales sirven de bosquejo y sombra de las cosas celestiales, como fue respondido a Moises cuando habia de acabar el tabernaculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte. 6 Mas ahora [tanto] mejor ministerio es el suyo, cuanto es Mediador de un mejor pacto, el cual ha sido formado sobre mejores promesas. 7 Porque si aquel primero fuera sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. 8 Porque reprendiendolos dice: He aqui, vienen dias, dice el Senor, y consumare para con la casa de Israel y para con la casa de Juda un nuevo pacto; 9 No como el pacto que hice con sus padres el dia que los tome por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo los menosprecie, dice el Senor. 10 Por lo cual este es el pacto que ordenare a la casa de Israel despues de aquellos dias, dice el Senor: Dare mis leyes en el alma de ellos, y sobre el corazon de ellos las escribire: y sere a ellos por Dios, y ellos me seran a mi por pueblo: 11 Y ninguno ensenara a su projimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Senor; porque todos me conoceran, desde el menor de ellos hasta el mayor. 12 Porque sere propicio a sus injusticias, y de sus pecados, y de sus iniquidades no me acordare mas. 13 Diciendo Nuevo [pacto,] dio por viejo al primero y lo que es dado por viejo y se envejece, cerca esta de desvanecerse. CAPITULO 9. 1 TENIA empero tambien el primer [pacto] reglamentos del culto, y [su] santuario mundano. 2 Porque el tabernaculo fue hecho: el primero en que [estaban] las lamparas, y la mesa, y los panes de la proposicion; lo que llaman el santuario. 3 Tras el segundo velo [estaba] el tabernaculo, que llaman el lugar santisimo; 4 El cual tenia un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de todas partes alrededor de oro; en la que [estaba] una urna de oro que contenia el mana, y la vara de Aaron que reverdecio, y las tablas del pacto; 5 Y sobre ella los querubines de gloria que cubrian el propiciatorio, de las cuales cosas no se puede ahora hablar en particular. 6 Y estas cosas asi ordenadas, en el primer tabernaculo siempre entraban los sacerdotes para hacer los oficios del culto; 7 Mas en el segundo, solo el pontifice una vez en el ano; no sin sangre, la cual ofrece por si mismo, y [por] los pecados de ignorancia del pueblo: 8 Dando en esto a entender el Espiritu Santo, que aun no estaba descubierto el camino para el [verdadero] santuario, entretanto que el primer tabernaculo estuviese en pie. 9 Lo cual [era] figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecian presentes y sacrificios que no podian hacer perfecto, cuanto a la conciencia, al que servia [con ellos;] 10 [Consistiendo] solo en viandas y bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de la correccion. 11 Mas estando ya presente Cristo, Pontifice de los bienes que habian de venir, por [otro] mas amplio y mas perfecto tabernaculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creacion; 12 Y no por sangre de machos cabrios ni de becerros, mas por su propia sangre entro una sola vez en el santuario, habiendo obtenido [para nosotros] eterna redencion. 13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabrios, y la ceniza de la becerra, rociada a los inmundos, santifica para la purificacion de la carne, 14 ?Cuanto mas la sangre de Cristo, el cual por el Espiritu eterno se ofrecio a si mismo sin mancha a Dios, limpiara vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirvais al Dios vivo? 15 Asi que por eso es Mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la remision de las rebeliones [que habia] bajo del primer testamento, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16 Porque donde [hay] testamento, necesario es que intervenga muerte del testador. 17 Porque el testamento con la muerte es confirmado: de otra manera no es valido entretanto que el testador vive. 18 De donde [vino] que ni aun el primero fue consagrado sin sangre. 19 Porque habiendo leido Moises todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabrios, con agua, y lana de grana, e hisopo, rocio al mismo libro, y tambien a todo el pueblo. 20 Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado. 21 Y ademas de esto rocio tambien con la sangre el tabernaculo, y todos los vasos del ministerio. 22 Y casi todo es purificado segun la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remision. 23 Fue pues necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que estos. 24 Porque no entro Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios. 25 Y no para ofrecerse muchas veces a si mismo, como entra el pontifice en el santuario cada ano con sangre ajena; 26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumacion de los siglos, para deshacimiento del pecado, se presento por el sacrificio de si mismo. 27 Y de la manera que esta establecido a los hombres que mueran una vez, y despues el juicio, 28 Asi tambien Cristo fue ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez sin pecado sera visto de los que lo esperan para salud. CAPITULO 10. 1 PORQUE la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada ano, hacer perfectos a los que se allegan. 2 De otra manera cesarian de ofrecerse; porque los que tributan [este] culto, limpios de una vez, no tendrian mas conciencia de pecado. 3 Empero en estos [sacrificios] cada ano se hace [la misma] conmemoracion de los pecados. 4 Porque la sangre de los toros y de los machos cabrios no puede quitar los pecados. 5 Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y presente no quisiste; mas me apropiaste cuerpo: 6 Holocaustos y [expiaciones] por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: Heme aqui (en la cabecera del libro esta escrito de mi) para que haga, oh Dios, tu voluntad. 8 Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos, y [expiaciones] por el pecado, no quisiste, ni te agradaron, las cuales cosas se ofrecen segun la ley, 9 Entonces dijo: Heme aqui para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero. 10 En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesu- Cristo [hecha] una [sola] vez. 11 Asi que todo sacerdote se presenta cada dia ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados: 12 Pero este, habiendo ofrecido por los pecados un [solo] sacrificio para siempre, esta sentado a la diestra de Dios, 13 Esperando lo que resta, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. 14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15 Y atestiguanos lo mismo el Espiritu Santo; que despues que dijo: 16 Y este es el pacto que hare con ellos despues de aquellos dias, dice el Senor: Dare mis leyes en sus corazones y en sus almas las escribire; 17 Y nunca mas me acordare de sus pecados e iniquidades. 18 Pues donde hay remision de estos, no hay mas ofrenda por pecado. 19 Asi que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesu-Cristo, 20 Por el camino que el nos consagro nuevo, y vivo; por el velo, esto es, por su carne: 21 Y [teniendo] un Gran Sacerdote sobre la casa de Dios, 22 Lleguemonos con corazon verdadero, en llena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia. 23 Mantengamos firme la profesion de nuestra fe, sin fluctuar, (que fiel es el que prometio;) 24 Y consideremonos los unos a los otros para provocarnos al amor, y a las buenas obras: 25 No dejando nuestra congregacion, como algunos tienen por costumbre mas exhortandonos; y tanto mas, cuanto veis que aquel dia se acerca. 26 Porque si pecaremos voluntariamente despues de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado, 27 Sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. 28 El que menospreciare la ley de Moises, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia: 29 ?Cuanto pensais que sera mas digno de mayor castigo el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espiritu de gracia? 30 Sabemos [quien es] el que dijo: Mia es la venganza, yo dare el pago, dice el Senor. Y otra vez: El Senor juzgara su pueblo. 31 Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo. 32 Empero traed a la memoria los dias pasados, en los cuales, despues de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones: 33 Por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectaculo; y por otra parte hechos companeros de los que estaban en tal estado. 34 Porque de mis prisiones tambien os resentisteis conmigo, y el robo de vuestros bienes padecisteis con gozo, conociendo que teneis en vosotros una mejor sustancia en los cielos, y que permanece. 35 No perdais pues vuestra confianza, que tiene grande remuneracion de galardon: 36 Porque la paciencia os es necesaria; para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengais la promesa. 37 Porque aun un poquito, y el que ha de venir vendra, y no tardara. 38 Ahora el justo vivira por fe; mas si se retirare, no agradara a mi alma. 39 Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdicion, sino fieles para ganancia del alma. CAPITULO 11. 1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostracion de las cosas que no se ven. 2 Porque por ella alcanzaron testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve de lo que no se veia. 4 Por la fe Abel ofrecio a Dios mayor sacrificio que Cain, por la cual alcanzo testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus presentes; y difunto, aun habla por ella. 5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 6 Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 7 Por la fe Noe, habiendo recibido respuesta de cosas que aun no se veian, con temor aparejo el arca en que su casa se salvase: por la cual [fe] condeno al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe. 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedecio para salir al lugar que habia de recibir por heredad; y salio sin saber donde iba. 9 Por fe habito en la tierra prometida como en [tierra] ajena, morando en cabanas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa: 10 Porque esperaba ciudad con fundamentos, el artifice y hacedor de la cual es Dios. 11 Por la fe tambien la misma Sara, siendo esteril, recibio fuerza para concebir simiente; y pario aun fuera del tiempo de la edad, porque creyo ser fiel el que [lo] habia prometido. 12 Por lo cual tambien, de uno, y ese ya amortecido, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que esta a la orilla de la mar. 13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido las promesas, sino mirandolas de lejos, y creyendolas, y saludandolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria. 15 Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenian tiempo para volverse: 16 Empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial; por lo cual Dios no se avergueenza de llamarse Dios de ellos; porque les habia aparejado ciudad. 17 Por fe ofrecio Abraham a Isaac, cuando fue probado; y ofrecia al unigenito el que habia recibido las promesas. 18 Habiendole sido dicho: En Isaac te sera llamada simiente: 19 Pensando que aun de los muertos [es] Dios poderoso para levantar; de donde tambien lo volvio a recibir por figura. 20 Por fe bendijo Isaac a Jacob y a Esau respecto a cosas que habian de ser. 21 Por fe Jacob, muriendose, bendijo a cada uno de los hijos de Jose; y adoro [estribando] sobre la punta de su bordon. 22 Por fe Jose muriendose, se acordo de la partida de los hijos de Israel: y dio mandamiento acerca de sus huesos. 23 Por fe Moises, nacido, fue escondido de sus padres por tres meses, porque lo vieron hermoso nino, y no temieron el mandamiento del rey. 24 Por fe Moises, hecho ya grande, rehuso ser llamado hijo de la hija de Pharaon; 25 Escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado: 26 Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los Egipcios; porque miraba a la remuneracion. 27 Por fe dejo a Egipto no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al invisible. 28 Por fe celebro la Pascua y el derramamiento de la sangre, para que el que mataba los primogenitos, no les tocase. 29 Por fe pasaron el mar Bermejo como por tierra seca; lo cual probando los Egipcios, fueron sumergidos. 30 Por fe cayeron los muros de Jerico con rodearlos siete dias. 31 Por fe Rahab la ramera no perecio juntamente con los incredulos, habiendo recibido los espias con paz. 32 ?Y que mas digo, porque el tiempo me faltara contando de Gedeon, de Barac, de Samson, de Jephte, de David, de Samuel, y de los profetas; 33 Que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones 34 Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de cuchillo, convalecieron de enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de [enemigos] extranos. 35 las mujeres recibieron sus muertos por resurreccion: unos fueron estirados, no aceptando el rescate para ganar mejor resurreccion: 36 Otros experimentaron vituperios y azotes; y a mas de esto prisiones y carceles: 37 Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a cuchillo; anduvieron de aca para alla [cubiertos] de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38 De los cuales el mundo no era digno: perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Y todos estos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa: 40 Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen perfeccionados sin nosotros. CAPITULO 12. 1 POR tanto nosotros tambien, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, 2 Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, [en] Jesus; el cual, habiendole sido propuesto gozo, sufrio la cruz, menospreciando la vergueenza, y sentose a la diestra del trono de Dios. 3 Reducid pues a vuestro pensamiento a aquel que sufrio tal contradiccion de pecadores contra si mismo, porque no os fatigueis en vuestros animos desmayando. 4 Que aun no habeis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 5 Y estais ya olvidados de la exhortacion que como con hijos habla con vosotros, [diciendo:] Hijo mio, no menosprecies el castigo del Senor, ni desmayes cuando eres de el reprendido: 6 Porque el Senor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo. 7 Si sufris el castigo, Dios se os presenta como a hijos; porque ?que hijo es [aquel] a quien el padre no castiga? 8 Mas si estais fuera del castigo, del cual todos [los hijos] han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos por castigadores a los padres de nuestra carne, y los reverenciabamos; ?por que no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espiritus, y viviremos? 10 Y aquellos, a la verdad por pocos dias nos castigaban como a ellos les parecia; mas este para lo que [nos] es provechoso, para que recibamos su santificacion. 11 Es verdad que ningun castigo al presente parece^ ser [causa] de gozo, sino de tristeza; mas despues da fruto apacible de justicia a los que en el son ejercitados. 12 Por lo cual alzad las manos caidas, y las rodillas paralizadas; 13 Y haced derechos pasos a vuestros pies, porque lo [que es] cojo no salga fuera de camino; antes sea sanado. 14 Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie vera al Senor: 15 Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raiz de amargura brotando [os] impida, y por ella muchos sean contaminados; 16 Que ninguno sea fornicario, o profano, como Esau, que por una vianda vendio su primogenitura. 17 Porque ya sabeis que aun despues deseando heredar la bendicion, fue reprobado; que no hallo lugar de arrepentimiento, aunque la procuro con lagrimas. 18 Porque no os habeis llegado al monte que se podia tocar, y al fuego encendido, y al turbion, y a la oscuridad, y a la tempestad, 19 Y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase mas: 20 (Porque no podian tolerar lo que se mandaba: Si bestia tocare al monte, sera apedreada, o pasada con dardo: 21 Y tan terrible cosa era lo que se veia, que Moises dijo: Estoy asombrado y temblando:) 22 Mas os habeis llegado al monte de Sion, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y a la compania de muchos millares de angeles, 23 Y a la congregacion de los primogenitos que estan alistados en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espiritus de los justos, [ya] perfectos; 24 Y a Jesus, el Mediador del nuevo testamento; y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que [la de] Abel. 25 Mirad que no desecheis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos [escaparemos] nosotros, si desecharemos al que [nos] habla de los cielos: 26 La voz del cual entonces conmovio la tierra; mas ahora ha denunciado diciendo: Aun una vez, y yo conmovere no solamente la tierra, mas aun el cielo. 27 Y este [decir:] Aun una vez, declara la mudanza de las cosas movibles, como de cosas hechas, para que queden las que son firmes. 28 Asi que tomando el reino inmovil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios agradandole con temor y reverencia. 29 Porque nuestro Dios [es] fuego consumidor. CAPITULO 13. 1 PERMANEZCA el amor fraternal. 2 No olvideis la hospitalidad; porque por esta algunos, sin saberlo, hospedaron angeles. 3 Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que tambien vosotros mismos sois del cuerpo. 4 Honroso [es] en todos el matrimonio, y el lecho [conyugal] sin mancilla; mas a los fornicarios y a los adulteros juzgara Dios. 5 Sean las costumbres [vuestras] sin avaricia; contentos de lo presente; porque el dijo: No te desamparare, ni te dejare: 6 De tal manera que digamos confiadamente: El Senor [es] mi ayudador; no temere lo que me hara el hombre. 7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; la fe de los cuales imitad, considerando cual haya sido el exito de su conducta. 8 Jesu-Cristo [es] el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. 9 No seais llevados de aca para alla por doctrinas diversas y extranas; porque buena cosa es afirmar el corazon en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas. 10 Tenemos un altar, del cual no tienen facultad de comer los que sirven al tabernaculo. 11 Porque los cuerpos de aquellos animales, la sangre de los cuales es metida por el pecado en el santuario por el pontifice, son quemados fuera del real. 12 Por lo cual tambien Jesus, para santificar el pueblo por su propia sangre, padecio fuera de la puerta. 13 Salgamos pues a el fuera del real llevando su vituperio. 14 Porque no tenemos aqui ciudad permanente, mas buscamos la por venir. 15 Asi que ofrezcamos por medio de el a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen a su nombre. 16 Y de hacer bien y de la comunicacion no os olvideis: porque de tales sacrificios se agrada Dios. 17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta, para que lo hagan con alegria, y no gimiendo, porque esto no os es util. 18 Orad por nosotros: porque confiamos que tenemos buena conciencia, deseando conversar bien en todo. 19 Y mas os ruego que lo hagais asi, para que [yo] os sea mas presto restituido. 20 Y el Dios de paz que saco de los muertos a nuestro Senor Jesu-Cristo, el Gran Pastor de las ovejas, por la sangre del testamento eterno, 21 Os haga aptos en toda obra buena para que hagais su voluntad, haciendo el en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesu-Cristo, al cual [sea] gloria por siglos de siglos. Amen. 22 Empero os ruego, hermanos, que soporteis [esta] palabra de exhortacion; porque os he escrito en breve. 23 Sabed que [nuestro] hermano Timoteo esta suelto, con el cual, si viniere mas presto, os [ire] a ver. 24 Saludad a todos vuestros pastores y a todos los santos. Los de Italia os saludan. 25 La gracia sea con todos vosotros. Amen. Fue escrita a los Hebreos desde Italia con Timoteo. LA EPISTOLA UNIVERSAL DE SANTIAGO. CAPITULO 1. 1 JACOBO, siervo de Dios y del Senor Jesu-Cristo, a las doce tribus que estan esparcidas, salud. 2 Hermanos mios, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; 3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 4 Mas tenga la paciencia perfecta [su] obra, para que seais perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa. 5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduria, demandela a Dios, el cual da a todos abundantemente, y no zahiere; y le sera dada. 6 Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra. 7 No piense pues el tal hombre que recibira ninguna cosa del Senor. 8 El hombre de doblado animo es inconstante en todos sus caminos. 9 El hermano que es de baja suerte gloriese en su alteza: 10 Mas el que es rico, en su bajeza: porque el se pasara como la flor de la yerba. 11 Porque salido el sol con ardor, la yerba se seco, y su flor se cayo, y perecio su hermosa apariencia: asi tambien se marchitara el rico en todos sus caminos. 12 Bienaventurado el varon que sufre la tentacion; porque cuando fuere probado, recibira la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le amen. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni el tienta a alguno; 14 Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraido, y cebado. 15 Y la concupiscencia, despues que ha concebido, pare al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte. 16 Amados hermanos mios, no erreis. 17 Toda buena dadiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variacion. 18 El de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardio para hablar, tardio para airarse: 20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21 Por lo cual dejando toda inmundicia, y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida [en vosotros,] la cual puede hacer salvas vuestras almas. 22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, enganandoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural: 24 Porque el se considero a si mismo y se fue, y luego se olvido que tal era. 25 Mas el que hubiese mirado atentamente en la perfecta ley [que es] la de la libertad, y perseverado [en ella,] no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal sera bienaventurado en su hecho. 26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino enganando su corazon, la religion del tal es vana. 27 La religion pura y sin macula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huerfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo. CAPITULO 2. 1 HERMANOS mios, no tengais la fe de nuestro Senor Jesu-Cristo glorioso en acepcion de personas. 2 Porque si en vuestra congregacion entra un hombre con anillo de oro, y de preciosa ropa, y tambien entra un pobre con vestidura vil, 3 Y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Sientate tu aqui en buen lugar: y dijereis al pobre: Estate tu alli en pie; o sientate aqui debajo de mi estrado: 4 ?No juzgais en vosotros mismos, y venis a ser jueces de pensamientos malos? 5 Hermanos mios amados, oid: ?No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le amen? 6 Mas vosotros habeis afrentado al pobre. ?No os oprimen los ricos, y os arrastran a los juzgados? 7 ?No blasfeman ellos el buen nombre que [fue] invocado sobre vosotros? 8 Si en verdad cumplis vosotros la ley real conforme a la escritura: Amaras a tu projimo como a ti mismo; bien haceis: 9 Mas si haceis acepcion de personas, cometeis pecado, y sois reconvenidos de la ley como transgresores. 10 Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un [punto,] es hecho culpado de todos. 11 Porque el que dijo: No cometeras adulterio, tambien ha dicho: No mataras. Ahora bien, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley. 12 Asi hablad, y asi obrad como los que habeis de ser juzgados por la ley de libertad. 13 Porque juicio sin misericordia [sera hecho] con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloria contra el juicio. 14 Hermanos mios, ?que aprovechara si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ?Podra la fe salvarle? 15 Y si el hermano o la hermana estan desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada dia, 16 Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos, y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo, ?que [les] aprovechara? 17 Asi tambien la fe, si no tuviere obras, es muerta en si misma. 18 Pero alguno dira: Tu tienes fe, y yo tengo obras: muestrame tu fe sin tus obras, y yo te mostrare mi fe por mis obras. 19 Tu crees que Dios es uno; bien haces: tambien los demonios creen, y tiemblan. 20 ?Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin las obras es muerta? 21 ?No fue justificado por las obras Abraham, nuestro Padre, cuando ofrecio a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ?No ves que la fe obro con sus obras, y que la fe fue perfecta por las obras? 23 Y fue cumplida la escritura que dice Abraham creyo a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo tambien Rahab la ramera ?no fue justificada por obras, cuando recibio los mensajeros, y los echo fuera por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin espiritu esta muerto, asi tambien la fe sin obras es muerta. CAPITULO 3. 1 HERMANOS mios, no os hagais muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenacion: 2 Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, este es varon perfecto, que tambien puede con freno gobernar todo el cuerpo. 3 He aqui, nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo. 4 Mirad tambien las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeno timon por donde quisiere el que las gobierna. 5 Asi tambien la lengua es un miembro pequeno, y se gloria de grandes cosas. He aqui, un pequeno fuego icuan grande bosque enciende! 6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Asi la lengua esta puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creacion, y es inflamada del infierno. 7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma, y es domada de la naturaleza humana: 8 Pero ningun hombre puede domar la lengua, [que es] un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. 9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendicion y maldicion. Hermanos mios, no conviene que estas cosas sean asi hechas. 11 ?Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos mios, ?puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Asi ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce. 13 ?Quien es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversacion sus obras en mansedumbre de sabiduria. 14 Pero si teneis envidia amarga, y contencion en vuestros corazones, no os glorieis, ni seais mentirosos contra la verdad. 15 Que esta sabiduria no es la que desciende de lo alto, sino terrena, animal, diabolica. 16 Porque donde hay envidia y contencion, alli hay perturbacion, y toda obra perversa. 17 Mas la sabiduria que es de lo alto, primeramente es pura, despues pacifica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida. 18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz. CAPITULO 4. 1 ?DE donde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? ?No [son] de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciais, y no teneis; matais, y ardeis de envidia, y no podeis alcanzar; combatis y guerreais, y no teneis lo que deseais, porque no pedis. 3 Pedis, y no recibis; porque pedis mal, para gastar en vuestros deleites. 4 Adulteros y adulteras, ?no sabeis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ?Pensais que la escritura dice sin causa: El espiritu que mora en nosotros codicia para envidia? 6 Mas el da mayor gracia. Por esto el dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7 Someteos pues a Dios: resistid al diablo, y de vosotros huira. 8 Allegaos a Dios, y el se allegara a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y [vosotros] de doblado animo, purificad los corazones. 9 Afligios, y lamentad, y llorad; vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos delante del Senor, y el os ensalzara. 11 Hermanos no murmureis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga a la ley; pero si tu juzgas a la ley, no eres guardador de la ley, sino juez. 12 Uno es el dador de la ley, que puede salvar, y perder: ?quien eres tu que juzgas a otro? 13 Ea ahora, los que decis: Hoy y manana iremos a tal ciudad, y estaremos alla un ano, y compraremos mercaderia y ganaremos: 14 Y no sabeis lo que sera manana. Porque ?que es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y despues se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberiais decir: Si el Senor quisiere, y si vivieremos, haremos esto o aquello. 16 Mas ahora os jactais en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala. 17 El pecado pues esta en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace. CAPITULO 5. 1 EA ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendran. 2 Vuestras riquezas estan podridas; vuestras ropas estan comidas de polilla. 3 Vuestro oro y plata estan corrompidos de orin, y su orin os sera en testimonio, y comera del todo vuestras carnes como fuego. Os habeis allegado tesoro para en los postreros dias. 4 He aqui, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engano no les ha sido pagado de vosotros, clama; y los clamores de los que habian segado, han entrado en los oidos del Senor de los ejercitos. 5 Habeis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habeis cebado vuestros corazones como en el dia de sacrificios. 6 Habeis condenado [y] muerto al justo; [y] el no os resiste. 7 Pues, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Senor. Mirad [como] el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y tardia. 8 Tened tambien vosotros paciencia: confirmad vuestros corazones; porque la venida del Senor se acerca. 9 Hermanos, no os quejeis unos contra otros, porque no seais condenados: He aqui, el Juez esta delante de la puerta. 10 Hermanos mios, tomad por ejemplo de afliccion y de paciencia, a los profetas que hablaron en nombre del Senor. 11 He aqui, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habeis oido la paciencia de Job, y habeis visto el fin del Senor, que el Senor es muy misericordioso y piadoso. 12 Mas sobre todo, hermanos mios, no jureis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; sino vuestro Si, sea Si, y [vuestro] No, [sea,] No; porque no caigais en condenacion. 13 ?Esta alguno entre vosotros afligido? haga oracion. ?Esta alguno alegre, cante salmos. 14 ?Esta alguno enfermo entre vosotros? llame a los ancianos de la iglesia, y oren por el, ungiendole con aceite en el nombre del Senor. 15 Y la oracion de fe salvara al enfermo, y el Senor lo levantara; y si estuviere en pecados, le seran perdonados. 16 Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seais sanos: [que] la oracion eficaz del justo puede mucho. 17 Elias era hombre sujeto a semejantes pasiones que nosotros, y rogo con oracion que no lloviese; y no llovio sobre la tierra tres anos y seis meses. 18 Y otra vez oro, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. 19 Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere, 20 Sepa, que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvara un alma de muerte, y cubrira multitud de pecados. LA PRIMERA EPISTOLA UNIVERSAL DE SAN PEDRO APOSTOL. CAPITULO 1. 1 PEDRO, apostol de Jesu-Cristo, a los extranjeros que [estan] esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia y en Bithinia, 2 Elegidos segun la presciencia de Dios Padre en santificacion del Espiritu, para obedecer, y ser rociados con la sangre de Jesu-Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada. 3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Senor Jesu-Cristo, que segun su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurreccion de Jesu-Cristo de los muertos, 4 Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos 5 Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que esta aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo. 6 En lo cual vosotros os alegrais, estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario, 7 Para que la prueba de vuestra fe mucho mas preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesu-Cristo fuere manifestado: 8 Al cual no habiendo visto, le amais en el cual creyendo, aunque al presente^ no lo veais, os alegrais con gozo inefable y glorificado; 9 Obteniendo el fin de vuestra fe, [que es] la salud de [vuestras] almas. 10 De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que habia de venir a vosotros, han inquirido, y diligentemente buscado, 11 Escudrinando cuando y en que punto de tiempo significaba el Espiritu de Cristo, que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habian de venir a Cristo, y las glorias despues de ellas. 12 A los cuales fue revelado, que no para si mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el Evangelio por el Espiritu Santo enviado del cielo; en las cuales desean mirar los angeles. 13 Por lo cual teniendo los lomos de vuestro entendimiento cenidos, con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesu-Cristo os es manifestado: 14 Como hijos obedientes, no conformandoos con los deseos que antes teniais estando en vuestra ignorancia; 15 Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed tambien vosotros santos en toda conversacion. 16 Porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo. 17 Y si invocais por Padre a aquel que sin acepcion de personas juzga segun la obra de cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra peregrinacion; 18 Sabiendo que habeis sido rescatados de vuestra vana conversacion, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, [como] oro o plata, 19 Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminacion: 20 Ya ordenado de antes de la fundacion del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros, 21 Que por el creeis a Dios, el cual le resucito de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios. 22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espiritu, en caridad hermanable, sin fingimiento, amaos unos a otros entranablemente de corazon puro: 23 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. 24 Porque toda carne es como la yerba, y toda la gloria del hombre como la flor de la yerba: secose la yerba, y la flor se cayo; 25 Mas la palabra del Senor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el Evangelio os ha sido anunciada. CAPITULO 2. 1 DEJANDO pues toda malicia, y todo engano, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones, 2 Desead, como ninos recien nacidos la leche espiritual, sin engano, para que por ella crezcais en salud: 3 Si empero habeis gustado que el Senor es benigno; 4 Al cual allegandoos, que [es] la piedra viva, reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios [y] preciosa, 5 Vosotros tambien, como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesu-Cristo. 6 Por lo cual tambien contiene la escritura: He aqui, pongo en Sion la principal piedra del angulo, escogida, preciosa; y el que creyere en ella, no sera confundido. 7 [Ella] es pues honor a vosotros que creeis: mas para los desobedientes, la piedra que los edificadores reprobaron, esta fue hecha la cabeza del angulo; 8 Y piedra de tropiezo, y roca de escandalo a aquellos que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; para lo cual fueron tambien ordenados. 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anuncieis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable; 10 Vosotros, que en el tiempo pasado no [erais] pueblo, mas ahora [sois] pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habiais alcanzado misericordia, mas ahora habeis alcanzado misericordia. 11 Amados, yo os ruego, como a extranjeros y peregrinos, os abstengais de los deseos carnales que batallan contra el alma, 12 Teniendo vuestra conversacion honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el dia de la visitacion, estimandoos por las buenas obras. 13 Sed pues sujetos a toda ordenacion humana por respeto a Dios: ya sea al rey como a superior; 14 Ya a los gobernadores, como de el enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien. 15 Porque esta es la voluntad de Dios, que haciendo bien, hagais callar la ignorancia de los hombres vanos: 16 Como libres; y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios. 17 Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey. 18 Siervos, sed sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino tambien a los rigurosos. 19 Porque esto es agradable, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20 Porque ?que gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufris? mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufris, esto ciertamente [es] agradable delante de Dios. 21 Porque para esto sois llamados; pues que tambien Cristo padecio por nosotros, dejandonos ejemplo, para que vosotros sigais sus pisadas; 22 El cual no hizo pecado, ni fue hallado engano en su boca; 23 Quien cuando le maldecian^, no retornaba maldicion; cuando padecia, no amenazaba, sino remitia [la causa] al que juzga justamente. 24 El cual mismo llevo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia: por la herida del cual habeis sido sanados. 25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas; mas ahora habeis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas. CAPITULO 3. 1 ASIMISMO [vosotras] mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que tambien los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conversacion de sus mujeres, 2 Considerando vuestra casta conversacion, que es en temor. 3 El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, ni atavio de oro, ni en compostura de ropas; 4 Sino el hombre del corazon que esta encubierto, en incorruptible [ornato] de espiritu agradable, y pacifico, lo cual es de grande estima delante de Dios. 5 Porque asi tambien se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas a sus maridos: 6 Como Sara obedecia a Abraham llamandole senor; de la cual vosotras sois hechas hijas, haciendo bien, y no sois espantadas de ningun pavor. 7 Vosotros asimismo, maridos, habitad con ellas segun ciencia, dando honor a la mujer como a vaso mas fragil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas. 8 Y finalmente, sed todos de un mismo corazon, compasivos, amandoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 No volviendo mal por mal, ni maldicion por maldicion; sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseais bendicion en herencia. 10 Porque el que quiere amar la vida, y ver dias buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engano: 11 Apartese del mal, y haga bien; busque la paz, y sigala. 12 Porque los ojos del Senor [estan] sobre los justos, y sus oidos [atentos] a sus oraciones: pero el rostro del Senor [esta] sobre aquellos que hacen mal. 13 ?Y quien es aquel que os podra danar, si vosotros seguis el bien? 14 Mas tambien si alguna cosa padeceis por hacer bien, sois bienaventurados. Por tanto no temais por el temor de ellos, ni seais turbados; 15 Sino santificad al Senor Dios en vuestros corazones: y [estad] siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razon de la esperanza que [hay] en vosotros: 16 Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversacion en Cristo. 17 Porque mejor [es] que padezcais haciendo bien, si la voluntad de Dios asi lo quiere, que haciendo mal. 18 Porque tambien Cristo padecio una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en Espiritu: 19 En el cual tambien fue y predico a los espiritus encarcelados; 20 Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los dias de Noe, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua. 21 A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva, (no quitando las inmundicias de la carne, sino [como] demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurreccion de Jesu-Cristo: 22 El cual esta a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo; estando a el sujetos los angeles, y las potestades, y virtudes. CAPITULO 4. 1 PUES que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros tambien estad armadas del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, ceso de pecado; 2 Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios. 3 Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho la voluntad de los Gentiles, cuando conversabamos en lascivias, en concupiscencias, en embriagueces, en glotonerias, en banquetes, y en abominables idolatrias. 4 En lo cual parece cosa extrana a los que os vituperan que vosotros no corrais con ellos en el mismo desenfrenamiento de disolucion, ultrajandoos: 5 Los cuales daran cuenta al que esta aparejado para juzgar los vivos y los muertos. 6 Porque por esto tambien ha sido predicado el Evangelio a los muertos; para que sean juzgados en carne segun los hombres, y vivan en espiritu segun Dios. 7 Mas el fin de todas las cosas se acerca. Sed pues templados, y velad en oracion. 8 Y sobre todo tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrira multitud de pecados. 9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno segun el don que ha recibido, administrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios. 11 Si alguno habla, [hable] conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, [ministre] conforme a la virtud que Dios suministra: para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesu-Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamas. Amen. 12 Carisimos, no os maravilleis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese; 13 Antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo, para que tambien en la revelacion de su gloria os goceis en triunfo. 14 Si sois vituperados en el nombre de Cristo, sois bienaventurados; porque la gloria y el Espiritu de Dios reposan sobre vosotros. Cierto segun ellos el es blasfemado, mas segun vosotros es glorificado. 15 Asi que ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladron, o malhechor o por meterse en negocios ajenos. 16 Pero si [alguno es afligido] como cristiano, no se avergueence; antes glorifique a Dios en esta parte. 17 Porque es tiempo que el juicio comience de la casa de Dios; y si primero [comienza] por nosotros, ?que sera el fin de aquellos que no obedecen al Evangelio de Dios? 18 Y si el justo con dificultad se salva, ?adonde parecera el infiel y el pecador? 19 Y por eso los que son afligidos segun la voluntad de Dios, encomiendenle sus almas, como a fiel Criador, haciendo bien. CAPITULO 5. 1 RUEGO a los ancianos que estan entre vosotros, yo anciano [tambien] con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy tambien participante de la gloria que ha de ser revelada; 2 Apacentad la grey de Dios que esta entre vosotros, teniendo cuidado [de ella,] no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un animo pronto; 3 Y no como teniendo senorio sobre las heredades [del Senor,] sino siendo dechados de la grey. 4 Y cuando apareciere el Principe de los pastores, vosotros recibireis la corona incorruptible de gloria. 5 Igualmente, mancebos, sed sujetos a los ancianos: y todos sumisos unos a otros, revestios de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 6 Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que el os ensalce cuando fuere tiempo: 7 Echando toda vuestra solicitud en el: porque el tiene cuidado de vosotros. 8 Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo anda como un leon bramando alrededor [de vosotros] buscando a quien devore: 9 Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compania de vuestros hermanos que estan en el mundo. 10 Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesu-Cristo, despues que hubiereis un poco de tiempo padecido, el mismo os perfeccione, confirme, corrobore, y establezca. 11 A el sea gloria, e imperio para siempre. Amen. 12 Por Silvano, hermano fiel segun yo pienso, os he escrito brevemente, amonestandoos, y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estais. 13 La [iglesia que esta] en Babilonia, juntamente elegida con vosotros, os saluda, y Marcos mi hijo. 14 Saludaos unos a otros con osculo de caridad. Paz [sea] con todos vosotros los que estais en Jesu-Cristo. Amen. LA SEGUNDA EPISTOLA UNIVERSAL DE SAN PEDRO APOSTOL. CAPITULO 1. 1 SIMON Pedro, siervo y apostol de Jesu-Cristo, a los que habeis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesu-Cristo. 2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios, y de nuestro Senor Jesus. 3 Como todas las cosas que [pertenecen] a la vida y a la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud: 4 Por las cuales nos son dadas preciosas y grandisimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcion que esta en el mundo por concupiscencia; 5 Vosotros tambien, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; 6 Y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia; y en la paciencia temor de Dios; 7 Y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad. 8 Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejaran estar ociosos ni esteriles en el conocimiento de nuestro Senor Jesu-Cristo. 9 Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta, habiendo olvidado la purificacion de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, procurad tanto mas de hacer firme vuestra vocacion y eleccion; porque haciendo estas cosas, no caereis jamas. 11 Porque de esta manera os sera abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Senor y Salvador Jesu-Cristo. 12 Por esto yo no dejare de amonestaros siempre de estas cosas, aunque vosotros las sepais, y esteis confirmados en la verdad presente. 13 Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernaculo, de incitaros con amonestacion; 14 Sabiendo que brevemente tengo de dejar [este] mi tabernaculo, como nuestro Senor Jesu-Cristo me ha declarado. 15 Tambien yo procurare con diligencia, que despues de mi fallecimiento, vosotros podais siempre tener memoria de estas cosas. 16 Porque no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Senor Jesu-Cristo, siguiendo fabulas por arte compuestas; sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad. 17 Porque el habia recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fue a el enviada de la magnifica gloria: Este es el amado^ Hijo mio, en el cual yo me he agradado. 18 Y nosotros oimos esta voz enviada del cielo, cuando estabamos juntamente con el en el monte santo. 19 Tenemos tambien la palabra profetica mas permanente, a la cual haceis bien de estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el dia esclarezca, y el lucero de la manana salga en vuestros corazones. 20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecia de la escritura es de particular interpretacion: 21 Por que la profecia no fue en los tiempos pasados traida por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espiritu Santo. CAPITULO 2. 1 PERO hubo tambien falsos profetas en el pueblo, como habra entre vosotros falsos doctores, que introduciran encubiertamente herejias de perdicion, y negaran al Senor que los rescato, atrayendo sobre si mismos perdicion acelerada. 2 Y muchos seguiran sus disoluciones, por los cuales el camino de la verdad sera blasfemado: 3 Y por avaricia haran mercaderia de vosotros con palabras fingidas; sobre los cuales la condenacion ya de largo tiempo no se tarda, y su perdicion no se duerme. 4 Porque si Dios no perdono a los angeles que habian pecado; sino que habiendoles despenado en el infierno con cadenas de oscuridad, los entrego para ser reservados al juicio; 5 Y [si] no perdono al mundo viejo, mas guardo a Noe, octavo pregonero de justicia, trayendo el diluvio sobre el mundo de malvados; 6 Y [si] condeno por destruccion las ciudades de Sodoma, y de Gomorra, tornandolas en ceniza, y poniendolas por ejemplo a los que habian de vivir sin temor y reverencia de Dios; 7 Y libro al justo Lot, acosado por la nefanda conducta de los malvados; 8 (Porque este justo, con ver y oir, morando entre ellos, afligia cada dia su alma justa con los hechos de aquellos injustos;) 9 Sabe el Senor librar de tentacion a los pios, y reservar a los injustos para ser atormentados en el dia del juicio: 10 Y principalmente aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian la potestad, atrevidos, contumaces, que no temen decir mal de las potestades superiores. 11 Como quiera que los mismos angeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldicion contra ellas delante del Senor. 12 Mas estos, diciendo mal de las cosas que no entienden, como bestias brutas, que naturalmente son hechas para presa y destruccion, pereceran en su perdicion, 13 Recibiendo el galardon de su injusticia, ya que reputan por delicia poder gozar de deleites cada dia. Estos [son] suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus errores; 14 Teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar; cebando las almas inconstantes; teniendo el corazon ejercitado en codicias, siendo hijos de maldicion; 15 Que han dejado el camino derecho, y se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, [hijo] de Bosor, el cual amo el premio de la maldad, 16 Y fue reprendido por su iniquidad: una muda bestia de carga, hablando en voz de hombre, refreno la locura del profeta. 17 Estos son fuentes sin agua, y nubes traidas de torbellino de viento, para los cuales esta guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre. 18 Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones a los que verdaderamente habian huido de los que conversan en error: 19 Prometiendoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupcion. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que vencio. 20 Ciertamente, si habiendose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Senor y Salvador Jesu-Cristo, y otra vez envolviendose en ellas, son vencidos; sus postrimerias les son hechas peores que los principios. 21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que despues de haberlo conocido, tornarse atras del santo mandamiento que les fue dado. 22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvio a su vomito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno. CAPITULO 3. 1 CARISIMOS, yo os escribo ahora esta segunda carta, por la cual despierto con exhortacion vuestro limpio entendimiento. 2 Para que tengais memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, [que somos] apostoles del Senor y Salvador: 3 Sabiendo primero esto, que en los postrimeros dias vendran burladores, andando segun sus propias concupiscencias, 4 Y diciendo: ?Donde esta la promesa de su advenimiento? Porque desde el dia en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen asi como desde el principio de la creacion. 5 Cierto ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron en el tiempo antiguo, y la tierra que por agua y en agua esta asentada, por la palabra de Dios: 6 Por lo cual el mundo de entonces perecio anegado en agua, 7 Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el dia del juicio, y de la perdicion de los hombres impios. 8 Mas, oh amados, no ignoreis esta una cosa: que un dia delante del Senor [es] como mil anos, y mil anos como un dia. 9 El Senor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10 Mas el dia del Senor vendra como ladron en la noche; en el cual los cielos pasaran con grande estruendo, y los elementos ardiendo, seran deshechos, y la tierra y las obras que en ella estan, seran quemadas. 11 Pues como todas estas cosas han de ser deshechas, ?que tales conviene que vosotros seais en santas y pias conversaciones, 12 Esperando y apresurandoos para la venida del dia de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, seran deshechos, y los elementos siendo abrasados se fundiran? 13 Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, segun sus promesas, en los cuales mora la justicia. 14 Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad con diligencia que seais hallados de el, sin macula, y sin reprension, en paz. 15 Y tened por salud la paciencia de nuestro Senor, como tambien nuestro amado hermano Pablo, segun la sabiduria que le ha sido dada, os ha escrito tambien; 16 Casi en todas [sus] epistolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas dificiles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como tambien las otras escrituras, para perdicion de si mismos. 17 Asi que vosotros, oh amados, pues estais amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seais juntamente extraviados, y caigais de vuestra firmeza. 18 Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Senor y Salvador Jesu- Cristo. A el [sea] gloria ahora, y hasta el dia de la eternidad. Amen. LA PRIMERA EPISTOLA UNIVERSAL DE SAN JUAN APOSTOL. CAPITULO 1. 1 LO que era desde el principio, lo que hemos oido, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida: 2 (Porque la vida fue manifestada, y vimos y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido;) 3 Lo que hemos visto, y oido, eso os anunciamos, para que tambien vosotros tengais comunion con nosotros; y nuestra comunion verdaderamente [es] con el Padre, y con su Hijo Jesu-Cristo. 4 Y estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. 5 Y este es el mensaje que oimos de el, y os anunciamos: Que Dios es luz, y en el no hay ningunas tinieblas. 6 Si nosotros dijeremos que tenemos comunion con el, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad; 7 Mas si andamos en luz como el esta en luz, tenemos comunion entre nosotros, y la sangre de Jesu-Cristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si dijeremos que no tenemos pecado, nos enganamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, el es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. 10 Si dijeremos que no hemos pecado, lo hacemos a el mentiroso, y su palabra no esta en nosotros. CAPITULO 2. 1 HIJITOS mios, estas cosas os escribo, para que no pequeis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesu-Cristo el justo; 2 Y el es la propiciacion por nuestros pecados y no solamente por los nuestros, sino tambien por los de todo el mundo. 3 Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. 4 El que dice: Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en el; 5 Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios esta verdaderamente perfecta en el: por esto sabemos que estamos en el. 6 El que dice que esta en el, debe andar como el anduvo. 7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habeis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habeis oido desde el principio. 8 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en el, y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra. 9 El que dice que esta en luz, y aborrece a su hermano, el tal aun esta en tinieblas todavia. 10 El que ama a su hermano, esta en luz, y no hay tropiezo en el. 11 Mas el que aborrece a su hermano, esta en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adonde va; porque las tinieblas le han cegado los ojos. 12 Os escribo a vosotros, hijitos, por que vuestros pecados os son perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque habeis conocido a aquel que [es] desde el principio. Os escribo a vosotros, mancebos, porque habeis vencido al maligno. Os escribo^ a vosotros, hijitos, porque habeis conocido al Padre. 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habeis conocido al que [es] desde el principio. Os he escrito a vosotros, mancebos, porque sois fuertes, y la palabra de Dios mora en vosotros, y habeis vencido al maligno. 15 No ameis al mundo, ni las cosas [que estan] en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de carne, y concupiscencia de ojos, y soberbia de vida, no es del Padre, mas es del mundo. 17 Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. 18 Hijitos, [ya] es el ultimo tiempo: y como vosotros habeis oido que el anticristo ha de venir, asi tambien al presente han comenzado a ser muchos anticristos; por lo cual sabemos que es el ultimo tiempo. 19 Salieron de nosotros, mas no eran de nosotros; porque si fueran de nosotros, hubieran cierto permanecido con nosotros; pero [esto es] para que se manifestase que todos no son de nosotros. 20 Mas vosotros teneis la uncion del Santo, y conoceis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como a los que la conoceis, y que ninguna mentira es de la verdad. 22 ?Quien es mentiroso, sino el que niega que Jesus es el Cristo? Este tal es anticristo, que niega al Padre y al Hijo. 23 Cualquiera que niega al Hijo, este tal tampoco tiene al Padre. Cualquiera que confiesa al Hijo, tiene tambien al Padre. 24 Pues lo que habeis oido desde el principio, sea permaneciente en vosotros: si lo que habeis oido desde el principio fuere permaneciente en vosotros, tambien vosotros permanecereis en el Hijo, y en el Padre. 25 Y esta es la promesa, la cual el nos prometio, la vida eterna. 26 Os he escrito esto sobre los que os enganan. 27 Pero la uncion que vosotros habeis recibido de el, mora en vosotros, y no teneis necesidad que ninguno os ensene; mas como la uncion misma os ensena de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, asi como os ha ensenado, perseverareis en el. 28 Y ahora, hijitos, perseverad en el; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de el en su venida. 29 Si sabeis que el es justo, sabed tambien que cualquiera que hace justicia, es nacido de el. CAPITULO 3. 1 MIRAD cual amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoce a el. 2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando el apareciere, seremos semejantes a el, porque lo veremos como el es. 3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en el, se purifica, como el tambien es limpio. 4 Cualquiera que hace pecado, traspasa tambien la ley; pues el pecado es transgresion de la ley. 5 Y sabeis que el aparecio para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en el. 6 Cualquiera que permanece en el, no peca: cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7 Hijitos, no os engane ninguno: el que hace justicia, es justo, como el tambien es justo. 8 El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto aparecio el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado; porque su simiente esta en el, y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10 En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 11 Porque este es el mensaje que habeis oido desde el principio: Que nos amemos unos a otros. 12 No como Cain, que era del maligno, y mato a su hermano. ?Y por que causa le mato? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 13 Hermanos mios, no os maravilleis si el mundo os aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, esta en muerte. 15 Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida; y sabeis que ningun homicida tiene vida eterna permaneciente en si. 16 En esto hemos conocido el amor [de Cristo,] porque el puso su vida por nosotros: tambien nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entranas, ?como esta el amor de Dios en el? 18 Hijitos mios, no amemos de palabra, ni de lengua; sino de obra y en verdad: 19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de el. 20 Porque si nuestro corazon nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazon, y conoce todas las cosas. 21 Carisimos, si nuestro corazon no nos reprende, confianza tenemos en Dios: 22 Y cualquier cosa que pidieremos, la recibiremos de el, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de el. 23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesu- Cristo, y nos amemos unos a otros, como nos lo ha mandado. 24 Y el que guarda sus mandamientos, esta en el, y el en el. Y en esto sabemos que el permanece en nosotros por el Espiritu que nos ha dado. CAPITULO 4. 1 AMADOS, no creais a todo espiritu; sino probad los espiritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo. 2 En esto conoced el Espiritu de Dios: Todo espiritu que confiesa que Jesu- Cristo es venido en carne, es de Dios: 3 Y todo espiritu que no confiesa que Jesu-Cristo es venido en carne, no es de Dios: y este es el [espiritu] de anticristo, del cual vosotros habeis oido que ha de venir, y que ahora ya esta en el mundo. 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habeis vencido; porque el que en vosotros esta, es mayor que el que esta en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. 6 Nosotros somos de Dios: el que conoce a Dios, nos oye: el que no es de Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espiritu de verdad, y el espiritu de error. 7 Carisimos, amemonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor. 9 En esto se mostro el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envio a su Hijo Unigenito al mundo, para que vivamos por el. 10 En esto consiste el amor; no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amo a nosotros, y ha enviado a su Hijo [en] propiciacion por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios asi nos ha amado debemos tambien nosotros amarnos unos a otros. 12 Ninguno vio jamas a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios esta en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros. 13 En esto conocemos que estamos en el, y el en nosotros, en que nos ha dado de su Espiritu. 14 Y nosotros hemos visto, y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo [para ser] Salvador del mundo. 15 Cualquiera que confesare que Jesus es el Hijo de Dios, Dios esta en el, y el en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido, y creido el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en el. 17 En esto es perfecto el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el dia del juicio, pues como el es, asi somos nosotros en este mundo. 18 En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme no esta perfecto en el amor. 19 Nosotros lo amamos a el, porque el nos amo primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, al cual ha visto, ?como puede amar a Dios, a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de el: Que el que ama a Dios, ame tambien a su hermano. CAPITULO 5. 1 TODO aquel que cree que Jesus es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama tambien al que es nacido de el. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos. 4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. 5 ?Quien es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesus es el Hijo de Dios? 6 Este es Jesu-Cristo, que vino por agua y sangre: no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espiritu es el que da testimonio: porque el Espiritu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espiritu Santo: y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio [en la tierra,] el Espiritu, el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque este es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en si mismo: el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso; porque no ha creido en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida esta en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida: el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 13 Estas cosas he escrito a vosotros que creeis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepais que teneis vida eterna, y para que creais en el nombre del Hijo de Dios. 14 Y esta es la confianza que tenemos en el, que si demandaremos alguna cosa conforme a su voluntad, el nos oye. 15 Y si sabemos que el nos oye en cualquiera cosa que demandaremos, sabemos que tenemos las peticiones que le hubieremos demandado. 16 Si alguno viere cometer a su hermano pecado [que] no [es] de muerte, demandara, y [se] le dara vida; [digo] a los que pecan no de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegue. 17 Toda maldad es pecado; mas hay pecado que no [es] de muerte. 18 Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda a si mismo, y el maligno no le toca. 19 Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo esta puesto en maldad. 20 Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesu- Cristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. 21 Hijitos, guardaos de los idolos. Amen. LA SEGUNDA EPISTOLA DE SAN JUAN APOSTOL. 1 EL anciano a la senora elegida, y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad; y no yo solo, sino tambien todos los que han conocido la verdad, 2 Por la verdad que esta en nosotros y sera perpetuamente con nosotros: 3 Sea con vosotros gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Senor Jesu-Cristo, Hijo del Padre, en verdad, y en amor. 4 Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en verdad como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre. 5 Y ahora te ruego, senora, no como escribiendote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. 6 Y este es amor, que andemos segun sus mandamientos. Este es el mandamiento: Que andeis en el, como vosotros habeis oido desde el principio. 7 Porque muchos enganadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan que Jesu-Cristo ha venido en carne. Este tal el enganador es, y el anticristo. 8 Mirad por vosotros mismos, porque no perdamos las cosas que hemos obrado; sino que recibamos galardon cumplido. 9 Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios: el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibais en casa ni le digais: ibien venido! 11 Porque el que le dice: ibien venido! comunica con sus malas obras. 12 Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no he querido [comunicarlas] por medio de papel y tinta; mas espero ir a vosotros, y hablar boca a boca, para que nuestro gozo sea cumplido. 13 Los hijos de tu hermana elegida te saludan. Amen. LA TERCERA EPISTOLA DE SAN JUAN APOSTOL. 1 EL anciano al muy amado Gayo, al cual yo amo en verdad. 2 Amado, yo deseo que tu seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud asi como tu alma esta en prosperidad. 3 Ciertamente me^ goce mucho, cuando vinieron los hermanos, y dieron testimonio de tu verdad, asi como tu andas en la verdad. 4 No tengo yo mayor gozo que este, el de oir que mis hijos andan en la verdad. 5 Amado, fielmente haces todo lo que haces para con los hermanos, y con los extranjeros, 6 Los cuales han dado testimonio de tu amor en presencia de la iglesia: a los cuales si ayudares como conviene segun Dios, haras bien. 7 Porque ellos partieron por amor de su nombre, no tomando nada de los Gentiles. 8 Nosotros, pues, debemos recibir a los tales, para que seamos cooperadores a la verdad. 9 Yo he escrito a la iglesia: mas Diotrephes, que ama tener el primado entre ellos, no nos recibe. 10 Por esta causa, si yo viniere, recordare las obras que hace, parlando con palabras maliciosas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y prohibe a los que los quieren [recibir,] y los echa de la iglesia. 11 Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien es de Dios; mas el que hace mal, no ha visto a Dios. 12 Todos dan testimonio de Demetrio, y [aun] la misma verdad: y tambien nosotros damos testimonio; y vosotros habeis conocido que nuestro testimonio es verdadero. 13 Yo tenia muchas cosas que escribir[te:] empero no quiero escribirte por tinta y pluma: 14 Porque espero verte en breve, y hablaremos boca a boca. 15 Paz [sea] contigo. Los amigos te saludan. Saluda tu a los amigos por nombre. LA EPISTOLA UNIVERSAL DE SAN JUDAS APOSTOL. 1 JUDAS, siervo de Jesu-Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados santificados en Dios Padre, y conservados en Jesu-Cristo: 2 Misericordia, y paz, y amor os sean multiplicados. 3 Amados, por la gran solicitud que tenia de escribiros de la comun salud, me ha sido necesario escribiros amonestandoos que contendais eficazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habian estado ordenados para esta condenacion, [hombres] impios, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolucion, y negando a Dios que solo es el que tiene dominio, y a nuestro Senor Jesu-Cristo. 5 Os quiero pues amonestar [ya] que alguna vez habeis sabido esto, que el Senor habiendo salvado al pueblo de Egipto, despues destruyo a los que no creian: 6 Y a los angeles que no guardaron su dignidad, mas dejaron su habitacion, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran dia: 7 Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades comarcanas las cuales de la misma manera que ellos habian fornicado, y habian seguido la carne extrana, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el juicio del fuego eterno. 8 De la misma manera tambien estos sonadores amancillan la carne, y menosprecian la potestad, y vituperan las potestades superiores. 9 Pues cuando el arcangel Miguel contendia con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moises, no se atrevio a usar de juicio de maldicion contra el, sino que dijo: El Senor te reprenda. 10 Pero estos maldicen las cosas que no conocen; y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas como bestias brutas. 11 iAy de ellos! porque han seguido el camino de Cain, y se lanzaron en el error de Balaam por recompensa, y perecieron en la contradiccion de Core. 12 Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentandose a si mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son llevadas de aca para alla de los vientos; arboles marchitos como en otono, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; 13 Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones; estrellas erraticas. a los cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas. 14 De los cuales tambien profetizo Enoc, septimo desde Adam, diciendo: He aqui el Senor es venido con sus santos millares, 15 A hacer juicio contra todos, y a convencer a todos los impios de entre ellos tocante a todas sus obras de impiedad que han hecho impiamente, y a todas las cosas duras que los pecadores impios han hablado contra el. 16 Estos son murmuradores querellosos, andando segun sus deseos; y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiracion las personas por causa del provecho. 17 Mas vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes han sido dichas por los apostoles de nuestro Senor Jesu-Cristo; 18 Como os decian: Que en el postrer tiempo habria burladores, que andarian segun sus malvados deseos. 19 Estos son los que hacen divisiones, sensuales, no teniendo el Espiritu. 20 Mas vosotros, oh amados, edificandoos sobre vuestra santisima fe, orando por el Espiritu Santo, 21 Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Senor Jesu-Cristo, para vida eterna. 22 Y recibid a los unos en piedad, discerniendo: 23 Mas haced salvos a los otros por temor, arrebatandolos del fuego; aborreciendo aun la ropa que es contaminada de la carne. 24 A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin caida, y presentar[os]^ delante de su gloria irreprensibles, con grande alegria, 25 Al Dios solo sabio, nuestro Salvador, [sea] gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora, y en todos los siglos. Amen. EL APOCALIPSIS O REVELACION DE SAN JUAN EL TEOLOGO. CAPITULO 1. 1 LA revelacion de Jesu-Cristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto: y [las] declaro, enviando[la] por su angel a Juan su siervo, 2 El cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesu-Cristo, y de todas las cosas que ha visto. 3 Bienaventurado el que lee, y las que oyen las palabras de esta profecia, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo [esta] cerca. 4 JUAN a las siete iglesias que [estan] en Asia: Gracia [sea] con vosotros, y paz del que es, y que era, y que ha de venir, y de los siete espiritus que estan delante de su trono; 6 Y de Jesu-Cristo, [que es] el testigo fiel, primogenito de los muertos, y el Principe de los reyes de la tierra. Al que nos amo, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre, 6 Y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios, y su Padre; a el [sea] gloria e imperio para siempre jamas. Amen. 7 He aqui que viene con las nubes, y todo ojo lo vera, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentaran sobre el. Asi sea. Amen. 8 Yo soy el Alpha y la Omega, el principio y fin, dice el Senor, que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso. 9 Yo Juan vuestro hermano, y participante en la tribulacion, y en el reino, y en la paciencia de Jesu-Cristo, estaba en la isla que es llamada Patmos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesu-Cristo. 10 Yo fui en Espiritu en el dia de Domingo, y oi detras de mi una gran voz como de trompeta, 11 Que decia: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el ultimo: Escribe en un libro lo que ves, y envia[lo] a las siete iglesias, que estan en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pergamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea. 12 Y me volvi a ver la voz que hablaba conmigo: y vuelto, vi siete candeleros de oro; 13 Y en medio de los siete candeleros, [uno] semejante al Hijo del hombre vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y cenido por los pechos con una cinta de oro; 14 Y su cabeza y [sus] cabellos [eran] blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos como llama de fuego; 15 Y sus pies, semejantes al laton fino, ardientes como en un horno; y su voz como ruido de muchas aguas. 16 Y tenia en su diestra siete estrellas: y de su boca salia una espada aguda de dos filos. Y su rostro [era] como el sol [cuando] resplandece en su fuerza. 17 Y cuando yo le vi, cai como muerto a sus pies. Y el puso su diestra sobre mi, diciendome: No temas: Yo soy el primero y el ultimo; 18 Y el que vivo, y he sido muerto; y he aqui que vivo por siglos de siglos. Amen. Y tengo las llaves del infierno y de la muerte. 19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser despues de estas: 20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candeleros de oro. Las siete estrellas son los angeles de las siete iglesias; y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias. CAPITULO 2. 1 ESCRIBE al angel de la iglesia de Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el cual anda en medio de los siete candeleros de oro, dice estas cosas: 2 Yo se tus obras, y tu trabajo, y paciencia; y que tu no puedes sufrir los malos, y has probado a los que se dicen ser apostoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos: 3 Y has sufrido, y tienes paciencia, y has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido. 4 Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda por tanto de donde has caido, y arrepientete, y haz las primeras obras; pues si no, vendre presto a ti, y quitare tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Mas tienes esto, que aborreces los hechos de los Nicolaitas, los cuales yo tambien aborrezco. 7 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias: Al que venciere, dare a comer del arbol de la vida, el cual esta en medio del paraiso de Dios. 8 Y escribe al angel de la iglesia de Smirna: El primero y postrero que fue muerto, y vivio, dice estas cosas; 9 Yo se tus obras, y tu tribulacion, y tu pobreza, (pero tu eres rico,) y la blasfemia de los que se dicen ser Judios, y no lo son, mas [son] sinagoga de Satanas. 10 No tengas ningun temor de las cosas que has de padecer. He aqui, el diablo ha de enviar [algunos] de vosotros a la carcel, para que seais probados, y tendreis tribulacion de diez dias. Se fiel hasta la muerte, y yo te dare la corona de la vida. 11 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias: El que venciere, no recibira dano de la muerte segunda. 12 Y escribe al angel de la iglesia [que esta] en Pergamo: El que tiene la espada aguda de dos filos, dice estas cosas: 13 Yo se tus obras, y donde moras, donde [esta] la silla de Satanas; y retienes mi nombre, y no has negado mi fe aun en los dias que fue Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanas mora. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: porque tu tienes ahi los que tienen la doctrina de Balaam, el cual ensenaba a Balac a poner escandalo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los idolos, y a cometer fornicacion. 15 Asi tambien tu tienes a los que tienen la doctrina de los Nicolaitas, lo cual [yo] aborrezco. 16 Arrepientete; porque de otra manera vendre a ti presto, y peleare contra ellos con la espada de mi boca. 17 El que tiene odio, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias: Al que venciere dare a comer del mana escondido, y le dare una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que [lo] recibe. 18 Y escribe al angel de la iglesia que esta en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al laton fino, dice estas cosas: 19 Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras postreras, [que son] mas que las primeras: 20 Mas tengo unas pocas cosas contra ti: porque permites aquella mujer Jezabel (que se dice profetisa) ensenar, y enganar a mis siervos, a fornicar, y a comer cosas ofrecidas a los idolos. 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicacion, y no se ha arrepentido. 22 He aqui yo la echo en cama, y a los que adulteran con ella, en muy grande tribulacion, si no se arrepintieren de sus obras: 23 Y matare sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabran que yo soy el que escudrino los rinones, y los corazones: y dare a cada uno de vosotros segun sus obras. 24 Pero yo digo a vosotros, y a los demas que estais en Tiatira: Cualesquiera que no tienen esta doctrina, y que no han conocido las profundidades de Satanas, (como dicen,) yo no enviare sobre vosotros otra carga. 25 Empero la que teneis, tenedla hasta que yo venga. 26 Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le dare potestad^ sobre las gentes; 27 Y las regira con vara de hierro, y seran quebrantados como vaso de alfarero, como tambien yo [la] he recibido de mi Padre: 28 Y le dare la estrella de la manana. 29 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias. CAPITULO 3. 1 ESCRIBE al angel de la iglesia [que esta] en Sardis: El que tiene los siete espiritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras; que tienes nombre que vives, y estas muerto. 2 Se vigilante y confirma las otras cosas que estan para morir: porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuerdate pues de lo que has recibido, y has oido, y guarda[lo,] y arrepientete. Y si no velares, vendre a ti como ladron, y no sabras en que hora vendre a ti. 4 Mas tienes unas pocas personas en Sardis, que no han ensuciado sus vestiduras, y andaran conmigo en vestiduras blancas; porque son dignos. 5 El que venciere, sera vestido de vestiduras blancas; y no borrare su nombre del libro de la vida, y confesare su nombre delante de mi Padre, y delante de sus angeles. 6 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias. 7 Y escribe al angel de la iglesia [que esta] en Filadelfia: Estas cosas dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David; el que abre, y ninguno cierra; y cierra, y ninguno abre: 8 Yo conozco tus obras: he aqui he dado una puerta abierta delante de ti la cual ninguno puede cerrar; porque tu tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aqui, yo doy de la sinagoga de Satanas, los que se dicen ser Judios, y no lo son, mas mienten; he aqui, yo los constrenire a que vengan, y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado. 10 Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo tambien te guardare de la hora de la tentacion que ha de venir en todo el mundo, para probar los que moran en la tierra. 11 He aqui, yo vengo presto: reten lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo le hare columna en el templo de mi Dios, y nunca mas saldra fuera; y escribire sobre el el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, [que es] la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias. 14 Y escribe al angel de la iglesia de los Laodicenses: He aqui dice el Amen, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creacion de Dios: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frio, ni caliente. iOjala fueses frio, o caliente! 16 Mas porque eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitare de mi boca. 17 Porque tu dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tu eres un cuitado y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo; 18 Yo te amonesto que de mi compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergueenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo: se pues celoso, y arrepientete. 20 He aqui, que estoy a la puerta, y llamo: si alguno oyere mi voz, y abriere la puerta, entrare a el, y cenare con el, y el conmigo. 21 Al que venciere yo le dare que se siente conmigo en mi trono; asi como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oido, oiga lo que el Espiritu dice a las iglesias. CAPITULO 4. 1 DESPUES de estas cosas mire, y he aqui una puerta abierta en el cielo: y la primera voz que oi, [era] como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube aca, y yo te mostrare las cosas que han de ser despues de estas. 2 Y luego yo fui en Espiritu: y he aqui un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado. 3 Y el que estaba sentado, era al parecer semejante a una piedra de jaspe y de sardio; y un arco celeste [habia] alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda. 4 Y alrededor del trono habia veinticuatro sillas: y vi sobre las sillas los veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenian sobre sus cabezas coronas de oro. 5 Y del trono salian relampagos y truenos, y voces: y siete lamparas de fuego estaban ardiendo delante del trono, las cuales son los siete espiritus de Dios. 6 Y delante del trono [habia] como un mar de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detras. 7 Y el primer animal [era] semejante a un leon; y el segundo animal semejante a un becerro; y el tercer animal, tenia la cara como de hombre; y el cuarto animal, semejante a un aguila volando. 8 Y los cuatro animales tenian cada uno por si seis alas alrededor; y de dentro estaban llenos de ojos; y no tenian reposo dia ni noche, diciendo: Santo, santo, santo el Senor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir. 9 Y cuando aquellos animales daban gloria, y honra, y alabanza al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre jamas, 10 Los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamas; y echaban sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Senor, digno eres de recibir gloria, y honra, y virtud: porque tu criaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser, y fueron criadas. CAPITULO 5. 1 Y VI en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos. 2 Y vi un fuerte angel, predicando en alta voz: ?Quien es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos? 3 Y ninguno podia, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo. 4 Y yo lloraba mucho, porque no habia sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. 5 Y uno de los ancianos me dice: No llores: he aqui el Leon de la tribu de Juda, la raiz de David, que ha vencido para abrir el libro, y desatar sus siete sellos. 6 Y mire, y he aqui en medio del trono y de los cuatro animales, y en medio de los ancianos, estaba un Cordero como inmolado, que tenia siete cuernos, y siete ojos, que son los siete espiritus de Dios enviados en toda la tierra. 7 Y el vino, y tomo el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. 8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales, y los veinticuatro ancianos, se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos: 9 Y cantaban un nuevo cantico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tu fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje, y lengua, y pueblo, y nacion: 10 Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 11 Y mire, y oi voz de muchos angeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones de millones; 13 Que decian en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, y riquezas, y sabiduria, y fortaleza, y honra, y gloria, y alabanza. 13 Y oi a toda criatura que esta en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que esta en el mar, y todas las cosas que en ellos estan, diciendo: Al que esta sentado en el trono, y al Cordero, [sea] la bendicion, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamas. 14 Y los cuatro animales decian: Amen. Y los veinte y cuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, y adoraron al que vive para siempre jamas. CAPITULO 6. 1 Y MIRE cuando el Cordero abrio uno de los sellos, y oi a uno de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven, y ve. 2 Y mire, y he aqui un caballo blanco: y el que estaba sentado encima de el, tenia un arco; y le fue dada una corona, y salio victorioso, para que tambien venciese. 3 Y cuando el abrio el segundo sello, oi al segundo animal que decia: Ven, y ve. 4 Y salio otro caballo bermejo: Y al que estaba sentado sobre el, fue dado poder de quitar la paz de la tierra, y que se maten unos a otros; y fuele dada una grande espada. 5 Y cuando el abrio el tercer sello, oi al tercer animal que decia: Ven, y ve. Y mire, y he aqui un caballo negro; y el que estaba sentado encima de el, tenia un peso en su mano. 6 Y oi una voz en medio de los cuatro animales, que decia: Dos libras de trigo por un denario; y seis libras de cebada por un denario: y no hagas dano al vino, ni al aceite. 7 Y cuando el abrio el cuarto sello, oi la voz del cuarto animal, que decia: Ven, y ve. 8 Y mire, y he aqui un caballo amarillo: y el que estaba sentado sobre el, tenia por nombre, Muerte; y el infierno le seguia: y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra. 9 Y cuando el abrio el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habian sido muertos por la palabra de Dios, y por el testimonio que ellos tenian. 10 Y clamaban en alta voz, diciendo: ?Hasta cuando, Senor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? 11 Y les fueron dadas sendas ropas blancas, y fueles dicho que reposasen todavia un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que tambien habian de ser muertos como ellos. 12 Y mire cuando el abrio el sexto sello: y he aqui fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se puso toda como sangre: 13 Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera echa sus higos, cuando es movida de gran viento. 14 Y el cielo se aparto como un libro que es envuelto; y todo monte y las islas fueron movidas de sus lugares. 15 Y los reyes de la tierra, y los principes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo, y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las penas de los montes; 16 Y decian a los montes, y a las penas: Caed sobre nosotros, y escondednos de la cara de aquel que esta sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero: 17 Porque el gran dia de su ira es venido; y ?quien podra estar firme? CAPITULO 7. 1 Y DESPUES de estas cosas vi cuatro angeles que estaban sobre los cuatro angulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento sobre la tierra, ni sobre la mar, ni sobre ningun arbol. 2 Y vi otro angel que subia del nacimiento del sol, teniendo el sello de Dios vivo: y clamo con gran voz a los cuatro angeles, a los cuales era dado hacer dano a la tierra y a la mar. 3 Diciendo: No hagais dano a la tierra, ni al mar, ni a los arboles, hasta que senalemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes. 4 Y oi el numero de los senalados; ciento cuarenta y cuatro mil senalados de todas las tribus de los hijos de Israel. 5 De la tribu de Juda, doce mil senalados. De la tribu de Ruben, doce mil senalados. De la tribu de Gad, doce mil senalados. 6 De la tribu de Aser, doce mil senalados. De la tribu de Nephtali, doce mil senalados. De la tribu de Manases, doce mil senalados. 7 De la tribu de Simeon, doce mil senalados. De la tribu de Levi, doce mil senalados. De la tribu de Issachar, doce mil senalados. 8 De la tribu de Zabulon, doce mil senalados. De la tribu de Jose, doce mil senalados. De la tribu de Benjamin doce mil senalados. 9 Despues de estas cosas mire y he aqui una gran compania, la cual ninguno podia contar, de todas gentes, y linajes, y pueblos, y lenguas, que estaban delante del trono, y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos; 10 Y clamaban a alta voz, diciendo: Salvacion a nuestro Dios que esta sentado sobre el trono, y al Cordero. 11 Y todos los angeles estaban alrededor del trono, y [de] los ancianos, y los cuatro animales; y postraronse sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 12 Diciendo: Amen: La bendicion y la gloria, y la sabiduria, y la accion de gracias, y la honra, y la potencia, y la fortaleza [sean] a nuestro Dios para siempre jamas. Amen. 13 Y respondio uno de los ancianos, diciendome: Estos que estan vestidos de ropas blancas, ?quienes son, y de donde han venido? 14 Y yo le dije: Senor, tu lo sabes. Y el me dijo: Estos son los que han venido de grande tribulacion, y han lavado sus ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero. 15 Por esto estan delante del trono de Dios, y le sirven dia y noche en su templo: y el que esta sentado en el trono tendera su pabellon sobre ellos. 16 No tendran mas hambre, ni sed, y el sol no caera mas sobre ellos ni otro ningun calor. 17 Porque el Cordero que esta en medio del trono los pastoreara, y los guiara a fuentes vivas de aguas; y Dios limpiara toda lagrima de los ojos de ellos. CAPITULO 8. 1 Y CUANDO el abrio el septimo sello, fue hecho silencio en el cielo casi por media hora. 2 Y vi los siete angeles que estaban delante de Dios; y les fueron dadas siete trompetas. 3 Y otro angel vino, y se paro delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fueron dados muchos inciensos para que diese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que [estaba] delante del trono. 4 Y el humo de los inciensos subio de la mano del angel, delante de Dios, a las oraciones de los santos. 5 Y el angel tomo el incensario, y lo lleno del fuego del altar, y echo[lo] en la tierra; y fueron hechos truenos, y voces, y relampagos, y terremoto. 6 Y los siete angeles que tenian las siete trompetas, se aparejaron para tocar. 7 Y el primer angel toco la trompeta, y fue hecho granizo, y fuego, mezclado con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y la tercera parte de los arboles fue quemada, y quemose toda la yerba verde. 8 Y el segundo angel toco la trompeta, y como un grande monte ardiente con fuego fue lanzado en el mar, y la tercera parte del mar se torno en sangre. 9 Y murio la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenian vida; y la tercera parte de los navios perecio. 10 Y el tercer angel toco la trompeta y cayo del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha, y cayo en la tercera parte de los rios, y en las fuentes de las aguas. 11 Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas fue vuelta en ajenjo: y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. 12 Y el cuarto angel toco la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscurecio la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del dia, y lo mismo de la noche. 13 Y mire, y oi un angel volar por medio del cielo, diciendo a alta voz: iAy, ay, ay de los que moran en la tierra, por razon de las otras voces de trompeta de los tres angeles que han de tocar! CAPITULO 9. 1 Y EL quinto angel toco la trompeta, y vi una estrella que cayo del cielo en la tierra: y le fue dada la llave del pozo del abismo. 2 Y abrio el pozo del abismo, y subio humo del pozo como el humo de un gran horno; y oscureciose el sol, y el aire, por el humo del pozo. 3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y fueles dada potestad, como tienen potestad los escorpiones de la tierra. 4 Y les fue mandado que no hiciesen dano a la yerba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningun arbol, sino solamente a los hombres que no tienen la senal de Dios en sus frentes. 5 Y les fue dado que no los matasen, sino que [los] atormentasen cinco meses; y su tormento [era] como tormento de escorpion cuando hiere al hombre. 6 Y en aquellos dias buscaran los hombres la muerte, y no la hallaran; y desearan morir, y la muerte huira de ellos. 7 Y el parecer de las langostas [era] semejante a caballos aparejados para guerra: y sobre sus cabezas [tenian] como coronas semejantes al oro; y sus caras como caras de hombres. 8 Y tenian cabellos como cabellos de mujeres: y sus dientes eran como dientes de leones. 9 Y tenian corazas como corazas de hierro; y el estruendo de sus alas, como el ruido de carros que con muchos caballos corren a la batalla. 10 Y tenian colas semejantes a [las de] los escorpiones, y tenian en sus colas aguijones; y su poder [era] de hacer dano a los hombres cinco meses. 11 Y tienen sobre si un rey, [que es] el angel del abismo, cuyo nombre en Hebraico, [es] Abaddon; y en Griego, Apollyon. 12 El un ay es pasado: he aqui vienen aun dos ayes despues de estas cosas. 13 Y el sexto angel toco la trompeta, y oi una voz de los cuatro cuernos del altar de oro, que estaba delante de Dios, 14 Diciendo al sexto angel que tenia la trompeta: Desata los cuatro angeles que estan atados en el gran rio Eufrates, 15 Y fueron desatados los cuatro angeles que estaban aparejados para la hora, y dia, y mes, y ano, para matar la tercera parte de los hombres. 16 Y el numero del ejercito de los de a caballo era doscientos millones. Y oi el numero de ellos. 17 Y asi vi los caballos en vision, y los que sobre ellos estaban sentados, los cuales tenian corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de la boca de ellos salia fuego, y humo, y azufre. 18 De estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres, del fuego, y del humo, y del azufre, que salian de la boca de ellos. 19 Porque su poder esta en su boca y en sus colas: porque sus colas [eran] semejantes a serpientes, y tenian cabezas, y con ellas danan. 20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, aun no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imagenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oir, ni andar: 21 Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerias, ni de su fornicacion, ni de sus hurtos. CAPITULO 10. 1 Y VI otro angel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. 2 Y tenia en su mano un librito abierto: y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra, 3 Y clamo con grande voz, como [cuando] un leon ruge: y cuando hubo clamado, siete truenos hablaron sus voces. 4 Y cuando los siete truenos hubieron hablado sus voces, yo iba a escribir, y oi una voz del cielo, que me decia: Sella las cosas que los siete truenos han hablado, y no las escribas. 5 Y el angel que vi estar sobre el mar, y sobre la tierra, levanto su mano al cielo, 6 Y juro por el que vive para siempre jamas, que ha criado el cielo, y las cosas que estan en el, y la tierra, y las cosas que estan en ella, y el mar, y las cosas que estan en el, que el tiempo no sera mas. 7 Pero en los dias de la voz del septimo angel, cuando el comenzare a tocar la trompeta, el misterio de Dios sera consumado, como el [lo] anuncio a sus siervos los profetas. 8 Y oi la voz del cielo que hablaba otra vez conmigo, y decia: Ve, y toma el librito abierto de la mano del angel que esta sobre el mar y sobre la tierra. 9 Y fui al angel diciendole que me diese el librito, y el me dijo: Toma, y tragalo; y el te hara amargar tu vientre pero en tu boca sera dulce como la miel. 10 Y tome el librito de la mano del angel, y le devore; y era dulce en mi boca como la miel: y cuando lo hube devorado fue amargo mi vientre. 11 Y el me dice: Necesario es que otra vez profetices a muchos pueblos, y gentes, y lenguas, y reyes. CAPITULO 11. 1 Y ME fue dada una cana semejante a una vara, y se me dijo: Levantate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en el. 2 Y echa fuera el patio que esta fuera del templo, y no lo midas, porque es dado a los Gentiles; y hollaran la ciudad santa cuarenta y dos meses. 3 Y dare a mis dos testigos, y ellos profetizaran por mil doscientos y sesenta dias, vestidos de sacos. 4 Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que estan delante del Dios de la tierra. 5 Y si alguno les quisiere danar, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos: y si alguno les quisiere hacer dano, es necesario que el sea asi muerto. 6 Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los dias de su profecia, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren. 7 Y cuando ellos hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo, hara guerra contra ellos, y los vencera, y los matara. 8 Y sus cuerpos [seran echados] en las plazas de la grande ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma, y Egipto, donde tambien nuestro Senor fue crucificado. 9 Y los de los linajes, y de los pueblos, y de las lenguas, y de los Gentiles veran los cuerpos de ellos por tres dias y medio, y no permitiran que sus cuerpos sean puestos en sepulcros. 10 Y los moradores de la tierra se gozaran sobre ellos, y se alegraran, y se enviaran dones los unos a los otros; porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra. 11 Y despues de tres dias y medio el espiritu de vida [enviado] de Dios, entro en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron. 12 Y oyeron una grande voz del cielo; que les decia: Subid aca. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron. 13 Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra, y la decima parte de la ciudad cayo, y fueron muertos en el temblor de tierra en numero de siete mil hombres: y los demas fueron espantados, y dieron gloria a Dios del cielo. 14 El segundo ay es pasado: he aqui, el tercero ay vendra presto. 15 Y el septimo angel toco la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decian: Los reinos del mundo han venido a ser [los reinos] de nuestro Senor, y de su Cristo, y reinara para siempre jamas. 16 Y los veinte y cuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, 17 Diciendo: Te damos gracias, Senor Dios Todopoderoso, que eres, y que eras, y que has de venir, y que has tomado tu grande potencia, y has reinado. 18 Y se han airado las naciones, y tu ira es venida, y el tiempo de los muertos, para que sean juzgados, y para que des el galardon a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, y a los pequenitos y a los grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra. 19 Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento fue visto en su templo; y fueron hechos relampagos, y voces, y truenos, y terremotos, y grande granizo. CAPITULO 12. 1 Y UNA grande senal aparecio en el cielo: una mujer vestida del sol y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando prenada, clamaba con dolores de parto, y sufria tormento por parir. 3 Y fue vista otra senal en el cielo; y he aqui un grande dragon bermejo, que tenia siete cabezas, y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. 4 Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echo en tierra. Y el dragon se paro delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar[le] su hijo cuando hubiese nacido. 5 Y ella pario un hijo varon, el cual habia de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fue arrebatado para Dios, y a su trono. 6 Y la mujer huyo al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que alli la mantengan mil doscientos y sesenta dias. 7 Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus angeles lidiaban contra el dragon; y lidiaba el dragon y sus angeles, 8 Y no prevalecieron, ni su lugar fue mas hallado en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera aquel gran dragon, la serpiente antigua, que se llama el diablo y Satanas, el cual engana a todo el mundo, fue arrojado en tierra, y sus angeles fueron arrojados con el. 10 Y oi una grande voz en el cielo que decia: Ahora ha venido la salvacion y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo: porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios dia y noche. 11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que morais en ellos. iAy de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Y cuando vio el dragon que el habia sido arrojado a la tierra, persiguio a la muier que habia parido el hijo varon. 14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande aguila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es mantenida [por un] tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente echo de su boca tras la mujer agua como un rio, a fin de hacer que fuese arrebatada del rio. 16 Y la tierra ayudo a la mujer; y la tierra abrio su boca, y sorbio el rio que habia echado el dragon de su boca. 17 Entonces el dragon fue airado contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandarnientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesu-Cristo. CAPITULO 13. 1 Y YO me pare sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenia siete cabezas, y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. 2 Y la bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de leon. Y el dragon le dio su poder, y su trono, y grande potestad. 3 Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fue curada: y se maravillo toda la tierra en pos de la bestia. 4 Y adoraron al dragon que habia dado la potestad a la bestia: y adoraron a la bestia, diciendo: ?Quien es semejante a la bestia, y quien podra lidiar con ella? 5 Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y le fue dada potencia de obrar cuarenta y dos meses. 6 Y abrio su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernaculo, y a los que moran en el cielo. 7 Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. Tambien le fue dada potencia sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y gente. 8 Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no estan escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oido, oiga. 10 El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que a cuchillo matare, es necesario que a cuchillo sea muerto. Aqui esta la paciencia, y la fe de los santos. 11 Despues vi otra bestia que subia de la tierra, y tenia dos cuernos semejantes a [los] de un cordero, mas hablaba como un dragon. 12 Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella; y hace a la tierra, y a los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fue curada. 13 Y hace grandes senales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engana a los moradores de la tierra por las senales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivio. 15 Y le fue dado que diese espiritu a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable; y hara que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia, sean muertos. 16 Y hacia que a todos, a los pequenos y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, o en sus frentes; 17 Y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la senal, o el nombre de la bestia, o el numero de su nombre. 18 Aqui hay sabiduria: El que tiene entendimiento, cuente el numero de la bestia; porque es el numero de hombre; y el numero de ella, seiscientos sesenta y seis. CAPITULO 14. 1 Y MIRE: y he aqui el Cordero estaba sobre el monte de Sion, y con el ciento cuarenta y cuatro mil, que tenian el nombre de su Padre escrito en sus frentes. 2 Y oi una voz del cielo como ruido de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno: y oi una voz de tanedores de arpas que tanian con sus arpas: 3 Y cantaban como un cantico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos: y ninguno podia aprender el cantico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron comprados de entre los de la tierra. 4 Estos son los que con mujeres no fueron contaminados; porque son virgenes. Estos los que siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos fueron comprados de entre los hombres por primicias para Dios, y para el Cordero. 5 Y en sus bocas no ha sido hallado engano; porque ellos son sin macula delante del trono de Dios. 6 Y vi otro angel volar por en medio del cielo, que tenia el Evangelio eterno, para predicarlo a los que moran en la tierra, y a toda nacion, y tribu, y lengua, y pueblo, 7 Diciendo en alta voz: Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas. 8 Y otro angel le siguio, diciendo: Ha caido, ha caido Babilonia, aquella grande ciudad, porque ella ha dado a beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicacion. 9 Y el tercer angel los siguio, diciendo a alta voz: Si alguno adora a la bestia, y a su imagen, y toma la senal en su frente, o en su mano, 10 Este tambien bebera del vino de la ira de Dios, el cual esta echado puro en el caliz de su ira; y sera atormentado con fuego y azufre delante de los santos angeles, y delante del Cordero. 11 Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamas. Y los que adoran a la bestia y a su imagen, no tienen reposo dia ni noche, ni cualquiera que tomare la senal de su nombre. 12 Aqui esta la paciencia de los santos; aqui [estan] los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesus. 13 Y oi una voz del cielo, que me decia, Escribe: Bienaventurados los muertos que de aqui adelante mueren en el Senor. Si, dice el Espiritu, que descansaran de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen. 14 Y mire, y he aqui una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del hombre, que tenia en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguda. 15 Y otro angel salio del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, por que la mies de la tierra esta madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube echo su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada. 17 Y salio otro angel del templo que esta en el cielo, teniendo tambien una hoz aguda. 18 Y otro angel salio del altar, el cual tenia poder sobre el fuego, y clamo con gran voz al que tenia la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque estan maduras sus uvas. 19 Y el angel echo su hoz aguda en la tierra, y vendimio la vina de la tierra, y echo [la uva] en el grande lagar de la ira de Dios. 20 Y el lagar fue hollado fuera de la ciudad, y del lagar salio sangre hasta los frenos de los caballos por mil y seiscientos estadios. CAPITULO 15. 1 Y VI otra senal en el cielo, grande y admirable, que era siete angeles que tenian las siete plagas postreras; porque en ellas es consumada la ira de Dios. 2 Y vi asi como un mar de vidrio mezclado con fuego; y los que habian alcanzado la victoria de la bestia, y de su imagen, y de su senal, y del numero de su nombre, estar sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios. 3 Y cantan el cantico de Moises siervo de Dios, y el cantico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas [son] tus obras, Senor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos [son] tus caminos, Rey de los santos. 4 ?Quien no te temera, oh Senor, y engrandecera tu nombre? Porque tu solo [eres] santo; por lo cual todas las naciones vendran, y adoraran delante de ti, porque tus juicios son manifestados. 5 Y despues de estas cosas mire, y he aqui el templo del tabernaculo del testimonio fue abierto en el cielo, 6 Y salieron del templo siete angeles, que tenian siete plagas, vestidos de un lino limpio y blanco, y cenidos alrededor de los pechos con bandas de oro. 7 Y uno de los cuatro animales dio a los siete angeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive para siempre jamas. 8 Y fue el templo lleno de humo por la majestad de Dios, y por su potencia; y ninguno podia entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete angeles. CAPITULO 16. 1 Y OI una grande voz [salida] del templo, que decia a los siete angeles: Id, y derramad las [siete] copas de la ira de Dios sobre la tierra. 2 Y fue el primero, y derramo su copa sobre la tierra; y vino una plaga mala y danosa sobre los hombres que tenian la senal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen. 3 Y el segundo angel derramo su copa sobre el mar, y se convirtio en sangre como de un muerto, y toda alma viviente fue muerta en el mar. 4 Y el tercer angel derramo su copa sobre los rios, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. 5 Y oi al angel de las aguas que decia: Justo eres tu, oh Senor, que eres, y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas: 6 Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tambien tu les has dado a beber sangre; pues [lo] merecen. 7 Y oi a otro del altar, que decia: Ciertamente, Senor Dios Todopoderoso, tus juicios [son] verdaderos y justos. 8 Y el cuarto angel derramo su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego. 9 Y los hombres se quemaron con el grande calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene potestad sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. 10 Y el quinto angel derramo su copa sobre la silla de la bestia; y su reino se hizo tenebroso; y se mordian sus lenguas de dolor. 11 Y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores, y por sus plagas; y no se arrepintieron de sus obras. 12 Y el sexto angel derramo su copa sobre el gran rio Eufrates; y el agua de el se seco, para que fuese preparado el camino de los reyes del Oriente. 13 Y vi [salir] de la boca del dragon, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espiritus inmundos a manera de ranas. 14 Porque son espiritus de demonios, que hacen senales, para ir a los reyes de la tierra, y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel grande dia del Dios Todopoderoso. 15 He aqui, yo vengo como ladron. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergueenza. 16 Y los congrego en el lugar que en Hebreo se llama Armagedon. 17 Y el septimo angel derramo su copa por el aire; y salio una grande voz del templo del cielo, [de cerca] del trono, diciendo: Hecho es. 18 Entonces fueron hechos relampagos, y voces, y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fue jamas desde que los hombres han estado sobre la tierra. 19 Y la ciudad grande fue partida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron: y la grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el caliz del vino del furor de su ira. 20 Y toda isla huyo, y los montes no fueron hallados. 21 Y cayo del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento: y los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue may grande. CAPITULO 17. 1 Y VINO uno de los siete angeles que tenian las siete copas, y hablo conmigo diciendome: Ven aca, y te mostrare la condenacion de la grande ramera, la cual esta sentada sobre muchas aguas; 2 Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicacion. 3 Y me llevo en Espiritu al desierto: y vi una mujer sentada sobre una bestia bermeja, llena de nombres de blasfemia y que tenia siete cabezas y diez cuernos. 4 Y la mujer estaba vestida de purpura, y de escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas, y de perlas, teniendo un caliz de oro en su mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicacion; 5 Y en su frente un nombre escrito; MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES, Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. 6 Y vi la mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los martires de Jesus: y cuando la vi, quede maravillado de grande admiracion. 7 Y el angel me dijo: ?Por que te maravillas? Yo te dire el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas, y diez cuernos. 8 La bestia que has visto, fue, y no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir a perdicion; y los moradores de la tierra, cuyos nombres no estan escritos en el libro de la vida desde la fundacion del mundo, se maravillaran viendo la bestia que era, y no es, aunque [sin embargo] es. 9 Y aqui [hay] mente que tiene sabiduria. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer. 10 Y son siete reyes: los cinco son caidos; el uno es, [y] el otro aun no es venido: y cuando viniere, es necesario que dure breve tiempo. 11 Y la bestia que era, y no es, es tambien el octavo [rey;] y es de los siete, y va a perdicion. 12 Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han recibido reino, mas tomaran potencia por una hora como reyes con la bestia. 13 Estos tienen un consejo, y daran su potencia y autoridad a la bestia. 14 Ellos pelearan contra el Cordero, y el Cordero los vencera; porque es el Senor de los senores, y el Rey de los reyes; y los que estan con el, son llamados, y elegidos, y fieles. 15 Y el me dice: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, y muchedumbres, y naciones, y lenguas. 16 Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborreceran a la ramera, y la haran desolada y desnuda, y comeran sus carnes, y la quemaran con fuego: 17 Porque Dios ha puesto en sus corazones ejecutar lo que le plugo, y el ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que sean cumplidas las palabras de Dios. 18 Y la mujer que has visto, es la grande ciudad que tiene [su] reino sobre los reyes de la tierra. CAPITULO 18. 1 DESPUES de estas cosas vi otro angel descender del cielo, teniendo grande potencia; y la tierra fue alumbrada de su gloria. 2 Y clamo con fortaleza en alta voz diciendo: Caida es, caida es la grande Babilonia, y es hecha habitacion de demonios, y guarida de todo espiritu inmundo, y albergue de todas aves sucias, y aborrecibles: 3 Porque todas las gentes han bebido del vino del furor de su fornicacion, y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4 Y oi otra voz del cielo, que decia: Salid de ella pueblo mio, porque no seais participantes de sus pecados, y que no recibais de sus plagas. 5 Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6 Tornadle a dar como ella os ha dado, y pagadle al doble segun sus obras; en el caliz que ella os dio a beber, dadle a beber doblado. 7 Cuanto ella se ha glorificado, y ha estado en deleites, tanto dadle de tormento y llanto, porque dice en su corazon: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no vere llanto. 8 Por lo cual en un dia vendran sus plagas: muerte, llanto, y hambre, y sera quemada con fuego; porque el Senor Dios es fuerte que la juzgara. 9 Y lloraran y se lamentaran sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio, 10 Estando lejos, por el temor de su tormento, diciendo: iAy, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio! 11 Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella; porque ninguno compra mas sus mercaderias, 12 Mercaderia de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de margaritas, y de lino fino, y de escarlata, y de seda, y de grana, y de toda madera olorosa y de todo vaso de madera preciosa, y de cobre, y de hierro, y de marmol, 13 Y canela, y olores, y ungueentos, y de incienso, y de vino, y de aceite, y flor de harina, y trigo, y de bestias, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres. 14 Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado, y nunca mas las hallaras. 15 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido, se pondran lejos de ella, por el temor de su tormento, llorando y lamentando, 16 Y diciendo: iAy, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y de escarlata, y de grana, y estaba dorada con oro, y adornada de piedras preciosas, y de perlas! 17 Porque en una hora han sido desoladas tantas riquezas. Y todo patron, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos; 18 Y viendo el humo de su incendio dieron voces, diciendo: ?Que [ciudad] era semejante a esta gran ciudad? 19 Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando diciendo: iAy, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenian navios en la mar, se habian enriquecido de sus riquezas; que en una hora ha sido desolada! 20 Alegrate sobre ella, cielo, y vosotros santos apostoles y profetas; porque Dios ha vengado vuestra causa en ella. 2l Y un angel fuerte tomo una piedra como una grande piedra de molino, y [la] echo en la mar, diciendo: Con tanto impetu sera derribada Babilonia, aquella grande ciudad, y nunca jamas sera hallada. 22 Y voz de tanedores de arpas, y de musicos, y de tanedores de flautas y de trompetas, no sera mas oida en ti; y todo artifice de cualquier oficio no sera mas hallado en ti; y el sonido de muela no sera mas en ti oido; 23 Y luz de antorcha no alumbrara mas en ti; y voz de esposo ni de esposa no sera mas en ti oida: porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechiceriias todas las gentes han errado. 24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra. CAPITULO 19. 1 DESPUES de estas cosas oi una gran voz de gran compania en el cielo, que decia: Aleluya: Salvacion, y honra, y gloria, y potencia al Senor Dios nuestro: 2 Porque sus juicios son verdaderos y justos; porque el ha juzgado a la grande ramera que ha corrompido la tierra con su fornicacion, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. 3 Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subio para siempre jamas. 4 Y los veinticuatro ancianos, y los cuatro animales se postraron en tierra, y adoraron a Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amen: Aleluya. 5 Y salio una voz del trono que decia: Load a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le temeis, asi pequenos como grandes. 6 Y oi como la voz de una grande compania, y como ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decian: Aleluya: porque reino el Senor nuestro Dios Todopoderoso. 7 Gocemonos, y alegremonos, y demosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado: 8 Y le ha sido dado que se vista de lino fino, limpio, y brillante; porque el lino fino son las justificaciones de los santos. 9 Y el me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero. Y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas. 10 Y yo me eche a sus pies para adorarle. Y el me dijo: Mira que no [lo hagas:] yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesus. Adora a Dios: porque el testimonio de Jesus es el espiritu de la profecia. 11 Y vi el cielo abierto, y he aqui un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre el, era llamado Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea. 12 Y sus ojos [eran] como llama de fuego, y [habia] en su cabeza muchas diademas, y tenia un nombre escrito que ninguno entendia sino el mismo: 13 Y estaba vestido de una ropa tenida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.^ 14 Y los ejercitos [que estan] en el cielo lo seguian en caballos blancos, vestidos de lino finisimo, blanco y limpio. 15 Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes: y el los regira con vara de hierro; y el pisa el lugar del vino del furor, y de la ira de Dios Todopoderoso. 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES, Y SENOR DE SENORES: 17 Y vi un angel que estaba en el sol, y clamo con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos a la cena del gran Dios, 18 Para que comais carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que estan sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, de pequenos y de grandes. 19 Y vi la bestia, y los reyes de la tierra, y sus ejercitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejercito. 20 Y la bestia fue presa, y con ella el falso profeta que habia hecho las senales delante de ella, con las cuales habia enganado a los que tomaron la senal de la bestia, y habian adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre. 21 Y los otros fueron muertos con la espada que salia de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes de ellos. CAPITULO 20. 1 Y VI un angel descender del cielo que tenia la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. 2 Y prendio al dragon, aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanas, y le ato por mil anos; 3 Y arrojolo al abismo, y le encerro, y sello sobre el, porque no engane mas a las naciones, hasta que mil anos sean cumplidos: y despues de esto, es necesario que sea desatado un poco de tiempo. 4 Y vi sillas, y se sentaron sobre ellas, y les fue dado juicio; y [vi] las almas de los degollados por el testimonio de Jesus, y por la palabra de Dios, y que no habian adorado la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron [su] senal en sus frentes, ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil anos. 5 Mas los otros muertos no tornaron a vivir hasta que sean cumplidos mil anos. Esta [es] la primera resurreccion. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurreccion: la segunda muerte no tiene potestad en estos; antes seran sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinaran con el mil anos. 7 Y cuando los mil anos fueren cumplidos, Satanas sera suelto de su prision. 8 Y saldra para enganar las naciones que estan sobre los cuatro angulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de congregarles para la batalla; el numero de los cuales [es] como la arena del mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la ciudad amada: y de Dios descendio fuego del cielo, y los devoro. 10 Y el diablo que los enganaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde [esta] la bestia y el falso profeta y seran atormentados dia y noche para siempre jamas. 11 Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre el, de delante del cual huyo la tierra y el cielo, y no fue hallado el lugar de ellos. 12 Y vi los muertos, grandes y pequenos, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segun sus obras. 13 Y el mar dio los muertos que estaban en el; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos: y fue hecho juicio de cada uno segun sus obras. 14 Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego. CAPITULO 21. 1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendia del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oi una gran voz del cielo que decia: He aqui el tabernaculo de Dios con los hombres, y morara con ellos; y ellos seran su pueblo, y el mismo Dios sera su Dios con ellos. 4 Y limpiara Dios toda lagrima de los ojos de ellos, y la muerte no sera mas: y no habra mas llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas son pasadas. 5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aqui, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe: porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6 Y dijome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le dare de la fuente del agua de vida gratuitamente. 7 El que venciere, poseera todas las cosas, y yo sere su Dios, y el sera mi hijo. 8 Mas a los temerosos, e incredulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios, y hechiceros, y a los idolatras, y a todos los mentirosos, su parte [sera] en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 9 Y vino a mi uno de los siete angeles que tenian las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y hablo conmigo, diciendo: Ven aca, yo te mostrare la esposa, mujer del Cordero. 10 Y llevome en Espiritu a un grande y alto monte, y me mostro la grande ciudad santa de Jerusalem que descendia del cielo de Dios, 11 Teniendo la claridad de Dios: y su luz [era] semejante a una piedra preciosisima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal. 12 Y tenia un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas doce angeles, y nombres escritos, que son [los] de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Al Oriente tres puertas; al Norte tres puertas, al Mediodia tres puertas; al Poniente tres puertas. 14 Y el muro de la ciudad tenia doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apostoles del Cordero. 15 Y el que hablaba conmigo, tenia una medida de una cana de oro para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro. 16 Y la ciudad esta situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura: y el midio la ciudad con la cana, [y tenia] doce mil estadios: la largura, y la altura, y la anchura de ella son iguales. 17 Y midio su muro, [y tenia] ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del angel. 18 Y el material de su muro era [de] jaspe: mas la ciudad [era] oro puro, semejante al vidrio limpio. 19 Y los fundamentos del muro de la ciudad [estaban] adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento [era] jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia: el cuarto, esmeralda; 20 El quinto, sardonica; el sexto, sardio; el septimo, crisolito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el decimo, crisopraso; el undecimo, jacinto; el duodecimo, ametisto. 21 Y las doce puertas [eran] doce perlas, en cada una, una; cada puerta [era] de una perla. Y la plaza de la ciudad [era] oro puro, como vidrio trasparente. 22 Y no vi en ella templo; porque el Senor Dios Todopoderoso es el templo de ella y el Cordero. 23 Y la ciudad no tenia necesidad de sol ni de luna para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la ilumino, y el Cordero [era] su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andaran en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traeran su gloria y honor a ella. 25 Y sus puertas nunca seran cerradas de dia, porque alli no habra noche. 26 Y llevaran la gloria y la honra de las naciones a ella. 27 No entrara en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominacion y mentira; sino solamente los que estan escritos en el libro de la vida del Cordero. CAPITULO 22. 1 DESPUES me mostro un rio limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salia del trono de Dios y del Cordero. 2 En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del rio, [estaba] el arbol de vida, que lleva doce frutos dando cada mes su fruto: y las hojas del arbol [eran] para la sanidad de las naciones. 3 Y no habra mas maldicion: sino que el trono de Dios y del Cordero estara en ella, y sus siervos le serviran. 4 Y veran su cara; y su nombre [estara] en sus frentes. 5 Y alli no habra mas noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol; porque el Senor Dios los alumbrara: y reinaran para siempre jamas. 6 Y me dijo: Estas palabras [son] fieles y verdaderas. Y el Senor Dios de los santos profetas ha enviado su angel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto. 7 Y he aqui vengo presto: Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecia de este libro. 8 Yo Juan [soy] el que ha oido, y visto estas cosas. Y despues que hube oido y visto, me postre para adorar delante de los pies del angel que me mostraba estas cosas. 9 Y el me dijo: Mira que no [lo hagas:] porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. 10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecia de este libro; porque el tiempo esta cerca. 11 El que es injusto, sea injusto todavia; y el que es sucio, ensuciese todavia: y el que es justo, sea todavia justificado: y el santo sea santificado todavia. 12 Y he aqui, yo vengo presto, y mi galardon conmigo, para recompensar a cada uno segun fuere su obra. 13 Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero. 14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos; para que su potencia sea en el arbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad. 15 Mas los perros [estaran] fuera, y los hechiceros, los disolutos, y los homicidas, y los idolatras, y cualquiera que ama y hace mentira. 16 Yo Jesus he enviado mi angel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raiz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la manana. 17 Y el Espiritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga. Y el que quiere, tome del agua de la vida de balde. 18 Porque yo protesto a cualquiera^ que oye las palabras de la profecia de este libro: Si alguno anadiere a estas cosas, Dios pondra sobre el las plagas que estan escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecia, Dios quitara su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que estan escritas en este libro. 20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amen, sea asi. Ven, Senor Jesus. 21 La gracia de nuestro Senor Jesu-Cristo [sea] con todos vosotros. Amen. FIN DEL NUEVO TESTAMENTO. *** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK, REINA VALERA NEW TESTAMENT OF THE BIBLE 1862 *** This file should be named 7va6210.txt or 7va6210.zip Corrected EDITIONS of our eBooks get a new NUMBER, 7va6211.txt VERSIONS based on separate sources get new LETTER, 7va6210a.txt Project Gutenberg eBooks are often created from several printed editions, all of which are confirmed as Public Domain in the US unless a copyright notice is included. Thus, we usually do not keep eBooks in compliance with any particular paper edition. We are now trying to release all our eBooks one year in advance of the official release dates, leaving time for better editing. Please be encouraged to tell us about any error or corrections, even years after the official publication date. Please note neither this listing nor its contents are final til midnight of the last day of the month of any such announcement. 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